Hermano, te amo
Introducción a la vida de dos hermanos
El amor de dos jóvenes es un amor puro y sincero, sin nada de malicia ni malas intenciones. Las personas que pueden conservar esa clase de amor por mucho tiempo son los únicos que en realidad son felices conforme pasan los años.
Tiempo atrás, existió una pareja de jóvenes que tenían esta clase de amor, cuando estaban juntos irradiaban un aura de amor y ternura que hacía que todo aquel a su alrededor sintiera envidia, pero aquella envidia que no es mal intencionada, al contrario, las personas sentían envidia en la que terminaban deseándoles que siempre fuesen así de felices.
El tiempo pasó y ambos jóvenes se graduaron del instituto y se fueron a diferentes universidades estudiando diferentes carreras, sin embargo, siguieron adelante con su relación, viéndose cada fin de semana para salir a hacer diversas actividades.
Con el paso del tiempo, ellos terminaron sus carreras y comenzaron a trabajar, para entonces, su relación era por demás estable y no se había vuelto una rutina o algo monótono.
Decidieron casarse a los pocos meses de haber empezado a trabajar y sus familias no pusieron ninguna clase de oposición, pero para entonces ellos escondían un secreto, algo muy bien guardado que solo ellos dos conocían y que con el tiempo darían a conocer a los demás.
El día anterior a la boda fueron las despedidas de solteros de ambos y el chico terminó tan borracho que ni siquiera recordaba lo que había hecho aquella noche.
Al día siguiente, el despertó en un cuarto de un motel, sin ropa y con una nota que decía, gracias por lo de anoche.
Sintió como su cuerpo se helaba al leer la nota y darse cuenta de la situación en la que se encontraba y su mente se llenó de remordimiento.
Volteó a ver la hora que marcaba el reloj, 10:50, se le había hecho tarde, debía estar en su casa a las 12:00 con el traje puesto y listo para casarse, para casarse con el amor de su vida y para revelar frente a su familia aquel secreto que ambos guardaban recelosamente.
Tomó su ropa que se encontraba esparcida por todo el cuarto y salió huyendo rumbo a la casa en la que vivía.
Arribó, se vistió, llegaron los invitados y el padre que los casaría y él se encontraba tan normal como siempre, lo mejor sería fingir que todo estaba bien.
Su novia llegó tarde al enlace matrimonial, pero al verla al final del pasillo vestida de blanco con un precioso peinado y esa radiante sonrisa, el chico se olvidó de que lo que había pasado antes y solo se concentró en ella, sentía que se había vuelto a enamorar como años atrás, con la misma intensidad al solo verla.
La ceremonia comenzó y para el momento en que el padre pronunció la típica frase Si hay alguien que se oponga que hable ahora.
En aquel momento, se escuchó un balazo proveniente de la pistola de una chica que estaba parada al final del pasillo con el rostro cubierto y que después se hechó a correr en sentido contrario para no ser atrapada.
La bala había sido dirigida hacía la novia y le había dado justo a la mitad del cráneo cayendo al instante soltando ríos de sangre desde su cabeza.
El chico no supo cómo reaccionar, quedó en estado de shock, la mujer de la que estaba enamorado estaba ahí tirada en sus brazos con la sangre brotando de su cabeza por culpa de la bala que casi la había atravesado completamente.
Todo el mundo se preguntaba quién pudo haber disparado aquella bala pero nadie le dio mucha importancia a quien lo hubiese hecho por el momento lo importante era salvar a la pobre muchacha herida.
La ambulancia llegó rápidamente llevándosela al hospital para que fuera operada de urgencia.
Sus familiares y el chico se dedicaron a esperar en la sala correspondientes, todos estaban muy nerviosos y la madre de la niña estaba llorando a más no poder.
Fueron horas de incertidumbre hasta que el médico salió anunciando lo que había acontecido en aquel quirófano, la chica había muerto.
Su madre y su padre se soltaron a llorar y después de unos momentos se acercaron a aquel chico diciéndole unas crueles palabras por tu culpa ella esta muerta, dieron media vuelta y se retiraron de aquella sala para arreglar los asuntos correspondientes.
Una silenciosa lágrima se deslizó por la mejilla del chico, ¿Por qué era su culpa? El no había disparado el gatillo.
Se encontraba realmente destrozado y no sabía qué hacer, fue repudiado por todos sus conocidos y familiares ya que todos le echaban la culpa de la muerte de su gran amor, cuando el no había tenido nada que ver.
Al haber muerto ella, el decidió que lo mejor era acompañarla, intentó suicidarse varias veces, pero siempre terminaba igual, sobreviviendo, al parecer, aún le faltaban cosas por hacer en este mundo y por eso era que dios no lo dejaba morir y él solo lograba terminar en una cama de hospital con fuertes lesiones que le dolían pero nada mas grave.
Conforme fue pasando el tiempo, admitió la realidad y siguió adelante con su vida.
Un año mas tarde terminó por casarse con una de buena posición socioeconómica.
Al poco tiempo, el matrimonio ya tenía dos hijos.
Jung Yunho y Jung Jae Joong.