-Estoy ansioso Harry!- exclamaba un entusiasmado Ron caminando a un lado de su amigo de lentes.
-Puedo notarlo- bromeó el chico de ojos verdes.
-Llegué!...- apenas murmuró, muy agotada, la chica que había llegado corriendo.
-Hey, te animaste a venir-
-Si…- dijo aun batallando para recuperar el aliento –Me hará bien respirar aire fresco-
Era una mañana muy fresca, no hacía mucho frio. El sol dejaba que sus rayos cobijaran los terrenos del castillo brindando un caluroso y reconfortante ambiente. Había muy pocos alumnos afuera. Los interesados estaban, o llegando a la cancha o ya estaban ahí, entrenando y otros observando, reunidos en grupitos de amigos en las gradas.
Los tres amigos llegaron y Harry saludó muy alegremente a todos, quienes respondieron asintiendo, levantando su mano en muestra de saludo, exclamando un hola u otros que estaban tan nerviosos que ni siquiera contestaron o no lo escucharon.
-Bueno, vamos a empezar- dijo el capitán del equipo dirigiéndose a su mejor amiga.
-Los veré de allá- señaló a las gradas, especialmente donde se encontraba una chica rubia, de la casa Ravenclaw: Luna Lovegood.
-Muy bien- respondió asintiendo –Nos vemos al terminar-
Y así, ambos chicos se dirigieron a caminos opuestos.
Harry terminó de acomodarse sus guantes y tomó su escoba.
Ron ya se había ido al centro de la cancha, sin despedirse, donde platicaba animada y nerviosamente al mismo tiempo, con unos alumnos de grados menores.
-Muy bien, todos acérquense, por favor!- exclamó Harry llamando a todos los que estaban ahí para intentar quedar en el equipo. –Bueno, primero que nada quiero que sepan que no será fácil, que tendrán que esforzarse mucho para poder quedar dentro del equipo. Yo los estaré observando, les pondré algunas pruebas, algunos retos y obviamente los que lo hagan mejor serán quienes queden. Esto no es ningún juego que se tome a la ligera, entendido? Así que espero en verdad que den lo mejor que tienen porque en mi equipo… solo están los mejores- dijo mirando fijamente a los alumnos que estaban a su alrededor intentando meter un poco de autoritarismo para que dieran lo mejor de sí.
Los alumnos solo asentían dando muestras de nerviosísimo. Otros comenzaron a sentir una especie de adrenalina que los hacía querer empezar yapara mostrar todo su potencial.
-A algunos ya los conozco así que no tendré problema en hablarles, pero a los que no, necesitan estar pendientes de cuando les llame. Si ya están anotados en la lista pueden irse al terminar, si no, se anotan cuando terminemos las pruebas. Si no se anotan pues será como si no hubieran estado aquí-
-Y qué es lo que vamos a hacer?- preguntó un chico que estaba junto a Ron
-Básicamente serán pruebas de destreza, resistencia y que me dejen conocer sus habilidades- explicó el chico. Los separó por grados para tener un mejor control –Empezaran los menores- y dicho esto comenzó a explicarles.
-Empezaremos a ver su destreza y su fuerza…-
Y así el chico se elevó un poco en el aire y comenzó con explicaciones y las pruebas empezaron.
Tomaron el papel de cada uno de los cargos que Harry considero eran necesarios. Hubo alumnos que demostraban verdadero interés y su entrega era notable pero aun así no fue lo suficientemente bueno para que Harry los considerara posibles candidatos. Sin embargo hubo algunos que mostraron verdadera agilidad, como una chica de cuarto que logró tapar 25 veces que una quaffle entrara en las porterías de su equipo, dichas pelotas le fueron lanzadas a intervalos de 2 segundos o el chico que logró tener bajo control las bludgers locas con un solo brazo.
El desempeño de Ron fue excelente. Harry temía que no fuera muy bueno debido al nerviosismo y que precisamente por eso no pudiera escogerlo pero no fue así. Tuvo control y sus movimientos eran fluidos en todas las pruebas lo que hizo pensar a Harry que tal vez con más entrenamiento podría ser como un comodín dentro del equipo, para que estuviera en cualquiera de los lugares en caso de que alguien faltara pero ese pensamiento se vino abajo cuando supo que sin lugar a duda solo podría ser guardián o cazador.
Los lesionados fueron pocos, sólo 7 personas que fueron enviados inmediatamente a la enfermería pero sabían que se pondrían bien en unas horas o quizás en unos minutos.
La hora de comer estaba por llegar y las pruebas por terminar dejando muy buenos resultados.
-Hemos terminado, pueden marcharse pero los que falten de anotarse allá esta la lista- dijo indicando una pequeña mesita –Gracias por haber venido y a los que considere que pueden quedar yo les llamaré-
Todos los alumnos asintieron y exclamaron aprobación.
Dicho eso comenzaron a reunirse con sus amigos (algunos esperaban a sus compañeros en las gradas) para dirigirse al castillo o tal vez algunos irían a Hogsmeade.
Hermione y Luna bajaron juntas para reunirse con Ron y Harry, que estaba despojándose de sus guantes.
-Cómo estuve, amigo?- preguntó curioso
-Increíble eh, de verdad me da gusto porque quiere decir que los entrenamientos te sirvieron mucho- dijo sonriente en muestra de satisfacción.
-Qué bueno que me lo dices- respondió aliviado.
-Hola- saludó la rubia.
-Luna!, hola- respondió Harry alegre.
A pesar de lo que dijeran de ella o lo que pensaran, Luna era una persona increíble, era muy… “rara” en ciertas ocasiones pero eso no quería decir que estuviera loca, simplemente tenía una mente más abierta y su alegría, a veces muy disimulada, hacían que con ella se pudiera pasar un momento muy agradable.
-Eres muy bueno dirigiendo a la gente, Harry.- mencionó con una ligera sonrisa –Tienes una actitud seria que no conocía- dijo causando un ligero rubor que nadie más que ella y Hermione notaron.
-Lo crees? No es para tanto- mencionó para intentar que ese ligero calor desapareciera y lo logró.
-Harry está satisfecho con mi desempeño- dijo Ron, sin darse cuenta de nada (como siempre).
-Pues tiene razón- dijo Hermione
-Es cierto, aunque a mi parecer eres mejor como cazador- exclamó Luna con una de sus típicas sonrisas.
-Lo que sea, la verdad es que con el hecho de estar en el equipo me siento satisfecho. Me muero porque mis hermanos y mi padre sepan que tal vez quede, porque te aviso Harry que me dedicaré a esforzarme mucho para que, si me escoges, no te arrepientas- dijo mientras comenzaban a caminar
Y fue en ese camino que, mientras Ron, Luna y Hermione hablaban de algunos de los alumnos que estuvieron en la cancha, Harry pudo ver a Draco y Theo bajo un enorme árbol, sentados sobre una gran manta de color verde esmeralda.
Y como si lo estuviese llamando, Draco volteo, con una despistada mirada, y tuvo un pequeño contacto visual con Harry. Quien al verlo no pudo evitar sonreír pero para no llamar la atención, lo hizo mientras volteaba la mirada para luego de unos segundos volver a verlo y ahora Draco hizo exactamente lo mismo pero Theo se dio cuenta (para mala suerte de Draco).
Sonriendo con picardía dejó a un lado el libro que leía y se abalanzó a Draco, quien estando desprevenido, sintió como si lo embistiera un perro. Theo comenzó a hacerle cosquillas y Draco no podía dejar de reír.
-Theo!... Theo espera…- decía entre carcajadas.
Harry prácticamente comenzó a echar humo por las ojeras pero como Hermione logró verlo (divino sexto sentido que poseía) echó su brazo por los hombros del chico y le susurró –Tranquilo-
-Theo!! Aun no he hablado con Harry y tú haciendo eso!- exclamó molesto y aun tumbado en la manta mientras buscaba a Harry pero ya se había ido.
-Y qué? te hice cosquillas Draco no es para tanto- dijo sin preocupaciones y muy divertido –No creo que sea tan celoso- dijo ahora tomando de nuevo su libro.
-Pero puede malinterpretar las cosas- murmuró algo preocupado.
-Tranquilo niño, no te va a cortar nomas por esto, además no me puedes negar esa diversión- bromeó un poco.
Draco sólo respondió con una patada pues su pie estaba cerca del muslo de su amigo.
-Ya levántate que no soy el único que piensa que en esa posición te ves sexy- dijo Theo sin siquiera despegar los ojos de su libro.
Draco no comprendió y con un gesto que lo demostraba volteó a todos lados y sin pensarlo vio dos chicos mayores que él sentados en una banca a una distancia considerable, uno lo veía despistadamente mientras su compañero estaba muy concentrado en un pequeño libro. Draco lo fulminó con la mirada y al ver ese ceño tan al estilo Malfoy, volteó rápidamente la mirada.
Se enderezó sentándose cruzado de piernas frente a Theo y comenzó a jugar con sus mechones de cabello y siguió platicando animadamente con su amigo quien no dejó de hacer bromas, haciendo que ambos pasaran un agradable rato.
Por otro lado, Harry y sus amigos planeaban una ida a Hogsmeade a pesar de que Harry hubiera preferido haberse visto con Draco, pero el viernes no hubo planes de nada así que pensó que no sería mala idea acceder a acompañar a sus amigos, tal vez el rubio también iría.