Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Koishikute por YasuAmaya

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

One shot inspirado en la canción "Koishikute" de Piko

 

Lean y dejen reviews, onegai m(_ _)m

Notas del capitulo:

Y aquí está Yasu!!

M: hola, Yasu *abrazando a Takuya*

T: tanto tiempo *sosteniendo a Yui*

Yui: -w-U

Y: hola, amores míos... Por fin Yasu R te soltó, Takuya!

T: sí -w-U

Y: Miku te extañó mucho

M sí ;O; Nunca más te voy a dejar ir, Taku T^T Lo que me costó hacerme cargo de Yui!

Y: qué mal padre -w-

M: vos serás mala madre, acordate que soy tu conciencia ¬¬

Y: pero Yui es mi lado maternal

Yui: *asiente*

Y: lo ves?

M: mejor presentá bien el one shot y listo -__-U

Y: cierto! Ejem! Lectores! Por si hay alguien nuevo leyendo, me llamo Yasu (en realidad no, pero bueh XD)... Eh... Generalmente escribo fics de An Cafe y los one shots me cuestan horrores XDD

M: esto es algo memorable!

Y: aslgo así XDD Ah... Ellos son mis asistentes... Miku-conciencia, Takuya-sentimientos, y su hijita, Yui, mi lado maternal

M: hola!

T & Yui: -w-U

Y: y... Bueno... Esto es algo que tenía en mente hace un tiempo... Ayer, mientras estaba estudiando...

M, T & Yui: JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA XDDDDDDDDD

Y: ¬¬U mientras estaba estudiando, escuchaba a mi amor Piko ♥ Entonces empezó a sonar "Koishikute" y me dije "Tengo que escribirlo!"... Y así lo hice XD

M: claro, en lugar de escribir conti de tus otros dics, escribiste esto, no?

Y: vos mismo te respondiste

M: ah?

T: ay, Miku -__-U

Y: como sea... Por fin lo hice!! Piko en un fic mío TwT Aunque va a aparecer en otros XDDD El resultado final me dejó conforme

T: tan exigente ella

Y: sí XD Eh... Bueno... Basta de charla! Todo lo que aparezca en cursiva es parte del pasado, no hay nada que señale los flashbacks, como normalmente hago en mis fics, y algunas escenas del pasado no están en orden cronológico... Espero que se entienda XDDD A leer!

M: Koishikute~ *intenta imitar a Piko*

T: sepan disculpar si hay errores

-¿Por qué… por qué, Takuya?

 

[No hay un día que este corazón deje de pensar en ti,
palpita cada vez que lo hace]

 

-Todavía me lo sigo preguntando… ¿Por qué? ¿Por qué fuiste tú y no yo?- dejó escapar un sollozo, desde lo más profundo de su alma.

 

Allí se encontraba, debajo del cerezo en flor, donde todo había comenzado.

 

-¿Eres Takuya, verdad?

-Así es.

-Entonces eres tú.

 

Las lágrimas brotaron de sus ojos, como tanto acostumbraba. Le dolía, le dolía de sobremanera. A pesar del tiempo, ese dolor no disminuía, sólo se hacía mayor.

 

-¡¿Por qué, Takuya?!

 

Se dejó caer sobre el césped, de rodillas, sólo para seguir sollozando. Luego se abrazó a sí mismo.

 

-Me haces mucha falta.- dijo con la voz entrecortada, casi en un susurro.

 

Su corazón, todo su cuerpo dolía cuando lo recordaba. Todos los días eran así, llorando por él.


[Siempre estuviste a mi lado, a mi izquierda y a mi derecha]

 

-Te necesito… Te necesito mucho más de lo que podrías imaginar…

 

Por más que se lo pidiera al universo entero, no importaba cuánto rezara, ni cuántas lágrimas derramara, nada ni nadie, no podría volver a verlo… Nunca más.

 


[Luego te fuiste lejos, muy lejos]

 

 

-¿Cómo pude permitirlo? ¿Cómo dejé que te fueras de un momento a otro?- estiraba sus mechones de cabello negro- ¿Por qué no te lo dije cuando tuve la oportunidad?


[Si este deseo se hace realidad,
tengo tanto que decirte]

 

-Fui un cobarde… Tuve miedo… a enfrentar tu rechazo… Preferí estar a tu lado como un amigo más… Aunque no era eso lo que yo quería.

 

El castaño hizo su guitarra a un lado.

 

-¡Wow! ¡Takuya, eres increíble!- le dijo, con mucho ánimo.

-¿En verdad lo crees?

-¡Claro! Me alegro de que aceptaras ayudarme con esto.- el guitarrista sonrió, dulcemente.

-No tienes nada que agradecer… Al contrario. Yo te doy las gracias a ti, por darme esta oportunidad.

 

Recordaba vívidamente cada momento que pasó a su lado, junto a la persona de la cual se había enamorado, su amigo, su compañero, su guitarrista… Mas debía compartirlo.

 

En el edificio de la discográfica, en un pasillo, los amigos iban caminando mientras platicaban y reían. Fue entonces que se cruzaron con cierto rubio conocido, quien los miraba con seriedad. El pelinegro lo reconoció al instante.

 

-Vámonos.- dijo el castaño, y siguió caminando.

-Ah… Takuya…- no podía quedarse atrás.   

 

Cuando ya estuvieron lo suficientemente lejos, el pelinegro se animó a preguntar.

 

-Takuya, ¿ese no era-…?

-Sí, era él.- respondió cortante.

-Ya veo…

 

No quiso seguir averiguando. La manera en que su amigo le había respondido, le dio a entender que era un tema que no quería tratar.

 

-¿Cómo pudo? ¡¿Cómo pudo hacerte eso?!- golpeó el suelo- Si hubiese sido yo… nunca… nunca te hubiera rechazado… Yo… te hubiera correspondido con mucho gusto… Pero… todo por un… accidente…


[Mis lágrimas desbordaron ese día
Tomé tu mano]

 

-¡¡Takuya!!- sujetó su mano con mucha fuerza.

-N-no… No llores…

-P-pero…

-No pasa… nada…

-Takuya… Takuya…- cerró sus ojos, para nunca más volver a abrirlos- ¡¡Takuya!!

 

-¿Por qué tú?- sollozó- No me hubiese gustado que le sucediera a ninguno de ustedes… ¿Por qué no fui yo?

 

-¡Todo es tu culpa!- lo golpeó.

-¡Ah!

-¡Miku, ya basta!- el pelinegro baterista lo sujetó.

-¡¡Todo por tu maldita culpa!!- Le gritaba a medida que gordas lágrimas escapaban de sus ojos- ¡Si no fuera por ti, Takuya aún seguiría con vida!

-Miku-san, cálmate.

-Escucha lo que te dicen Teruki y Yuuki, Miku.

-¡¿Cómo quieren que me calme?! ¡Por culpa de este marica perdimos a nuestro compañero!

-Fue un accidente. Él no tuvo la culpa de nada.

-¡¿Del lado de quién estás, Kanon?!

-¿Te estás escuchando a ti mismo? ¿No ves que Piko también está herido?

-¡Ser su guitarrista fue el peor error que Takuya cometió!

 


[Todavía lo recuerdo]

 

-¡¡Fue mi culpa!! ¡Todo fue mi culpa!

 

Día y noche vivía repitiéndose eso. No descansaría jamás.

 

-¡Por favor, Takuya, regresa!

 


[Te echo de menos, me gustaría que supieras cuánto]

 

-Quiero verte de nuevo… Quiero poder decírtelo…- se llevó ambas manos al pecho- Te quiero, admiro y respeto… ¿Alguna vez… te diste cuenta de ello?

 

-¡Has progresado muchísimo, Takuya!

-¿Te parece?

-¡Sí!- exclamó- Me encantaría poder tocar como tú.

-Pues… ¿Te gustaría aprender?

-¡Por supuesto!

-Entonces yo te enseño. ¿Qué me dices?

-¡¿En serio?!

-Sí.- dijo con una risita.

-¡Muchas gracias, Takuya! ¡Eres el mejor!

 

-Te convertiste en alguien tan importante para mí…

 

-¿Para mí?

-Sí.

-Pero… no es mi cumpleaños.

-Lo sé… Pero… Quería darte un regalo.

-Takuya…

-Eres mi amigo y me gusta estar contigo… Además, gracias a ti puedo aprender cómo convertirme en un músico de verdad.

-Tú ya eres músico.- rió.

-No creo que sea lo suficientemente bueno.

-Sí lo eres, Takuya.

-Si tú lo dices… ¿Aceptas mi regalo?- el pelinegro sonrió.

-Claro que sí.- tomó el pequeño paquete con ambas manos.

-Espero que te guste.

-Ja, ja… Lo importante es la intención… Cualquier cosa que me regales será un tesoro para mí.

-Gracias…- respondió con las mejillas sonrosadas y bajando la mirada.

-Ja, ja, ja… ¿Puedo abrirlo?

-Sí. Adelante.

-Hum…- abrió su regalo- Oh… Takuya…- era un collar.

-¿Te… gusta?

-¡Mucho!- rió- Me gusta… Muchas gracias.

-Me alegro que te haya gustado.

-Ahora yo tengo que pensar qué regalarte a ti.

-Ah… No, no es necesario. No lo hice con la intención de que me devolvieras el gesto.

-No importa. Tú me regalaste algo porque quisiste. Yo también te regalaré algo porque quiero.- dijo con una risita.

-Supongo que no te haré cambiar de parecer.

-No.- ambos rieron- Muchas gracias, Takuya, en verdad.

-Es un pequeño detalle. Tú has hecho mucho por mí.

-Y lo seguiré haciendo. Pero no es necesario que me des regalos todo el tiempo.- el castaño rió.

-¿Está mal regalarle algo a un amigo?

-Hum… No… Pero no deberías desperdiciar tu dinero en mí.

-Para mí no es un desperdicio… Es más importante hacerte saber cuánto te aprecio.

-Takuya…- bajó la mirada.

-Ah… ¿Dije algo que no debía?- el pelinegro negó.

-Para nada… Yo también te apreció mucho, Takuya.

-Qué bueno.

-Me alegro que podamos ser amigos.

-Yo también.

-Amigos por siempre, ¿verdad?

-¡Claro!


[Pensé que lo que teníamos era eterno]

 

Las lágrimas no hacían más que desbordarse de sus hinchados ojos.

 

-Siempre fuiste tan bueno conmigo… Siempre me ayudaste… Te necesito… Por favor… Por favor, vuelve…

 

[Es doloroso cuánto te echo de menos
¿Dónde estás ahora?]

 

-Aún si no sintiera esto, sería muy doloroso recordarte…- intentó secar sus lágrimas, mas fue en vano- Siempre con una sonrisa y tu espíritu de lucha…

 

-¿Te encuentras bien?

-Estoy… un poco nervioso.

-Descuida. Todo estará bien.

-No puedo cometer ningún error.

-Si piensas que te vas a equivocar, estás tentando a la suerte.

-Para ti es fácil decirlo. Tienes más experiencia que yo.

-Por eso mismo te lo digo.- le regaló una sonrisa- Sólo disfruta cuando estés cantando… Si tú lo disfrutas, todos lo haremos.

-Takuya…- se levantó de su asiento- Tienes razón… Saldré a divertirme y haré que todos se maravillen.

-Así me gusta.

-¡Ya quiero salir al escenario!

-Ja, ja, ja… Aún faltan cinco minutos.

-¡¿Cinco minutos?! ¡WAA! ¡Es muy poco tiempo! Ay, mi estómago…- el castaño suspiró y luego sonrió.

 

-¿Cómo una persona tan encantadora como tú…?

 

-Miku-san… me rechazó.- habló, sin despegar su mirada del inmenso mar.

-¿Qué?

-Unos días después de nuestro último concierto… se lo dije… y me rechazó.- el cantante no sabía qué decir- Dijo que, a pesar de que le parezca lindo y me admire… lo nuestro no podía ser…- tragó en seco- Nunca me vio… de esa manera… Aún así… yo… no sé porqué… pero no he podido dejar de sentir esto por él…- eso fue un duro golpe para el pelinegro- Esto está mal… ¿verdad?- lo miró.

-Ah… Pues… Eh…- carraspeó la garganta- Eso dice… que eres fiel a tus sentimientos… y eso está bien.

-Pero él no siente lo mismo por mí.  

-Quizás… algún día…- le dolía tratar de animarlo.

-Me da la impresión… de que todo el mundo dice lo mismo en una situación así.- dijo con una sonrisa triste.

-Lo siento.- agachó la cabeza.

-¿Por qué te disculpas? Tú no hiciste nada malo.

-Pero es que no sé cómo animarte.

-Con sólo estar a mi lado, es más que suficiente.

-Aún así… me gustaría hacer algo más.

-Hum… ¿Me cantarías una canción?

-¿Qué?

-Me gusta tu voz, me relaja.- el corazón del pelinegro se aceleró- ¿Podrías cantar para mí?- no podía creer lo que su amigo le decía.

-Tus deseos son órdenes.

 

-Yo quería… hacerte feliz…

 

Ese día, había quedado con Takuya que iría a visitarlo. Cuando éste abrió la puerta, el cantante se dio cuenta enseguida que no estaba bien. El guitarrista lo invitó a pasar, y así fueron a la sala, a sentarse, mientras bebían té y comían el pastel que el pelinegro había comprado. Desde que había llegado, sentía que algo estaba mal.

 

-¿Puedo… contarte un secreto?- le pidió el guitarrista, encogido de hombros y cabizbajo.

-Claro. No se lo diré a nadie… Puedes confiar en mí.

-Gracias…

 

El pelinegro esperó que comenzara a hablar, pero no lo hacía.

 

-Si no te sientes-…

-Me acosté con Miku-san.- dijo sin titubear. Algo se había roto en el interior de cantante.

-¿Q-qué…?

-Anoche… nos encontramos y fuimos a beber por ahí… Nos estábamos divirtiendo, no teníamos ningún problema… Me parecía increíble poder estar así con él, casi como cuando estábamos en la banda… Pero… de un momento a otro… comenzó a decirme cosas horribles.- hizo fuerza con sus puños- Hacía alarde de mis sentimientos por él… Entonces… me dijo que… tomaría mis sentimientos en cuenta si yo…

 

No lo soportó más, no le pidió permiso ni nada, sólo actuó. Lo abrazó, como tanto quería hacer. Llevaba mucho tiempo ya soñando con tenerlo entre sus brazos.

 

-Piko…

-No sigas… Lo entiendo todo… No tienes porqué recordar algo que te hizo tanto daño.- lo abrazó más fuerte.

-Fui un idiota… ¿Cómo pude… caer?

-El amor tiene razones que la razón no entiende.

-No estuvo bien.

-Ya no importa, Takuya.

-Pero… él…

-Él se lo pierde.

-Piko…- correspondió el abrazo.

-Todo estará bien… No volverá a hacerte daño… Yo no lo permitiré.

-Gracias… por estar conmigo.

 


[Es difícil olvidar tu amabilidad hacia todos
a pesar de que tuviste un triste pasado]

 

 

-Quiero verte… ¡Quiero verte otra vez! Sólo tú… Solamente tú eres… eres…

 


[Tal vez cuando ese día venga, voy a verte de nuevo
¿O voy a tener que esperar a que alguien como tú aparezca?]

 

-Cada segundo que pasé a tu lado… Cada sonrisa, lágrima y regaño de tu parte.

 

-Eres un tonto… Me hiciste preocupar.

-Lo siento.- el castaño bufó y apartó el rostro- No te enfades.

-¿Cómo quieres que no lo haga? Te dije que tuvieras cuidado… Podría haberte pasado algo.

-Perdón…- sus ojos se llenaron de lágrimas- Perdóname, Takuya… Sé que fue muy estúpido de mi parte querer aprender a conducir una motocicleta… a pesar de que me lo dijiste.- se cubrió el rostro, para que el guitarrista no lo viera llorar. Éste suspiró.

-No llores… Sólo lo dije porque me preocupé por ti.

-Pero…

-O me harás llorar a mí también.- dijo con la voz entrecortada.

-N-no… No quiero que llores, Takuya.

-Entonces deja de hacerlo.

-Está bien.- se secó las lágrimas- No voy a llorar, porque tú no quieres que lo haga.

-Qué bueno.- se limpió una pequeña lágrima que escapó de su ojo izquierdo.   

 


[Llorábamos, reíamos y peleábamos
Pero nos perdonábamos con el tiempo]

 

-Quiero volver… a estar así contigo.

 

Se puso de pie, con mucho esfuerzo y apoyó su mano contra el tronco del árbol.

 


[No puedo creer que nunca más

volveré a verte sonreír gentilmente]

 

-Daría cualquier cosa por estar a tu lado ahora mismo.

 


[Es casi insoportable]

 

-Piko… ¡Piko!

 

Otra vez, estaba en shock, sosteniendo el micrófono entre sus manos, con los ojos fijos en la nada.

 

-Supongo que aún no se recupera.

-Sí.

-Al parecer, hoy tampoco podremos ensayar.

 


[Te echo de menos, me gustaría que supieras cuánto]

 

-Takuya… regresa…


[Resulta que nada es eterno]

 

Las luces lo cegaban, tenía un nudo formado en la garganta, la mente en blanco, los gritos del público, las miradas de todos puestas sobre él. Y él con el micrófono a pocos centímetros de su boca… Pronto, una sólo idea se le cruzó por la cabeza.

 

-Takuya…

 

Todos lo sabían. Varios meses habían pasado de eso, pero él seguía igual.


[Es doloroso cuánto te echo de menos]

 

Cantó ese verso, en un hilo de voz.

 


[Me duele tanto el corazón]

 

Dejó caer el micrófono… Y todo se volvió oscuro.

 

-Nada es igual si no estás a mi lado…


[Estoy de pie en el lugar donde nos conocimos por primera vez]

 

Una delicada brisa sopló, jugueteando con los sedosos mechones de su cabello negro y lacio.

 

-El guitarrista de An Cafe… Por fin nos conocemos.

-Ah… Tú eres…

-Puedes llamarme Piko.


[Todavía está aquí, el suave viento…]

 

-Si no fuera porque teníamos ese concierto… aún estarías aquí…

 

-Me quitaste a mi guitarrista.

-Él no era tuyo.

-¿No lo sabes? Yo era su dueño.

-¡Deja de hablar de Takuya como un objeto! ¡Lo engañaste para que se acostara contigo!

-Pudo haberse negado.

-¡¿Cómo esperabas que lo hiciera?! ¡Estaba enamorado de ti!

-No fue mi culpa.

 

Y le dio una bofetada. El rubio estaba más que sorprendido.

 

-No entiendo cómo Takuya pudo enamorarse de alguien como tú.

-Yo tampoco… ¿Qué me vio?- bajó la mirada- No soy la gran cosa… y aún así… él… me hizo sentir… especial.

-¿Ahora dirás que te enamoraste de él después de lo que hiciste?

-¿Y qué si así es?

-Eres de lo peor…

 

Dio media vuelta, alejándose del lugar. A medida que caminaba, luchaba contra las lágrimas que querían escapar.

 

-Él nunca te mereció, Takuya…


[Te echo de menos, me gustaría que supieras cuánto]

 

-Ja, ja, ja, ja…

-Ya estás muy ebrio, Takuya.

-No lo estoy.

-Sí lo estás. Tu cara está muy roja.

-Soporto bien el alcohol.

-Pero no por eso deberías tomar tanto.

-Ay, te preocupas por mí… Qué lindo eres, Piko.

-¿Ah?- se ruborizó.

-Ja, ja… Ni que fuera la primera vez que alguien te dice algo como eso.

-Es la primera vez que tú me lo dices.- bajó la mirada.

-Ja, ja, ja… Oye…

-¿Qué?

 

Se sentó a su lado, en el sofá, y lo abrazó.

 

-Te quiero mucho, Piko.

 

Era como un sueño. Que la persona que más le gustaba le dijera eso parecía irreal.

 

-Yo también te quiero mucho, Takuya.

-Quizás… algún día…

-¿Algún día qué?

-Te lo diga…

-¿Eh?- lo miró atentamente; pero se había quedado dormido- Takuya… Quizás algún día…


[Pensé que lo que teníamos era eterno]

 

-Nunca te lo pude decir… Ni siquiera en mis sueños…


[Es doloroso cuánto te echo de menos
¿Dónde estás ahora?]

 

-Piko.

-Dime, Takuya.

-Eh… Olvídalo.

-¿Ah?

-No es nada… Mejor sigamos practicando, ¿si?

-Bueno.


[Te echo de menos, me gustaría que supieras cuánto]

 

-Quiero abrazarte… Poder sentir tu calor de nuevo.


[Resulta que nada es eterno]

 

-¡Salimos muy bien!

-Tal vez…

-Ay, Takuya… Te ves bien.- el guitarrista se ruborizó- Ja, ja, ja… Saquémonos otra foto.- pasó su brazo detrás del cuello del castaño.


[Es doloroso cuánto te echo de menos]

 

-Sólo recuerdos… Me tengo que conformar con eso.


[Me duele tanto el corazón]

 

-Takuya… Yo…

-¿Si?

-Eh...

-¿Qué pasa?

-Yo… Cuando lleguemos a Tokio te lo diré.

-De acuerdo.


[Nunca te llegará, pero, "Te amo"]

 

-Te amo… Takuya…

 

Y se quebró en llanto una vez más. Era una constante tortura. No podía estar con la persona que amaba, nunca más podría volver a verlo.

 

El día del accidente, regresarían a Tokio, puesto que había terminado un nuevo concierto de su gira.  Piko le diría a Takuya lo que sentía, pero no pudo ser. Perdió a un compañero, a un buen amigo, a la persona que amaba. Y aunque el tiempo pasó, no lograba aceptarlo. Vivía convencido de que todo había sido su culpa, por haberlo aceptado como su guitarrista soporte, por haber iniciado una gira… Un accidente no se puede predecir, así como él no pudo predecir que se enamoraría de su amigo.   

 

Secó sus lágrimas, tratando de tranquilizarse. Elevó su vista al cielo; estaba atardeciendo.

 

-Algún día…

 

Suspiró. Su cuerpo aún temblaba. Cerró sus ojos, sintiendo a su corazón latir.

 

-¡Al fin te encuentro!

-Ah…- se volteó y allí vio a aquel castaño- Sekihan… ¿Qué…?

-Me dijeron que podrías estar aquí.- se acercó a él.

-Vengo aquí… cuando necesito estar solo.

-Ya veo…- miró al cerezo- ¿No te parece raro?

-¿Qué cosa?

-Es otoño y este cerezo aún tiene flores.

-¿Eh?

-¿No lo habías notado?- rió- Piko, no tienes remedio.- le revolvió el cabello.

-“Cada vez que recuerdo estos sentimientos, las flores de cerezo revolotean…”

 

El viento sopló, llevándose consigo varios pétalos de las flores.

 

-Hacía mucho que no nos veíamos.- dijo el castaño.

-Eso creo.

-Me dijeron que si te encontraba, te llevara de regreso. ¿Cómo te escapaste del ensayo?

-Tenía que hacerlo.

-Ya veo…

-Mejor regreso.

-¿Ya te sientes mejor?

-No… Pero tengo que ir a ensayar… Él se molestaría si no lo hago. Vamos.

 

Comenzaron su camino de regreso. El pelinegro volvió a ver una vez más al cerezo y sonrió, melancólico.

 

-Algún día, Takuya…

Notas finales:

M: Takuya ;O;

T: te gusta matarme, no, Yasu? ¬¬

Y: eh... algo XD

M: *abraza a Yui* no quiero que mueras, Taku ;__;

Yui: -w-U

T: es culpa de Yasu

Y: eeeen fiiin! ¿Qué les pareció? Merezco un review al menos? ;___; Me siento conforme conmigo misma ahora que escribí esto XDD Pobre Pikito ;3; Bueno... Esto se terminó acá... Gracias por leer. Espero que les haya gustado ^^

M: no me gustó que Takuya muriera y que Miku fuera el malo ¬¬

Y: perdón XDD Nos vamos!

M: nos leeremos

T: cuídense

Y: bye bye!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).