Despertó asustado, en cuanto su pesadilla hubo acabado. El recuerdo de aquel sueño era aún muy fresco en su memoria, al punto en el que él no quería parpadear, por el miedo a verse a sí mismo, aunque tal vez más grande, agonizante en un charco de sangre, su propia sangre.
Cerrando sus orbes azules, para no volverlas a abrir…
-¡¡PAPI!!- gritó el pequeño, y luego recordó que no tenía padres ya, lo cual solo logro entristecerle, a la vez que un fuerte dolor en el pecho le hacía recordar aquello que ni élsabía bien como sucedió. Después de todo, élsabía que en esa aldea era más que odiado. El sonido de unos pasos lo distrajo, y miró el reloj que estaba en la pared que teníaenfrente, el cual marcaba que eran las tres de la mañana, usualmente el viejo solía visitarlo a tempranas horas pero :¿en plena madrugada?.
La puerta se abrió ,dejando ver tras de sí, a un joven pelirrojo, cuyo semblante se veía preocupado. Había escuchado el grito desde la otra habitación y vino lo más pronto que pudo, viendoasí a un niño de azules ojos y piel morena, acurrucado sobre sus piernas, en un claro gesto de quien busca consuelo. Sonrió afable, acercándose a la cama del pequeño, dejando ver así un rostro pálido ,cuyas ojeras resaltaban una mirada púrpura de lo máspeculiar, sus rojos cabellos que estaban a la altura de su cintura, y tocó con suavidad el hombro de Naru, sacándolo de su ensimismamiento. El niño levantó la mirada sobresaltado, y se encontró con aquellas orbes lilas tan límpidas, que lo miraban con una mezcla de ternura y comprensión.
Una enorme sonrisa zorruna se dejó ver en su infantil rostro, al reconocer de quien se trataba, y le tendió los brazos a ese ser tan querido.
-Tito Nagato –murmuró el niño. El bermejo solo sonrió, mientras recordaba lo efusivo que Naruto lograba ser a veces, casi siempre se le olvidaba ese detalle “no nos salgamos del tema, Nagato. Naruto ha vuelto a tener otra de esas pesadillas, y esto se ha salido de lo común ya, ¿Qué puedo hacer ahora que ya ni los consejos de Jiraiya me tranquilizan?. No es que intente restarle importancia a este tema ,pero tengo la mente llena de otras cosas… como, por ejemplo, el hecho de alejarme de Naru, gracias a los caprichos de terceros. Quisiera saber cómo tomaría un niño normal de 5 años el hecho de tener que cambiar de hogar ; y como lo tomaría este kitsune travieso”
“eso no va a quedar así, claro que no.”
-¿ y bien? ¿Qué ha sido esta vez , Naru?-preguntaba el pelirrojo al rubito, quien aún se limpiaba las lágrimas con su antebrazo, y sonreía levemente-¿payasos, una vida sin ramen,o alguno de esos chicos que ya me habías mencionado? Vamos ,cuenta ,decíale Nagato a Naru ,quien estaba recostado sobre su pancita, y se sentó en la cama a una buena distancia de su tío ,mirándolo retadoramente.
-es que tú nunca me crees-dijo Naru, haciendo un pequeño puchero, que hizo sonreír al mayor, elcual decidió seguirle la soga ,y ver hasta donde llegaba ,o quería llegar su sobrino.
-dime, y prometo darte un obsequio luego,¿quieres?-le dijo a Naru, cuyos ojos parecían soltar brillitos ante la promesa, y soltó las palabras sin más ni más:
-año es nada, solo me había visto a mí, peromás grande y feo,ahora, ¡dame mi regalo!-exigía demandante el kitsune, a su tío, quien soltó un suspiro de alivio, sólo eran cosas de niños, gracias a Dios.
-está bien, tan sólo mira bajo tu cama y ahí está tu regalo, vamos, hazla-apremió el mayor al pequeño, quien bajó de la cama, y sacó una vieja caja. –ábrelo –dijo Nagato y con mucho cuidado, Naruto sacó un extraño aparato, o al menos eso parecía le a él, luego preguntó-¿y esto que es? Es feo, no me gusta, ¿se come?. Nagato sonrió-¡no te burles tío!-esto, Naru-comenzó su tio,bajo la atenta mirada azulina-perteneció a tu madre, y se llama violín, es un instrumento musical, y mañana, cuando ingreses al instituto Seihi lo usarás, ¿vale?.
…
-¿a un instituto?¿de mi madre?-murmuró perplejo el pequeño. Eso definitivamente estaba …no, debía de estar mal. ¡él quería quedarse! ¿acaso su opinión no contaba?
“mamá”
Continuará…