Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un corazón para Joey. por Aurora

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Disclaimer: Yugioh no es mio, ni Joey ni Seto lo son.

 

Este fic es un recorrido en la mente de Seto Kaiba al tomar una de las decisiones màs complejas de su vida. Solo es ficciòn, no pretendo ofender.

Espero que les guste.

 

 

Un corazón para Joey.

 

 

Al mirar  atrás  mis recuerdos y mis sueños se enlazan con la realidad. Mis sueños son más vividos que mi pasado,  una replica de mi memoria que me quita el aire, la angustia que me acompaña en las noches es una amiga que no elegí, cuando al cerrar mis ojos mi cabeza evoca cada detalle de tu rostro el dolor viene a mí, firme e intenso, me va envolviendo poco a poco, sin dejarme respirar, hasta apoderarse de cada rincón de mi cuerpo y mi mente. Hace que pierda la noción. Dejando a su paso un rastro de destrucción.

  Puedo vivir auto-engañado por periodos de tiempo indefinidos, fingir dormir, vestirme, trabajar, crear nuevas tecnologías, regresar a casa, pretender que lo que me rodea me interesa.  Que el dolor no existe,  solo hay que tragar saliva, esperar a que se vaya por sí solo y a que la herida que lo ha originado cure,  respirar hondo y esperar a que la agonía  se calme.

Crecí para ser fuerte, el más inteligente, el heredero de un imperio que yo mismo construí, fui forjado al rojo vivo para ser un No amado, una persona con la ambición delante de cada paso, con la visión distorsionada por el hambre de un poder que ni siquiera quería. Yo no quería esta vida, ni el dinero, ni el respeto de nadie. Me tuve que conformar con lo que mi padre escogió para mi, con la persona que me obligo a ser. Un ser incapaz de distinguir el amor. Ese fue mi castigo desde que acepté el destino que él me ofrecía.

Sé que  cosas no son como deberían ser; Tú Joey, que tenías un pedacito de corazón para todos no  pudiste entregarme lo que yo más quería, solo una gota de tu amor me hubiera hecho feliz, un espacio en tus sentimientos hubiera mantenido mi cordura. Ahora tu vida pende de un hilo tan fino que contengo cada suspiro que das.

Ahora la imagen del tiempo al  pasar  se deforma a través de un vaso de cristal, veo como pasan los minutos  mientras la última flama de la vida se apaga.   De cierto modo no me importa. No importa si las acciones de mi empresa se han ido al piso. Si la bolsa de comercio se cae o si el último de mis diseños de juegos resulta un fiasco. He pasado por estados de tal euforia que  he gritado tu nombre en la cúspide de mi torre hasta que mi garganta se enmudece. Llamándote a gritos, sangrando desde dentro hacia afuera, pero  no me escuchaste, no viniste  a mí, no me perdonaste. 

No me has visto sangrar Joey. Algo parecido al alivio me embarga al pensar que tal vez si pueda hacer algo por ti.  Me juego la última ficha para que puedas cumplir tus sueños, tus metas y tal vez me recuerdes con un poco de cariño y respeto.

Sé que me escuchas, que parte de ti, en sueños siente cada palabra que te sale de mi boca. Tal vez pienses que es un poco cruel lo que digo, pero es la única manera de dejarte en paz. De limpiar mi propio corazón y entregártelo, mi vida. Porque sé que tu lo recibirás con las manos abiertas.

Pensar en ti  no me deja dormir. Años. Años, cegado por la obsesión y la desesperación. Te seguí mucho tiempo, escarbe en tu vida sin que te dieras cuenta. Repasaba cada detalle de tus gustos y los convertía en los míos. El olor de tu piel  me persigue y  aun es mi compañero por las noches cuando aferrado a mi almohada sueño que eres tú, que es tu risa la que escucho a mi oído, fresca y natural, que son tus labios los que besan mi frente, mis mejillas y mi boca, en mis sueños soy yo y no en la  sombra en  que me convertido.

 Me convertí en un ser patético, indigno y toque fondo y todo es tu inofensiva culpa. Toda la mierda que mis manos han tocado es tu responsabilidad por meterte en mi corazón como una estaca. Por darme la caricia más dulce, darme esperanzas y luego arrancármela de la entrañas. ¿No me viste sangrar mi dulce Joey? Acaso no escuchaste lo mucho que te amaba, que aun te amo con lo  que queda de mí.

No es un reproche, no es ni siquiera odio lo que quiero expresar. Es la única manera en que supe amarte y vivir la soledad. Mi amado cachorro. Este soy yo, soy Seto. El hombre que te traerá de vuelta a la vida. Tienes que ser feliz, encontrar una persona que te cuide, y ten por seguro que estaré celoso, allá donde quiera que vayan las personas como yo, tan celoso que le echaré maldiciones a la persona que elijas para darle tus sonrisas. Pero seré feliz si eres feliz. Lloraré contigo cuando sientas una pena, y cuando pienses en mí, yo tomaré tu manito, solo para que no estés solo. 

Eres tan bello, tan  etéreo. Tu rostro no ha cambiado nada. Si cierro los ojos puedo  volver atrás diez años, cuando estaba contigo, tratando de conseguir algo que no podía entender. Ni la delgadez, ni la palidez de tu rostro merman en algo toda la magia que te rodea. Eres el fuego de un dragón, que siempre arde, y aunque un maldito diagnostico medico diga que la flama de tu corazón se apaga, estoy seguro que te levantarás de esta cama y respiraras.  Eres Joey Wheeler, y no hay obstáculo que pueda vencerte. Esta vez yo te ayudaré a ganar el duelo más importante de nuestras vidas.

Me doy cuenta que al lado tuyo soy un desastre, mi barba se hace patente en un rostro demasiado delgado y las ojeras bajo mis ojos los entristecen de un modo oscuro y retorcido. Aún me temen, aún soy capaz de pararme ante una multitud de cuervos dispuestos a hacerme caer, darles dos gritos y esperar a que sus pantalones se mojen, pero ya no tengo ganas. Mokuba dijo que me levantara, que la vida no esperaría por mi, que el reloj avanza y no hago nada. Pero no tengo ganas de pensar en ello en este momento. Él, mi hermano se sentirá orgulloso, sabes que siempre te admirado por encima de todo, lo bueno y lo malo. Tienes que apoyarlo y hacerlo entender.

Mis manos tiemblan al sostener tus mejillas: Haz despertado y me miras  con tus ojos inocentes y expresivos como un cachorrito. La  habitación esta casi a oscuras, el sol que apenas se cuela por las rendijas de la ventana imita una penosa calma.

 Comienzo a hablarte de la manera más dulce y calma que puedo:— ¿Recuerdas cuando nos conocimos?— Joey da un suspiro y le aprieto su mano tibia, distingo bajo todo ese aparataje de cables y mangueras una sonrisa amarga. Recuerdo cada detalle, mi memoria se ha convertido en mi enemiga, cierro los ojos y la visión de nuestro primer encuentro se retiene en mis pupilas.

—Fue en el instituto, apenas quince años, creo que me enamoré de ti la primera vez que te vi a los ojos. Vi en ti una parte de mi. Tú eras distinto, ingenuo, un chico maltratado pero demasiado orgulloso para reconocerlo. Pude notar los golpes, aun cuando tratabas de ocultarlo.  Pasaste junto a mi directo a tus amigos, sin prestarme atención.  ¡Y me enfurecí! ¡A mí nadie me ignoraba y te lo hice saber!. Me dedique a hacerte rabiar. Confundí el sentimiento más bonito que comenzaba a nacer en mí, por el único que conocía.

¿Cómo podría saberlo, si no sabía sentir?

Ser breve en estos segundos es tan difícil. ¿Podrías hacerme un favor? No te duermas hasta que termine Solo haz esto por mi. Gracias.

Logré llamar tu atención metiéndome con tu mejor amigo, y explotaste, vi en tus ojos  la rabia del fuego.  Me gustaba el color de tus ojos cuando te reías, cuando gritabas de felicidad, cuando la rabia se acumulaba y  como explotabas como un huracán.

Descubrí que como tu enemigo me mirabas, llamaba tu atención y sabía que era la única manera de calmar la rabia que sentía. Disfrazar mi amor por desprecio, mis ganas de acariciarte y acunarte con golpearte. Cada humillación fue mi más puro deseo de decirte que te amaba.  Ninguno de tus amiguitos podría decir que  no lo intenté. Me esforcé tanto que logré ganarme tu odio, tu desprecio. Al fin y al cabo mi victoria supo tan amarga que aun puedo sentir el sabor de perderlo todo.  Para ese entonces no lo sabía, lo siento tanto Joey.  Esta es la declaración de amor que nunca te dí. Son mis razones. En otras circunstancias habría luchado por estar juntos y empezar de nuevo, cuando supe que estabas enfermo, no tarde ni un segundo en tomar esta decisión. No hay mucho tiempo.

Solo yo puedo contarte todo, las cosas pequeñas que nunca te atreverás a preguntarme...

Te amé con todo lo que pude, con mi carne y mi espíritu, te amé en silencio y lo soporté tanto tiempo. Verte desde lejos, verte crecer junto a tus amigos, pero algo dentro de mí estaba a punto de estallar y ya no podría detenerlo.  El gusano que se estaba gestando se hacía cada vez más fuerte. Ya no podía soportarlo.  Tenía que hacerte mío aunque fuera una única vez. Mis deseos de que me amaras eran tan intensos  que me mordía los labios hasta hacerme sangre antes de robarte un beso.  Hambre, rencor, amor. AMOR. En silencio, siempre en silencio hasta que te vi junto a él. ¿Tenía que abrazarte? ¿Tenías que sonreír?

No sabes cuánto me dolió verlo abrazándote casi colgado de tu cuello.  Algo se rompió dentro de mí. Fui un animal.  Lo sé.

No vine a hacerte llorar, así que guarda esas lagrimas para cuando llores de felicidad bobo. Pequeñas gotitas llegan hasta su nariz, mojando a su paso la piel tan lechosa como la de un bebe.

La última noche del torneo te seguí. Y ahí estabas con Tristán acariciando tu rostro a punto de darte un beso que me pertenecía. Joey él te estaba tocando como yo soñaba hacerlo. Tienes que perdonarme, pero perdí la razón al ver la suavidad de tu cuerpo rodear a ese hombre que no te amaba como yo. Nadie podría amarte de esa manera tan letal.

Casi lo mate a golpes, nunca olvidaré el sonido de mis huesos tronar contra los suyos. Me detuviste a tiempo, No medí consecuencias, solo quería desaparecer aquello que te alejara de mi.

¿Recuerdas lo que me gritaste? Bestia, eres una bestia Seto Kaiba y me diste un puñetazo en las costillas. Me abalance a ti, y te bese a la fuerza, te obligue a responder un beso salado, lleno de pasión. Juguetee con tus labios, restregué mi erección en tu regazo tratando de que te dieras cuenta. Pero lloraste tanto, tus ojos se llenaron de lagrimas tan amargas que solo ahí me di cuenta que casi había matado a un hombre, que mis manos estaban manchadas de sangre, de violencia. Ese tipo de amor no te merecías.

—Vete Kaiba, vete! Porque si regresas yo mismo te mataré a golpes.

—Yo lo siento… te amo Joey.

—Yo no a ti y no te perdono. Largo de aquí.—

Más que recuerdos son cicatrices.

Shh, no llores, no te hace bien. Beso tu mano, beso justo allí en la palma, y toco el espacio en tu pecho donde tu cansado corazón late cada vez más despacio.

Se acerca el fin, la hora indicada ya se acerca. Gracias Joey por salir de tu sueño un  momento y escuchar mi último grito de amor por ti. Porque tu dolor es mi dolor y mi muerte acabará con ambos.. Gracias por mirarme a los ojos,  tomar mi mano y hacer que estos segundos sean eternos.  Gracias por volver a dormir, con una sonrisa manchada de lagrimas en tus labios. Gracias por un beso que me acompañará hasta el final. Por hacerme entender el verdadero sentido al amor.

He citado a los mejores médicos de la ciudad. Solo les he pedido unos minutos antes de que entren a atenderte. Les daré la sorpresa de su vida y me iré a lo grande. Confió en ellos, pongo mi corazón que ahora es tuyo en sus manos.  

No tengo miedo. El filo del revolver toca mi sien. Mi amado Joey, soy tu Seto y tengo un corazón para ti.

 

 FIN.

 

 

Notas finales:

uff, muy dificil.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).