Estamos en la sala de ensayos, ya todos se han ido y nadie tiene porqué entrar, pero aunque alguien entrara, estamos metidos en este rincón, detrás de la columna, nadie nos vería. Y eso me tranquiliza y me hace relajarme más, me deja cerrar los ojos y poder concentrarme en lo que siento y dejar de pensar. Sólo lo que siento es importante ahora.
Noto sus labios que recorren mi cuello, dando pequeñas lamidas con su lengua. Noto como su mano se mueve entre mi costado y mi pantalón, llegando hasta el bulto que sé que hay. Noto como su otra mano aprisiona mi cabello entre sus dedos, como aprieta y los mueve, dándome un pequeño masaje que me enciende aún más.
Yo me siento torpe y dubitativo. Y de pronto me pregunto si es que Kai va a querer ser el seme de esta historia y por eso me ataca así, sin tregua. Nunca he sido uke, pero creo que estoy tan excitado ahora que lo haría si él me lo pidiera.
¿Cómo empezó esto de todas formas? Yo venía al ensayo y me encontré con Ruki que salía.
-¿No coges nunca el móvil? No hay ensayo.
-¿Cómo? ¿Por qué?
-Pregúntale a Líder-sama -dijo señalando hacia dentro de la sala de ensayo-, pero parece que hay problemas con la electricidad del edificio y la están revisando, así que no... -justo en ese momento se fue la luz durante unos segundos y volvió, con eso Ruki siguió hablado, como si nada hubiera pasado-, ... no se puede ensayar aquí y Kai ha hablado con el manager y han decidido que lo mejor es que descansemos hoy. Ya hemos avisado a Shima y a Yuu, pero tú no contestabas. Yo me voy a casa. ¿Tú? ¿Vienes?
-Ummm, no, no, vete tú, voy a hablar con Kai -Ruki levantó la mano en señal de saludo y se fue. Ahí había estado el primer problema, ¿por qué no se había ido? Porque necesitaba su ración diaria de ver a Kai, pero eso sólo lo sabía él.
Con cuidado, o con miedo, abrió la puerta despacio. La luz volvió a irse; el pasillo sólo estaba iluminado por la luz que entraba desde las ventanas del patio, pero dentro de la sala sólo una pequeña luz de emergencia encima de la puerta daba algo de luminosidad. Reita no podía ver nada.
-¿Kai?
-¿Akira? Joder, no para de irse la luz. ¿Estás en la puerta? Entra, entra -Reita entró y por costumbre cerró la puerta-. ¡Pero no cierres que vemos menos! Bueno, da igual -Kai encendió un mechero y Reita pudo situarlo en la sala, sentado en su batería; no pudo ver sus ojos, pero veía su boca y pudo ver cómo, de pronto, empezó a sonreír, como quien va a hacer una travesura. El bajista se fue acercando lentamente hacia allí, con cuidado de no tropezarse con nada.
-¿Hoy no hay ensayo? -Reita vio cómo se apagaba la luz del mechero. Se quedó parado-. ¿Kai?
Notó movimiento en la sala, pero en la oscuridad no supo darle origen. De pronto, notó una respiración cerca, demasiado cerca, justo delante suyo.
-Akira... -dijo la respiración tan cerca que Reita pudo notar las letras de su nombre rebotar entre sus propios labios.
Tragó con fuerza, con tanta que pudo oírse en toda la sala; oyó la risa de Kai y se supo descubierto. ¿Por qué se había pegado tanto Kai a él? Cambiar de tema, tenía que meter su mente en otra cosa.
-Entonces, eh... ¿no habrá ensayo hasta que lo arreglen o mañana estará ya? Si eso podemos ir a la sala donde íbamos antes o a la casa de Ruki a ver partituras que creo que el enano está haciendo bastantes últimamente... -calló de pronto al sentir una mano escurrirse hasta su nuca.
-Cállate -susurró el batería justo encima de su boca-, siempre hablas demasiado, Akira -y Kai lo estaba besando, pero no besando como él siempre había soñado con besar al moreno, sino con una pasión y una fuerza que nunca habría imaginado en Kai pero de la que se hizo adicto en ese momento.
Reita dejó de preguntarse porqué, agarró por la cadera al otro e intensificó el beso. Kai encontró vía libre en su boca y se dedicó a explorarla, mientras acariciaba su nuca y su espalda. A Reita empezó a faltarle el aire, pero Kai no parecía interesado en separarse y forzó a Reita a seguir besándolo, mientras el otro daba bocanadas entre movimientos intentando tranquilizar a sus pulmones; hasta que la espalda del bajista dio contra la pared, Kai no se separó de su boca para juntarse a su cuello.
Y aquí estoy como un idiota dejándome hacer. No puede ser, yo no soy así; Kai me ha pillado por sorpresa, tengo que reaccionar, tengo que demostrarle que yo también quiero esto, aunque me pregunto si le interesa realmente lo que yo quiera.
Reita se estiró y consiguió separar un poco al batería. Éste respiraba aceleradamente. También estaba perdiendo el control y eso fue suficiente para Reita, que estiró sus manos hasta encontrar el cuello y la espalda y volver a atraer al moreno hacia su boca de nuevo. Notó como Kai volvía a aferrarse a él, presionando los dos miembros, haciendo gemir a ambos.
Una mano de Reita comenzaba a buscar el cinturón de Kai mientras la mano de Kai volvía a meterse por debajo de la camiseta de Reita cuando la luz volvió. Reita ni tan siquiera fue consciente de ello, pero Kai se separó rápidamente. Reita lo miraba alucinado. Kai se recolocó la ropa, miró a Reita y le sonrió, como había sonreído a la luz del mechero, luego se acercó de nuevo a él, le pegó un lametazo en el cuello y se volvió a alejar.
-Pena de luz, la cosa estaba interesante -dijo el batería mientras iba hacia la puerta.
-¿Qué... qué? ¿Cómo qué...? ¡KAI! -gritó Reita alcanzando al moreno mientras éste abría ya la puerta. Ambos se miraron.
-Siempre hablas demasiado, Akira.
-¡Kai! -gritó Ruki desde fuera, lo que hizo al batería soltarse de Reita y salir de la sala. Reita lo siguió-. ¿Ey, os ha pillado el apagón ahí? ¡Yo entraba en el ascensor! ¡No veas qué susto!
-¿A quién se le ocurre ir en ascensor cuando hay problemas de electricidad? -contestó el castaño con tono de líder regañador.
-A mi, ya, bueno. ¡Menos mal que estaba tu chico ahí y me ayudó a abrir las puertas para poder salir! -dijo Ruki aún nervioso. Reita cruzó disparado la puerta: ¿chico? ¿QUÉ chico? Ruki debió de entender su cara porque señaló hacia detrás de Kai donde un chico alto y moreno fumaba tranquilo.
-Hola -dijo el chico.
-¡Tomo! -Kai, que tampoco se había percatado de que estuviera alguien ahí, fue hacia él, lo tomó por la mejilla y lo besó.
-¡Ya nos podías haber dicho que sales con alguien, no?! Sobre todo si es alguien de la compañía. Esas cosas se cuentan -Ruki se hizo el enfurruñado mientras Kai reía y Tomo tiraba el cigarro a un cenicero cercano.
Reita se sentía estúpido, realmente estúpido. Y nunca pensó que Kai sería alguien capaz de enrollarse con él en un momento y al siguiente agarrar la mano que le ofrecía un nuevo novio del que él no tenía ni idea ni de que existía.
-No refunfuñes, Taka -dijo Kai-. No tengo porqué contarte todo de mi vida, ¿no? -Ruki hizo un puchero y Kai se acercó a acariciarle el cabello. Reita no podía más con la ironía de la situación.
-No tienes porqué dar explicaciones a nadie de nada de lo que hagas -dijo Reita mirando directamente a Kai a los ojos pero tratando de mantener el tono plano.
-¡Oh! -dijo Ruki volviendo a atraer la atención sobre él-. ¿No me digáis que habéis vuelto a discutir? ¡Estáis siempre así últimamente! -los dos bajaron la mirada-. Tomo, vas a tener que hacer de Kai una mejor persona: nos tortura haciendo que ensayemos horas y horas, nos hace comer lo que cocina y luego discute con Reita.
El chico alto soltó la mano de Kai y lo tomó por los hombros, atrayéndolo hacia sí.
-No te preocupes, Ruki-san. Llevo cuidando de Kai muchos meses y pienso seguir cuidándolo muchos más y así lo mejoraré para vosotros -el chico rió y Kai le dio una colleja, pero después pasó su brazo por la espalda del otro.
-Vámonos -dijo. Y se despidieron con la mano.
-¿Vienes tú también? -preguntó Ruki. Reita negó con la cabeza, pero Ruki siguió mirándolo.
-Creo que voy a quedarme un rato... Voy a quedarme un rato -Ruki lo miró suspicaz pero no dijo nada, sólo se despidió con un gesto y se fue. El bajista se apoyó en el quicio de la puerta y se dejó escurrir hasta el suelo.
¿Por qué? ¿A qué venía todo eso? ¿Por qué Kai se me ha tirado encima? ¡Tiene novio! ¿Desde cuándo tiene novio? Él otro ha dicho que varios meses, ¡meses! ¿Desde cuándo Kai no es una persona fiel? ¿Y quién narices es ese Tomo para salir con Kai? ¡El batería de una banda de los indies de la PSC! ¡Un idiota! ¡Y una banda estúpida que no debería haber entrado en la PSC!
Pero aún me tiemblan los labios, como si aún estuviera besándome, aún noto por dónde exactamente han pasado sus manos.
Y me pregunto si Kai sólo querrá esto, o si volverá a buscarme. Y me pregunto si yo lo rechazaré sabiendo que está con alguien, o me convertiré en el amante... Y no quiero saber la respuesta.