Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mercyful Fate por carina_mew12

[Reviews - 113]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

ándala! xD después d casi un año sin hacerle caso a esye pobechito fic, al fin les traje el capi 14, un capi totalmente nuevo y recién salido del horno...

weno, como no quiero hacerles esperar más, aquí tienen su capi... nos leemos abajo...

14. Promesas, Amenazas y Decepciones

La interrupción de Luffy no pudo haber llegado en mejor momento. Sanji se dejó arrastrar fuera de la habitación y, siendo guiado por el menor, terminó en la cocina. Tomó los ingredientes para la cena junto con sus utensilios de cocina y se dispuso a empezar… pero algo se lo impedía, algo dentro de su pecho lo asfixiaba y le robaba las fuerzas poco a poco

- ¿Sanji?- le llamó el pelinegro- ¿por  qué lloras?- las palabras del menor le hicieron despertar; con la manga de su chaqueta retiró las lágrimas de su rostro y dibujó una sonrisa

- es sólo la cebolla- se excusó el rubio, intentando volver a su labor

- pero aún  no la cortas…- dijo extrañado el otro

- Luffy, necesito algo de pescado, ¿crees que podrías…?

- ¡¡CARNE!!- gritó emocionado, tomando su caña de pescar y saliendo de la casa rumbo al río.

Sanji suspiró aliviado al fin. Con el pequeño distraído un rato, se dedicó a continuar con la preparación del desayuno, mas había algo que aún no  le dejaba concentrarse…. Roronoa Zoro. Después de lo que le había dicho no podría verlo siquiera a la cara, ¿cómo estar cerca de él ahora?... con un profundo suspiro,  encendió uno de sus cigarrillos; cerró los ojos y dejó que toda su atención se concentrara en el sabor del tabaco que llenaba su boca.

Por un momento se olvidó de todo, como si el humo que escapaba por sus labios se llevase todos sus problemas… hasta que abrió los ojos de nuevo. Zoro estaba de pie en el umbral de la cocina, contemplándolo fijamente; el rubio le dio la espalda y siguió con sus labores, creyendo que si lo ignoraba, el marimo se iría… pero se equivocó. Apenas unos segundos después, puedo escuchar los pasos del peliverde adentrándose en la cocina; tanto sus manos como el resto de su cuerpo comenzaron a temblar conforme escuchaba al otro acercarse… después de todo lo que le había dicho, ¿por qué Zoro seguía molestándole? ¿Por qué era tan persistente?

- joder…- murmuró el cocinero, clavando el cuchillo que sostenía en el mueble. Apretó sus puños con rabia y se dio la vuelta, dispuesto a decirle al otro un par de sandeces para que lo dejara en paz, mas Zoro fue más rápido y pronto apresó las muñecas de Sanji con sus manos mientras unía sus labios- mari… mnnn…- ni siquiera tenía un segundo para reclamar, el peliverde le devoraba los labios  con desesperación, dejándole respirar apenas. La presión que las manos del moreno ejercían sobre las suyas comenzaba a lastimarle, y aunque intentaba alejarse de él, no podía…

“…Así no…”

El peliverde se las ingenió para sujetar las manos del cocinero con una sola mano sobre su cabeza, mientras la otra exploraba parsimoniosamente el cuerpo del rubio. Éste se estremeció por el repentino contacto e intentó zafarse con más vehemencia que antes… sus súplicas morían en la boca de su contrincante y sus esfuerzos no parecían dar frutos; no podía hacer más que rogar porque parase, pero el otro realmente parecía no querer parar. Después de un forcejeo constante, ambos terminaron en el suelo, quedando el espadachín sobre Sanji; con ayuda de su única mano libre y las tremendas fuerzas que poseía, Zoro terminó por desgarrar la camisa del cocinero, poniendo a éste en alerta…

“… Así no…”

Los labios del moreno al fin se separaron de los de Sanji, bajando hasta su torso desnudo, donde su lengua se paseó antes de que sus dientes marcaran la perfecta piel del cocinero; los gritos del otro no llegaban a sus oídos, lo único que tenía Zoro en mente era marcar ese delicioso cuerpo como su propiedad, aun si tenía que hacerlo a la fuerza…

- ¡YA BASTA, ZORO!- un recio golpe justo en su mejilla izquierda logró hacer que el recién nombrado parase. Se llevó una mano al rostro, recogiendo con sus dedos la sangre que acababa de brotar de su boca mientras su mirada bajaba hacia el rubio… y fui ahí cuando se dio cuenta de lo que estuvo a punto de hacer; Sanji aun mantenía el puño con el que lo había golpeado cerrado y en el aire, su semidesnudo cuerpo, marcado en diversas partes por los dientes del espadachín, no dejaba de temblar, y su rostro, humedecido por el llanto, le miraba con rabia…

- Sanji, yo…- el peliverde se levantó del cuerpo del cocinero, maldiciéndose internamente por no saberse controlar, por dejar que su enojo lo dominara. Se puso de pie y retrocedió un poco- lo siento, perdóname…- salió de la cocina lo más rápido que pudo, aterrado por aquello en que se había convertido…

*******************************

En algún otro lugar muy lejos de ahí…

- ese maldito Smoker…- hablaba Crocodile más para sí que para sus subordinados. Golpeó con furia su escritorio, haciéndole un gran boquete a la madera, y se puso de pie, paseándose entre los hombres que estaban presentes, quienes no dejaban de temblar

- ¡lo sentimos mucho, jefe!- dijo el vocero del grupo con una reverencia- ¡ese hombre apareció de la nada, no pudimos siquiera reaccionar a tiempo!

- bastardos inútiles, tenían a puños de fuego acorralado y aun así lo dejaron escapar- los presentes retrocedieron por instinto- Miss All Sunday- pronunció el hombre- ¿le recuerda a estos sujetos cuáles son las reglas de esta organización?

- la primera, nunca traicionar al jefe- dijo la bella morena acomodándose el cabello con una mano- y la segunda, todo fallo tiene un castigo…

Con el chasquear de los dedos de Crocodile, un hombre alto y corpulento entró a la sala, armado de dos filosas espadas; tras él estaban dos hombres más, cargando cada uno un bate de hierro.

- Mr. 1, sabes lo que hay que hacer- el hombre asintió y batió su par de katanas, atacando a los presentes, quienes ni siquiera podían escapar debido a las heridas que Smoker les había causado. Los gritos y la sangre inundaron el lugar acompañados del crujir de los huesos de las pobres víctimas; los miembros cercenados rodaron por el piso, dejando el lugar hecho una verdadera carnicería. Mis All Sunday sacó un pañuelo y con éste limpió la mejilla de Crocodile, la cual había terminado salpicada con sangre

- la basura ha sido eliminada, Mr. 0- anunció el tipo más grande, llevándose una mano al pecho en señal de respeto

- retírense- con sus armas y ropas teñidas de sangre, los tres hombres se marcharon. Crocodile regresó hasta su escritorio y se sentó tras él- estoy harto de esto, Miss All Sunday- la chica se colocó tras él, masajeando sus hombros- sólo tengo a una manada de simios como subordinados, no pueden hacer nada bien…- encendió uno de sus puros y echó la cabeza hacia atrás- ¿qué es lo que sugiere?- preguntó a la chica

- lo único que ha hecho es desplegar matones sin una estrategia, Mr. 0- habló la sabia mujer- ha dejado que el miedo se apodere de usted y ha terminado desperdiciando sus energías…- la chica fue hasta el escritorio y se sentó sobre él, cruzando las piernas- capturar a ese hombre es realmente sencillo. Conteste esto, ¿por qué ese chico se entrometió en su camino?

- quería salvar a esa mujer- la morena ensanchó una misteriosa sonrisa, y con ello, el mensaje llegó a su jefe- así que… una mujer…

****************************

Algunos días más tarde…

- [[ese cabrón…]]- maldecía internamente Ace mientras conducía su auto- [[primero me folla y luego desaparece como si nada, ¿qué diablos le pasa?]]- sujetó con más fuerza el volante, sintiendo su rostro abochornándose con aquel recuerdo. Desde aquella vez que estuvo con Smoker, no había podido sacarse al mayor de la cabeza; pensó que lo mejor era fingir que nada había sucedido, pero al poco tiempo el comandante regresó a Whiskey Peak, sin decirle palabra alguna, y eso, de alguna forma, le hacía enfadar.

Todos los sentimientos que nacían en él se calmaron cuando, a lo lejos, logró divisar la Villa Fucsia. Redujo la velocidad y comenzó a buscar a la orilla del rio, pues intuía que su hermano estaría cerca, y no se equivocó. Unos metros más adelante, estaba Luffy sentado junto al río, con una caña de pescar en las manos y su mirada azabache fija en el agua. Junto a él, una figura dormía plácidamente, con los brazos tras su nuca y una respiración profunda y constante. No hacía siquiera falta acercarse, sabía que el que estaba junto a su hermanito era Zoro, mas lo que le interesaba saber era el por qué, así que detuvo el vehículo y se bajó de él, llegando hasta los otros dos.

- Luffy…- le llamó el mayor, a lo que el pequeño respondió con rapidez, virándose hacia él con una gran sonrisa

- ¡¡Ace!!- sin soltar su caña de pescar, el menor dio un salto hacia los brazos de su hermano, pegándose a su cuerpo- ¡¡Ace, volviste!!

- te dije que lo haría, ¿no?- acarició los oscuros cabellos del más joven y lo apartó con suavidad- por cierto, ¿qué hace Zoro aquí? Debería estar en cama…

- dijo que se sentía mejor. Últimamente viene mucho a pescar conmigo

- ¿ah, sí?- la mirada del pecoso se centró en el espadachín, quien, al parecer, no se había percatado de que estaba ahí. No pudo evitar una sonrisa… y pensar que toda su vida cambió justo en ese instante…

--Ace Flash Back—

Cuatro años atrás…

- tks- chasqueó molesto la lengua, cruzando los brazos mientras el resto de su cuerpo se hundía en el asiento del auto- no quiero ir…

- no pregunte si querías o no, mocoso- respondió el anciano al volante sin mirar al chico sentado junto a él- vas a ir y punto. Es un caso importante, y si quieres convertirte en un buen oficial, tienes que estar ahí…

- no quiero ser un oficial, maldito viejo- los reclamos de Ace fueron callados por un fuerte golpe en la cabeza cortesía de su abuelo. El pelinegro gruñó una vez más, sobándose su dolorida cabeza mientras veía por la ventana; sabía que rehusarse no servía con aquel anciano, después de todo, Garp siempre imponía su voluntad valiéndose de cualquier medio, especialmente la fuerza bruta

- llegamos- anunció Garp, deteniendo el auto. Ambos bajaron del vehículo, reuniéndose con otros agentes frente al lugar donde, supuestamente, había atacado uno de los hombres de Crocodile- registren el lugar- ordenó, a lo que sus hombres se dispersaron- tú también, mocoso…

- ya voy- respondió de mala gana, caminando hacia lo que parecía una tienda. Esquivando a los demás agentes, observó con cuidado el lugar, el cual estaba adornado con katanas de diferentes épocas.

- ¡encontramos a alguien!- a la voz de uno de los agentes, los demás se reunieron en un pequeño cuarto, de donde sacaron a una chica peliazul, quien gritaba asustada.

Ace se alzó de hombros, no era realmente de su interés, por lo que siguió vagando por ahí. Después de un rato, llegó a un dojo, en donde encontró rastros de sangre en la entrada. La curiosidad pudo con él, por lo que abrió la puerta, encontrándose con un espectáculo demasiado terrorífico como para ser verdad; tres cuerpos mutilados yacían en el suelo cubierto de sangre junto a cinco espadas…

- ¡oi, viejo!- gritó el pecoso antes de entrar a la habitación. Procurando no tocar más de lo necesario, Ace analizó los cuerpos uno a uno; un hombre mayor, una chica y un joven. Miró los cuerpos con lástima antes de cerrar los ojos y se quitarse el sombrero en señal de respeto hacia los recién fallecidos… hasta que sintió algo aprisionar su pie. Abrió los ojos con espanto, encontrando una mano ensangrentada asiéndose a su tobillo…

- K… Kuina…- murmuró el chico antes de perder la conciencia

- ey, chico…- después de recuperarse de su inicial sorpresa, Ace se agachó a revisar sus signos vitales, comprobando que el joven seguía milagrosamente con vida- ¡Viejo! ¡VIEJO!- empezó a gritar con más desesperación hasta que su abuelo llegó junto a otros agentes a asistirlo

**************************

“Quédate con él hasta que despierte” fue lo que le ordenó Garp antes de marcharse, pues aun tenía asuntos pendientes que atender. A diferencia de muchas otras veces, Ace aceptó sin reproches, quedándose junto con la chica que habían encontrado cuidando del peliverde en el hospital. Llevaban casi un día entero vigilando al herido cuando éste despertó. Al principio parecía desorientado, pero conforme empezó a reaccionar, el peliverde perdió el control; se arrancó los aparatos que tenía conectados a su cuerpo y se puso de pie, reabriendo sus heridas.

- ¡¿qué haces?!- el pelinegro lo empujó contra la cama, obligándolo a recostarse- ¡estás gravemente herido, ¿a caso quieres morir?!

- Zoro…- murmuró la chica, abrazando la katana que sostenía- cálmate, por favor…- sus gafas se empañaban con sus lágrimas, las cuales bajaban lentamente por su rostro

- ¡¿dónde está Kuina?!- gritó alterado el peliverde. Al recibir la negativa silenciosa de la chica, dejó de poner resistencia, dejando que el dolor saliera a través de sus ojos. Ace lo soltó, sin saber qué hacer para animar a ambos… de alguna forma, ese chico había logrado conmoverle hasta el punto de querer llorar junto con ellos, pero logró tranquilizarse y salió de la habitación para hacer una llamada.

************************

Lo único que el peliverde dijo durante el interrogatorio fue su nombre. No hablaba ni miraba a nadie, ni siquiera a su amiga; intentaron animarle de todas las maneras posibles, mas nadie lo lograba… estaba perdido en su mundo, en su dolor. El médico recomendó alejarlo de todo objeto de estrés, de cualquier lugar que le recordara su desgracia, por lo que Zoro terminó en casa de Ace y Luffy. Tomó bastante tiempo, pero con ayuda de los hermanos, el peliverde comenzó a hablar de nuevo, a divertirse… a sonreír.

Fue precisamente aquella sonrisa la que terminó por atrapar al mayor de los hermanos D.; cuando se dio cuenta, su corazón palpitaba enloquecido con la simple presencia de Zoro y esa inexplicable necesidad de mantenerlo sonriendo se hacía cada vez más grande... lentamente se percató de lo que sentía por el peliverde, de que lo necesitaba a su lado… de que lo amaba.

Un día, después de una noche de copas, Zoro le contó todo a Ace, quien, sin dudarlo siquiera, se comprometió a ayudarle a capturar al hombre que le había arrebatado todo. Garp se sorprendió cuando escuchó a su nieto decirle que quería ser un oficial, pero se sorprendió aun más cuando Zoro y Tashigi le pidieron lo mismo. Sabiendo que no sólo estarían a salvo, sino que también podrían aprender mucho de él, el comandante de Arlong Park envió al peliverde y a la chica a Whiskey Peak, donde estaba su pupilo de más confianza… Smoker…

 --End Flash Back—

- Ace, ¿esta vez te quedarás más tiempo?- preguntó sorpresivamente Luffy, trayendo al mayor al presente- ¡podemos dormir juntos y…!

- lo siento, Luffy. Tengo cosas que hacer en Arlong Park, y Sanji y Zoro tienen que venir conmigo- el más joven bajó la mirada, desilusionado- pero mientras yo esté fuera, tú puedes preparar las maletas…

- ¿maletas?- dijo confundido- ¿qué maletas? ¿Iremos de viaje?

- no precisamente. El viejo…- se detuvo un momento- el abuelo…- corrigió- ha ordenado mi transferencia a otro departamento y quiere que tú vayas conmigo

- ¿en verdad? ¿Podemos vivir juntos de nuevo?- después de la afirmativa del mayor, Luffy volvió a abrazarle con más emoción que antes. De pronto, algo empezó a tirar de su caña de pescar, tensando el hilo y desenrollándolo- ¡¡pico uno!!- exclamó efusivo el pequeño. Ace soltó a Luffy, dejando se concentrara en atrapar a su presa. Al escuchar su grito, Zoro abrió un ojo, mirando primero al pequeño y luego al pecoso

- hola- saludó Ace con un ademán, sentándose al lado del peliverde- ¿a caso es muy difícil seguir una orden médica? Deberías estar descansando…

- eso hago- Zoro volvió a cerrar su ojo- ¿por qué Garp ordenó tu transferencia tan repentinamente?

- fue todo a causa del incidente de hace una semana

- ¿cuando irrumpieron en Mr. Five?- esta vez, el espadachín abrió sus dos párpados- pensé que no habías salido herido en esa ocasión- señaló al ver que, en algunas partes de su cuerpo, Ace tenía algunas cicatrices

- no… no realmente- puños de fuego se tomó un tiempo para ordenar sus ideas y seguir con su narración- fue poco después, los hombres de Crocodile me emboscaron y así resulté herido. Supongo que el viejo está preocupado por Luffy y por mí, así que ha ordenado mi transferencia… pero primero tengo que llevarlos a Sanji y a ti a Whiskey Peak…

- ¿a dónde te transferirán exactamente?

- aun no lo sé, pero el viejo dijo…

- ¡¡MIRA ACE, ES ENOORME!!-  interrumpió Luffy, con el pescado aun retorciéndose entre sus manos- ¡¡se lo llevaré a Sanji para que lo cocine!!- y sin decir más, el pequeño corrió hacia la casa.

- deberíamos irnos también- Ace apoyó sus brazos en el suelo para levantarse, mas el otro se lo impidió- ¿qué ocurre?

- renuncio

- ¿eh?- parpadeó confundido un par de veces, procesando qué había tras esa palabra- ¡no puedes!- exclamó de improviso el pelinegro- ¡estás por resolver el caso! ¡Estás a unos cuantos pasos de encontrar a Crocodile, sólo hay que hacer que Sanji…!

- no me refiero a eso- introdujo una mano en su haramaki y de ella sacó su arma y su identificación- renuncio…

- ¿por qué?

- soy un pésimo oficial…-su semblante se tornó sombrío- jamás quise lastimarle…

- ¿de qué hablas?- el peliverde sólo le miraba serio, dándole a entender que no hablaría sobre ello, y que, dijera lo que dijera, no cambiaría de opinión. Con un largo suspiro, Ace se puso de pie- de todas formas, si realmente quieres hacer eso, tendrás que hablar con Smoker…

******************************

- ¿ya está listo?- el pequeño Luffy salivaba exageradamente mientras veía su recién pescada presa freírse en el sartén

- espera un poco más- pidió amable el rubio. Al poco rato, escuchó la puerta principal abrirse y a la cocina entraron Ace  y el marimo; los miró por unos instantes antes de regresar su vista a la estufa, restándole importancia a la presencia de los otros dos…

- por cierto, Zoro- habló puños de fuego, sentándose a la mesa junto con el recién nombrado- si realmente vas a renunciar…- el rubio pareció cobrar interés en lo que decían, pues dejó de cocinar y se centró en escucharles- ¿te gustaría volver a vivir con Luffy y conmigo?

Continued…

 

Notas finales:

o3o bueeeno, como siempre, espero que les haya gustado; siéntanse libres de expresar sus sentimientos en un review xD

YA SANJI; DILE ALGO AL MARIMO, POR DIOS!!! q mira q te lo quitan!!!

y tú Smoker, será mejor q t responzabilices de lo que le hiciste a Ace y de ese hijo q espera!!... ok, .__. esa última parte fue un desvarío mío, no le hagan caso xD

ummm.... yo quiero ser cmo Robin cuando crezca!!! xDDD

weno, me despido, no sin antes agradecerles por su infinita paciencia y por leer esta historia

matta ne!!

P.D. ^^ Gin-chan, no te desanimes!!!

P. D. P. D. Zoro-swan, te amo!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).