La clase se había pasado muy rápido tanto para Draco como para Theo y Hermione quienes habían contestado correctamente las preguntas que el profesor Snape les había hecho. Claro que cuando Hermione contestaba correctamente a una, el profesor Snape se encargaba de buscar un motivo para no acreditarle puntos a la casa Dorada y Escarlata a la que pertenecía. Mientras que Draco y Theo siempre lograban puntos extras.
-Tú contestaste el doble de sus preguntas y recibiste la mitad de sus puntos- exclamó el pelirrojo cuando se alejaban del aula por el pasillo.
-Pues si Ron, pero ya sabes cómo es el profesor Snape. Prefiere mil veces a los alumnos de su casa que a los demás-
-Pero eso es injusto-
-Por algo es el jefe de la casa de Slytherin-
Así, la hora de comer llego muy rápido. La mesa estaba servida (como siempre) con los mejor platillos y las mejores bebidas del mundo mágico (y tal vez del muggle).
El ambiente era muy animado y acogedor. El techo encantado mostraba un cielo despejado y con una luz resplandeciente.
En clase de Herbologia los habían puesto a trasplantar para conocer mejor la adaptación de ciertas plantas y ver que dependiendo los nutrientes de la tierra seria la eficacia del antídoto de dichas plantas.
-Recuerden: si al quedar completamente cubiertas de tierra las hojas se ponen azules quiere decir que la tierra es perfecta pero necesita agua y así se pondrá verde limón, y si se ponen rojas es porque ni la tierra ni el agua servirán y tendrán que plantarlas en otra maceta- decía la profesora Sprout mientras Harry le echaba tierra a una de sus plantas y ésta lograba un color azul intenso. La de Ron en cambio, adoptaba un color amarillo.
-Por qué rayos se puso así?- pregunto sin entender
-Creo que… no utilizaste tierra Ron…- dijo la chica señalando el saco de estiércol que había junto a su maceta.
Harry no pudo evitar reír y si no es porque la profesora volteo a ver que sucedía no se hubiera detenido.
La profesora de Herbologia les había pedido que lograran cinco plantas azul metálico (como el de Harry) y cinco de verde limón. Draco llevaba ya tres de cada una, lo que la profesora Sprout apremió.
Por otro lado en clase de encantamientos se la pasaron practicando el hechizo Aguamenti.
Hermione fue la primera en conseguir que un chorrito de agua saliera de su varita al tercer intento y lo fue perfeccionando para al final de clase conseguir un chorro generoso de agua. Harry también lo había logrado antes de que finalizara la clase y de hecho en una ocasión, al llenar la copa que tenía enfrente, el chorro haba salido tan rápido que quebró la copa y consiguió una mirada de desaprobación por parte del profesor y Hermione y Ron rieron por lo bajo.
Las clases pasaron verdaderamente rápido y los deberes ahora no fueron muchos (afortunadamente) y se encontraban ya cenando.
-Oye Harry entonces cuando serán las pruebas?- preguntó Ron
-Este fin de semana, ahora se atrasaron las cosas-
-Sí, es verdad, pero bueno, estoy ansiosos por ir- dijo emocionado
-Lo harás muy bien, ya verás. Oye Hermione, a ti no te gustaría participar?- pregunto Harry viendo a su amiga que bebía un trago de su jugo.
-No, la verdad se me hace muy divertido pero no creo que fuera muy útil en eso- dijo algo sonriente al terminar de dar su trago –No tengo mucha destreza-
-Ah creo que tienes razón-
Su amiga lo vio con mirada de reproche y Harry y Ron rieron.
Después se fueron a su sala común, donde terminaron unos deberes que les faltaban y así el día había terminado. Al día siguiente fue hasta después de comer cuando Harry tuvo la oportunidad de intentar, al menos, hablar con Draco porque ambos tenían (y Ron) tenían hora libre.
-Entonces no me vas a acompañar a practicar Harry?- dijo Ron mientras terminaba de abrocharse su zapato deportivo.
-No Ron, lo siento, pero te digo que tengo que ir a la biblioteca a buscar un libro para terminar una tarea que olvide y que voy a hacer ahorita, pero si quieres cuando acabe te alcanzo- dijo Harry mientras fingía buscar y rebuscar en un gran libro.
-Claro amigo, eso sería estupendo!- y así el pelirrojo se fue muy contento y con paso decidido para entrenar a las afueras del castillo (como lo hacía últimamente para “tener más posibilidades de quedar en el equipo” como decía él).
Al ver a su amigo desaparecer tras el retrato de la señora Gorda, el moreno subió a toda prisa a su cuarto para tomar el mapa del merodeador y su capa invisible. Cerró la puerta con un sencillo hechizo y pronuncio:
-Juro Solemnemente Que Mis Intenciones No Son Buenas…- el mapa desplegó un maravilloso croquis de todo el castillo. Sabía que Draco tenía hora libre como el así que comenzó a buscarlo en su sala común, pero no estaba, siguió con el Comedor, pero tampoco estaba. Buscó en la biblioteca y en los baños pero no lo encontró. Así que pensó que o estaba en la Sala de los Menesteres o no lo había buscado muy bien así que sin pensarlo dos veces siguió buscando su nombre entre las motitas que se veían. Vio a Hermione y Nott en Aritmancia y vio a ron volando afuera y lo encontró, estaba en una sala poco usada (lo sospecho porque nunca la había visto) el pasillo que conducía a ella era algo así como un pasadizo así que lo dobló y se lo metió en el pantalón para salir de su cuarto y de su sala común en dirección a aquella sala donde se encontraba el rubio.
Al aproximarse al pasillo, sacó su mapa de nuevo y volvió a verificar que fuera en dirección correcta para no perderse o pasarse.
Llego a una pared lisa y gris, no se veía muy diferente a los otros muros pero si uno se fijaba bien si se podía notar una pequeña diferencia. Según el mapa, detrás de ella estaba el pasillo que lo llevaría directo a Draco. Pero no sabía como la cruzaría. Busco y busco en toda la pared buscando alguna abertura o algo que se debiera aplastar para que se abriera (porque estaba decidido de que si era con palabras, nunca lo lograría). Y el chico corrió con suerte porque cerca de la orilla más cercana al suelo y a un lado de la pared estaba una clase de rendija en la cual bastaba pasar el dedo por lo largo de dicha rendija para que así se produjera un ruido que anunciaba que la pared se estaba abriendo ante él.
El chico de lentes se puso nervioso. Por fin hablaría con Draco, dos días después de lo que pasó (aunque a él le hubiera gustado que fuera el mismo día pero no pudo además busca y esperaba el momento perfecto para hacerlo pues no quería ni pretendía hacer algo que fuera muy llamativo o que pudiera hacerlo ver como sospechoso).
Cruzó la pared que inmediatamente se cerró tras él como una guillotina al caer (solo que horizontalmente).
El pasillo estaba muy oscuro y se veía verdaderamente largo, unos 25 metros más o menos. Emprendió el camino con decisión pues sabía que estaba a unos minutos de hablar con Draco.
Después de esos minutos vio una puerta de madera (algo grande) a su costado. Cerró los ojos, tomó aire y entró.
Vio a Draco sentado en el piso con sus rodillas flexionadas, cerca de su pecho y viendo a una ventana que, seguramente, era un producto de un hechizo de ilusión.
Draco se exaltó y rápidamente se levantó quedando boquiabierto al ver a Harry parado y la puerta cerrada tras el.
-Qué demonios haces aquí Potter?!- grito Draco
-Yo… amm…-
-Cómo llegaste?! Me estabas siguiendo verdad?!- grito Draco un poco nervioso de volver a estar solo en una habitación oscura con Harry.
-Draco tranquilo, yo solo…- intentó calmar Harry pero fue interrumpido
-Te dije que no me digas así, que no entiendes, cara rajada?!- espetó Draco
Harry, cansado y sin comprender tanto grito (bueno, si lo entendía: Draco era así, pero más bien no esperaba eso) dijo con voz fuerte y decidida:
-Escúchame bien Draco Malfoy vengo a hablar contigo sobre el beso del otro día-
Dichas palabras y esa seguridad hicieron que Draco se quedara helado, sin poder rezongar ni reclamar nada.
Harry sintió más control de la situación al obtener esa reacción en Draco y dijo:
-Bien… aaahhh Dra… Malfoy, tenemos que hablar-
-No hay nada de que hablar Potter, ya te divertiste demasiado conmigo no? Ya es suficiente-
-Qué? yo no me “divierto” contigo. A que te refieres?-
-Aaay ahora resulta que “el salvador” no sabe a qué me refiero no?-
-Pues no, explícate-
Draco solo lo entrecerró los ojos, lo vio con movimiento de de lado a lado de su cabeza –Idiota- y se dirigió a la puerta.
Harry lo tomó del brazo para detenerlo –Espera, Draco entiende que quiero hablar!-
-Pues yo no! Y suéltame ya cuatro ojos!- dijo forcejeando enérgicamente pero Harry era más fuerte así que no consiguió más que cansarse con cada forcejeo.
-Draco…- pero el rubio no dejaba de moverse y maldecir contra el moreno -Draco… Me gustas…- soltó Harry y Draco quedo paralizado por segunda vez, tenía los ojos muy abierto y miraba a un costado de Harry.
Permanecieron así unos segundos hasta que Draco rompió el silencio –No es cierto…-
-Draco, claro que es cierto. Mira, no lo entiendo, pero… desde que entramos que me… me pasa algo… no se… es raro… y… cuando nos… nos… besamos en la Sala de los Menesteres… me quedó claro- Draco no se movía, de hecho seguía siendo agarrado por Harry quien solo lo miraba esperando una respuesta, esperando que no dijera algo que lo hiriera, algo que e hiciera ver que todo fue un error.
-No, no es cierto… estas mintiendo Potter! y ahora déjame ir- y comenzó a forcejear de nuevo.
-Draco- dijo con un tono que de nuevo mostraba seguridad y haciendo que Draco lo mirara a los ojos -Entiéndelo, no es ninguna broma, ninguna mentira, es la verdad!, me gustas… y mucho-
El silencio volvió a reinar y solo se veían mutuamente a los ojos.
Draco se sentía tan raro, se sentía como en un sueño pero no porque fuera algo perfecto y hermoso sino porque no lo creía. No quería dar señales de que le creía porque… si era una broma? El no caería. –Ya déjate de estupideces cara rajada-
Harry lo soltó se puso las manos en la cabeza y después de un grito de desesperación dijo –Draco, por Merlín… no es ninguna broma- pero de pronto pensó en algo: tal vez se dejó llevar pensando en que Draco le diría que también le gusta y no pensó en que no fuera así… podría ser –Claro… lo… lo siento, yo… no pensé que… es que tú… olvídalo, perdón, no fue mi intención molestarte- y con los ojos llorosos y sin verlo a la cara se dio la vuelta para ir hacia la puerta. Al caminar imaginaba que Draco le gritaba para que no se fuera, que le decía que también le gusta y que no pensara que era una broma pero no fue así, tomo la perilla de la puerta, le dio vuelta y la puerta se abrió frente a él. Sentía que todo lo hacía en cámara lenta como dándole tiempo a Draco para que le dijera algo pero no pasaba nada. Al final, salió de la habitación, se recargo en la puerta y una pequeña lágrima se coló por su mejilla. Se la limpió rápidamente y comprendió el camino de vuelta a aquella pared.
Draco no entendía nada. Por qué si era una broma tomo esa decisión, por qué sus ojos se pusieron así? (porque si lo había visto) sería real?
No tuvo idea de por qué pero corrió a la puerta y la abrió. Era como si alguien lo condujera, alguien lo hiciera hacer eso. Salió de la sala y corrió por el pasillo. Harry no iba muy adelantado, vio su silueta y grito:
-Potter!-
Harry se paró en seco, levantó la cabeza que veía al suelo y se dio media vuelta
-Apoco ahí termina tu juego? Digo… actúas muy bien eh- dijo Draco esperando que le volviera a decir que no era ninguna broma, que era real y que sentían lo mismo –Que crees que no se que la estúpida rata de biblioteca esa es tu novia?-
Harry sonrió, pero no reflejando felicidad sino amm incredulidad y se dirigió al rubio de nuevo con paso decidido y dejándose llevar por el impulso (otra vez). No le importó nada y al llegar a Draco lo tomo de la cara y lo besó.
Draco se quedo quieto, pero correspondiendo al beso. Fue poniendo sus manos en el pecho de Harry y éste al sentirlas, sonrió.
Se separo lentamente de él y dijo –Draco… no es ninguna broma… por qué debería serlo? No tendría sentido… y se llama Hermione y NO ES MI NOVIA. Tú me gustas y es en serio- dijo acariciando la mejilla del rubio.
-Pero… -
-Dime… no te gusto?-
-…- Draco solo se quedó en silencio
-Por qué tiemblas cuando te toco?-
-Yo… yo no… tiemblo-
Harry sonrió y se acercó a Draco tomándolo de la cintura causando un ligero temblor y nerviosismo en el rubio y cuando estuvieron a unos centímetros de volverse a besar Draco lo aparto un poco y desvió su mirada.
-Ves? Te pones nervioso-
-… No… -
-Claro que si- dijo Harry sonriendo.
-No, Harry no te rías- dijo con tono serio y triste
Harry no sabía si lo que había escuchado había sido producto de su imaginación o había sido real -Harry? Me dijiste Harry? O estoy escuchando mal?-
-Pues si, estas sordo, no dije eso-
-Aja claro-
Draco no se rió y se alejo un poco de él, caminando despacio.
-Qué pasa Draco?- preguntó Harry siguiéndolo un poco
-Qué no lo entiendes? Esto no es normal… no… debe ser… yo no debo… no puedo-
-Tranquilo Draco, no pasa nada, escucha, yo también tengo miedo- dijo entendiendo la situación –pero… no sé, pensar que estoy contigo lo hace más sencillo-
-Pero es que no lo es-
-Lo sé…-
Draco no respondió, se veía el miedo en su cara y Harry se sentía impotente.
-Draco… no hay por qué tener miedo… es algo nuevo, podemos vivirlo juntos… nadie tiene porque enterarse, no te preocupes-
-De verdad?-
-Claro, yo no pensaba en decirle a alguien… espero que no te moleste-
-No, claro que no, yo pensaba en eso pero no sé, no creo que sea fácil… o si?-
-Ay Draco, has visto como nos llevamos ante todos? Eso lo hará fácil, ya lo veras. Mira como te dije, esto es nuevo también para mí… pero estoy emocionado. Y aunque no lo entiendo muy bien… quiero estar contigo-
Draco lo miro y una sonrisa se coló por sus labios. A Harry se le hizo la sonrisa más hermosa que hubiera visto jamás, lo abrazó y dijo –Gracias-
-Por qué?- respondió Draco dejándose abrazar
-Por esto… no sabes cómo me sentí cuando me decías que no me creías-
-Menso, por esto no agradezcas, y… perdón pero es que… no lo podía creer-
-No te preocupes, te entiendo-
Se volvieron a quedar en silencio de nuevo. Harry no dejaba de sonreír y de pensar que era lo mejor que le pudiera estar pasando. Además ese Draco el no lo conocía… era igual de orgulloso pero era… tierno? Le tenía confianza y eso era genial.
Draco se sentía feliz y tranquilo con Harry. Era una felicidad inexplicable, era tan inmensa y tan fuerte que no le buscaba otra explicación más que era provocada por ese ser que lo abrazaba, un abrazo tan… profundo, lindo, caluroso y tan protector.
-Creo que debemos irnos-
-Si, tienes razón, ya no debe tardar el timbre-
Y se separaron (aunque no querían) para dirigirse hacia el muro.
Harry saco su mapa para verificar que no hubiera nadie en el pasillo.
-Qué es eso?- dijo Draco
-Es un mapa-
Draco lo vio con gesto de “no soy estúpido” –Ay en serio? No me digas…- Harry rió -Tarado, ya se que es un mapa… pero que haces con él?-
-Ah pues checo a las personas del castillo, mira- dijo riendo un poco y enseñándole el mapa a Draco –Así es como llegue aquí-
-Aaa que útil, y bien? Hay gente?-
-No, está libre, sal tu primero-
-No soy ninguna señorita a la que debas dejar pasar primero eh-
-Jaja no es por eso Draco, simplemente quiero dejarte pasar primero-
-Pues no es necesario, pasa tú-
-Aaay pero si eres un terco- y salió sonriendo.
Draco salió tras él y el muro se cerró al detectar que las dos personas habían salido ya.
-Bueno amm yo me voy para allá- dijo Draco señalando detrás de él
-Ok, yo por allá- dijo Harry señalando detrás de él.
-Si… bueno… adiós… Mmm nos vamos a ver más tarde?- preguntó Draco un poco apenado.
Harry sonrió y dijo –Mmm si tu quieres-
Draco no respondió, solo sonrió.
-Bueno entonces que te parece si nos vemos en la Sala de los Menesteres… va?-
-Si… pero… como le vamos a hacer?-
-Tú no te preocupes, cuando tu llegues yo estaré ahí y entramos juntos-
-Uy si no? Muy superman- dijo sonriendo y Harry rio un poco –Bueno… amm ahora si, adiós- y como que quería irse pero no. Como que quería despedirse de él como era debido pero no se atrevió y se dio media vuelta pero sintió la mano de Harry en su brazo, devolviéndolo y dándole un beso en los labios. Al terminar, ambos sonrieron y Harry dijo:
-Mmmm sabes? Besas mejor que Cho-
-Que!?... eres un idiota- y volvió a hacer esa mirada (-.-) y a Harry le causo mucha gracia.
-Jajaja tenía que decírtelo, no te enojes-
-Pero eso es obvio tarado- dijo Draco ofendido
-Jajaja tienes razón. Oye por cierto… aquella vez, cuando me viste con cho…- dijo ya en tono serio.
-Qué tiene?-
-Yo… no la bese…-
Draco lo miro a los ojos y sonriendo dijo –No te preocupes por eso-
-Solo quería que lo supieras, pero bueno, ya vete porque llegas tarde-
-Menso, vamos al mismo salón jaja-
-Lo sé pero tú eres más lento- dijo riendo
-Aaay -.- tarado... me voy…- y se dio media vuelta pero antes de dar un paso, se volteo a Harry y parándose de puntitas y tomándolo de ambos lados de la cara le dio un rápido beso en los labios. Al terminar sonrió y vio a Harry sonriendo y dijo –Nos vemos- y salió corriendo.
Harry lo vio mientras corría por el pasillo, antes de dar vuelta en la esquina. Sin dejar de sonreír sintió como un cosquilleo le subía por todo su cuerpo y lo hacía sentirse feliz y afortunado. Y así, con esa inmensa felicidad comenzó su camino (que después se volvió en una carrera) hacia su sala común para ir por su mochila y dejar las cosas que llevaba.
Mientras, el rubio pensaba que aunque él se había dicho que no pasaría nada de eso, lo hacía porque era algo que valía la pena… además… ¿Cómo carajos negarse ante esos ojos y esa voz?!
-*Ay Harry… me hiciste romper con mis propias promesas, me hiciste atreverme a sentir algo que… nunca creí sentir… algo de lo que nunca creí que sería parte. Y aunque dije que yo nunca amaría a alguien, también puedo decirte que… tú eres la única excepción…*- y sonriendo, siguió corriendo a toda velocidad para ir a a su sala común por su mochila y luego dirigirse a Transformaciones donde vería a Harry.