Sé que esto está mal, pero no lo puedo evitar, te has metido en mí ser como nadie lo hubiese podido hacer, eres realmente perfecto, si hubiese algo para describir la perfección tu nombre sería la mejor opción, te has convertido en mi mayor obsesión, aún recuerdo el día en que te conocí, sé que solo fue una fugaz mirada, pero con eso me basto para impactarme con tu decorosa belleza, a pesar de estar con otra persona me he es inevitable no dejar de pensar en ti, ni siquiera se tu nombre, no sé nada de ti, eso en cierta manera me deprime, y lo vuelvo a repetir esto está mal, no por el simple hecho de que seamos hombres, no, si no que…
Ojala y pudiese separarme de ti Gaara, ojala y nuestros caminos nunca se hubiesen cruzado, pero de qué sirve retractarme ahora, de qué? Si dentro de una semana nuestros lazos se unirán y no habrá nada que pueda separarnos, me siento realmente horrible a pesar de que has tratado de que en esta “superficial” relación fuese de lo mejor, simplemente no me puedo enamorar de ti, me resulta algo tan difícil de efectuarse.
Pasan y pasan los días, realmente me han sido frustrantes y no es para más, ya que dentro de dos días me uniré con una persona que no amo y que solo siento afecto y agradecimiento por todo lo que me ha brindado. Cualquier persona que estuviese a lado de este formidable hombre jamás querría separarse de él, ya que este increíble ser es realmente incomparable, pues es todo lo que una mujer e inclusive un hombre desearían tener, a ojos ajenos Gaara es un hombre no solo apuesto, sino que también amable y por su puesto RICO, pero de que sirve todo eso?... De que?! Es realmente estúpido pero como dicen: con los sentimientos y corazón no se mandan… o si?...
Da igual, talvés ya no te vuelva a ver, talvés ya no vuelva a ver ese rostro que me obsesiono en ese mismo instante y me robo el sueño durante estos castrantes días, cuanto daría porque esos fornidos brazos me arroparan todos los días como lo suele hacer Gaara, pero eso es prácticamente imposible, no tengo vergüenza a pesar de que estoy a escasos días de casarme, sigo pensando en el, tan sumergido estoy en mis frustrantes pensamientos que no me di cuenta de una traicionera lagrima ha caído de mis ojos… por dios!! Como puede ser posible el atormentarme con un ser que jamás le he hablado?!!!... como?!!! Si mis padres se enterasen de esto de seguro me asesinarían en cualquier momento, pero bueno, de nada me sirve atormentarme más de lo que ya estoy.
Mi familia al igual que la de Gaara están demasiado felices y como no estarlo? Si dos poderosas familias se alianzarían y no solo eso, también podrán disfrutar de sus futuros herederos, siempre quise tener una familia, tener a mi lado a la persona que más amo a mi lado y lo mejor de todo viviendo juntos, pero esta vez la suerte no estuvo de mi lado, es más, nunca la ha estado, envidio tanto a Itachi, por lo menos el sí supo aprovechar su vida y encontrar a la persona correcta, al menos el si será feliz, eso me alegra y a la vez me devasta, cuanto desearía ser el, aunque eso jamás sucederá.
La puerta de mi cuarto empieza abrirse, que sorpresa es mi madre, me es extraño ver la entrar con tanta emoción, aunque ella es muy entusiasta en todo, pero hoy se ve mas de lo normal, en fin, ella se acerca hacía a mí con una bella sonrisa, y me dice con tal armonía…
-Hijo! Gaara-kun quiere que lo acompañes a un juego de “polo”, no te parece lindo, verdad???.- musito mi madre, yo solo me limite a contestarle con una sonrisa forzada.
-Si madre, por cierto a qué horas será?.- Me sentía un poco cansado, no quería ver a nadie, pero el destino se empeñaba a fastidiarme el día.
-Hay hijo lo de menos es la hora, tenemos que apurarnos para que te veas realmente hermoso, más de lo que eres cariño.- Mi madre nunca cambiara, pero aun así yo la amo y si vistiéndome de una manera que a veces odio le saco una bella sonrisa me doy por bien servido.
Es increíble que con tan simple ropa me vea realmente bien, no es de esperarse, aunque tampoco quiero elevar mi ego, que ya de por si lo es, mi madre me miraba anonadada, y como no? Siempre me comparaban con ella, y hasta hoy en día lo siguen haciendo, en lo físico somos tan parecidos y no es de esperarse que la mayoría me confundiesen con una chica, suele ser molesto y hostigante que a cada momento me lo dijesen así como así.
-Sasu, te ves realmente hermoso.- Veo como Gaara se acerca hacía a mí y me abraza de una manera sobreprotectora, no sé porqué, pero me sonroje ante tal acto, el suele ser así, me trata como si fuese una pequeña muñeca la cual no lo soy.
-Gracias, Gaara-kun, pero creo que exageras.- Suelo cambiar rápido, ahora me sentía incómodo, me solté de él suavemente, procurando de que no se sintiese mal.
-Sasu mi vida, tu jamás cambiaras esa manera que sueles tener y desconcertantemente me enloquece, vamos se nos hace tarde.- es así como emprendemos camino a ese lujoso lugar, dentro del carro siento como el espacio se hace un poco incómodo, ya que ninguno de los ha hablado, no me es de extrañar que a veces solemos estar así, el auto se detiene indicando de que hemos llegado, Gaara como siempre, todo un caballero, se baja para abrirme la puerta, tantas atenciones por parte de él terminaran exasperarme.
-Vamos, tengo que buscar un lugar realmente digno de tu estadía.- Esa sonrisa que emana de el me hace sentir mal, le tomo la mano para seguir el recorrido por el enorme lugar, vaya! Este lugar están bello al pasar por los pasillos se podían apreciar los hermosos establecimientos lleno de personas “importantes” siento como las miradas se posan hacia mí y Gaara, procuro ignorarlas volteando mi rostro hacía otro lado, jamás me imagine tal cosa como esta, es que dios estaba de mi lado o era una visión inesperada de tanto pensar en él, mi corazón se saldría en cualquier instante, era el, dios! Quería morirme estaba sentado ahí con ese bello rostro sin ningún cambio, gire mi rostro y seguí caminando al lado de Gaara.
-Muy bien llegamos, me encantaría que te quedases aquí cariño, me iré a cambiar, el juego está por comenzar, te parece?.- No sabía que responder, estaba realmente pasmado! Menuda suerte la mía, que bueno que no se ha dado cuenta, me siento donde me indico Gaara hace unos momentos, me siento realmente nervioso, es más, parezco una niñata, que estúpido, es que en verdad escucharon mis absurdas suplicas, feliz, nervioso, triste, asustado, eso era todo lo que sentía, uff el tiempo sí que pasaba volando, que ni siquiera note que el juego había empezado, el ambiente del lugar era agradable para los demás, pero para mí era tormentoso, no lo pensé dos veces decidí dar un pequeño paseo, necesitaba aclarar mi mente, pero una voz me quito la ensoñación y…
-Hola… veo que te afecto mi visita… no es así, pequeño?.- No lo podía creer, no quería voltearme, simplemente no podía, que demo… Siento como unas grandes manos se posan por mis brazos y me obligan a verlo… dios! Era el, ese rostro, mi cuerpo quería desplomarse.
-Disculpe, po-o-dría hacer-m-e el favor de sol-t-arme?.- Maldición, de cuando acá yo tartamudeaba.
-Vamos, no finjas, odio cuando la gente hace eso.- Me lo dice con una bella y resplandeciente sonrisa… Jesús! Sera que… ¿el también sentirá lo mismo? Pero que idioteces estoy diciendo!! Como puedo si quiera puedo atreverme a pensar semejante cosa, siento como mi cuerpo es pegado contra el suyo inevitablemente suelto un pequeño gemido ante tal acción.
-Que lindo eres, pero bueno… Para serte sincero jamás me imagine volver a verte, mis suplicas fueron escuchadas y eso me alegra, no te asustes, pero desde que te vi no he dejado de pensar en ti, dulzura mía.- Que diantres acababa de escuchar, creo que después de haber escuchado todo esto podría morir en paz, siento como mi cuerpo se pega más y más al suyo, sus brazos me abrazaban con tal sobreprotección, quería llorar, nunca pensé que el sintiese lo mismo.
-Es… enserio?.- pregunte con una sonrisa acompañada de unas lágrimas traicioneras, mi corazón latía a mil.
-Si no fuese así jamás hubiese decidido irte a buscar.- Otra vez esa sonrisa, lo único que pude hacer en ese momento fue abrazarlo más fuerte, todo esto era extraño pero a la vez embriagante.
-Me alegra saber que no fui el único en tener esos pensamientos, pero a todo esto… no se tu nombre ni tú el mío, es más, no sabemos nada ni del uno ni del otro.- Tenía que saber su nombre.
-Esta bien, responderé a tus exigencias, mi nombre es Naruto Uzumaki y pues de mi… sabes, tendremos mucho tiempo para conocernos, no lo crees, Sasu? Eh! Como sabe mi nombre, veo que él ya estaba más adelantado.
-En fin, vida mía… a donde deseas que te lleve?.- Yo no era ese tipo de personas que se fugaban así como así, tenía que decirle a Gaara no planeaba dejarlo así, el no se lo merecía, con sumo apuro le digo a Naruto que me esperase aquí, el simplemente obedeció, regrese al lugar donde según debería haber permanecido, pero… vaya! Menuda sorpresa, jamás pensé que el formidable Gaara fuese ese tipo de personas, pero bueno, no es típico de él besar a “otra” persona que no fuese yo, me sentía feliz y no solo por mi, también por él, creo que ya no habría mas explicaciones y con suma prisa regrese donde Naruto me esperaba.
-Vaya! No tardaste.- Musito con suma sorpresa, y como no?.
- Así es, pero bueno, no hace falta que te explique las cosas que ahora ya no tienen suma importancia.-Me sentía feliz! No había palabra alguna que pudiese describir mi sentir en estos momentos, es así como todo terminaría? Quiero gritar, pero a la vez lo quiero besar, mi pequeña suplica fue escuchada, Naruto me toma de la barbilla y me da un suave beso al cual yo le correspondo con suma alegría, pero por causa del oxigeno nos separamos de ese mágico beso.
Es así como mis suplicas de ser feliz fueron escuchadas, mostrándome al hombre más hermoso, a la persona con la cual compartiría mi vida felizmente, poco me importa como lo tomen mis padres, estoy seguro que con Naruto nada me hará falta… amor y felicidad es lo único que me interesa, el dinero estaría demás….
Fin.