CAPITULO 19
James y Draco estaban en un parque muggle con los niños esperando a Charles para darle su invitación a la boda, Aidan y Teddy jugaban ruidosamente en los juegos.
-¿Sabes? quizás yo no pueda darte hijos.
-¿Por qué? ¿No eres un doncel?
-Sí pero tuve un aborto hace casi dos años y los Malfoy tienen un solo hijo-dijo el rubio compungido.
-¿Tú te lo provocaste? –dijo el moreno muy serio.
-No, el hombre con el que vivía me empujo por unas escaleras y lo perdí (al bebe no al hombre)
-Draco, tu me gustas mucho y vivimos en el mundo muggle aquí las parejas de hombres no tienen hijos
.
-Sí pero se te ve en los ojos que tú los quieres, Potter.
-Te pondré en tratamiento si no puedes, lo intentare yo a pesar de que soy mestizo tengo mucha magia y si aun no podemos lo dejaremos así, además de que tenemos a Aidan.
Un rato después de que llegara Charles. Llego Hermione acompañada de Andrómeda, ambas vestían casi igual; un jean negro, botas hasta la rodilla y un jersey.
-¡Que mujer tan hermosa!-dijo Charles.
-¿De quién hablas? –Pregunto james- Hermione está casada, no te le acerques.
-No, Hermione no, me refiero a la madurita sexy.
-¡Ella es la abuela-dijo Draco riéndose-de aquel pequeño monstruo!
-No importa, me agradan los niños ¡preséntamela!
James le presento el joven a Andrómeda, este comenzó a lanzarle piropos y la invito a tomar un café a lo que Andrómeda se negó pero le prometió que en otra ocasión saldrían.
Andrómeda era una mujer hermosa de buen cuerpo y al ser bruja se veía muy joven, ningún muggle pensaría que tenía más de 40 y Charles de veintiocho años se había prendado de la hermosa mujer.
Días después estaban reunidos en el jardín de la casa de James, seria una reunión sencilla solo los más allegados a Draco, amigos de la universidad y del trabajo de James pero muy pocos magos.
Un hombre de piel oscura, muy alto y elegantemente vestido con una túnica Africana de vistosos colores hizo alto de presencia con dos mujeres.
-¿Como están?- pregunto cortésmente Andrómeda a las mujeres- me alegro de verlas de nuevo.
-Hola, la decoración está muy bonita-dijo la mujer mayor.
-Sí, tienes muy buen gusto-dijo la joven que tenía una linda pancita de embarazada -¿y los novios?
-Ya bajan, estamos esperando al jefe civil.
Hermione llego en ese momento vestida con un elegante vestido de encaje color champagne, muy corto y ajustado con su cabello algo más largo.
-Pensé que vendrías temprano a ayudarme- reclamo Andrómeda a la joven.
-Disculpa, Andrómeda, es que no quería que Ron se enterara y tenía que contárselo a Molly.
-¿Como esta?
-Muy triste por no poder venir, pero ella sabe que a sus hijos menores James no los quiere cerca.
Los niños veían todo con admiración y con ganas de hacer enojar al rubio pero James fue claro: si enojaban a Draco hoy, les quitaría las escobas por un año y los niños sabían que el cumpliría su amenaza.
Draco estaba frente al espejo admirando su espigada figura enfundada en un tuxedo blanco y su largo cabello brillante y lacio caía sobre sus hombros.
-Deberías hacerte otro peinado-dijo Aidan seriamente,
-¿Por qué? Me gusta así -respondió el rubio despectivamente.
-Te pareces al hombre del cuadro.
-¿Cuál? ¿Mi padre?
-Sí, el que pelea con James ¡pareciera que se va a casar con ese hombre!
-¿James te dijo que él y mi padre pelean?
-Yo los vi, el hombre le dijo que tú te merecías algo mejor y no un mestizo.
-¿Puedes pedirle a Granger que venga aquí? –dijo el rubio quedando pensativo
-Claro, ¿quién es Granger?
-Hermione.
-OK.
Hermione fue a la habitación del rubio y lo consiguió sentado en la cama pensativo y por un momento le pareció ver a Lucius Malfoy y esto la hizo estremecer.
-Espero que no te hayas arrepentido de casarte con James
.
-¡No, por Merlín, claro que no! ¿Sabes hechizos de peluquería?
-Claro, ¿quieres que te peine?
-Sí.
Estaba todos ya en el jardín cuando Draco salió de la casa, tenía un corte de cabello muy favorecedor que lo hacía ver más joven. Al salir de la casa vio que un joven de color le ofrecía el brazo para llevarlo hasta el altar el rubio casi se desmaya y tuvo que hacer gala de su fuerza de voluntad para no llorar.
-¿¡Blaise!?
-Sí, se supone que si Lucius no podía yo te entregaría en tu boda.
-Pero… ¿como tú lo supiste?
-Potter me trajo a mí y a Pansy como invitados especiales, tiene muy buenas influencias.
Draco miro a James desde lejos y una tierna sonrisa se formo en sus labios a la que este correspondió.
Zabini lo llevo hasta donde estaba James, la boda se realizo sin tropiezos y luego bailaron, bebieron y se divirtieron hasta muy tarde.
-James, mira hacia allá-dijo Draco.
James vio a su amigo Charles hablando muy íntimamente con Andrómeda, esta tenía un vestido corto por encima de las rodillas, negro, con unos tacones muy altos, se veía feliz y coqueta. Parecía que hacía siglos que no le coqueteaba a un hombre y el moreno trataba de enamorarla.
-Harry Potter, como marido legal de Draco Malfoy te entrego las llaves de la dote que el ministerio ofreció y los documentos donde Draco puede ir al mundo mágico ingles ¡felicitaciones!
-Gracias Sr. ministro –dijo James y le entrego las llaves a Draco- ¿Qué ocurre con lo otro que te pedí?
-Dentro de una semana hablare de nuevo con los integrantes del Wizengamot y veremos que dicen.
Luna era la única representante de los medios informativos del mundo mágico, el reportaje de la boda fue extenso y las fotos fueron bellísimas a la mañana siguiente el quisquilloso tuvo que hacer tres tiradas mas por qué tuvo mucha demanda.
Mientras James y Draco se fueron de luna de miel a unas montañas nevadas.
En la casa de Neville, este destruyo casi toda la cristalería cuando leyó el periódico ¡eso no se quedaría así, Draco Malfoy era de él y de mas nadie! Si era necesario mataría a Potter.
-MUAJAJAJA –reía el castaño- Draco, tú eres mío ¡mío!
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