Hacerlo en la primera cita
Los dos chicos de esta historia no se conocen. Y ninguno de los dos busca el amor.
El primero, Sasuke, cree que ya lo ha encontrado, pero que ahora lo ha perdido. Ha terminado con su novio Gaara hace unos días.
El segundo, pues no es menos atractivo que el primero. Naruto es su nombre, y jamás ha tenido novio porque ha visto muchas veces a sus amigos fracasar en lo que llaman “amor” y con el tiempo se ha formado cierto temor, al punto de horror, en él.
Quedan en comer por una amiga que tienen en común. Sakura, la amiga, se cercioró en no dar detalle alguno acerca del estado del otro. Solo obligo a cada uno de los dos a que se fueran a cierto restaurante a cierta hora, con ganas, y que al menos traten de conocer a la persona. Es entendible que ninguno de los dos este muy emocionado con la idea.
Sasuke llegó muy puntual, pero porque ya no aguantaba estar en su apartamento, echado, lamentándose, y apestando. Se iban a encontrar a las ocho de la noche y a las seis él ya estaba tomando una ducha. Salió de su vivienda a las siete de la noche y a las siete y media ya estaba en el lugar pactado. No sabía mucho de su cita a ciegas, solo sabía que era rubio.
Naruto llegó a las ocho con diez minutos. Se había retrasado un poco porque tuvo reunión con su grupo de la universidad. Además, como ya dije, no estaba entre una de sus prioridades más importantes ir a una cita a ciegas, estaba que lo hacía por purísimo compromiso.
Quizá fue la suerte, quizá el destino, pero hoy no había ningún rubio en el lugar, por lo que, cuando Sasuke vio a Naruto entrar por la puerta, al instante supo que ese era rubio.
Hizo un ademán con la mano para llamar su atención. Naruto guió su vista hacia la mesa y, al ver a Sasuke, se dio cuenta de que no era nada como se lo imaginaba. Generalmente uno termina decepcionándose de las citas a ciegas, pero la suya aun no comenzaba y ya se había entusiasmado en saber que pasaría la noche con un chico lindo.
- Mucho gusto, soy Naruto – dice el rubio, y jala la silla para poder sentarse.
- Soy Sasuke – dice este, tratando de sonar animado pero llegando a sonar cansado y casi adormilado. Ha estado esperando sentado desde largo rato.
- Lo siento por llegar un poco tarde. Ya sabes, el tráfico – dice Naruto, dando esa excusa usadísima pero al mismo tiempo efectiva. – ¿Ya ordenaste algo?
- No, estaba que te esperaba – dice, aun sonando casi sonámbulo.
Naruto mira su actitud y saca la conclusión apresurada de que ya Sasuke arruinó todo y que ya nada funcionará. Dentro de media hora simulará que entra una llamada a su móvil y le dirá que tiene que irse con urgencia porque su abuelita está mal.
Piden la carta, ordenan cada uno. Sasuke ordena algo que pueda llenarlo lo suficiente, porque no ha comido una comida normal en días. Naruto ordena algo ligero porque ya tiene un plan en mente.
- Lo siento por estar así, es que he estado aquí por cuarenta minutos, sentado, aproximadamente – le dice Sasuke, viendo que su actitud no es nada correcta.
- ¿Qué? ¿En serio? Pero Sakura me dijo que era a las ocho – dice Naruto.
- Lo sé, lo sé, es solo que no aguantaba estar tirado en mi cama. Estos días han sido terribles.
- ¿Por qué?
- Terminé con mi novio.
Una de las reglas clave de las citas en general es que jamás se tiene que hablar de ex novios. Eso es cultura general.
- ¿Como así? – pregunta Naruto, sabiendo que ya no hay nada que arreglar y en vez de eso queriendo indagar en la vida de una persona ajena.
- Pues me usó. Me trató como mierda. Me dejó y se aprovechó de mí.
- Eso es bastante obvio, creo yo. Me refiero a que ocurrió exactamente.
Sasuke se sorprende de cuán rápido reaccionó Naruto. La mayoría de la gente le dice “que mal” cuando habla mal de Gaara, pero esta vez Naruto parece querer escuchar la historia completa.
Sasuke se la cuenta. Le cuenta como Gaara, cuando comenzaron, le dio a conocer que no estaba buscando nada serio. Pero es que el amor y el compromiso son serios, al menos en la mente de Sasuke. No sabe que la idea de Naruto acerca del amor y el compromiso esta mucho más abierta a posibilidades.
- Si te dio a conocer desde un principio que no quería nada serio, la culpa es toda tuya – le dice Naruto, con sinceridad, sin querer sonar malvado, y al contrario, tratando de hacer entender a Sasuke que Gaara solo hizo lo que tenía que hacer.
- Tú no entiendes. Si estas con alguien por cuatro meses no puedes hacer eso.
- Claro que puedes. Cuando se acaba el amor, simplemente se acaba.
Este chiquillo esta que le habla a Sasuke como si supiera lo que esté está sintiendo. Naruto nunca se ha enamorado, solo ha sido espectador de los espectáculos que sus amigos han hecho frente a él. Ha visto muchas peleas, y ha sido el intermediario en muchas reconciliaciones, pero nunca ha sido protagonista. Solo habla porque cree saber.
- Entiendo tu punto. Pero una relación es de dos. Le presenté a mis padres, maldita sea – dice Sasuke, de repente recordando todo y desear estar en su cuarto, lamentándose una vez más y apestando.
Naruto ya no dice nada porque ya no cree poder ayudar. Solo el tiempo podrá ayudar.
- Creo que el mesero se está demorando mucho – dice Naruto, dándose cuenta que han estado esperando por casi media hora pero que, en efecto, los platos aun no llegan.
- Tienes razón – dice Sasuke – ¿y si cancelamos el pedido? Ni siquiera tengo tantas ganas.
Naruto asiente con la cabeza. Llaman al mesero y le dicen que ya no quieren nada, que mejor se van.
Una vez afuera, no saben qué hacer.
- Conozco un karaoke que está a solo dos calles de acá. Podemos ir allí, si quieres – propone Naruto, dándose cuenta que su plan de irse temprano fue enterrado por la conversación tan candente y debatida que acaban de tener.
Caminan diez minutos, ambos en silencio, y llegan al karaoke.
No está lleno en absoluto. Deben ser, quizá, las nueve de la noche, por lo que deciden ir a una de las mesitas y ver qué es lo que pasa. Se sientan y ven como un tipo está haciendo el ridículo en el micrófono.
- ¿Piensas subir a cantar? – le pregunta Sasuke a Naruto, mientras ven al tipo intentando alcanzar una nota que ni siquiera debe existir.
- No, como crees – le dice, riendo.
- Como tú propusiste venir acá, supuse que te gusta cantar.
- Me gusta cantar, pero no en público. Tal vez en la ducha – dice Naruto, riéndose más aun.
- Yo si podría cantar, pero con algunos tragos encima.
No hablan más y se van hacia la barra, a ordenar unos appletinis para empezar. De alguna manera agradecen que la música no deje que se lleve una conversación con normalidad, por lo que se concentran en mirarse y en reír de vez en cuando.
Primero fue una ronda. Pero luego fueron dos. Luego llego otra más, y es que Sasuke estaba tomando demasiado rápido, y Naruto no se quería quedar atrás. Mañana no tenía clases, por lo que podía quedarse hasta tarde si quería.
Sasuke ya estaba listo para salir a cantar. Estaba listo para eso y más. Esos tragos han estado bastante fuertes, y Sasuke no es un buen bebedor. No sabe cuando parar. Y además hace tonterías cuando está en estado etílico. Escoge la canción que quiere y sube a donde está el micrófono, mientras Naruto, no completamente ebrio pero si apunto de estarlo, se ríe de la tontería que está por hacer su cita.
Pensó que iba a ser gracioso verlo, pero en realidad es triste. Empieza a cantar y al instante empieza a sollozar. Escogió una de esas canciones que tienes prohibido cantar cuando recién has terminado, o sea una canción de las que te destruyen aun más. Naruto se para de su asiento y se dirige hacia donde está Sasuke, jalándolo y diciéndole que ya ha sido suficiente. Este solo le hace caso, pero con lagrimas en los ojos. No es entendible como es que, con unos pocos tragos, ya está siendo capaz de hacer una escena como esta.
- ¿Estás bien? – le pregunta Naruto, sabiendo que no es así, que esta borracho, y que el mismo también lo está.
- Me quiero ir de acá – le dice Sasuke, no pudiendo pararse con normalidad. Cualquiera pensaría que está siendo dramático, y quizá lo esté siendo.
- ¿Por dónde vives? – le pregunta Naruto, no sabiendo a donde ir.
- Para un taxi.
Eso hacen. Suben y, como puede, Sasuke le indica la dirección al taxista. Además le pregunta la hora: once de la noche. ¿Cómo ha pasado tan rápido el tiempo? Naruto tampoco se lo explica. Al parecer estuvieron bastante tiempo bebiendo, que su sentido temporal se estropeó con rapidez. Precisamente porque no tienen una noción clara del tiempo es que llegan tan rápidamente a casa de Sasuke.
- ¿Señor, cree que pueda llevarme a mí a mi casa si le indico? – le pregunta Naruto al taxista.
- No, no. Quédate a dormir conmigo, Naruto.
No le dijo “quédate a dormir en mi casa”. No. Dijo “quédate a dormir conmigo”. Alcohol, solo eso.
Naruto ya ha perdido la cabeza también. Solo asiente y dice que normal, que será más seguro, que ya es muy tarde para estar andando por la calle en camino a su casa.
Entran a donde vive Sasuke y Naruto se sorprende de ver tanta mierda en el piso, mierda en la sala, mierda en todas partes. Todo es desorden.
- Lo siento, no he limpiado.
No era necesario que diga lo evidente. No solo no ha limpiado, además se ha esmerado en ensuciar, porque no hay rincón que no esté con alguna envoltura de galletas o con alguna lata de cerveza.
Sasuke le dice por donde está el cuarto. Naruto pasa por toda la basura y aun así, a pesar que esta ebrio, no puede dejar de estar asqueado. Él es bastante limpio. Sasuke abre la puerta de su cuarto e igual es una cochinada, pero no tanto como en la sala. Sasuke se pasó la mayoría de su castigo personal echado en el sofá, esa es la razón.
Sasuke quita toda la ropa de la cama y le pregunta a Naruto si desea cambiarse para que duerma. Naruto asiente, y siente que su cabeza le da vueltas. Tiene sueño, por alguna razón, tal vez porque todo el día ha estado en la universidad, y de repente se le ocurre quedar borracho.
Naruto se quita la ropa y se pone aquella que Sasuke le pasa. Sasuke también se cambia de ropa.
- Tú puedes dormir de ese lado, si quieres – le dice Sasuke.
- Está bien.
Sasuke apaga la luz y ambos se echan a la cama.
Y no pasa nada. Naruto parece ya haberse quedado dormido. Parece…
Sasuke duda en hacer algo. Hace unos días que está soltero, por lo que no sería ningún pecado hacer nada.
Naruto se mueve. Parece moverse. Parece bostezar, o susurrar algo, Sasuke no escucha nada. Sasuke está con la cara del lado de Naruto. Entonces Naruto se voltea y choca su nariz con la nariz de su acompañante. Y se besan.
¿Qué importa si es obra del alcohol? Muchas veces ambos se han quedado ebrios con otros amigos, pero nunca antes se habían besado con ellos. El alcohol es pintado por muchos padres como el peor enemigo que sus hijos alguna vez conocerás, pero la verdad es que es todo lo contrario. El alcohol te vuelve valiente. Valiente para llevar a un desconocido a tu casa, a tu cama, y además besarte con él…
…Y además hacer más cosas.
El beso se volvió apasionado en cuestión de segundos. Ninguno tenía miedo de hacer ruido, de hacer que sus labios choquen fuertes unos con otros, o de respirar casi gimiendo, con fuerza.
Naruto se subió en el vientre de Sasuke y ahí siguió besándolo. No estaba pensando. Solo sabía que tenía sueño pero que además hace mucho que no tenía sexo con nadie, y que ya era hora. Sasuke, por su parte, estaba disfrutando solo el momento. Él tampoco tenía sexo con nadie hace mucho. Gaara se negaba desde hace más de un mes.
Se rozaban con las ropas puestas. Podían sentir la erección creciente del otro en forma clara y excitante. Solo seguían besándose mientras sus pelvis se chocaban más y mas.
Sasuke se quitó el polo y además le quitó el polo a Naruto. ¿Cuál era el punto de ponerse polo hace diez minutos cuando igual te lo ibas a quitar? No despegaban sus labios para nada, quizá solo para respirar. Luego se separaron para quitarse los pantalones de tela que tenían puestos y los bóxers además. Y así empezaron a rozarse otra vez, sintiendo el miembro erguido el uno del otro, mientras la calentura subía en sus cuerpos.
Naruto, debido a su estado nada sobrio, quería que la verdadera acción comience ya. Se besaban, pero su mano ya estaba masturbando el miembro de Sasuke con locura, mientras este trataba de mantenerse a la altura de la situación.
- Cálmate – le pide Sasuke, susurrándole al odio.
Naruto ya no está en este mundo.
Sasuke pone a Naruto a un costado un rato para dirigirse donde su mesita de noche. Abre el cajón y saca preservativos. No sabe si ya vencieron, los tiene ahí desde hace mucho tiempo. En este momento, lo único que importa es que los proteja.
Pone a Naruto hacia abajo y empieza a bajar, besando el cuello del rubio. Llega a los pezones y se concentra ahí por un rato, mientras una de sus manos empieza a jugar con su miembro. Naruto solo gime ruidosamente. Sasuke besa su ombligo y respira por encima del glande de Naruto. Entonces se lo mete a la boca.
Empieza a hacerle el oral como puede, porque no es muy bueno en eso. Naruto parece estar disfrutándolo, sin embargo. Aprovecha esto y ensaliva uno de sus dedos, guiándolo cuidadosamente a la entrada del rubio. En ningún momento se quita el miembro de su boca. Naruto se queja un poco al sentir como Sasuke mete un dedo, luego dos, y finalmente tres en su ano. Se queja pero no para de disfrutar.
Sasuke sube su rostro hacia el de Naruto, y le da un beso. Naruto puede saborear las sustancias que el mismo ha estado expulsando de su pene, y le gusta.
- Ponte en cuatro – le dice Sasuke, y Naruto cambia de posición y se pone como su compañero de la noche está que le ordena.
Sasuke se pone el condón que tiene preparado desde hace ya buen rato. Ensaliva su miembro, y lo dirige hacia la entrada ya dilatada de Naruto. Ingresa la cabeza y Naruto se queja. Entonces la saca, pero la vuelve a meter, esta vez con más rapidez para que el dolor sea menos prolongado.
- Ya, ya esta – le dice Sasuke, para que se tranquilice, porque al parecer le esta doliendo mucho.
- Es enorme… - dice Naruto.
Sasuke ingresa más aun en el interior de Naruto. Entra con lentitud, sintiendo como las paredes de la entrada de Naruto aprietan su miembro, dándole un placer que extrañaba. Entra aun más, hasta que siente el tope. Naruto solo gemía sin cesar, no podía parar, el incomodo placer no le dejaba quedarse en silencio.
Y empieza el mete y saca que vuelve a Naruto loco. Primero con un ritmo nada presuroso, tranquilo. Naruto se acostumbra a toda la longitud del falo de Sasuke, que no es una longitud miserable, al contrario, tal como mencionó el rubio entre murmullos, “es enorme”. No pasan más de cinco minutos para que este se acostumbrara a aquello que le estaba dando tanto placer, que es el pene de su cita a ciegas. Incluso era el propio Naruto el que empezó a mover su trasero hacia adelante y hacia atrás, queriendo que su acompañante entrara aun más, que se metiera más internamente y que llegara hasta donde pudiera. Así era el placer.
La borrachera ya no estaba presente en Sasuke, al menos ya no tanto como hace rato. Ahora estaba más despierto. Estaba penetrando al chico que conoció hoy mismo, y lo estaba haciendo con muchísimo gusto. Se agacha y empieza a besarle la espalda mientras no deja de mover su pelvis hacia adelante y hacia atrás, metiendo y metiendo, cada vez con mayor rapidez.
Naruto se volvía más loco. Sasuke veía a Naruto volverse loco y eso lo volvía loco a él. No paso mucho para que Sasuke tuviera ganas de eyacular de una vez. Naruto lo supo por el cambio en la respiración de Naruto, y por eso sacó el pene de su entrada.
- Para un rato. Quiero que te vengas en mi boca.
Sasuke se sorprende de lo que acaba de decir Naruto. Pero también le parece una buena idea. Se quita el condón y deja que la boca de Naruto entre en acción. No lo hace nada mal. Mientras Naruto procede con la mamada también se masturba porque siente que está a punto de llegar a su límite también.
No falta mucho para que Sasuke eyacule en la boca de Naruto. Naruto se traga todo el semen que es eyaculado, por lo que el preservativo que fue usado fue en vano. Igual, no hay ninguna enfermedad que pueda haber sido pasada.
Naruto eyacula casi al mismo tiempo, manchando las sábanas.
Se echan uno al costado del otro y se dan un último beso antes de que el cansancio los inunde en el sueño.
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Al siguiente día, cuando Sasuke se había despertado, no encontró a Naruto. Busco alguna nota, pero nunca encontró nada. Después no volvió a saber de él hasta que se lo preguntó a Sakura. Esta le dijo que Naruto disfrutó mucho de su compañía, pero que piensa que está demasiado dañado para que pase algo entre ellos.
Sasuke lloró más por Gaara, a pesar que sabe que el salir con el rubio lo alivio de cierta manera.
Naruto supo que Sasuke le había gustado mucho, pero el miedo de caer en las redes del amor era aun mayor. Era mejor no mantener contacto.
Y cada uno siguió con su vida, porque todo el mundo se ocupa de sus asuntos y eso no era diferente con ellos. Algún día se volverán a ver, eso es seguro. Eso es más que seguro.