CAPITULO
James estaba en el mundo muggle con Andrómeda, Charles, Hermione y los niños, era Halloween e irían a pedir dulces o hacer travesuras.
Los muchachos estaban disfrazados: Aidan de zombi con un maquillaje espeluznante y Teddy de vampiro moderno con ropa de cuero y maquillado pero lo sorprendente fue que se había transformado en Draco a los once años, James cuando lo vio no pudo parar de reír.
-Andrómeda, tengo que irme ¿seguro quieren quedarse?
-Tranquilo, James, no se quedaran solos-dijo la castaña- Charles y yo los cuidaremos.
-Es que Neville me preocupa, no lo han atrapado todavía.
-Nos quedaremos un rato, además todos tenemos hechizos de localización-dijo Andrómeda-vete tranquilo y consiente a tu Dragón.
James se despidió de todos y montando su moto se fue, lo que nadie vio fue el hombre de mirada enloquecida que no podía quitar los ojos del pequeño rubio.
El niño rubio corrió a donde estaba su abuela para mostrarle la bolsa rebosante de caramelos y juguetitos, cuando un hombre salió de la nada corriendo y fue a agarrar al pequeño, Charles que había sentido la magia oscura alejo a la mujer mayor y agarro al niño pero el loco se llevo a ambos. La mujer grito cayendo de rodillas.
James se encontraba con Draco en la cama dándole besitos, a los 8 meses y medio era lo único que podían hacer ya que el embarazo estaba muy adelantado.
-¿Qué pasa? –dijo el rubio viendo que James se sentaba de repente.
-No es nada se me había olvidado que Teddy me dijo que le llevara una chaqueta para el frio, ya vengo.
-Está bien, pero no te tardes-dijo el rubio algo preocupado, Teddy estaba con dos brujas calificadas que podían hacer un abrigo de una hoja, esto no le gustaba- por Merlín, que no sea algo malo.
James le ordeno a un elfo que cuidara a Draco y se llevo a otro elfo a donde estaban las brujas al aparecerse vio a la mujer llorando, Hermione consolándola y Aidan con cara de terror.
-Hermione ¿qué ocurrió? ¿Donde está Teddy?
-Se lo llevo Neville y a Charles también -dijo la castaña abrazando a la mujer mayor.
-Lleven a Aidan a la casa, no le digan nada a Draco ¡voy a seguir el rastro del hechizo que tiene Teddy!
-James, cuídate.
James se apareció en la casa de los gritos, cuando llego consiguió a Charles sumamente pálido con una fea herida en el pecho, le aplico primeros auxilios y se dispuso a buscar a el niño cuando escucho un grito desgarrador el maldito de Neville ¡lo estaba lastimando!
-Maldito ¿cómo te atreves? ¡Crucio!-grito James –te voy a matar y a librar al mundo de ti.
-HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA-grito Neville cuando el crucio le dio de lleno-
-Teddy–dijo James al niño en el piso – cierra tus ojitos y no los abras escuches lo que escuches.
El niño en el suelo todavía no se recuperaba del crucio que el hombre le había lanzado pero obedeció la orden.
-AVAD…
James cayó al suelo desmayado, Hermione le había lanzado un hechizo para desmayarlo.
-Perdóname James, pero tu conciencia no te hubiera perdonado si lo matabas.
Un Expelliarmus muy fuerte le dio a la castaña lanzándola lejos de James y chocándola contra la pared
-Muahahaha –dijo Neville que estaba recostado de una pared viendo con ojos de locura a la mujer-¡debiste dejarlo que me matara!
-Neville, deja que te ayudemos-dijo la castaña que sostenía su brazo fracturado-por favor, por nuestra amistad
-No, ustedes me engañaron ¡yo pensé que era mi Draco pero en realidad era ese pequeño cachorro de lobo sarnoso!-dijo Neville apuntando a Teddy- además, ¿Qué harás? ¿Me llevaras a San Mungo con mis padres? Tonta Gryffindor tu no harás nada
- Ella no, pero yo si ¡Avada Kedavra!- grito Andrómeda apareciendo de repente.
Neville cayó al suelo con los ojos muy abiertos nunca pensó que tendría ese triste final, Andrómeda se acerco a teddy y lo abraso arrullándolo.
James se levanto con cuidado se acerco a Hermione y curo su brazo cuando se acerco a el hombre caído le dio una patada y lo escupió luego se acerco a la bruja que abrazaba al pequeño.
-Dame tu varita Andrómeda –ordeno el moreno.
-¿Para que ¿
-Cuando buscábamos los horcruxes aprendimos muchos hechizos inútiles y otros no tanto, hare uno para borrar los cuatro últimos hechizos y yo fui quien mato a Neville.
-No, Harry, tú tienes hijos que no han nacido ¡Draco morirá de pena si llegas a ir a Azkaban!
-No iré, porque fue en defensa propia y haber quien tiene las bolas para decir lo contrario.
Los aurores llegaron y se llevaron el cuerpo de Longbottom y a Charles para San Mungo, James iría después para el interrogatorio, llevo a las mujeres y al niño a la casa y luego fue al hospital.
En el hospital mágico, el medimago encargado de recibir el cadáver era Dennis Creevey el hermano de un amigo de james
-Harry-dijo el rubio –en la causa de muerte coloque que Neville murió al romperse el cuello por una caída.
-No tendrás problemas –Denis- con el resultado de la evaluación.
-No, el maldito se lo merecía-dijo el rubio- además ¿para qué están los amigos?
James se fue al ministerio para el interrogatorio.
En el hospital un rubio de ojos claro se quedo mirando por donde se desapareció el moreno.
-Harry Potter, no sabrás nunca de donde salió el golpe que te destruirá ¡esto lo hago por ti hermanito!-pensaba el medimago rubio-la venganza es un plato que se come frio.