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Demasiado Tarde. por Sayumi Kioko

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Notas del fanfic:

El mundo de One Piece es de Eiichiro Oda así que a darle las gracias. ¡Vamos! xD

Como he dicho, no es un two shot, hay más capítulos así que leedlo hasta el final porfis ^^

Notas del capitulo:

Pues no hay mucho que decir, simplemente que Ale-chan me dijo que no escribiría más si no subía yo algo xD

¿Ves Ayume-nee-sama? Así es como se chantajea! xD

Pues nada, espero que os guste el capítulo! ^^


Siempre he querido encontrar mi media naranja, y cuando por fin lo hice, la traté a patadas, por el simple hecho de que estaba asustado.
Desde que nos vimos por primera vez siempre nos llevamos mal, no era odio, sinó, una forma de llevar nuestra amistad. Aún así, tú lo arriesgaste todo por nada, pero yo no fui capaz, no me di cuenta de lo que significabas para mi hasta que fue demasiado tarde y te fuiste. Solo sé que no merecías todo aquello.

Flashback

-Oi, cocinero.- Me llamó el Marimo.- Tengo hambre, haz ya la comida.

-Ya estoy haciendo la comida, imbécil.- Le contesté, y después para burlarme un rato de él, y sin saber las consecuencias, le pregunté.-¿Por qué me molestas tanto?¿Qué acaso te gusto?

No contestó, fue suficiente para saber la respuesta. Podría haberlo negado, pero él siempre ha sido un hombre de palabra y no mentía si no era extrictamente necesario.

-No me jodas...

Estaba totalmente sorprendido y feliz, al igual que el otro estaba sonrojándose. Sabía que era atractivo, muchas personas, hombres y mujeres, se sentían atraídos por mi, pero que el Marimo fuese uno de ellos me subió demasiado el ego, pues a ese espadachín de tercera solo parecían atraerle las katanas.

-Esto si que no me lo esperaba.- Me carcajeé.-No te preocupes Marimo, no diré nada a nadie.

-Tsk.-Chasqueó la lengua.-Como si eso me importara.

Alcé los hombros.-Lo que tú digas. Ahora sal y déjame cocinar tranquilo.

-¡Tú a mi no me das órdenes!-Se mosqueó.-Me largo a entrenar.

Se giró y volvió sobre sus pasos cerrando la puerta de golpe.

-Muy bien Marimo.-Murmuré.-Así me gusta, obedeciendo como una buena alguita.

En un momento acabé la cena y llamé a todos para comer. Al cabo de unos segundos estaban todos en la cocina...todos menos él. Me puse a repartir la comida, pues no esperaría a ese idiota. Hace un rato había venido a molestarme diciendo que tenía mucha hambre, y ahora ni aparecía. Una sonrisa imperceptible apareció en mi rostro. Cogí uno de los platos cuando acabé de repartir la comida, y a punto de salir, mi pelirroja me hizo una pregunta.

-¿Dónde vas, Sanji?

-¡Oh, mi querida damisela!-Dije con mi tono meloso.-Soy el cocinero de este barco, no puedo permitir que nadie pase hambre.-Mi tono cambió.-Aunque sea ese estúpido cabeza de alga.

Salí de la cocina y me dirigí al gimnasio, estaba seguro que estaría allí...siempre estaba allí. Acerté. Estaba levantando pesas como un loco, no parecía él, sinó el demonio que todos temían. La verdad es que me intimidó un poco pero recuperé mi compostura y me acerqué poco a poco. Estaba descentrado, se le notaba mucho. Antes de ese día habría notado mi presencia incluso antes de entrar ahí, pero no fue así. Me acerqué hasta él, estaba casi a su lado y le hablé.

-Oi, Marimo.-Pegó un salto, se asustó. Y todo eso lo causaba yo. Sonreí.-¿No decías antes que tenías tanta hambre?¿O era solo para molestarme?

-Déjame en paz.-Se alejó unos pasos de mi, seguramente le incomodaba mi cercanía, además de que le ponía nervioso y no sabía que decirme.- Se me ha ido el hambre hace un rato, has tardado demasiado.

Su propio cuerpo le delató dejando sonar un sonoro rugido. Me sentí muy mal, conocía demasiado bien ese ruido y no me gustaba en absoluto, y dejando el plato en una mesa cercana le comenté.

-Cuando acabes de comer lleva el plato a la cocina, y si quieres repetir date prisa o Luffy lo engullirá todo.

Salí de allí dejándole confuso por mi radical cambio de actitud, la verdad, me sorprendí hasta yo. Pasé de burlarme de él a preocuparme en unos segundos y los dos pensamos lo mismo, que sería porque tenía hambre. Cuando entré en la cocina me cabreé de sobremanera, Luffy se había comido mi comida, la de Chopper, se estaba comiendo la de Usopp y estaba cogiendo los platos de Franki y Brook para engullir la comida, porque eso era lo que hacía.

-¡Luffy, sal de la cocina ya!-Le grité cabreadísimo.

-Pero...tengo hambre...-Contestó haciendo un pucherito.

-¡Me da igual! ¡Te has comido casi toda la comida que había! ¡Sal de la cocina, y esta tarde te quedas sin merendar!

-Lo siento...-Dijo bajando la cabeza.

-Esta vez te has pasado, Luffy.-Habló mi pelirroja.-Parece que si no están Sanji y Zoro para controlarte no hay quien te pare...

-Está bien...-Habló el chico de goma.-Me voy de la cocina...¡Pero no me pienso quedar sin merendar.-Hizo otro pucherito.

-Ya veremos.-Dije mientras me ponía a cocinar otra vez.-Si te portas bien y mi cabreo disminuye puede que tengas suerte.

El pequeño salió de la cocina, y minutos después, cuando ya estaba acabando de hacer la comida, entró el Marimo. Estaba pensando en las palabras que había dicho mi pelirroja, era cierto que ese cabeza de alga y yo hacíamos buen equipo, también disfrutaba peleando con él y sacándolo de quicio, pero no era gay, eso lo tenía muy claro.

-¿Queda comida, cocinero?-Me preguntó, al parecer, intentando no ser brusco.

-Espera un momento que estoy acabando de cocinar.-Me enfurecí de nuevo al recordar lo que había hecho el inútil de nuestro capitán. Las chicas ya se habían ido, pues habían sido las únicas que habían podido comer. Los que habían en la cocina se habían sorprendido un poco, ninguno de los dos había usado el típico tono de pelea con el cual nos comunicábamos, aunque ninguno de los dos cayó en eso.

-Tienes suerte de haber podido comer.-Le dije reflexionando un poco sobre lo que había pasado.-Y en parte también tienes la culpa, si hubieras venido no hubiera tenido que ir a darte la comida y Luffy no habría engullido toda la que había aquí.

-Claro, y si yo no fuera un hombre de palabra, esto no habría ocurrido.-Me contestó haciendo que los otros chicos, que hasta ahora conversaban alegremente se callaran intentando comprender esas últimas palabras.

Le miré fijamente intentando no echarle la culpa de todo, pero lo único que conseguí fue que se acabara la comida que acababa de repartir con una velocidad impresionante y que saliera corriendo de la cocina rojo como un tomate. Realmente ese idiota se había enamorado completamente de mi. A decir verdad me gustaba esa sensación, pero estaba confuso. Normalmente le habría pegado una patada en la cabeza y lo habría sacado de allí sin dejarle repetir, pero en vez de eso, había razonado con él como si fuera cualquier otra persona de la banda, con palabras.

-"Supongo que nuestra relación ya no volverá a ser igual."-Pensé.-"No puedo evitar tratar bien a las personas que me quieren."

Usopp y Chopper también estaban confusos porque no sabían que pasaba, pero Brook y Franki se hacían una idea, supongo que al ser mayores lo notaron en seguida. Entonces fue cuando me puse nervioso, si esos dos bufones se habían dado cuenta, mi adorada Robin-chuan también lo habría hecho. No me agradaba nada esa idea, sabía que mi chica era lo suficientemente inteligente como para saber que no me gustan los hombres, pero igualmente estaba un poco incómodo.
Esperé a que los que quedaban acabaran de comer y me encerré en la concina cabreado. Esos dos idiotas no habían parado de cuchichear, mirarme y reír, ya no lo soportaba. Entonces volvió el marimo, y eso fue la gota que colmó el vaso, el pobre había aparecido en el peor momento.

-Oi, cocinero.-Entró por la puerta.-¿Queda sake?

-¿¡Quieres dejar de venir a molestarme a cada minuto!?-No se esperaba esa reacción, por eso se quedó en blanco.-¡Estoy hasta los cojones ya de ti!

-Lo...lo siento.-Fue lo único que dijo antes de desaparecer de la cocina con la cara ensombrecida, casi parecía que iba a llorar. Entonces me di cuenta de que había sido demasiado duro con él por algo de lo que no tenía la culpa, porque...uno no elige a quien amar. Iba a salir de la cocina y pedirle disculpas, pero entonces algo imprevisto sucedió haciendo que el barco se tambalease.

Notas finales:

Ya sé, ya sé, Sanji es un cabroncete pero no os preocupéis ¿si? ^^

Digo demasiado eso xD

Pues nada, Alessa, aquí tienes tu capítulo así que a escribir! ^^

Espero que os haya gustado. 

Para alguna crítica, comentario o cualquier cosa dejen revews, se lo agradeceré ^^


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