Día a día normalmente en su vida, Kikwang tenía un novio, pero los del grupo ni sospechaban de aquella relación. Kikwang realmente era feliz junto a la persona que había elegido, sabía que si se los contaba a sus amigos estos solo desearían más felicidad, pero todavía no era el momento, pasaron por muchas cosas entes de poder estar juntos y no querían arruinar eso.
Como era común KiKwang llegaba con su gran sonrisa a los ensayos, todos los días eran felices para él y los demás.
—¡Kiki!— Exclamaba fuertemente Yoseob en forma de saludo cada vez que llegaba a sus ensayos.
—Hola Seobie ¿cómo están?— Dijo en un tono suave y tranquilo KiKwang, sonriendoles a todos a su alrededor.
Respondieron todos con un “muy bien” al unisono cosa que les causo risa a todos al mismo tiempo. Las practicas comenzaban y junto a ellas las risas de todos, a pesar de que eran serios a la hora de salir en un escenario, a ellos les gustaba divertirse.
Simplemente los días pasaban, KiKwang quería llegar por primera vez algo más temprano a sus practicas, quería sorprender a los demás de haber comenzado antes, siempre tenía la idea en mente de hacer sonreír a todo el mundo. Al llegar se llevo la sorpresa de encontrarse con un DongWoon bailando en la sala de ensayos de baile, practicando arduamente la última coreografía como si no hubiera un mañana, a pesar de que era el menor del grupo muchas veces era más maduro que varios allí. KiKwang no quiso interrumpirlo y simplemente se le quedo observando, mirando cada parte de DongWoon sin darse cuenta de que forma lo miraba, una sonrisa amplia se le asomaba en el rostro, comenzando con fuertes palpitaciones en su pecho, palpitaciones que anteriormente no había sentido.
Kikwang se puso nervioso, aún más de lo que ya estaba al sentir su pecho, en el momento en que DongWoon detuvo su practica para sonreirle al mayor a través del espejo, aquella sonrisa hizo que KiKwang sintiera mil sensaciones dentro de su estomago pero al mismo tiempo se encontraba relajado, se repetía en su mente que todo era producto de un solo momento, que no sentía nada por aquel espectacular chico, el cual también era su amigo. DongWoon tomo una pequeña toalla para secarse el sudor del rostro, lo cual hizo pensar a KiKwang que aquel acto era jodidamente sensual, lo vio sentarse en el piso con la espalda recargada en la pared, bebiendo un poco de agua para recuperar las energías gastadas anteriormente.
—Hyung… ¿Por qué tan temprano?— le preguntó el menor de una forma inocente, tierna, una voz que hizo que a Kikwang le recorriera un escalofríos en su columna vertebral.
—Venía a practicar antes, pero veo que ya me ganaron— Naturalmente, como le era posible, se acerco para sentarse al lado del menor, riendo suavemente por el comentario anterior, la risa era el único modo de poder calmar sus nervios que aún no sabía porque los tenía.
Hablaron por unos momentos, de cosas irrelevantes, sus días anteriores, todo como buenos amigos que eran, KiKwang como le era costumbre hablaba y hablaba y le parecía extraño de que DongWoon no respondiera a lo que este miró al menor, encontrándose con su vista fija sobre él. No sabiendo que hacer, que decir, no sabía que pensaba el maknae del grupo en ese momento, comenzó a jugar con sus dedos volviendo la vista al frente, mirando de vez en cuando de reojo a DongWoon.
—Hyung… — Rompió el silencio el menor, con una voz suave, tranquila. —… hace tiempo quería decirte esto, no sé que sucederá solo espero que no te alejes de mi cuando lo diga —
KiKwang sentía como su corazón comenzaba a latir con más fuerza, ya se había calmado y este chiquillo volvió a ponerlo nervioso.
—Tú me gustas Kwangie — dirigió la mirada rápidamente a Woonie, viendo su expresión de normalidad, serenidad, pero al notar como jugaba con sus dedos se dio cuenta de que el menor también se encontraba nervioso, incluso mas que el mismo.
DongWoon no era de las personas que decían algo sin sentirlo, eso lo sabía muy bien KiKwang, el cual todavía no sabía como reaccionar ante aquella confesión. Un lado del mayor quería reír, saltar a los brazos del menor, apretarlo con todas sus fuerzas, besarlo, se sonrojó en el momento que se le paso eso por la mente, pero estaba el otro lado que sentía que debía seguir siendo fiel, no le daba la culpa al menor por decir lo que sentía ya que nadie sabía que KiKwang tenía un “novio”.
En aquel momento de silencio, miro al menor con cara de sorpresa, aún sin saber que decir, no quería que las cosas cambiaran para peor entre ambos, pensando en como calmar esta situación, sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta en que momento Woonie se le había acercado y posado sus labios, finos, suaves y dulces sobre los de él. El menor al notar que aún el mayor no reaccionaba se alejó lentamente con un leve sonrojó, mordiéndose un poco el labio, KiKwang no quería que se alejara, quería responder, aún así pensó que lo mejor era eso antes de continuar.
Escucharon risas provenir del pasillo, lo cual hizo que ambos se distanciaran rápidamente causándole risas a ambos. Durante el día de ensayo KiKwang se encontraba muy nervioso, aún, equivocándose muchas veces en la coreografía, cosa que a los demás les extrañaba, este se sentía un idiota, solo quería regresar a casa más temprano y relajarse para poder pensar. Cuando ya estaban por terminar DongWoon se le acercó, tratando de ocultar sus nervios lo miró de reojo.
—Hyung — Habló casi en un susurro.
—Dime Woonie—
—Ven conmigo está noche — Aquella proposición hizo que su corazón latiera rápidamente dentro de su pecho.
¿Qué es lo que pretendía con aquella proposición? ¿A dónde llevaría todo esto? ¿Qué es lo que pasaría? KiKwang ya no quería más preguntas en su mente, simplemente se dejaría llevar, lo que tuviera que pasar, pasaría. Respondió afirmativamente a su propuesta, el menor se alegro y le dio la dirección en donde se juntarían y a que hora, ya todo arreglado para su encuentro Woonie se retiró con una gran sonrisa en su rostro.
Las horas para juntarse con Woonie se le pasaban eternamente, no hallaba en que momento poder verlo, abrazarlo, acurrucarse en sus brazos, su “novio” ya pasaba en alto y solo pensaba en Woonie, en su Woonie. Arreglado y listo para su “cita” se dirigió al lugar de encuentro, al llegar el menor lo saludo con un leve y suave beso corto sobre sus labios lo cual logró hacer que las mejillas del mayor se sonrojaran. De un momento a otro se encontraba con las manos entrelazadas a las del menor siendo dirigido al interior de la casa de este, mirando todo a su alrededor, la sonrisa amplia de DongWoon hizo que olvidará todo y solo pensará en él.