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Mercyful Fate por carina_mew12

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Notas del capitulo:

ya les traje el capi de hoy, así q alégrense

no lo he subido antes porq estaba esperando a q s m acumularan más reviews

bueno, les dejo el capi 4, nos leemos abajo:

4. De Escapes y Recompensas

Mientras lo recostaba en el lecho, el espadachín notó el exquisito olor que desprendía Sanji… tenía un aroma dulce y refinado, como el más delicioso de los postres…

Se sentó junto al rubio y se inclinó sobre él, hundiendo su cabeza entre la comisura que se formaba en el cuello del otro, aspirando profundamente… era un aroma realmente delicioso acompañado de una reconfortante calidez. Posó sus labios en la nívea piel, suave y cremosa… y sin poder resistirse, pasó su lengua por aquella extensión de piel, degustándola mientras dejaba un húmedo camino al ir ascendiendo por ella…

- ¡¡¡¡waaaaaaa!!!!! ¡¡¡Yo no hice nada!!!- gritó de pronto cuando escuchó un fuerte ruido, apartándose de Sanji. Al darse cuenta de que lo que sonaba era su teléfono, suspiró aliviado- ¡Comandante Smoker!- respondió alterado- no… nada… ¡no digas estupideces, claro que no actúo extraño!- se llevó la mano al pecho y fue  hasta la ventana, asomándose hacia afuera por entre las cortinas- no, nadie nos siguió…- comenzó a pasearse por la habitación mientras hablaba, sintiendo un nudo en la garganta cada vez que miraba hacia su cama.

En cuanto terminó la llamada suspiró pesadamente, regresando su vista al rubio, ¿a caso acababa de lamer a Sanji porque se le hizo… apetitoso? (N/A XD en otras palabras, se le antojó) Su rostro enrojeció y sacudió la cabeza en negativa, no, eso no podía ser cierto… ¡sus sentidos lo estaban traicionando! ¡Él sólo…. sólo tenía hambre! Después de todo, no había probado bocado en todo el día; ¡Sí, seguramente era eso! ¡Un desliz causado por la falta de comida y el aroma de ese maldito cocinero!

Tragó saliva y volvió a acercarse al otro, quitándole los zapatos y la chaqueta y cubriéndole con una manta. Un ligero gemido escapó de los labios de Sanji seguido de un leve movimiento que dejó aún más expuesto su cuello… Zoro prefirió darse la vuelta y salir de ahí; necesitaba comer algo con urgencia y quizá, sólo por esa noche, era mejor dormir en el sofá…

*******************************

“… Aún no se sabe quiénes fueron los responsables del tiroteo en el Restaurante Baratie. No se reporta dinero robado, por lo que se declaró un intento de asalto. Las 16 víctimas, entre ellas el dueño del restaurante, ya están siendo debidamente atendidos; afortunadamente no hubo bajas… las autoridades…”

Bufó molesto mientras apagaba el televisor. Se quitó el abano de la boca, y literalmente lo partió con sus manos; estaba furioso.

- quiero a esos cretinos aquí, ¡Ahora!- dijo en grave voz, dirigiéndose a la chica que siempre le acompañaba. Ésta no respondió, simplemente salió de la oficina de su jefe y al poco rato regresó con dos hombres- déjanos solos- le ordenó a la mujer; la chica hizo una sutil reverencia y salió del lugar.

- ¿Que… quería vernos, Mr. Crocodile?- preguntó uno de los hombres, sumamente asustado

- ¿me pueden explicar por qué ese hombre aún no está muerto?- cruzó sus manos y las colocó sobre la mesa, mirando a los sujetos gélidamente

- no estaba en el restaurante, Señor- respondió el otro, tratando de salvar sus pellejos

- ¡¿y por qué diablos no se aseguraron de eso primero antes de armar un escándalo?!- se puso de pie de pronto, golpeando el escritorio con sus puños

- ¡Lo sentimos mucho, Mr. Crocodile!- exclamaron los dos al unísono, poniéndose de rodillas frente a su jefe

- ¿saben cómo me llaman, cierto?- comenzó a caminar lentamente por el cuarto, dirigiéndose al par de hombres- Soy el Rey del Bajo Mundo; y como su rey, no puedo permitir las fallas…- sacó un arma de su enorme abrigo y le apuntó a sus subordinados

- ¡por favor Mr. Crocodile, no nos mate!

- ¡haremos lo que nos pida, pero por favor…!- se escuchó el primer disparo. La bala atravesó el cráneo de uno de ellos, haciendo sus sesos estallar y matándolo al instante

- ¡¡no lo haga, Mr. Crocodile!!- suplicaba el otro tipo lloriqueando cual bebé, aferrándose a los pies de su jefe- ¡¡deme otra oportunidad!!- Crocodile sonrió burlón y pateó al hombre, alejándolo de él. Cargó el arma y le disparó en la entrepierna, sacándole un grito desgarrador al pobre hombre.

- si logras ponerte de pie, te daré otra oportunidad…- con lágrimas en los ojos y piernas temblorosas, aquel sujeto se puso milagrosamente de pie, sonrió por un instante al ver que lo había logrado- bien, bien. Ahora quédate ahí 15 segundos y lo habrás logrado- subió su manga y miró su reloj- 15… 14… 13… 12… 11… 10… 9…- el dolor era insoportable-… 8… 7… 6… 5… 4…- no pudo sostenerse más, cayó de rodillas al piso- oh, qué lástima, te faltó tan poco…- le pateó en la entrepierna, haciéndole retorcer de dolor nuevamente. Disparó un par de veces en su pecho, suficiente para herir al hombre de gravedad, pero no para matarlo- ahora desángrate y muere, como el perro que eres…- se carcajeó sonoramente, regresando a su escritorio. Abrió uno de los cajones y sacó uno de sus puros; lo encendió y miró cómo el hombre se desangraba en el piso hasta perder la vida…

**********************************

- ¿en dónde estoy?- se preguntaba Sanji mientras veía a su alrededor. A pesar de que las cortinas no permitían la libre entrada de los rayos del sol, veía lo suficiente como para saber que no estaba en ningún lugar conocido. Hizo memoria de lo último que hizo antes de dormirse, recordando al fin que estaba en la denominada Base 3, el apartamento del peliverde.

Se levantó de prisa, no se permitiría ni un minuto más en la alcoba de otro hombre, simplemente no lo soportaba. Buscó sus zapatos y su chaqueta y salió del cuarto; justo cuando cerraba la puerta escuchó un fuerte ruido, lo que, indudablemente, despertó su curiosidad. Recorrió el lugar, buscando el origen de aquel ruido, pero su atención fue atraída hacia una fotografía que adornaba la chimenea de la sala; en ella estaban el peliverde cuando era pequeño, unos 10 años tal vez, y dos pequeñas de cabello azul, seguramente gemelas, pues su parecido entre ellas era impresionante, lo único que las distinguía eran unas gafas rojas que tenía una de ellas, que reconoció enseguida como Tashigi, pero, ¿quién era la otra pequeña?

Volvió a escuchar aquel fuerte ruido, por lo que se apartó de la chimenea y siguió examinando el lugar. El apartamento era más limpio de lo que imaginaba, incluso estaba adecuadamente decorado considerando que era el apartamento de aquel tipo. Siguió caminando hasta que encontró el origen de aquel ruido, era un gimnasio, pero no uno cualquiera, había enormes pesas y varias máquinas de ejercicio, y ahí estaba el peliverde… levantando una enorme pesa y sacudiéndola en el aire como si fuese una pluma. Zoro se encontraba de espaldas, sin camisa y haciendo alarde de su descomunal fuerza. Todos los músculos de su trigueño cuerpo se tensaban más con cada movimiento, haciendo perlar el sudor por él.

Sanji se quedó de pie junto al umbral de la entrada, como hipnotizado, mirando al espadachín ejercitando su grandioso cuerpo… el peliverde bajó la pesa, haciendo un estruendoso ruido, sin duda era el mismo ruido que el rubio escuchó antes.

- ¿vas a quedarte ahí mirándome todo el día?- la voz del moreno lo tomó por sorpresa. Zoro se dio media vuelta, dejando a la vista de Sanji la enorme cicatriz que atravesaba su pecho. Arqueó una ceja al no recibir respuesta- oye, te estoy hablando…- cruzó sus brazos sobre su pecho, cubriendo en parte la cicatriz que lo atravesaba

- ni quien quisiera mirarte, marimo idiota- respondió irritado, no tanto por lo que le había dicho el espadachín, sino porque se había descubierto a sí mismo admirando el cuerpo de otro hombre. Jamás en toda su vida se había detenido a mirar siquiera a otro hombre, ¡y por Dios, no empezaría ahora!- sólo echaba un vistazo al lugar- siguió explicando mientras veía a su alrededor. De pronto se llevó una mano al cuello, recorriendo ese lugar con sus finos dedos

- ¿te… te pasa algo?- inquirió nervioso el peliverde, pues Sanji se sostenía justo en la zona donde había “probado” su piel la noche anterior

- tengo una sensación rara en el cuello- dijo indiferente. En cambio, Zoro se tensó más, ¿habría notado algo de lo de anoche?- por cierto, ¿no se supone que Tashigi-swan te había colocado una venda?- recordó el rubio, viendo la leve herida a un costado del peliverde

- no la necesito

- como sea….- suspiró- … me voy a casa…- anunció dando media vuelta, pero su huída fue frustrada cuando una filosa katana se interpuso en el camino, apenas y logró esquivarla- ¡¿estás loco?! ¡Casi me matas!- reclamó el rubio volviendo su mirada al peliverde

- terminarás muerto si sales de aquí- habló serio

- no me vengas con amenazas- apartó la espada y siguió su camino, pero el peliverde volvió a interferir, esta vez clavando la espada en la pared y acorralando al rubio entre la hoja de la katana y el brazo libre del espadachín, quedando éste frente a él- ¡déjame pasar marimo de mierda!

- Zoro…- dijo el otro- me llamo Roronoa Zoro…- el rubio se quedó en silencio, apenas se daba cuenta que no conocía el nombre de ese tipo

- con “marimo” es suficiente para ti- sonrió burlón. Tampoco era alguien importante como para molestarse en aprender su nombre; los únicos nombres que le interesaba saber eran los de las bellas mujeres. Un timbre interrumpió su conversación, siendo el celular de Zoro el que sonaba

- ¿qué quieres ahora?- respondió enfadado, sin apartar la vista de Sanji- sí, parece que está bien… ¿eh?- hubo un breve silencio- bien. Voy enseguida- colgó el teléfono y se acercó más al rubio, inclinándose un poco

- ¡¿qué diablos..?!- lo levantó por la cintura y se lo echó al hombro- ¡¿qué…?! ¡Bájame, maldita sea!- estaba a punto de propinarle una fuerte patada al otro cuando el peliverde apresó sus piernas con uno de sus brazos, impidiéndole moverse con libertad- ¡que me bajes, con un carajo!- hacía lo posible para soltar sus piernas mientras que lo golpeaba con sus manos. Y a pesar de sus esfuerzos y protestas, fue llevado de nuevo a la alcoba de Zoro, quien lo tiró en la cama apenas la tuvo cerca

- tengo que salir. Tú te quedas aquí- se dirigió a la salida, ignorando todo lo que decía el rubio. Cerró la puerta con llave, asegurándose que nadie entrara o saliera del cuarto, y luego abandonó del apartamento…

- ¡¡abre la maldita puerta!!- replicaba Sanji golpeando la puerta con sus puños. Al darse cuenta que gritar no servía de nada, se llevó las manos a los bolsillos del pantalón y sonrió- como si pudieras detenerme con esto…- levantó una de sus piernas, y con una potente patada, la puerta se vino abajo.

El rubio salió del apartamento de lo más tranquilo; no soportaba al peliverde y no pensaba quedarse con él ni aunque su vida dependiera de ello. Además necesitaba ir a su apartamento, pues se había terminado sus cigarrillos y ya iba por el tercer día usando la misma ropa, sin mencionar que estaba hambriento. Eso era lo que necesitaba; un relajante baño, ropa limpia y algo de comida seguida de un buen cigarrillo… con sólo eso podía darse por satisfecho…

***********************************

Y en el Departamento de Policía de Wiskey Peak…

- ¡llegas muy tarde, Roronoa!- le reprochaba Smoker a su subordinado, sin que éste le prestara la debida atención

- sí, como diga- Zoro dio un gran bostezo y estiró sus brazos en el aire- y bien, ¿qué es ese asunto tan importante que no pudiste decírmelo por teléfono?

- ven conmigo- el peliverde siguió a su comandante hasta la sala de interrogatorios. En la pequeña habitación estaba un hombre frente a una mesa, sudando frío y frotando sus manos

- ¿y éste quién es?

- un simple carterista, nadie importante- habló el peliplateado- pero tiene una información muy interesante… repite lo que dijiste hace unos minutos- le ordenó al sujeto frente a la mesa

- M… Mr. Crocodile…- comenzó a decir sumamente inquieto, frotando sus manos con mayor rapidez. En cuanto el espadachín escuchó el nombre, se dio cuenta de lo grave que era el asunto- Mr. Crocodile… ofreció una… recompensa por… este hombre…- hurgó en su bolsillo y de éste sacó una fotografía rota y algo sucia, pero que aún se podía apreciar; se trataba de Sanji- dijo que… daría 15 millones de Berries* a quien le diera información de su localización… o 77 millones si lograban capturarle vivo…  (N/A ¬u¬ ¿a alguien le suenan las cifras?)

- ¿qué te parece?- dijo el peliplateado una vez que salieron del cuarto

- no parecen ser cifras muy altas, considerando que es el más buscado en el bajo mundo…

- ¿no te das cuenta? Lo único que está haciendo es despertar la codicia de esas ratas- miró hacia adentro del cuarto a través de un cristal que no podía ser visto por dentro- en su “oferta” no aparece la recompensa de su cadáver… su objetivo no es matarlo, lo que realmente quiere es saber su ubicación para terminar el trabajo con ayuda de sus hombres o, si la situación lo amerita, con su propia mano

- ese  bastardo…- el peliverde se mordió el labio inferior; ahora había tantos ojos buscando al rubio que ni siquiera estaba seguro de poder vigilarlo

- llévatelo- profirió serio Smoker, sorprendiendo al moreno- huyan de la ciudad; el rumor de la recompensa no ha salido de Wiskey Peak; así que tendrán mejores posibilidades si te lo llevas de aquí

- ¡no seas ridículo!- protestó Zoro- un rumor así no tarda mucho en difundirse incluso en otras ciudades; no importa a dónde vayamos, estará en peligro. Es mejor quedarnos aquí…

- quizá lleves un poco de razón, pero si se quedan en el mismo lugar, será más fácil para Crocodile encontrarlo. Es mejor moverse… - el peliverde suspiró pesadamente; no podía discutir la lógica de su comandante- además, quiero que vayas a ver a alguien…

- ¿a quién?

- te lo diré más tarde. Ve por el chico, prepara todo para su viaje, y en cuanto termines, vas directo a La Base 2…

****************************

Frente a la puerta de su apartamento había una cinta amarilla que tenía la leyenda de “No pasar” en letras negras. Ignoró completamente las señales y abrió la puerta, rompiendo la cinta. Fue hasta la ducha, colocó el tapón de la bañera y dejó que ésta se llenase mientras se desvestía.

Sanji se sumergió en la tina, dejando fuera de la nariz hacia arriba de su cabeza. La espuma resbalaba por su cabello y el vapor saturaba el aire junto con una dulce fragancia proveniente de los aceites de baño que había vertido en el agua. Un pequeño patito de hule se mecía en el agua gracias a las pequeñas olas que el rubio generaba al moverse siquiera un poco; la vista de Sanji permaneció en el pequeño juguete, concentrándose sólo  en los movimientos que hacía mientras surcaba el agua… dejando su mente en blanco…

Ya había perdido la noción del tiempo de cuánto había estado ahí, pero cuando sintió que era el momento indicado, salió de la tina, terminó de ducharse y fue rumbo a su alcoba. Se detuvo en seco en cuanto estuvo frente a su habitación; ahí había encontrado a su querida Vivi… muerta… dudó en entrar, mas al final terminó por ingresar a su cuarto. Simplemente se abstuvo de mirar la escena del crimen y fue hasta su armario; sacó un pantalón y chaleco negros, una camisa naranja y una corbata roja, junto con su ropa interior.

Se vistió en silencio, se puso frente al espejo acomodándose la corbata y prosiguió a peinarse y arreglarse. En cuanto terminó se puso algo de colonia, se calzó los zapatos, y para terminar con su imagen, se colocó unos lentes amarillos. En cuanto se sintió satisfecho con su imagen, salió de su alcoba y fue a la cocina, buscando algo de comer, pero tanto el refrigerador como la alacena estaban vacíos.

Tuvo que resignarse, podía comer fuera, pero… al recordar que, tanto su dinero como sus preciados cigarrillos estaban en la cómoda junto a su cama, maldijo por lo bajo, no quería regresar ahí. Justo acababa de auto convencerse cuando escuchó la puerta principal abrirse; se puso en posición, listo para atacar, mas una estruendosa voz que reconoció enseguida, se escuchó

- ¡ey, cocinero pervertido! ¡¿Estás aquí?!- le llamó Zoro casi en grito mientras entraba

- ¿cómo supiste que estaba aquí?- inquirió el nombrado, saliendo de su escondite

- ¿tenías otro lugar a dónde ir?- el rubio se sorprendió con esa respuesta- pero bueno, no hay tiempo para charlas, tenemos que irnos de la ciudad- anunció mientras comenzaba a buscar la habitación de Sanji

- ¡¿qué?!- el cocinero le siguió- ¡no voy a irme de aquí!

- no te lo estoy preguntando- en cuanto la encontró, ingresó en la alcoba, yendo directamente al armario

- ¡qué hac…?!- estuvo a punto de entrar pero se detuvo, desviando la mirada al piso- no puedes venir así nada más a mi apartamento y husmear por todos lados

- pero si tú hiciste lo mismo en mi apartamento- reclamó el peliverde mientras tomaba una maleta del armario y la llenaba con la ropa de Sanji- y quieras o no, vendrás conmigo…

- no puedes obligarme

- claro que puedo, son órdenes de Smoker

- ¿a caso haces esto con todos tus protegidos?

- no, sólo contigo- respondió sin darse cuenta que había provocado un sutil sonrojo en el rubio

- en la cómoda- Zoro le miró sin comprender- mis cigarrillos…- aún sin levantar la mirada, el rubio le fue indicando en qué lugares estaban las cosas que necesitaría

*******************************

Una vez que reunieron el equipaje del rubio fueron a casa de Zoro a hacer lo mismo, para después ir a la Base 2. Smoker y Tashigi ya los esperaban…

- tenías razón, Roronoa- decía Smoker, apagando sus puros en un cenicero- el rumor corre más rápido de lo que creímos; tienen que irse ya

- está bien, pero ¿a dónde?- preguntó el espadachín. El comandante buscó en la manga de su chaqueta y sacó un papel doblado

- ésta es la dirección- le tendió el papel a su subordinado, pero antes de que éste lo cogiera, retiró la mano, como arrepintiéndose, y extendió la mano en dirección al rubio. Zoro dejó escapar un pequeño gruñido de disgusto- ésta es la dirección- reiteró entregándole el papel al cocinero- deben ir a La Villa Cocoyashi, en las afueras de Arlong Park… esa es su dirección…

- ¿de quién?- preguntaron Zoro y Sanji al unísono

- La Gata Ladrona

Continued…

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* ¬¬ No sé si sean Bellies, Bellis o Berries, pero yo lo puse así en el fic porque es como lo recuerdo más

 

Notas finales:

asadasdaas listo!!!! xD

no hay capi nuevo a menos q se junten 4 reviews por capitulo, están advertidos/as

chau!!!


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