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Decisiones Correctas por Cachorro_11

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Notas del capitulo:

Espero lo disfruten al leer :)

El primero en salir fue Draco, quien salió con cuidado pues nunca se había logrado acostumbrar a esa pequeña ranura (seguro debido a las pocas veces que habían ido). Después salió Theo, él siempre había salido de manera natural, dominando ese terreno. Salieron aún riendo por lo bajo y caminando con tranquilidad hacia el castillo, pues habían checado y no había nadie… o eso creían.

-Mira Hermione- dijo un guapo chico de lentes dando pequeñas palmaditas en el hombro de su mejor amiga y señalando con su mano izquierda hacia un lejano punto de la orilla del Bosque, por donde se veía que salían dos alumnos del Colegio –Es D… Malfoy y el tal Nott, que estarían haciendo ahí?- dijo el chico frunciendo el ceño un poco.

-No lo sé, pero no mucho, qué podrían estar haciendo en el Bosque?- preguntó Hermione sin mucho interés mientras bajan por una pequeña lomita.

-Pues… no sé y menos Dr… Malfoy – dijo corrigiéndose –Pero el punto es que siempre anda con ese Nott- comentó algo molesto.

Hermione comprendió un poco a dónde iba la cosa (tal vez eso llamado “sexto sentido”) –Hummm celoso?- preguntó con una sonrisa dibujada en el rostro.

-Eh? Qué?... No, yo? Claro que no- dijo algo nervioso.

-Y entonces?-

-Simple curiosidad- dijo y dejó de verlos para bajar la mirada y seguir caminando tranquilamente.

-Oye Harry- habló Hermione

-Mande-

-Piensas hacer algo con Malfoy?- preguntó mientras caminaban ahora por un terreno plano y cubierto de césped.

-A qué te refieres?- preguntó Harry sin entender.

-Pues sí, hacer algo, para saber si le amm… gustas- dijo aún caminando y volteando a verlo alternadamente con el suelo al preguntar eso.

-*Saber si le gusto…*- se quedó unos segundos en silencio. Nunca había pensado en eso –No- respondió sin saber muy bien lo que decía.

-No? Pero por qué?- preguntó Hermione

-Pues… no sé… debería?- preguntó como todo un novato.

-Claro Harry!- dijo su amiga sonriente –Deberías intentarlo- dijo animando al moreno.

Harry n estaba del todo seguro pero tampoco le parecía mala idea. No perdía nada con intentarlo, sino que al contrario, podría saber cosas. Pero entonces recordó –Ahora lo entiendo-

-Entender qué?- dijo la chica totalmente desconcertada.

-Sí, recuerdas lo que te dije de ellos el día del castigo de Snape? Lo de que Theo le dijo algo cuando lo de Filch, recuerdas?- dijo un poco desesperado por no saber como explicarlo.

-Oh si, qué hay con eso?-preguntó aún sin entender.

-Pues para mí fue algo comprometedor y… no sé… siempre están juntos, y si… son… algo más que amigos?- dijo Harry con tono un poco triste, lo cual lo sorprendió pues nunca se había sentido tan interesado por alguien. Era extraño que eso le empezara a pasar. En ninguna otra relación había sentido algo como eso, de hecho siempre le duraba muy poco la “emoción” de tener novia, siempre lo mostraban como un trofeo y la relación siempre era superficial. En cambio, sentía por el rubio algo nuevo y especial.

-Ay Harry por favor. Eso no significa nada, ya sácatelo de la cabezota- dijo Hermione –No debes preocuparte por eso, porque sabes que no quiere decir nada- tranquilizo la castaña para que dejara de pensar en eso.

-Pero…-

-Pero nada- interrumpió –Harry, deveras, eso no fue nada, ya no lo creas. No fue “comprometedor” como tú dices-

Harry tardó unos cuantos segundos en responder. Pensaba. Luego sonrió –Tienes razón, no ha de ser nada cierto?-

-Claro que no, simple amistad, amistad rara en Malfoy pero amistad- dijo Hermione agradeciendo que su amigo por fin lo entendiera pues era algo muy tonto e insignificante y no sabía porque Harry lo creía pero igual no se lo diría.

-Jaja no seas así, de hecho yo ya he visto a Nott y a D… Malfoy- se corrigió nuevamente –Muy emm felices juntos, recuerdas Zonko? Por ejemplo- dijo Harry y eso le hizo pensar que si había posibilidad de que existiera algo.

-Sí, bueno Harry, pero por lo pronto son puras especulaciones- comentó Hermione muy segura de ella misma –Oye por cierto… por qué le dices Malfoy cuando estás por decirle “Draco”?-

-Ah pues porque no quiero que te mmm moleste o te incomode- contestó el chico

-Jaja claro que no, así que dile como quieras si?- dijo la chica nuevamente sonriente.

-Bueno- sonrió Harry con una felicidad debido a la comodidad que le acababa de dar su amiga

-Pero le seguiré diciendo Malfoy, está bien?-

-Jaja claro que sí, no importa- dijo el chico de lentes, aún sonriendo.

Estuvieron caminando por unos momentos más, cerca de la orilla del Bosque, y así, sin querer, llegaron al lago, donde encontraron un cómodo lugar para sentarse y poder platicar más a gusto.

El día era fresco, había una que otra nube en el cielo. El calamar gigante comenzaba a dar señales de que había despertado. Algunos alumnos (de primero y segundo en su mayoría) estaban a las orillas del lago alimentando a los pececillos y en veces corriendo hacia atrás debido a que la enorme criatura salía de manera inesperada y los asustaba.

Estaban recostados bajo un árbol observando desde lo alto la extensión del lago.

-Y qué ha pasado con Ron?- preguntó Harry

-Nada… afortunadamente- dijo Hermione y Harry sonrió en muestra de un poco de gracias que le había hecho el comentario –Al parecer está muy contento con Lavender-

-Si verdad? No sé qué le ve, es muy… encimosa- con un ligero gesto de fuchi.

-Si- respondió la chica con un gesto similar –se la mantiene pegada a él como una mosca- dijo riendo un poco.

Así permanecieron varias horas platicando del primer día que llegaron al castillo, las cosas que habían hecho juntos, en fin, cosas del pasado que era divertido recordar.

La vida se había hecho más fácil después de que se jodieron a voldemort. No existía ese miedo en la comunidad mágica y en cambio había paz, tranquilidad y seguridad (al menos en ese aspecto), todo gracias a nada más y nada menos que Harry Potter haciendo así que chicos y chicas se comportaran con el de manera extraña a su parecer: lo saludaban, sin siquiera conocerse, alumnos de todos los grados, no faltaba el o la lista que se le lanzaba para conseguir algo más (porque además su físico le favorecía n.n), pero el moreno era muy inteligente y sabía salir bien librado de eso.

Con lo único que no batallaba era cuando a él le daba por querer a alguien. Era muy fácil conseguirlo pues apenas decía “quieres…” e inmediatamente decían que sí. así le había pasado con las 2 últimas (y únicas) novias, quienes si lo consideraban guapo pero además estaba de por medio esos apodos con los que cargaba desde siempre, haciendo que pretendientes(as) siempre tuviera.

Algunos(as) se ponían celosos de que “esa Granger” estuviera siempre con él, pero a ellos sólo les daba risa pues eso lo creían las personas que no sabían nada respecto a ellos ya que solo sus amistades más cercanas sabían muy bien que no había nada entre ellos. Pero tampoco se molestaban en comprobarlo.

La hora de la comida había llegado y muchos estaban en el Gran Comedor deleitándose con los exquisitos platillos y los suculentos postres.

-Y cómo te va con Lavender eh Ron?- dijo Harry sirviéndose un generoso pedazo de pay de queso.

-Bien… un poco amm “cariñosa” pero bien- dijo el pelirrojo terminando de tragar su último pedazo de puré de papa.

-Jaja y vaya que es cariñosa la chica eh- dijo risueña Hermione

-Sí, bueno, eso creo- dijo Ron

La plática continuó y tanto Harry como Hermione notaron a Ron no muy convencido con la idea de que él y Lavender fueran novios, así que cambiaron de tema hablando ahora de quidditch.

-Ya sabes cuándo será el primer partido, Harry?- preguntó Ron estirándose para tomar una pieza de pan del centro.

-No, aún no me han informado, tal vez le pregunte a la profesora McGonagall en el transcurso de la semana-

-Bien, espero que sea pronto- dijo Ron –Me muero por que volvamos a ganar- dijo emocionado y hasta con un tono algo prepotente.

-No lo digas en ese tono Ron- interrumpió la chica –Suenas muy seguro-

-Y lo estoy! Harry de nuevo capitán y es el mejor buscador… por cierto Harry- se interrumpió en seco –Cuándo serán las pruebas para armar el nuevo equipo?- preguntó muy interesado, acabándolo de recordar.

-Tampoco lo sé… no lo había pensado- dijo Harry de forma pensativa –Mmm tal vez y el próximo fin de semana-

-Perfecto- contestó Ron muy emocionado –Me tendré que preparar-

Hermione sólo los oía mientras continuaba con su comida pero dijo –Tendrás que practicar mucho Ron, habrá muchos que quieran ocupar ese puesto y te lo tienes que ganar-

-Lo sé Hermione y por eso practicaré  siempre que pueda- dijo el chico con una sonrisa de orgullo en el rostro.

Harry dejó de escuchar. Su mirada se desvió a la mesa de Slytherin donde un rubio tenía la cabeza agachada, mirando su plato con sopa y jugando con ella con la cuchara que tenía en mano. Nott no estaba con él, sólo estaban Crabbe y Goyle quienes no dejaban de servirse y hacer comentarios poco inteligentes ante los que Draco sólo asentía. El moreno sentía como su amigo pelirrojo describía, muy emocionado, un partido de quidditch para la chica castaña quien lo miraba con cara de intentar entender pero también notaba la mirada del moreno.

Draco no tenía mucha hambre y estar con esos dos era aburrido. Theo, Pansy y Blaise estaban en las mazmorras atendiendo al llamado del profesor Snape, quien les pidió que le ayudaran con un montón de papeles (sólo para molestar porque podía hacer un hechizo tan simple como el Wingardium Leviosa) así que lo más entretenido que encontró fue jugar con su cuchara levantándola del plato y luego volteándola para dejar caer su contenido en el plato.

 Fue entonces cuando sintió una mirada y levanto su cabeza topándose directamente con unos ojos verdes que lo miraban.

Sintió una extraña sensación de pena, sus mejillas adoptaron un ligero (y automático al verlo) color rosa. El moreno, en cambio, al verlo directamente a los ojos sólo se sorprendió  y desvió la mirada, siendo ayudado por el pelirrojo ya que en ese momento le preguntaba algo.

-Verdad que fue genial Harry?- preguntó un emocionado Ron

-Eh? Ah, sí, mucho- dijo Harry intentando aparentar comprensión en el tema.

La chica lo vio con mirada inquisitiva, a la que Harry solo sonrió como respuesta y encogió los hombros siguiendo con la plática.

Draco al verlo desviar la mirada sólo volteó a la puerta intentando aparentar que buscaba a alguien pero en realidad checaba que nadie hubiera visto. Luego volvió la mirada a Harry quien en ese momento le sonreía a la chica, así que sólo bajó la mirada a su plato pero en ese momento entraban tres compañeros y al verlos sonrió disimuladamente (sólo por Theo xD).

Los Slytherin llegaron y se sentaron. Pansy junto a Draco y Theo frente a él y Blaise junto a Theo. Crabbe y Goyle estaban uno a un lado de Theo y el otro junto a Draco.

-Cómo les fue?- preguntó Draco

-Snape sólo quería molestar- dijo Theo muy molesto

-Nos llevaba cargando miles de hojas y pergaminos por los pasillos!- se quejó Pansy

-Cuando pudo usar magia- finalizó Theo

Comenzaron a servirse su comida. Draco dejó la sopa y en cambio agarro un plato con fresas con crema y lo empezó a comer con gusto. Ya no volvió a ver hacia la mesa de Gryffindor. Pasaron la tarde-noche afuera del castillo recostados sobre una gran manta de seda que cubría una parte muy grande de césped bajo un árbol (Theo se encargó de agrandarla para que todos cupieran) apartado del castillo para que nadie los molestara. Conversaban de muchas cosas. A Draco le llegó de pronto a la mente el hecho de que Harry estuviera viéndolo -*Por qué lo hacía?*- Su mente divagaba en varias razones pero… no le parecían posibles -*Cómo? Si yo mismo lo vi besándose con esa…*- Ese pensamiento no se le borraba de la mente, era un recuerdo un tanto doloroso pero del cual tomaba fuerza para poder dejar de pensarlo.

La noche llegó. La torre de Gryffindor estaba en silencio, todos dormían a excepción de un chico de ojos verdes, quien estaba parado frente a la ventana viendo la luna, que quedaba en frente a un lado de la ventana de la torre más alta del castillo. No podía dormir, algo lo inquietaba, no podía dejar de pensar, por una extraña razón, en algo referente a Draco.

El rostro desconcertado y de pronto sorprendido que vio cuando el rubio levantó la cabeza en el Gran Comedor aparecían en su mente al intentar dormir.

Se sentía bien viéndolo, se sentía feliz, lo sentía cerca. Nunca se había fijado en esos hermosos ojos, que a pesar de estar muy lejos, le parecieron los más bonitos e interesantes a la vez, inclusive misteriosos.

Era raro sentir aquello, nunca lo creyó posible, pero sin embargo, lo estaba viviendo… y le encantaba. Le encantaba sentirse así, sentirse feliz al ver a alguien aunque éste tal vez no lo viera de igual manera. Era genial esa sensación que le inspiraba, sensación que nunca había sentido por nadie.

De pronto sentía que estar en su cuarto no era muy cómodo, así que tomó el maravilloso mapa y su capa invisible, se cubrió con ella y salió por el retrato de la señora gorda, quien le dio el pase entre bostezos.

Al salir pudo notar que necesitaría luz para poder ver:

-Lumus- susurró y su varita se encendió del extremo más lejano a su mano y así emprendió el paseo por su gran Colegio.

El castillo estaba vacío, oscuro en la mayoría de los pasillos si no era que en todos, porque muy pocos tenían luz de la luna que entraba por los grandes ventanales de los pasillos.

No se escuchaba ningún ruido, los retratos dormían perezosamente mientras Harry paseaba con varita encendida en mano, por todo el séptimo piso. No tenía un lugar específico al cual ir, sólo se dejó llevar por sus pasos.

En otro lado, un chico rubio tampoco podía dormir, ni siquiera se había cambiado de ropa. Estaba sentado sobre su cama son las piernas flexionadas pegadas a su pecho y su barbilla entre sus rodillas. Pensaba en todo y en nada a la vez. Se sentía confundido aun por lo del Gryffindor pero sabía que no era nada en especial y recordaba que se dijo que no volvería a pensar en él -*y entonces por qué lo haces Draco Malfoy?*- dio un leve suspiro y se fue hacia el alfeizar de la ventana que estaba junto a su cama observando la brillante luna mientras una brisa leve y fresca le revolvía unos cuantos mechones de pelo.

-*Por qué carajo si lo vi con una tipa… no dejo de pensar en él?*- dijo cerrando los ojos y adoptando nuevamente la posición que tenía hace unos instantes sobre la cama.

Se sentía ahora frustrado y como si estuviera encerrado así que decidió salir.

Tomó su túnica negra y fue por sus tennis (zapatos deportivos) y sacó de un cajoncito de la mesita de noche (buró), que tenia a un lado de su cama, la insignia de prefecto y a puso sobre la cama donde se sentó para poderse poner sus tennis.

Al terminar se puso de pie y con sumo cuidado de no despertar a Theo, salió de su cuarto.

Comenzó a caminar por los pasillos con seguridad. Si se encontraba con Filch, tenía la excusa perfecta: era prefecto y dueño de un importante apellido, y eso le facilitaría las cosas.

Llevaba las manos en los bolsillos mientras caminaba sin rumbo alguno. En su camino comenzó a toparse con oscuros pasillos así que también ilumino su varita –Lumus- y siguió andando por el castillo subiendo escaleras tras escaleras muy rápido.

Al llegar al séptimo piso y tras haber avanzado por unos momentos pudo escuchar un leve ruido, era como un andar pero diferente, parecía un cojeo…

-*Filch* Knox- susurró y su varita se apagó dejándolo en total oscuridad.

Era cierto que no tenía porque esconderse pero si podía evitar cualquier tipo de contacto con ese desquiciado conserje, lo haría. Comenzó a avanzar por la orilla del pasillo muy aprisa.

El moreno también escuchó ese ruido aunado a un leve maullido y con eso fue suficiente para saber quién era: Filch estaba a unos metros de él pero gracias a su capa no le vería… pero y la Sra. Norris? Así que ubicándose, gracias al mapa del Merodeador, avanzó a la sala más cercana y que conocía muy bien. Al doblar por la esquina, hacia la derecha, estaba (cerca del tapiz de Barnabás el Chiflado) la Sala de los Menesteres.

-Bien, puedo esconderme aquí. Además un lugar seguro y tranquilo no me caería nada mal- pero de pronto un ruido más cercano acaparó toda su atención -*que rayos fue eso?!*- y miró en el mapa… -Draco Malfoy?- dijo sin poder creerlo.

-Ou!!- se quejó el rubio sobándose la cabeza

-Au!- exclamó el moreno sobándose la barbilla

-Quien carajo eres?! Que no sabes por dónde vas o qué?!- exclamó Draco furioso sabiendo que no era Filch.

-Eit aquí el tarado que no sabe ni por dónde va, eres tú Malfoy- contestó Harry molesto.

Draco se quedó paralizado –Potter?... dónde rayos estas?!- dijo adquiriendo el tono molesto.

-En frente de tus narizotas hurón- dijo Harry con un tono que insinuaba que era lo más obvio.

-No es cierto idiota no te veo- respondió cortante pero intrigado

-Pues te informo que eso no quiere decir que no esté aquí-

-Ya sal de donde estés!- dijo Draco perdiendo la paciencia y buscando enfrente de él, donde había chocado.

-Que aquí estoy!- dijo Harry comenzando a divertirse.

-Ah sí?- dijo Draco con tono retador y seguido de eso lanzó un puñetazo a lo que sería el estómago de Harry… comprobando que si estaba ahí.

-Ouu!!... que estas imbécil o qué?!- respondió Harry reteniendo el grito pues podrían escucharlo y doblándose hacia el frente con ambas manos en el estómago y sin aliento.

-Ah… si estabas ahí- dijo Draco con tono burlón.

-Pues claro que sí!!- y se quitó la capa dejándose ver –ves?!-

Draco sonrió malvadamente y Harry lo pudo notar pues su varita estaba encendida.

-Qué haces aquí?- dijo Draco cortante e ignorando la cara de dolor de Harry.

-No, qué rayos haces TÚ aquí?... Knox- dijo furioso

-Pues para tu información Potter, soy prefecto- dijo de manera altanera

-Ah pues me vale un comino lo que seas- y antes de que pudiera seguir discutiendo:

-Ya los oí!!- gritó el conserje con voz ronca y desagradable.

-Filch! Rayos!- dijo Harry y en ese momento recordó la puerta que tenía a su lado –Vamos Draco métete-

-Estas operado del cerebro o algo así Potter?- dijo Draco –No pienso moverme de aquí, te dije que soy prefecto y no me puede hacer nada, además tengo la excusa perfecta para explicar porque estaba levantado- dijo sonriendo satisfecho.

-Ah sí? pues a ver cómo le haces porque según yo, deben tener la insignia puesta- dijo Harry desquitándose.

-Que no ves tarado?- dijo poniendo su mano donde debería estar su insignia, la cual estaba… sobre su cama –Que dem…!? Dónde está?!- dijo mientras buscaba y palpaba por tooooda su túnica y los pasos de Filch se oían más cerca.

-No lo sé pero vas a entrar o no?-

-No pienso estar en un lugar donde sólo estés tú-

-Bien, entonces adiós- y abrió la puerta pero antes de que la cerrara…

-Espera!- gritó Draco que la estaba pensando –Está bien, voy a entrar, pero sólo porque es necesario Potter- dijo.

-Sí, sí, sí como sea pero entra ya!-

Draco entró inmediatamente. Filch se paso de largo gritando “los atraparé” mientras continuaba buscando.

La puerta había desaparecido debido a que eso necesitaban ambos chicos. Adentro había una pequeña sala. Una chimenea sencilla al frente y alrededor de una mesita (frente a la chimenea) había tres sillones individuales no muy grandes.

Los dos observaron toda la sala. Había también una alfombra frente a la chimenea.

-Ew, no pudiste pedir algo más elegante Potter?- dijo Draco mientras recorría con la mirada y gesto de fuchi toda la sala.

-Cállate hurón- dijo Harry sin darle mucha importancia y mientras ponía sus cosas sobre un sillón.

-Ey ey ey tengo nombre eh aunque te cueste- dijo Draco pero Harry no lo escuchó –Que quede claro que acepté sólo porque no traigo mi insignia, si no, yo mismo te hubiera castigado- dijo Draco intentando sonar amenazador.

-Ajá, claro, no sería la primera vez que me ves haciendo algo contra las reglas y no me castigas- soltó Harry porque tenía demasiada intriga y quería aclararlo ya. Observaba muy bien la reacción de Draco, quien se había sentado en el sillón que consideró más apropiado.

Draco al escuchar eso se quedo pasmado, volteó a verlo y después desvió la mirada –No sé de que hablas- dijo mirando la chimenea.

-No? Te recuerdo? Hablo de la vez que estaba con cho, en aquel pasillo, en medio de las armaduras…-

-Ah sí!- interrumpió Draco de manera escandalosa –Por cierto, que malos gustos tienes eh- dijo aun viendo la chimenea.

-Ese no es el punto-

-Mira que con chang, yo pensé que podrías agarrar algo mejor- continuó Draco

-Malfoy…- Draco no se callaba –Malfoy!- gritó obteniendo la atención deseada –Por qué no hiciste nada?- preguntó de nuevo.

Draco no respondió al instante, la imagen volvió a su mente y seguía doliendo igual, o tal vez más teniendo a Harry frente a él –Porque… porque me dio asco fíjate- respondió con la voz algo quebrada –Que no sabes que esas escenitas no se dan en público Potter?- dijo ya con una voz más “segura”.

-Pues sólo tú nos viste-

-Desafortunadamente-

-Aún así no te creo… TÚ perdiendo la oportunidad de presumir de tu “autoridad”?... No lo creo- dijo Harry interesado en saber más pues ese momento que tardó Draco en responder, para él, fue algo mmm sospechoso aunque no estaba seguro del todo pero eso es lo que descubriría.

-Pues me vale lo que pienses cuatro ojos- dijo Draco sintiéndose un poco nervioso

-Ya dime la verdad Malfoy, por qué desaprovechaste esa oportunidad?-

-Ya te lo dije!- exclamó Draco enojado, poniéndose de pie y caminando junto al sillón donde Harry estaba sentado.

El moreno mando todo al carajo y pensó que esa era la oportunidad que tenía para “saber si le gustaba”, como había dicho Hermione, así que lo tomo de la muñeca –Espera Malfoy-

Draco se quedo como petrificado, Harry le había tomado la muñeca y sus mejillas comenzaban a sonrojarse -… Suéltame- dijo con un hilo de voz y sin ver a Harry a la cara.

-No…- dijo Harry firmemente. De pronto empezó a sentir que la mano del rubio se comenzaba a mover –Estas temblando?- dijo viéndola y luego a Draco.

-Claro que no- dijo ocultando aún más su rostro –Suéltame cara rajada!- dijo moviendo su mano intentando zafarse.

-Voltea… Voltea y dímelo en la cara- dijo aún agarrándolo. Draco no volteo, su respiración se sentía entrecortada. Harry lo giro para quedar de frente.

Draco tenía los ojos llorosos y la mirada desviada un poco al suelo. Se sentía expuesto y vulnerable. Por qué Harry jugaba así con él? Primero le recordó a cho y después lo toma de la muñeca pidiéndole una explicación, qué era eso? Por qué lo hacía? Por qué ahora que él sabía que todo estaba perdido? Que nada podría pasar. Si quería lastimarlo, lo había logrado.

-Estás bien?- preguntó Harry desconcertado y preocupado

Draco sólo se movió intentando soltarse del persistente agarre –Déjame en paz…-

-Pero-

-Que me dejes en paz!- gritó interrumpiéndolo y zafándose. Lo vio con ojos que expresaban enojo, tristeza y… traición? –Ya bastante daño me has hecho!- dijo eso recordando lo de cho, lo de Granger y todas esas veces que estaba en su mente y comprendía que solo ahí estaría cerca de él –Y una vez mas lo hiciste, felicidades! Ahora búrlate todo lo que quieras de mi, y ame humillé y me rebajé frente a tus ojos, supongo que se lo contaras a todos no? Sobre todo a esa sangre sucia que tienes de novia!- dijo dándose media vuelta y dirigiéndose a la puerta.

Harry no entendía nada, por qué esa actitud? Pero sobretodo… Por qué tembló y por qué tenía sus ojos llorosos? -*será que…* Draco espera!- gritó.

-*”Draco”*- el rubio se paró en seco al oírlo llamar así y fue perfecto para Harry para poder alcanzarlo, tomarlo de los hombros y voltearlo para poder quedar de nuevo frente a frente.

-Draco qué pasa? Qué tienes? Qué fue lo que te hice?- preguntó sintiendo algo de culpa pero sin saber por qué.

Draco cerró los ojos al sentirlo hablar tan cerca de él –No me hagas esto- dijo y Harry apenas escuchó

-Hacerte qué Draco?-

-No, tampoco me digas así… por favor- dijo agachando la mirada mientras sentía como sus ojos se volvían a humedecer –Sólo déjame ir- y se movió pero Harry lo sostuvo muy fuerte de los hombros impidiéndoselo y poniéndolo junto a la pared.

-Ahora no puedo dejarte ir…-

Draco sintió su espalda fría y ahora veía esos ojos verdes a unos centímetros de él, esos ojos que le fascinaban, esa mirada sexy y provocadora ahora se posaba en él de manera tierna. Por qué? no lo entendía. El rostro de Harry se acercaba cada vez más y más hasta sentir su aliento cerca de sus labios. El rubio tenía la cabeza levantada, sus bocas parecían un imán, sus ojos se habían cerrado. Sentía como si Harry desprendiera una magia sobre él.

Harry lo vio dejándose llevar, también cerró sus ojos mientras se acercaba al rubio (quien era más bajito que el n.n) y sus manos seguían posadas en los hombros de Draco.

Sus labios se unieron por unos segundos… Draco puso ambas manos en el pecho de Harry y éste comenzó a acariciar con las suyas los brazos del rubio.

Se sentía bien, muuy bien, era una tranquilidad inigualable. Cada uno sentía y saborea al otro. Compartían un beso donde era como si algo mas fuera impregnado. Era como un sueño jodidamente perfecto. Esos segundos habían parecido eternos.

De pronto Draco lo apartó, empujándolo con fuerza y abriendo los ojos. Respiraba entrecortadamente y salió de la habitación…

Notas finales:

nos vemos pronto y ya saben, dejen huella :) y por si acaso... este fic se llamaba SERA PORQUE TE AMO pero lo tuve que borrar u.u

ciao :)


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