Caminas hacia mí y me sonríes de forma cálida, con esa sonrisa que te caracteriza. Pasas la mano por tu cabello y te acercas lentamente a mí, me saludas con un "Hola, ¿qué tal tu día?" Y yo sólo puedo contestar un sencillo "Bien". Una vez frente a mí me tomas de la mano y me jalas hacia aquel parque en el que pasamos todas nuestras tardes desde hace más de 5 años. Nos sentamos en el mismo banco de siempre, frente a la fuente, te quitas la chaqueta y te giras hacia mí. Comenzamos como siempre a hablar de tontas trivialidades, comienzas diciéndome lo bien que te fue en tu día, del examen que tuviste, de la salida con tus compañeros de clase después de salir de la universidad. Yo sólo atino a asentir y a murmurar sencillos "Oh...". Casi nunca hablo, tú eres el que termina diciendo todo. Muchas veces he querido decir todo lo que siento por ti en esos momentos que estamos los dos solos. Decirte absolutamente todo, sobre ese amor que siento desde siempre, desde la primera vez que te vi en ese instituto. Esa sonrisa me enamoró, y sin darme cuenta, caí rendido a tus pies, pero obviamente la timidez y la vergüenza no me dejan decir lo que siento. También está presente ese miedo al rechazo por parte tuya, y eso... eso no podría soportarlo.
Te acercas lentamente a mí y me mueves un poco los hombros, susurrando bajito esos "Hyung", otra vez me he perdido sin darme cuenta en mis pensamientos y he perdido la noción de las cosas. Sin querer he dejado de escuchar, y pones ese adorable puchero con tus labios, y una expresión de ‘enfado’ que me hace querer abrazarte, pero como siempre, me contengo de hacer cualquier cosa.
-Changmin Hyung, estás muy raro últimamente. ¿Te pasa algo?- Se aleja un poco de mí y me ve con cara de preocupación esperando mi respuesta, no puedo evitar pensar que se ve adorable con esa expresión.-
-No me pasa nada, Minho. Todo está bien... es sólo que hay algo que me preocupa.- Giro mi cuerpo completamente hacia él, y veo fijamente sus ojos. Esos hermosos ojos castaños que me miran con confusión.-
-¿Qué cosa, Hyung? ¿Qué sucede?- Me acerco a él, y tomo su mano suavemente, abro su mano y dejo un pequeño sobre en su mano... beso su mejilla, luego me paro y me alejo del lugar.-
-Mañana lo entenderás, Minho. Nos vemos...-Le dedico una pequeña sonrisa y me dirijo a mi casa. Ésta será una larga noche.
~POV MINHO~
Abro lentamente la pequeña carta que Changmin colocó en mi mano, sólo hay un pequeño pedazo de papel, lo leo detenidamente y una tonta sonrisa se forma en mi rostro, era algo tan simple, pero me hacía feliz leer eso.
-"Confía en mí, ven mañana a éste mismo parque a media noche. Tengo que mostrarte algo".- Sonrío de forma tonta imaginando la expresión que habrá puesto Changmin al escribir la nota.- Hyung tonto... - Me levanté de donde estaba y me dirigí a casa. Ésta sería una larga noche.
~POV CHANGMIN~
Esa había sido la noche más larga de toda mi vida. Justo ahora me encontraba sentado en el banco del parque esperando, eran a penas las 11:30. Estaba muriendo de nervios, era extraño que eso me pasara. Pero ese niño siempre lograba ponerme así. El tiempo pasaba lento, muy lento. A sólo 5 minutos para la medianoche llegó. Venía con una sonrisa tímida en el rostro y las mejillas un poco sonrojadas. Se acercó a mí y me observó por unos 5 minutos más o menos hasta que se decidió a hablar.
-Bueno... aquí... aquí estoy, Hyung.- Me paré del lugar donde me encontraba sentado y lo abracé.
-Gracias... gracias por venir.- Me vio un poco sorprendido, pero luego correspondió mi abrazo. Se sentía bien esa calidez que desprendía de su cuerpo.- Ven conmigo. Sígueme.- Tomé su mano, y lo guié hacia la parte de atrás del parque. Caminamos poco tiempo, por un lugar lleno de ramas. Hasta llegar a un lago, que se mantenía oculto detrás de los árboles. Minho se quedó sorprendido, observando detenidamente el lugar, una pequeña sonrisa se formo en su rostro, que se veía aún más blanco gracias a la luz de la luna que se reflejaba en el lado e iluminaba su rostro.- Éste lugar, lo descubrí hace algún tiempo. Me sorprendió cuando lo descubrí, es muy hermoso como para que se encuentre en una ciudad como ésta.- Volteó a verme y me sonrió.
-Los lugares más hermosos, siempre se encuentran ocultos. Supongo que, eso es lo que los hace más especiales y hermosos.- Se acercó a mí y tomó mi mano.- Gracias por traerme aquí, Hyung.
-Yo...-Volteó todo su cuerpo hacia mí y me observo fijamente.- Yo tengo algo que decirte, Minho. Es algo que debí hacer hace mucho, pero... no me atreví, y me siento estúpido por eso.- Tomé un poco de aire y apreté un poco más el agarre a su mano.- Minho, te conozco desde hace más de 5 años, y esto que siento, lo siento desde la primera vez que te vi, es tonto habérmelo guardado por tanto tiempo, pero... te amo, Minho. Me enamoré perdidamente de mi Donsaeng, no pude evitarlo, fue algo que pasó y yo... lo sien...- Pusiste un dedo en mis labios, para evitar que terminara de hablar.
-Hyung, cállate. Hablas demasiado.- Se acercó lentamente a mi rostro, y unió sus labios con los míos, en un tímido, pero profundo beso.- También te amo, Hyung.- Volvió a besarme, esta vez pasó sus brazos al rededor de mi cuello, y yo pasé los míos por su cintura, para apegarlo más a mí.
-Perdona a tu Hyung por ser tan tonto.-Sonreí y besé su mejilla.-
-¿Ahora es que te das cuenta de que eres tonto?- Sonrió levemente y me abrazó.- Ahora tenemos que aprovechar el tiempo perdido, eh.- Me besó una vez más y metió su cabeza en mi cuello.
-Eso no lo dudes, Minho. Así será.-Tomé su mano, y la besé.-Espero que… estés conmigo mucho tiempo.
-Por supuesto que sí, Hyung. Así será.-Entrelazó sus dedos con los míos, y besó la comisura de mis labios.
-Gracias, Minho.- Me vio extrañado y luego sonrió.
-¿Gracias por qué? No tienes nada que agradecer, tonto.- Golpeó un poco me hombro y luego me dio la espalda.- Pensé que nunca te atreverías a decirlo. Sabes… lo sabía desde hace mucho tiempo, pero quería que tú me los dijeras.- Me sorprendí ante su comentario, no pensé que él supiera todo.- Me di cuenta hace mucho. Al igual que tú, te quiero desde hace mucho, pero no lo dije por… miedo.-Una curva se formó en sus labios.
-Y después dices que yo soy el tonto, Minho.- Lo jalé hacia mí y lo agarré de la cintura.- No pensemos en esa cosas ahora, ¿está bien? Sólo… sólo, aprovechemos el tiempo, y recuperemos el tiempo perdido. ¿Qué importa lo que pasó en el pasado? Vivamos en el presente, eso es lo que importa.- Una lágrima corrió por su mejilla, pero mantenía esa pequeña sonrisa en sus labios.- No llores.- Pegué mi frente se la suya y luego besé sus labios.- Te amo, Minho.
-También te amo, Changmin.