Capitulo 3: Adiós sin palabras (FINAL)…
Despertar sin aquel ser que amas… puede ser tan doloroso. Aun no había vuelto, dos noches pasaron y su presencia no se hizo escuchar, lo esperaba, pero el dolor de esperarlo lo mataba lentamente. La mañana del tercer día, no aguanto más, diría el último adiós, si el era el problema, sabia como solucionarlo, pero antes, tenía que dar tan siquiera un adiós.
Estaba frente a la puerta de quien era su mejor amiga, toco la puerta con suavidad, pronto alguien al abrió, una hermosa joven de pelo rubio, mirada azulina y piel clara, quien al ver al pequeño castaño, mostró una gran sonrisa y pronto lo abrazo.
Al…-susurra mientras se esconde en el hombro del castaño- ¡¡¡te he echado de menos!!!
Y yo a ti, winry… -susurra mientras corresponde su abrazo.
Ambos jóvenes pasaron a la casa, se sentaron en el sofá, pronto al rubio noto los ojos llorosos y cansados del castaño, también como su piel estaba más pálida y su cuerpo más delgado y fino.
Te ves mal, ¿algo ha pasado?....-pregunta preocupada.
Winry…-toma la mano de la rubia- haz cometido errores ¿no?...
¿Eeh?, pues si, lo he cometidos varios errores a lo largo de mi vida…-responde algo confundida- pero ¿a que viene al caso?...
He cometido un gran error, no sabes como lo sufro ahora, pues yo he sido el principal culpable y para más, he arrastrado a mi hermano conmigo…-una lágrima cae de su mejilla- no se que más hacer…
Alphonse, si ha sido un error, debes de saber que de un error se llega aprender y por lo de edward, estoy segura que te perdonara, eres su única familia…-le acaricia la mejilla.
No, creo que no…-bajo la mirada- pero ¿sabes?, no me arrepiento de nada, de absolutamente nada…
Por eso, estoy seguro que el no me perdonara…-el castaño se levanta del sofá- no puedo hacer nada más….”nada más que irme lejos…”- el castaño le sonríe a la rubia- nos vemos winry….
¿Seguro no quieres quedarte aquí, a pasar al noche?...-el castaño niega levemente con la cabeza- de acuerdo, pero, cuídate mucho, siempre estaré aquí para ti….
Si, lo se winry…-susurra el castaño mientras se va hacia la puerta- adiós…
El castaño se fue de allí, mientras caminaba a su hogar, tenía la mirada gacha, miraba a sus pies, dejando a atrás sus huellas, el cielo que se tornaba naranja, marcando que pronto anochecería, le decía en un susurro adiós. El castaño llego a su hogar, tomo muy poca ropa y la metió en una maleta. Partió por la puerta y no miro hacia atrás….
Esa noche, justo cuando salio la luna.
El castaño se marcho en un tren.
Pero antes de partir….
Dejo en una almohada…
Escrito en papel…
El adiós para su hermano….
*****
Después de estar más de tres noches durmiendo en un hotel de mala muerte, con muchas ojeras pues poco pudo dormir, sus ojos estaban cansados de estar abiertos, por que las lágrimas no los dejaron cerrarse. Llegar a su hogar fue un alivio, ahora le quedaba ver a su hermanito, quería abrazarlo y besarlo…
Lo amaba…
Nada importaba, si era su sangre o no, el lo amaba.
Subió al cuarto de su hermano, pensando que estaría dormido, pero grande fue su sorpresa, al ver que lo único que estaba en ese cuarto, era un sobre el cual reposaba sobre al almohada, con cuidado lo tomo entre sus manos y lo abrió.
La carta recitaba:
No creo que pueda, olvidar el sabor agridulce de tus labios, tan amargos, tan dulces, n puedo olvidarlos y tampoco lo deseo, si… soy un anormal, hasta un enfermo, si quieres, pero, te amo, ¿Qué puedo hacer?, te amo… te amo…
No puedo acallar todo este sentimiento que grita por ti y llora a no tenerte aquí…
Pero… se que para ti… nada más soy que tu hermano y después de aquella noche, creo que deje de ser tu hermano…
… no te molestare más…
Me iré y no volveré…
¿Así serás feliz, no?....
…es lo mejor…
Con un beso que no puedo darte, con un abrazo que no puedes sentir, con una caricia guardada en mis manos, con palabras que solo en sueños susurre, con este amor que ralla lo enfermizo, con este amargo dolor…
Te digo adiós…
Se despide de ti, aquel ser que comparte tu sangre pero que dejo de ser tu hermano al momento de amarte…
Con este amor prohibido… te digo adios…
Atte: Alphonse Elric.
¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAH!-cae de rodillas y llora con amargura, en la noche que se pierde, solo el amargo llanto de una persona se escucha, solo su amargo dolor se llega oír pero no sentir.
Más nadie puedo escuchar aquel llanto…
Más nadie pudo ver sus lágrimas caer.
¡¡¡REGRESA!!!-grita aquel rubio rompiendo el silencio de la noche.
***
Mirando por la ventana de su vagón, la luna iluminaba sus lágrimas, nada más pudo haber hecho, era lo mejor…
….ya no le causaría dolor a nadie más….
Adiós…-susurra el castaño- hermano….
Fin…
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