CAPITULO 23
Draco se despidió de sus compañeros de universidad, quería llegar rápido para festejar que ya había terminado los exámenes, solo quedaba el desfile final
Durante el último examen médico le habían informado que parecía que eran dos bebes, mientras pensaba en todo ello de forma distraída tres hombres se pusieron a su lado, cuando se dio cuenta y quiso huir, un moreno lo sujeto y desapareció con él.
Lejos de allí en una cabaña los tres hombres discutían quien sería el primero que violaría al rubio.
Luego de que decisión fue tomada y con el corazón latiéndole a mil por hora, Draco no supo que decir; uno de los hombres se colocó atrás de él, estiró su mano y jaló la cinta de color negro que sujetaba su cabello, al sentir el contacto, Draco se volvió rápidamente levantándose, pero el hombre de enfrente lo empujo ..
-Tranquilo corazón... te va a gustar... -dijo mientras le tocaba una mejilla con una mano- suave... tan suave como la piel de una chica... -Draco le apartó la mano de un manotazo, pero recibió entonces una bofetada que le rompió la boca- Quieta, pequeña serpiente... tu veneno no me afecta.
Entonces el hombre de atrás lo sujeto por los brazos mientras que el de enfrente comenzó a desajustar la corbata
-Cálmate bebé, solo vamos a divertirnos un rato.
La realidad le cayó a Draco como un balde de agua helada en el rostro, y sintió el pánico crecer en su interior.
-¡No!... ¡no, deténgase!...estoy embarazado
Después de quitar la corbata, el hombre abrió la camisa blanca de un tirón haciendo volar los botones encontrando debajo, una delgada camiseta blanca de algodón.
-¡Vaya!, llevas mucha ropa encima... bueno, no importa, es como desenvolver un rico dulce... -y acto seguido rasgó la camiseta dejando el blanco tórax expuesto; Draco entonces comenzó a patear dándole al tipo justamente en los genitales- ¡agh... maldito mocoso del infierno! -exclamó el hombre cayendo de rodillas.
El tercer hombre que hasta entonces no había participado, se acercó diciendo:
-Déjame a mí... pongámoslo en el suelo, -el que lo tenía sujeto por los brazos, lo puso de pie e intentó acostarlo, pero Draco comenzó a forcejear, entonces el hombre de enfrente lo golpeó en el estomago sacándole el aire, logrando así ponerlo en el suelo para luego montarse en él mientras el otro hombre le sujetaba las manos; ya ahí, el hombre que tenía encima acercó su rostro al de Draco y lo hundió entre el cuello y la mejilla aspirando el fresco aroma juvenil que el chico despedía- mmm... delicioso... -murmuró contra su piel- y cuando te monte, terminarás pidiendo mas. -se enderezó y comenzó a desabrocharle el pantalón haciendo que el pánico renaciera en el interior del rubio
-¡No...! ¡Déjeme!... ¡suélteme!... – gritaba el rubio temiendo por su hijo- sin poder mover un solo músculo continuó rogando Draco mientras sus ojos de plata comenzaban a inundarse de lagrimas
El hombre terminó de desabrochar el pantalón y se lo arrancó de un tirón con todo y ropa interior haciendo volar los zapatos.
-Hermosas... -dijo mirando con lascivia las torneadas piernas del rubio- las quiero en mis hombros... -Se acomodó entre ellas y comenzó a pasar sus manos por todo el cuerpo de Draco, que sin poderlo evitar, comenzó a temblar; las ásperas manos acariciaban la tersa espalda y bajaron hasta las firmes nalgas que estrujaron con lascivia, luego soltó una para tomar el pene de Draco y metérselo a la boca- mmm...-Draco comenzó a patalear nuevamente incomodando al hombre, que se enderezó y comenzó a golearlo en el estomago hasta dejarlo casi inconsciente,
Sujetando firmemente las piernas de Draco para evitar que se moviera, el hombre lo penetró de golpe arrancándole un grito de dolor.
-¡aaaaaaaaaaaaaah!.... -Grito el rubio
El hombre comenzó a embestirlo con fuerza ocasionando que la sangre pronto manchara las piernas de Draco.
-¡No, no!... ¡por favor!... -Suplicaba Draco entre sollozos desgarradores- ¡me duele!... ¡me está lastimando! Mi bebe por favor
-¡Ah!... estuviste delicioso, que bien te tenias guardado ese culito–rio el hombre moreno
El pecho de Draco se agitaba convulsivamente mientras mantenía los ojos cerrados con fuerza mientras se formaba un charco de sangre a su alrededor…
-¡Neville!, ¡Neville! despierta-decía una pelirroja pecosa despertando a su marido-me molestas que te rías cuando duermes
-Perdóname, cariño, es que tuve un sueño muy interesante-rio el moreno con malicia.