“Hate You”
¿SasuNaru?
A simple vista se podría decir que la situación estaba bajo control, quizás era impulsivo pero no estúpido, aunque quien sabe, ese deseo de clavarle el tenedor en ese cuello le sonaba demasiado tentador, y el querer borrarle esa sonrisa idiota con romperle un vaso en la cabeza se escuchaba mejor.
-Sasuke, en verdad, espero que no estés molesto-
-Por supuesto que no, es solo que me has hecho perder dos horas en esta tontería-
Oh si, ese rostro contrariado por mis palabras con un tono de desdén es el mejor efecto, restarle importancia, no iba a dejar que saliera ileso.
Comprensión, por favor, nadie en el mundo la tiene, él no era bueno, ni siquiera intentaba justificar sus acciones o palabras, ¿Qué pensaba Naruto al creer que no diría nada? ¿Qué lo aceptara así de la nada?
Todas las personas ven por si mismas, nadie se molesta en ver el dolor de la otra persona, claro que no, solo quieren ver sus objetivos o sueños realizados, es cierto, el fue un cabrón, pero eso no significa que el rubio podría venir y decirle que ya estaba con otra persona cuando por tres años le dio falsas esperanzas.
“Vete a la mierda”
-Sasuke, es solo que eres mi amigo y yo…-
-Me da gusto, pero es algo que se diría por celular, ahora debo dormir menos para terminar mi trabajo de las cuentas de la empresa, espero que folles mucho y me invites a tu boda-
Me levanto pausadamente, quiero encestarle un golpe, en la mandíbula, exacto y rápido. Naruto me sostiene de la muñeca, realmente esa actitud o mejor dicho, era esa mirada la que me daba tanta confusión.
-¿Te has enfadado?-
-Te lo he dicho, es solo que es algo tan banal que podrías haberme ahorrado el trayecto, hablamos después-
Me quemó, ese contacto, salir aun sintiendo su mirada en mi, si hay alguien haciendo un plan en el cielo, me ha jodido, sentir el viento en mis mejillas me ayuda un poco, realmente soy un tonto, yo debí de haber sabido que era solo amistad, no debí haberme enamorado de esa manera, pero no hay vuelta atrás.
Duele, muchísimo.
Bajo las escaleras para irme en metro, ya eran las ocho y media de la noche y yo me sentía sin rumbo, me sentía perdido, como si toda mi vida fuera un fracaso, no quería sentirme afectado pero lo odiaba, el no debió haber jugado con mi esperanza.
Lo odio.
Lo odiaré.
Apoyé mi cuerpo en una columna mientras espero pacientemente el transporte, medité y esa era mi mejor solución, lo odiaría, dejaría de hablarle, al diablo las personas que dicen que el odio no es buen consejero.
Espero que jueguen con ellas y me dijeran que piensan después de esa experiencia.
Suspiro mientras mi cuerpo se siente abochornado, débil, frágil, vulnerable, sensaciones que no me gustaban pero que haría que desaparecieran.
Continuar, aun si es necesario odiar a quien mas quise para mí.
FIN