-¿Tienes preservativo?- pregunto el rubio entre jadeos
-No- respondió el Uchiha sin parar de repartir caricias en su pecho
-¿No?- preguntó Naruto, separando a Sasuke de un empujón
-¿Y ahora qué?
-Me largo
-¿Qué?
-Sin condón, no hay acción, Sasu-chan- Dijo él vistiéndose rápidamente- Nos vemos- susurró- Y lo siento- dijo con pesar, paseando la mirada por el bulto que se erguía orgulloso bajo el pantalón.
-Mierda. ¡Naruto!- Gritó el Uchiha, y salió tras él.
Demasiado tarde. El rubio ya había desaparecido de su vista.
-Mierda- repitió el Uchiha con rabia, estrellando su puño contra la puerta del ascensor.
Fue a paso lento al baño. Tendría que darse una ducha de agua fría para acabar aplacar el deseo que recorría su anatomía entera.
¿Quién hubiera imaginado que el rubio fuese tan jodidamente estricto en ese aspecto?
En cuanto saliese de su hogar, lo primero que haría el Uchiha seria comprar una buena provisión de condones de variados colores y sabores.
Entonces el rubio se haría partícipe de las graves consecuencias que podían suscitar una venganza marca Uchiha.
Entro a la farmacia algo nervioso. En su vida había entrado a una farmacia a comprar de esos. Medicinas, artículos de primera necesidad, más medicinas, pero eso, nunca. Tomó una cajita ligeramente nervioso y le lanzo una fría mirada a la cajera para que se abstuviese de hacer comentarios fuera de lugar.
Hasta ahora Naruto no se había quejado por el uso de aquel pequeño pedazo de goma. Ni que fuese una jodida mujer… ¡Qué idiotez! A menos claro que el rubio le estuviese engañando…. Engañando. ¿Acaso el rubio estaba acostándose con otros aun conociendo sus altísimos niveles celopata-posesivos? ¿Es que temía contagiarle alguna enfermedad de transmisión sexual? Mierda y mil veces mierda. ¿Por qué tenía ese rubio idiota que ser así? ¿Por qué, por sobre todos los seres de la humanidad sin tomar en cuenta sus preferencias sexuales tuvo que enamorarse justa y exactamente de ese particular que le daba, en ocasiones tantos dolores de cabeza?
Comenzó a preocuparse. Perder a Naruto no estaba en su lista de deseos cercanos o futuros. Tenía que averiguar si sus pensamientos eran infundados. Y matar a sangre fría a cualquier jodido ser que se hubiese atrevido siquiera a rozar la piel de su rubio aunque él lo quisiese así. Demonios. Su sangre comenzaba a hervir de verdad. Como aquella vez que vio a Naruto arrojarse a los brazos de Gaara en un aparente símbolo de amistad. El sabía que no era simple amistad. Gaara se aprovechaba de su maldita ingenuidad. Porque si algo tenía Naruto era justamente eso. Demasiado crédulo, inocente, iluso e ingenuo.
Se vistió con un conjunto negro que camuflaba bastante bien. Si antes hubiese pensado en no ser ninja, retiraba lo dicho. Agradecía a Itachi el haberle inspirado a aprender las artes ninja. Seguiría al rubio en su rutina por un día, para captar algún comportamiento sospechoso.
No pudo evitar echar una ojeadita a través de la ventana, viendo a Naruto dormir como le era típico: una muy mala postura. Dormir junto a él debía de ser un karma. Apostaba a que se movía bastante y voilá, ya se había movido de un lado a otro e incluso cayó de la cama sin despertar. Vaya sueño pesado. Calculaba que despertaría en los próximos 15 minutos, por lo que regulo su flujo de chakra para evitar que el rubio notase su presencia.
-¿Qué se supone que haces, Sasuke-kun?- preguntó una voz chillona que le hizo cerrar un puño por lo inoportuno de su presencia
-Puedes irte largando de aquí, Sakura- contesto el pelinegro con desdén
-Estás espiando a Naruto- Pronuncio la chica tras ver al frente.
-Hmp
-Creí que estaban juntos. ¿Por qué espiarlo?
-No te metas donde no te llaman, ya largo.
-Como si fuese a hacerte caso. En fin… Tengo una misión. Cuida a Naru-chan
Sasuke agradeció a las alturas el retiro de esa chiquilla chocante. Y es que Sakura podría haber sido su compañera de equipo en sus inicios como ninja y todo aquello. Era la mejor amiga de Naruto y bueno, no podía negar que era un buen apoyo pero… últimamente estaba insoportable y se metía en medio de todo lo que hacía. Le costó bastante sacársela de encima antes de comenzar a salir con Naruto. Y ahora que estaba con él, la cosa era peor que antes y no precisamente en el sentido romántico.
Se fijo como el rubio revolvía su cabello en un claro intento de abrir los ojos. Cuando los abrió finalmente los froto con energía, se levanto del suelo y camino sin mayor animo hacia el baño. Sasuke recargo su espalda contra el tronco del árbol mirando las ramas superiores. ¿Por qué había ido allí en primer lugar? Aquello comenzaba a parecer un melodrama en la que la protagonista era una mujer paranoica. De hecho, no lo negaba, era bastante… como lo diría Naruto, imaginativo. Naruto afirmaba que se creaba una historia bastante creativa a partir de hechos simples, pero no para bien sino justo lo contrario. No podía estar pasando eso… ¿o sí? ¿Estaba siendo excesivamente paranoico con el rubio? Esos celos no lo llevarían lejos. No sabía si a Naruto le gustaba que fuese tan posesivo. La cruda realidad es que no podía evitarlo.
Naruto salió sin la camisa del pijama haciendo que se mordiese el labio. Aunque fuese de lejos, ver a Naruto medio desnudo le incitaba. Intentando calmar sus hormonas apretó el puño e intento concentrarse nuevamente en las ramas. ¿Por qué veía distintas escenas con Naruto sobre su cama con rostro anhelante? Mierda. Jodidas hormonas.
Minutos después se giro y no le encontró. ¿En qué clase de ninja se había convertido? Perder a su objetivo de una manera tan ridícula. Fugaku Uchiha debía estarse revolcando en su tumba en ese momento. No podía estar muy lejos. Subió al tejado y miro alrededor, soltando una pequeña sonrisa al verle caminar por la calle. Comenzó a seguirle de tejado en tejado sin alertarle. Frunció el seño al notar que Sakura se acercaba hacia él y no solo eso, se había atrevido a tomarle del brazo y caminar a su lado como si se tratase de una pareja de enamorados. La sangre comenzaba a hervirle. Sakura estaba jugando con fuego. Y estaba dispuesto a degollarla en ese mismo instante. Decidió acercarse un poco, buscando escuchar de qué diablos estaban hablando.
-Naruto-kun… vas a visitar a Gaara pronto ¿no?
-Voy a Suna por una misión. Supongo que podre verle y quedarme con el por un tiempo.
-Ya veo. ¡Voy a extrañarte tanto!
-Sakura-chan. Creí que tenías una misión
--¡Mierda! Tienes razón. Ino-cerda va a asesinarme.
Gaara. Sabaku no Gaara. Si odiaba a alguien en este mundo ese era el pelirrojo mapache idiota. Naruto sentía una especie de admiración enfermiza por ese acomplejado. Lo odiaba. Era el primero en su lista negra. Sakura tomo un rumbo y el rubio justo el contrario. Y por el camino que llevaba no dudaba que fuese a Ichiraku Ramen, ese puesto que tanto le gustaba. Pasaba horas allí, ya sea comiendo o charlando con el dependiente y su ridícula hija. Esos dos también formaban parte de su lista negra.
Naruto entro al lugar justo como predijo. El rubio, desde su punto de vista hablaba demasiado. No podía creer que existiera alguien que pudiese hablar por tanto tiempo. Y menos aun alguien que tuviese la paciencia suficiente para escucharle e incluso responderle. Estaba comenzando a impacientarse. Bueno… a decir verdad esa molestia comenzó a partir del minuto cuando el rubio entro en el pequeño establecimiento. Tardaba mucho. Finalmente salió y comenzó a caminar hacia un rumbo desconocido. Jamás había pasado por aquellos callejones tan solitarios. ¿A dónde demonios iba ese usuratonkashi?
Un rato después se detuvo y toco la puerta que estaba frente a él. Sasuke apretó el puño, frunció el seño y apretó los dientes con furia. Su maldito clon, ese al que llamaban Sai había salido a su encuentro. Se atrevió a tocar la espalda del rubio invitándole a pasar. Se atrevió a darle una sonrisa falsa obteniendo una autentica sonrisa marca Uzumaki. Alguien iba a morir aquel día. El instinto asesino Uchiha comenzaba a salirse de control.
Rodeó aquella casa buscando una ventana libre de cortinas. Joder. No tenía caso. No podía ver nada. Tendría que tomar medidas drásticas. Se acerco hasta la puerta trasera pegando la oreja solo por verificar si habían moros en la costa. No se escuchaba ni un alfiler caer. ¿Había gente dentro? Giro el pomo con suavidad. Al menos ese clon idiota se preocupaba por su propia seguridad, la puerta tenía seguro. Saco un pequeño alambre de su estuche de armamento ninja y comenzó a tantear la cerradura.
-Señor- Pronuncio una inocente voz infantil. A Sasuke casi le da un infarte por haber sido descubierto por un chiquillo- ¿Es usted un ladrón?
-Vete de aquí, enano- murmuro el Uchiha tratando de que sus palabras no sonasen tan duras. Después de todo era un niño y podía comenzar a gritar frustrando sus planes.
-Aun no me ha respondido, señor
-Escucha. ¿Qué tal si te doy algo de dinero y compras dulces?
-Vale- soltó el niño con una sonrisa
-Críos- murmuró molesto el Uchiha tras ver marcharse al chiquillo corriendo sin frenos.
Sonó un clic. La cerradura había cedido y el Uchiha pasó dentro con sigilo, tratando de no advertir a sus supuestos ocupantes. Echó una ojeada rápida al piso inferior sin mayores resultados. Entonces esos dos debían estar en el piso de arriba teniendo sexo. Mierda. ¡No! No podía permitir algo así. Subió las escaleras rápidamente y sintió la presencia de ambos tras una puerta entreabierta. Se pego a la pared intentando vislumbrar sus figuras a través del pequeño espacio.
-Sai no puedo creer que no sepas hacerlo
-Por eso te digo que necesito que me enseñes. Ese libro decía que era importante usarlo
Usarlo… ¿usar qué?
-Ya lo sé. Me lo contaste con detalle ayer. Pero ponerlo no puede ser tan difícil. Han de salir las instrucciones en el empaque
Instrucciones… empaque. La curiosidad estaba comenzando a invadirle
-En el libro sale como hacerlo pero… es mejor practicarlo antes ¿no crees?
Par de inútiles. Si un libro lo dice, sea lo que sea, solo hay que seguir lo que indique. Tan simple como eso.
-¿Y yo soy tu conejillo de indias? Que te den
-Eres el único en quien puedo confiar para hacer algo así
Ok. El tinte que estaba tomando esa conversación no le estaba gustando nada.
-Siempre puedes ponerlo tú mismo
¿Poner qué, en donde?
-Me animo más si tengo un compañero de estudios
-Bueno… si es por aprender, también puede serme útil
Oh no. Allí iba el dócil Uzumaki. A saber que mierda pretendía su clon fallido.
-Bien. Solo hay que rasgar la empacadura y… bueno esto es… es un… es tan pequeño- susurró el rubio
-Cierto
-¿Crees que eso quepa aquí dentro?
-Tiene que.. Al menos eso dicen
-A ver… bájate los pantalones
-Bájalos tu, Naru-chan
Hay mierda. Ahora si que iba a explotar de coraje. Iba a desmembrar a Sai, lo freiría en aceite y se lo daría a los perros. Sasuke abrió la puerta de sopetón viendo con ira a ambos. Sai tenía sus manos en el botón del pantalón del rubio y este tenía entre sus manos un…. ¿condón?
-¿Qué está sucediendo aquí?- preguntó el Uchiha arrastrando las palabras.
-Estamos teniendo una charla de educación sexual, Sasuke. Sai es buen profesor. Me ha dicho muchas cosas que no sabía y justo ahora comenzábamos a practicar sobre cómo protegernos de las enfermedades. Ha sido interesante. ¿Quieres unirte?
-Unirme- Le terció con una voz gélida, viendo a Sai como si fuese a quemarlo vivo
-Naruto-kun. Tengo cosas qué hacer. ¿Nos vemos luego?- preguntó Sai con una sonrisa para luego desaparecer por un jutsu de transportación, justo antes de ser ahorcado por Sasuke.
-¿Y esa cara Sasu-chan?- pregunto el rubio con una inocencia impoluta
-Eres tan… jodidamente…. Ingenuo
-¿Por… qué?
-Planeabas usar eso ¿no?- pregunto el Uchiha al ver el pequeño bultito de látex en la mano del ojiazul
-Solo quería saber cómo se ponía.
-Ven aquí
-¿Eh?
Sasuke lo tomó entre sus brazos ejecutando un jutsu de transportación. Enseguida aparecieron en la entrada del complejo Uchiha. Sasuke sonrió con malicia. La venganza Uchiha comenzaría a llevarse a cabo. Ya se encargaría de ese aprovechado de Sai en otro momento.
-Sasuke… ¿Qué tienes en mente?- pregunto el rubio bastante intrigado. Era raro que Sasuke fuese tan frío con él. Llevaba caminando más de 5 minutos en busca de su hogar sin dirigirle palabra.
-Sasu… ¿qué?
Naruto fue arrojado en una cama de doseles blancos. Ni siquiera tuvo tiempo de protestar ya que su boca había sido sellada con un pañuelo negro. Sus muñecas fueron atadas al tope de la cama y el Uchiha se había sentado a horcajadas sobre él con una mirada entre molesta y lujuriosa.
- S…ke- Gritó el rubio como pudo, apenas entendiéndose lo que decía
-¿Qué ocurre? Vas por allí a divertirte con ese jodido violador y luego te asustas por lo que yo pueda hacerte? Esto te pasa por ser tú. Me dejaste con las ganas aquel día por tu jodido condón y vas a pagar mi tiempo bajo la ducha con intereses.
-Pe…- Chilló el rubio con los ojos abiertos de par en par. ¿Acaso estaba asustado?
-Naruto. Vas a probar una faceta que ni yo conocía de mí mismo. Espero estés preparado
-Sas…
-Ya me canse de escucharte babear mi pañuelo. Joder…
El Uchiha quito el pañuelo de su boca. Uno de sus dedos paro dentro de la boca del rubio siendo mordido como si se tratase de un hueso
-No te quité el jodido pañuelo para eso, usuratonkashi, suelta ¡Suéltalo ya!
-¡Arg, Sasuke-no-baka! Idiota, te odio ¡Te odio! Desátame ya, ¡te odio-tebbayo!
-Claro- Susurró el moreno sin darle demasiada importancia a aquellos berridos mientras sobaba su dedo magullado
-¿Cómo puede gustarme un… un idiota como tu? Eres demasiado tú. ¿Cómo pude enamorarme de ti? Te odio
-Ya deja de bramar ¿Quieres que tape tu boca otra vez?
-No, nada de eso, teme.
-Bien. Voy a decirte algo y solo será una vez. Mi orgullo Uchiha está en juego y solo por tratarse de ti voy a decirlo así que escucha bien
-Soy todo oídos- dijo el rubio con una sonrisa expectante
-Eres el ser más malditamente iluso, ingenuo y bobo del planeta. Dudo que tu intelecto te alcance para entender cosas sencillas, de hecho eres bastante torpe, lento y corto de mente. Pero aún así me gustas.
-Creo que voy a llorar- dijo Nnaruto viendo al Uchiha
-No bromees conmigo, usuratonkashi
-Estoy tan orgulloso. Uchiha Sasuke tiene sentimientos. No es un témpano de hielo
-Naruto,¡ a callar!
-¡Dijo que me ama!
-No he dicho semejante tontería
-¡Es como un sueño!
-Naruto…
-¿Me desatas ya?
-Ah….
Había olvidado que el rubio tenía maniatado ya bastante rato. Procedió a quitar sus ataduras procurando atraparle bajo su cuerpo para evitar que escapase.
-Entonces… ¿puedo irme ya?
-Iluso
-¿mmm?
-¿Cómo fue que dijiste aquella vez? Ah claro… sin condón no hay acción. ¿cierto?
-Ajá- Respondió el rubio un poco incrédulo. No le gustaba el tono que había utilizado el Uchiha para pronunciar esas palabras.
-Adivina qué
-¿Ah?
-Limón. ¿Te gusta el limón?
-¿Qué tiene que ver un limón en todo esto?
Sasuke saco una cajita del bolsillo de su pantalón. Naruto leyó mirando la palabra látex en una esquina y un dibujo de esa pequeña fruta en la otra. Naruto tragó duro.
-¿Po… por… por qué tiene ese limón allí?- preguntó Naruto algo nervioso
-¿Por qué crees?
-Tiene que escocer. ¿Sabes lo agrio que es un limón? Es decir… una vez me cayó un poco de jugo de limón en el ojo ¿Sabes cuánto tiempo estuve lavándolo? Mi pobre ojo. Lo recuerdo y aun me duele.
-¿Qué está imaginando esa cabeza de chorlito?
-Pues… si tiene limón no me gustaría que te pusieras eso y luego va a entrar allí y… ¡Vas a torturarme Sasuke! No imagino que tan mal se sentirá el jugo de limón allí atrás.
-Eres de los que no hay… No tienes remedio. ¿Piensas que tiene juego de limón?
-Es lógico que tiene jugo de limón, Sasuke. El dibujo te lo dice.
-Lee- Dijo el Uchiha lanzándole la cajita y levantándose de allí. Sinceramente el exceso de idiotez le bajaba el libido a cualquiera
-¡Ah! Es sabor artificial a limón… Con que era así… qué interesante
-Usuratonkashi- susurró el Uchiha bebiendo un poco de agua de una botellita apostada sobre un estante frente a la cama
- Sabor artificial a limón… ¿En serio sabrá a limón?
-Por Kami…. ¿Quieres probarlo?- preguntó Sasuke, divertido por la curiosidad del rubio
-Pues… Sí. Me da curiosidad. Acuéstate- dijo el rubio empujando a Sasuke hacia la cama, y logrando que cayese acostado sobre esta.
Naruto comenzó a desabotonar el pantalón de Sasuke. El rubio lo bajó un poco, lo suficiente como para sacar su miembro a través del bóxer.
-Sasu, Ayúdame
-¿A hacer qué?
-¡Bah! Olvídalo
-Vale
-Argh… será así entonces
-¿Quieres desnudarme?¿eso quieres?
-He dicho que lo olvides, así está bien.
-Como quieras
-Eres malditamente insufrible-tebbayo
-Sigue en lo que estabas haciendo, deja de hablar
Sasuke entrecerró los ojos al sentir los dedos de Naruto jugando con su intimidad. Sentía como se erguía poco a poco, orgulloso de cernirse ante aquel que estaba brindándole caricias. Luego sintió algo húmedo. La lengua de Naruto estaba paseando por la punta de su miembro en leves lamidas, casi imperceptibles. Tras unos minutos su boca engullo aquel anhelante órgano en un mete saca bastante hilarante. El rubio sí que sabía cómo hacerle jadear.
De repente todo movimiento paro y su miembro palpitaba de extasis. Estuvo a punto de autosatisfacerse, pero el rubio le detuvo. Maldito rubio idiota.
Escucho algo rasgarse. Era la caja que contenía esos molestos pedazos de látex. El rubio lo saco y lo miro con curiosidad.
-No es como el de Sai- susurró- está pringoso- añadió- ¿Será mermelada?
-Deja de decir idioteces en un momento como este
-No seas gruñón, Sasu. A ver….
El rubio estiró el aro y soltó un chillido al tener el condón entre sus manos
-Si que es pringoso… No estoy muy seguro. ¿No veía por tamaños?
-No
-Es que… se ve tan pequeño- dijo mirando el preservativo- y eso es tan grande-susurró mirando su latente y adolorido miembro
-¿Por qué no intentas ponerlo?
Definitivamente ese rubio parecía un niño. Había que avanzar un paso a la vez cuando se trataba de él.
-¿Yo?
-¿Quién mas sino?
-Pues… tu mismo.
-Ibas a ponérselo a Sai
-Pero estábamos en medio de una lección
-¿Lección? El solo estaba aprovechándose. No vuelvas a tener una clase, lección o charla de ese tipo con ese, te lo advierto
-Bien
Bueno… Había sido fácil. Al menos. Abrió los ojos de par en par al ver que Naruto acercaba eso hacia su miembro. Tenía un rostro de concentración pocas veces visto. Ese que ponía cuando luchaba contra un enemigo poderoso. Se mordió el labio al sentir esa parte de su anatomía apretujada contra ese pedazo de goma. Estaba presionando cada milímetro de piel hasta casi la punta. Era… incomodo.
-¡Eureka!- gritó el rubio con jubiló- Si que son elásticos ¿neh?- preguntó con una sonrisa zorruna
El rubio acercó su boca al miembro del Uchiha y reanudo su anterior trabajo, ahora con más vehemencia. La incomodidad había mermado y ahora un refulgente placer le surgía bajo los poros recorriendo su cuerpo entero. ¿Es que aquello tenía placebo?
-Sasu… no se por que...pero, de repente me siento más… caliente
Era definitivo. Sí que tenía algún estimulante.
-Sabía a limón sasu. Era verdad.
El moreno no pudo soportarlo más. Empujó al rubio contra la pared, quitó el pantalón y el bóxer y le penetró sin tapujos comenzando un vaivén más y más rápido.
-Sasu…- pronunció el rubio entre jadeos
-Si no vas a decir algo productivo es mejor que no hables
-Pero… tengo una misión… debo… ir
-Ah no… de aquí no te vas… aún
Naruto se lavó la cara mirando su pálido rostro en el espejo. Sasuke había estado excesivamente insaciable. Mira que estar haciéndole esto y aquello hasta el anochecer. No podía con su alma. No pudo irse a la misión. Tsunade-baachan iba asesinarlo. Le dolía el culo a horrores. Ni siquiera su primera vez fue tan dolorosa. Lo peor fue que no dolió sino hasta que despertó. Sasuke aun dormía con una extraña sonrisa de satisfacción. Solo cuando dormía parecía humano. Su rostro era tan apacible.
-¿Y esa cara de idiota?- pregunto Sasuke al ver que el rubio le observaba con esa expresión que ponen los enamorados
-Naci con ella, Sasu-teme
El Uchiha observó el cuerpo del rubio con una mirada depredadora. Naruto lo miro con temor y se acerco lentamente hasta el
-No sé que estas pensando, pero si planeas otra vez… la respuesta es no
-Hmp. ¿Debo hacerte caso? Ven aquí
-Olvídalo. Me duele hasta el último musculo del cuerpo, y qué decir de ese lugar. Es casi un milagro que pueda mantenerme en pie, y más aun que pueda caminar. ¡Eres un salvaje!
-¿Quién era el que gritaba por más a cada instante?
-No te escudes con eso, Sasuke-teme. Debiste detenerte, por consideración. Te dije que tenía una misión
-Consideración… Ja.
- Te estás divirtiendo a mi costa. Odio esa expresión tuya de prepotencia cuando se trata de mi. Significa que te estás burlando
-¿Cómo lo sabes?
-Te conozco teme. ¿Y ahora que voy a decirle a Sai?
-Sai. ¿Aun le hablas a ese cretino?
-Era mi compañero en esta misión. Íbamos a ir a Suna
-No y definitivamente no. De aquí no sales. Es hora de que te tomes unas largas vacaciones por reposo.
-No me gusta nada como suena eso- dijo el rubio temeroso- Sasuke- Gritó nervioso- ¡Sasuke no!- gritó de nuevo al ser halado hacia la cama de nueva cuenta. De verdad necesitaría al menos una semana de reposo. Iba a dejarle inservible.
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----Dulce venganza de un Uchiha celoso---
Sai no sabía con quien se había metido. Sai no sabía los límites de lo que la palabra venganza podía significar para un Uchiha. Especialmente si este había sido un vengador en el pasado.
Por supuesto Sai sabía actuar. En Raíz, el pelinegro había sufrido las torturas físicas y psicológicas más inimaginables. Así que no temía por lo que el Uchiha le haría a continuación.
De inmediato retiro las palabras no dichas. Cuando comenzó el genjutsu todo era normal, puñaladas o algo así. Nada del otro mundo. Solo dolor y ya. Pero después…. Después vio algo que en su vida hubiese preferido observar. Y por más que cerrase los ojos dentro del genjutsu, lo seguía viendo más y más cerca.
Uchiha Sasuke tendría éxito dentro del escuadrón de torturas comandado por Anko Mitarashi, de eso no le cabía la menor duda.
Danzou, el fallecido general de raíz bailaba una especie de danza erótica frente a él con un vestido revelador que dejaba ver sus piernas cubiertas de vello, haciéndole guiños nada atractivos. Joder. Ya era suficiente.
-¡Basta! Páralo ya- dijo con una evidente muestra de desesperación en su voz
-¿Ya? No han pasado ni 5 minutos. Ni siquiera hemos llegado a la mejor parte. Creí que iba a divertirme contigo, ya que fuiste de… la raíz.
-¡Sasuke-teme!, déjalo en paz
-¿Y ahora lo defiendes?
-¿Qué hizo para merecer ser torturado por tú?
-Arg… Como quieras
Sasuke salió de aquel bosque, un poco más tranquilo por haber ejecutado su venganza, aunque un poco decepcionado por no poder completarla. Aunque claro, se divirtió lo suyo. Diez minutos en su genjustsu, y si siquiera habían pasado más de 2 segundos en el mundo real. En momentos como ese agradecía ser un Uchiha, agradecía a Itachi haber colaborado con sus ojos, Ahora sus jutsus eran más poderosos.
Sai miro a ambos con los ojos abiertos, tratando de gritar para llamar la atención del dúo que comenzaba a alejarse cada vez más rápido, pero su voz no salía. Le habían dejado allí colgado en el árbol, boca abajo y con el cuerpo atado del cuello a los pies.