Capitulo 15
De la chimenea mediante la red Flu salió Hermione toda acalorada por lo que le venía a contar a su amigo.
-James ¿Malfoy todavía está contigo?
-Si, Hermione ¿Por qué?
-Tengo algo urgente que infórmales.
Hermione tomaba un té para tranquilizase, Andrómeda le hacía compañía mientras que James fue a buscar a Draco que estaba en la universidad y los niños estaban en su habitación sin permiso de salir de ella.
-Esto es horrible–dijo Hermione- estamos como en algunas culturas muggles donde las mujeres no tienen derecho a nada y lo peor es que muy pocas se revelan.
-Sí, yo no sé qué hacer-dijo Andrómeda-me llego una carta donde me informa que debo ponerme a la orden del ministerio ¡para que conozca a mi futuro marido!
-Lo peor es que la mayoría de los magos adultos murieron en las tres guerras que se sucedieron prácticamente una tras otra
-Si imagínate yo casada con un hombre más joven que James
James llego con Draco que ya caminaba con un bastón muy lentamente, estaba algo pálido ya que James le dijo que era de suma importancia lo que Hermione tenía que decirle.
-Hermione, ya estamos aquí-le informo el moreno –Draco, siéntate ¿quieres algo de tomar?
-Sí, whiskey doble.
-Creo que yo también tomare uno-dijo James mientras los serbia.
James le dio el vaso al rubio y se sentó al lado de este y comenzó a hablar.
-Hermione, cuéntanos que es tan importante.
-El ministerio ha decidido indultar a los donceles que están expulsado del mundo mágico para que vuelvan a este con la condición de que se casen –dijo la castaña con cautela.
-¿Donde está la trampa?-pregunto Draco.
-Que el ministerio será el que elija la pareja.
-¿Y esto que tiene que ver con Draco?-pregunto James confundido.
-A pesar de que la ley no se ha publicado-dijo Hermione- ya alguien lo reclamo para ser un segundo esposo.
-¿Alguien lo reclamo? ¿Quién?- pregunto James mientras veía a Draco compungido.
-¿Quién? –pregunto el rubio.
-Neville Longbottom –dijo la castaña seriamente.
-Pero ¡él se casara con Ginebra!-dijo James.
-Sí, pero a Ginny no le importa.
-¡¡Desgraciados!! Hijos de la madre que los pario -dijo james- ya no les perdono otra, hoy mismo se las cobro todas. Es que los mato
James se levanto y agarro su varita, su magia comenzó a sentirse en el lugar y las mujeres corrieron a sujetarlo para tratar de calmarlo. Draco le quito la varita y lo desmayo, los niños asustados se acercaron al living room a causa los gritos de las mujeres.
Todos estaban en el living room, James estaba acostado en un sofá y los otros sentados esperando que este se despertara. Draco tenía cara de compungido ¡si el maldito de Longbottom se salía con la suya seguro lo iba a matar!
-Hghjefc-dijo James- ¿dónde estoy?
-James, tienes que controlarte –dijo Andrómeda- ¡nos asustaste!
-Discúlpenme, es que esos desgraciado me la deben – James se sentó- ¿qué haremos con Draco?
-Tenemos dos meses, para ese entonces se promulgara la ley-dijo la castaña- estoy segura de que pensaremos en algo.
-¿Por qué habláis como si no estuviera presente?-preguntó el rubio de mal humor.
-¿Por qué no se casan James y el profe?-dijo Aidan.
-¡Si, esa es la solución!-dijo Teddy animado.
-Podría ser…-dijo James –¿qué opinas, Draco?
-No, no podría arruinar tu vida-dijo el rubio un poco sentimental- ¿cómo te casarías conmigo sin amarme?
-Draco, tú te hubieras casado en un matrimonio sin amor-dijo Andrómeda- tu padre lo hubiera arreglado.
-Pero… ¿y Potter?
-Por mí no te preocupes-dijo James- nos casaremos al estilo muggle. Si no funciona después de toda esta pesadilla, nos divorciamos.
-Lo pensare…
-Tienes poco tiempo en dos meses debes avisar si quieres asumir esta ley y regresar al mundo magico