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Mercyful Fate por carina_mew12

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Notas del capitulo:

mpas tarde d lo normal, pero bueno

disfruten el capi ^^

5. Pequeños Secretos

- ésta es la dirección- le tendió el papel a su subordinado, pero antes de que éste lo cogiera, retiró la mano, como arrepintiéndose, y extendió la mano en dirección al rubio. Zoro dejó escapar un pequeño gruñido de disgusto- ésta es la dirección- reiteró entregándole el papel al cocinero- deben ir a La Villa Cocoyashi, en las afueras de Arlong Park… esa es su dirección…

- ¿de quién?- preguntaron Zoro y Sanji al unísono

- La Gata Ladrona

- ¿esa arpía?- reclamó el peliverde- ¿para qué tendríamos que ir con esa bruja?- de pronto y sin previo aviso, sintió un fuerte golpe en su cabeza, quedando instantáneamente tendido en el piso. Cuando pudo recuperarse, buscó a su agresor con la mirada, encontrándolo rápidamente; Sanji le observaba mordaz mientras mantenía una pierna en el aire- ¡¿qué carajo pasa contigo, cejas de caracol?!

- no se habla así de una dama- dijo el rubio bajando su pierna y rebuscando en sus bolsillos- como lo vuelvas a hacer, te parto el culo a patadas- advirtió sacando sus King Grund* de uno de los bolsillos de su pantalón. Tomó un cigarrillo y lo encendió

- como sea- terció Smoker, que no había hecho otra cosa más que ver la escena- tienen que hacerle una visita

- ¿para qué?- volvió a preguntar Zoro mientras se ponía de pie- no es más que una ladrona, usurera, manipuladora…

- serás…- Sanji volvió a flexionar su pierna, dispuesto a cumplir con su amenaza

- por favor, cálmate Sanji-kun- le pidió Tashigi juntando sus manos- no golpees más a Zoro

- ¡como desees, Tashigi-swan!- dijo meloso al ver la tierna expresión de la chica, convirtiendo su único ojo visible en un palpitante corazón. Comenzó a bailar alrededor de ella, enumerando todas sus cualidades; Zoro y Smoker simplemente lo veían con una gota en la frente

- puede que tengas razón- habló el comandante a su subordinado sin quitarle la vista al joven rubio que danzaba alrededor de su segunda al mando- esa mujer no es precisamente de fiar; pero con los “incentivos” adecuados, puede sernos de gran ayuda

- aún no me respondes, ¿por qué ella?

- ya deberías haberlo adivinado, es una excelente cartógrafa y una gran dibujante. Si toma el testimonio de Sanji, fácilmente podría hacer un retrato hablado perfecto de Crocodile…

-…- el rubio detuvo su baile al escuchar la conversación- no pienso ir…- dijo inesperadamente, dándole la espalda a los dos hombres

- ¿de qué hablas?- el espadachín le miró expectante, su intuición le decía que algo iba mal, y rara vez se equivocaba- la idea de Smoker suena bastante bien, a pesar de que involucre a esa bruja

- ¡no la llames bruja!- reclamó dando media vuelta, levantando un puño en señal de amenaza

- ¡ni siquiera la conoces!- gruñó molesto el peliverde

- ¡no importa! ¡Mientras viva, no permitiré ni la más mínima ofensa a cualquier mujer!- Zoro llevó sus manos a la empuñadura de su katana, dispuesto a darle su merecido al rubio

- hey, tranquilos- Smoker sujetó a ambos por los hombros y se puso en medio, evitando la disputa que estaban por iniciar- no es momento para peleas estúpidas, tienen que abandonar la ciudad lo más pronto posible…

- no voy a ningún lado- volvió a objetar Sanji un poco más calmado

- ¿por qué?- el peliblanco le miró severo- ¿te gusta estar con este idiota?- señaló al peliverde, quien enseguida puso cara de enfado

- ¡claro que no!

- ¿entonces qué es?

- yo…- tragó saliva y apretó sus puños, nervioso- [[no puedo…]]- pensaba, mirando discretamente al suelo- [[¿si digo la verdad… qué pasará conmigo?]]

- sé que estás asustado- el peliplateado cruzó los brazos sobre su pecho y suspiró levemente- pero entre más tiempo tardes en dar tu declaración, involucrarás más gente inocente y además, será cada vez más difícil dar con Crocodile…- hizo una pausa- y tendrás a Roronoa más tiempo a tu lado…

- ¡no me uses como amenaza!- reclamó Zoro

- pero…- la voz del rubio se hizo más débil, temiendo la reacción de los presentes- desde lo que pasó… ese día… yo no…

- no te hagas más el tonto, cocinerucho- habló de improviso un fastidiado Zoro- sólo tienes que darle la descripción a esa bruja y ya…- el rubio le miró con odio, no por haberle insultado, sino por atreverse a ofender a la chica nuevamente- está bien, no vayas entonces- dijo, sonriendo arteramente- si no quieres ver a una linda señorita…- el peliverde casi se atraganta al decir aquello, ¿esa arpía usurera, una linda señorita? ¡ja! Ni con todo el alcohol del mundo en su sangre se convencería de aquello, pero seguramente el rubio no lo dudaría un instante, y la mirada interesada de Sanji lo comprobó. Ensanchó su sonrisa, triunfante

- ¿es… es bonita?

- ¡oh, claro que lo es!- sintió cómo la boca del estómago se le hacía nudo, decir cosas agradables de esa mujer no era precisamente fácil para él

- ¿sus medidas?- preguntó emocionado. El peliverde levantó sus manos, dibujando un par de curvas en el aire, simulando el cuerpo de la chica. El ojo de Sanji volvió a tomar su forma de corazón y una amplia sonrisa apareció en su rostro- ¡allá voy, Mellorine**!!- exclamó impetuoso, corriendo a la salida

- U¬¬ pero qué idiota…- dijeron Zoro y Smoker al mismo tiempo, viendo al rubio salir

- por cierto, Roronoa- le habló Smoker- sobre tu katana… supongo que puedes usarla. Después de todo, necesitas de toda tu fuerza para cuidarlo, y sin tu katana eres un inútil

- voy a ignorar el último comentario- respondió el peliverde con una venita en su frente- me voy- se desperezó un poco, caminando a la salida

- espera, Zoro- le llamó Tashigi, deteniendo su marcha al instante. El peliverde le miró directamente a los ojos, logrando que se sonrojara- deberías llevarte esto- extendió sus brazos, poniendo un revólver frente a él

- no lo necesito

- sé que no quieres usarla, pero al menos deberías llevarla contigo, sólo como precaución. Seguramente ni la utilizarás, después de todo, eres el mejor espadachín del mun…

- eso no es verdad- cortó las palabras de la chica antes de que dijera la última sílaba- aún no soy el mejor y no lo seré hasta que lo derrote

- Zoro…- Tashigi lo miró con preocupación- lo que pasó con Kuina…- calló al instante al notar la expresión melancólica del peliverde- por favor, sólo llévala contigo, por mí y por ella- insistió

- bien- tomó el arma y la colocó dentro de su haramaki- nos vemos- se despidió con un simple ademán de manos y salió de la Base 2, dirigiéndose a su auto…

******************************

Llevaban horas encerrados en el auto, la noche hacía tiempo que había aparecido en el horizonte, y de no ser por Sanji repitiendo “Mellorine” durante su trayecto, hubiera sido un viaje más tranquilo para el peliverde.

- hey, cocinero estúpido- bufó Zoro sin apartar la vista del camino- si no quieres terminar en el maletero otra vez, cierra la puta boca al menos cinco minutos…

- bien, como quieras- la verdad es que el rubio también se había hartado de sus propias palabras, por lo que guardó silencio y miró hacia afuera. Pasaban por una autopista, por lo que no había nada interesante que ver realmente, más un anuncio llamó su atención; tenía escrito “Arlong Park” y debajo una flecha señalando a su derecha- marimo, te acabas de pasar el desvío…- el mencionado no dijo nada y siguió recto en la carretera; mas el camino recto se volvió serpenteante, yendo de un carril a otro- ¿pero qué diablos te…?- miró a su piloto, quien, para su sorpresa, estaba tendido sobre el volante, con un ligero ronquido saliendo de sus labios- ¡¡¿te dormiste mientras conducías?!!- la quijada del rubio se desencajó; ¿cómo diablos podía dormirse tan rápido? ¡Si hace dos minutos estaba hablando con él! el auto terminó en el carril de autos que iban en sentido contrario al suyo, y al ver un par de luces acercándose a ellos, se alarmó- oi, marimo- lo sacudió un poco, intentado despertarle- ¡marimo!- las luces se acercaban- ¡despierta maldito imbécil!- al ver que sus esfuerzos eran en vano, giró el volante justo antes de impactar con el otro automóvil, mas el cuerpo de Zoro sobre el volante le hacía difícil maniobrar.

- ¿eh?- el espadachín se abrió los ojos aún medio dormido, olvidando por un instante dónde y con quién estaba

- ¡¿a caso quieres matarnos, marimo idiota?!- gritó, aún intentando dirigir el automóvil por el camino correcto. Fue hasta ese momento que Zoro reaccionó, le dio una rápida vuelta al volante, sacando al auto del camino y luego piso el freno, deteniendo el vehículo en seco

- uff, que cerca estuvo- se dejó caer en el respaldo de su asiento

- ¡imbécil cerebro de alga!- Sanji cerró su puño y lo golpeó en la cabeza con toda la fuerza posible- ¡casi nos mandas al otro mundo!

- ¡no fue cosa mía!- se defendió mientras se sujetaba el lugar recién golpeado- ¡por tu culpa no he podido dormir bien estos últimos días!

- ¡¿mi culpa?!

- ¡por supuesto! ¡Cuando hago vigilancia mis horas de sueño se reducen de 17 horas a sólo cuatro!

- ¿17?- una pequeña gota resbaló por la frente del rubio- [[¿cómo alguien puede dormir tanto? ¿Es un oso, un león o algo?]]- se preguntaba mientras veía al otro bostezar- como sea, no podemos seguir si estás cansado, además, hace varios kilómetros que pasamos la desviación a Arlong Park.

- ¿la pasamos?- miró hacia atrás antes de lanzar otro bostezo al aire- supongo que sólo por esta vez te daré la razón. Busquemos un lugar donde pasar la noche- puso el auto en marcha y regresó al camino.

Después de un largo rato llegaron a un pequeño pueblo; apenas y había un par de casas y negocios, y las tenues luces iluminando la calle le daban un aspecto sumamente tranquilo. Siguieron un poco más hasta que encontraron un pequeño motel a la orilla del camino; tenía un aspecto modesto, pero serviría para descansar esa noche.

- habitación doble, por favor- pidió Zoro en cuanto llegó a recepción. Una vez hecho su registro le entregaron la llave, fue por el rubio al auto y regresaron al motel. Al pasar junto a algunas puertas, pudieron escuchar ruidos “sospechosos” saliendo de los cuartos, más prefirieron ignorarlos y seguir su camino- ¿uh?- el peliverde detuvo sus pasos

- ¿ahora qué?

- no encuentro la habitación

- ¿qué cosa?- miró el número que tenía la llave, 8, y el número de la puerta más cercana, 24- ¡ya la pasamos, marimo de mierda!- Sanji dio media vuelta y regresó, buscando su habitación. En cuanto encontró la puerta indicaba, esbozó una pequeña sonrisa- ¿ves? Sólo un retrasa…- en cuanto se volvió a su acompañante para echarle en cara su error, se dio cuenta que el espadachín ya no estaba- ¿en dónde se metió?

- ¡ey, cocinerucho!- se escuchó el grito de Zoro, no muy lejos de ahí. Sanji buscó a su alrededor, sin encontrar pista de su acompañante- ¡¿dónde estás?!

- [[no… puede… ser…]]- el rubio volteó hacia arriba, encontrando al peliverde colgado en la parte más alta del anuncio del motel- ¡¡¿cómo rayos llegaste hasta ahí?!!

- ¡oh, con que ahí estabas!- Zoro bajó del anuncio, y treinta minutos más tarde, volvió a reunirse con el rubio- ¿en dónde te metiste, imbécil?

- ¡¡no me he movido!!- le gritó furioso- ¡¡eres un estúpido, ¿cómo te puedes perder por media hora cuando lo único que tenías que hacer para llegar era ir derecho?!!

- algo extraño tiene este motel

- ¡¡el extraño eres tú!!- volvió a gritarle, recibiendo algunas quejas de sus vecinos. Sacó uno de sus cigarrillos y lo encendió para calmarse- sólo entremos…- expulsó el humo acumulado en sus pulmones y, con ayuda de la llave, abrió la puerta de su alcoba. Era un cuarto bastante reducido que apenas constaba de una pequeña sala, un baño y una habitación con una gran cama matrimonial en el centro- ¿hay… una cama solamente?- Sanji empezó a ponerse nervioso- ¿tú vas a otra alcoba, no?

- no digas tonterías, ¿cómo voy a vigilarte si estoy en otro cuarto?- caminó por toda la habitación, asegurando la puerta principal y las únicas tres ventanas- entra al cuarto- ordenó

- ¡de ninguna manera! ¡No pienso compartir habitación contigo!

- ¡entra, maldita sea!- lo empujó a la estrecha alcoba, tirándolo sobre la cama. Zoro se tumbó en el piso, recargando su peso en la recién cerrada puerta. Cruzó los brazos, mientras abrazaba su espada y cerró los ojos, cesando cualquier movimiento segundos después

- ¿se habrá dormido?- murmuró Sanji para sí, viendo a su acompañante. Se quitó el saco y la corbata y, sin apartar la vista del peliverde, se acostó en la cama.

Sin embargo, por más que lo intentaba, no lograba conciliar el sueño. Y es que la sola idea de que hubiera un hombre en el mismo cuarto que él le hacía sentir escalofríos; pero Zoro no se había movido ni un poco desde que se había sentado, es más, parecía que había dejado de respirar ¿estaría enfermo? ¿Tendría frío? ¿Estaría incómodo? El rubio negó con la cabeza; qué más daba, no le importaba en lo absoluto cómo estuviera ese salvaje, lo único que deseaba era que su pesadilla terminara pronto.

No supo en qué momento se quedó dormido, dando paso a su verdadera pesadilla… acababa de llegar a su apartamento, y al pasar el umbral de su alcoba, encontró a su querida Vivi desangrada y con el cuerpo mutilado sobre su cama, mientras sus desorbitados ojos parecían mirarle y decirle: “me mataste”…

“me mataste”… “también mataste a tus amigos del restaurante”… “y en cuanto te quedes solo, serás el próximo…”

Despertó agitado, sentándose en la cama y colocando sus manos sobre su pecho; podía sentir los vertiginosos latidos de su corazón y su cuerpo parecía temblarle…

- ¿Sanji…?- la voz de Zoro le sobresaltó un poco, lo único que pudo hacer fue mirarlo- ¿pasa algo?- a pesar de que sólo había abierto un ojo, podía ver lo nervioso que estaba

- no… yo…- se llevó una mano a la frente, evitando que el otro viera su rostro- [[sólo fue una pesadilla, un sueño…]]- se repetía, tratando de calmarse- ¿cómo… cómo está el viejo?

- ¿viejo?- el peliverde abrió el otro ojo y levantó una ceja, confundido

- el Baratie…

- ah- una vez que comprendió a quién se refería, marcó un número en su celular y esperó- buenas noches, lamento llamar tan tarde, ¿podría comunicarme con el paciente de la habitación 112?... del Departamento de Policía de Wiskey Peak… sí, espero…- se puso de pie y se acercó a la cama donde descansaba el cocinero, y algunos minutos más tarde, siguió hablando- lamento la hora, pero hay alguien que quiere hablar con usted…- le tendió el teléfono a Sanji, quien tomó el aparato y salió de la cama

- oi, viejo…- en cuanto escuchó su voz, Zeff comenzó a gritar y maldecir- vaya, parece que aún puedes decir sandeces, debes estar bien…- salió de la alcoba para tener una conversación más privada- ¿y los demás?

- están mejor que yo, eso te lo aseguro, ¿por qué me llamas a esta hora, mocoso? ¿No podías dormir?- hubo un rato de silencio hasta que se escuchó un suspiro- ¿en qué líos te metiste ahora, Sanji?

- no puedo decirte… escucha viejo, voy a salir de la ciudad un tiempo, así que no podré ir al restaurante hasta que…

- no importa chico, ve a donde quieras, pero mantente a salvo

- ustedes también, y… viejo… siento haberlos involucrado- y con esas últimas palabras colgó el teléfono y regresó a la alcoba.

Le entregó su celular al peliverde y regresó a su cama con una expresión más tranquila, lo que también pareció tranquilizar a Zoro. Y aunque no esperaba ningún tipo de retribución por parte del rubio, esa pequeña sonrisa en sus labios pareció ser un silencioso “gracias” para él…

****************************

Cuando se despertó, Sanji aún seguía dormido, por lo que se duchó y salió a comprar algo de comer antes de continuar su viaje a Arlong Park. Lo único que pudo conseguir fueron algunas bolas de arroz y bebidas de lata en una de las tiendas del pueblo, mas eso le pareció suficiente; ya comerían algo decente en cuanto llegaran a la ciudad. Después de perderse un rato por el pueblo, regresó al motel cargando dos bolsas.

- espero que te gusten las bolas de arroz, porque es lo único que…- se quedó en silencio en cuanto vio la cama vacía, dejando caer sus paquetes. Salió de la alcoba y lo buscó en todo el cuarto, pero lo único que encontró  fue su maleta llena de sus pertenencias. Asustado, empezó a recorrer el motel, sin encontrar rastro del rubio- [[¡maldita sea, si no lo encuentro lo antes posible, Smoker me matará]]- dio varias vueltas en el lugar hasta que decidió ir a la recepción- disculpe, señor- llamó al canoso hombre que atendía el lugar- ¿ha visto al tipo que venía conmigo?

- ¿cómo es su amigo?- le preguntó el hombre, peinando su barba con los dedos

- tiene el cabello rubio y una ridícula ceja en forma de espiral

- ¡oh, ya lo recuerdo! Salió hace más de una hora…

- ¿q… qué…?- se asomó a la salida, como esperando encontrarlo ahí- ¿a dónde te fuiste, cocinero pervertido?

- si lo está buscando, yo puedo decirle en dónde está

- ¿lo sabe?- el peliverde se viró a verlo

- por el rumbo que tomó, puedo imaginármelo…

**************************

Sanji caminaba mientras pateaba algunos guijarros que encontraba en el camino; no tenía mucho dinero ni un lugar fijo a dónde ir, pero estaba convencido de que era lo mejor; si lograba desaparecer su rastro, no tendría por qué involucrar a más inocentes.

- me pregunto qué hará el marimo cuando no me encuentre en la alcoba…- rió un poco al imaginar al peliverde cabreado, buscándolo por todos lados- como si fuera capaz de encontrarme, tiene el peor sentido de orientación que he visto- movió el cigarrillo que llevaba en sus labios de lado a lado y liberó el humo mientras pateaba otra piedrecilla

- oye, chico- le llamó un anciano desde su camioneta llena de cajas de madera, la cual frenó poco después- ¿vas hacia Alabasta?

- ¿eh?... sí…- respondió en un tono apenas audible

- tienes suerte, yo paso por ahí, ¿quieres un aventón?- el hombre señaló la parte trasera de su vehículo

- gracias- subió a la parte de carga y, después de ordenar un poco las cajas, se acomodó. El vehículo comenzó su marcha, apagando el cigarro del rubio con el viento- es una lástima, no podré conocerte, mi bella gatita…- habló melancólico mientras soltaba su cigarrillo- y siento no poder hacer algo por ti, Vivi-chan… al final de cuentas, no soy más que un cobarde…

Continued…

* Según leí en alguna parte (no me pregunten en dónde, porque sinceramente no lo recuerdo) King Ground es la marca de cigarrillos que fuma Sanji

** Supongo que la mayoría la sabe, pero lo aclaro por si a caso. “Mellorine” es una palabra italiana con la que Sanji suele referirse a las mujeres, no tengo muy en claro su significado; según unos, es una palabra italiana que se refiere a un postre parecido al helado y probablemente haga alusión a la dulzura de las mujeres. Ahora, según otros, sería un equivalente a decir “preciosa” en español, algo así como un halago. Y otros afirman que significa “señorita”, así que ustedes deciden qué significado tomar ^^

 

Notas finales:

ya conocen la regla, 4 reviews para poder subir el siguiente capi

nos vemos ^^


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