- Kaname.. tu.. pero.. ¿Por qué?- dije algo aturdido al ver a mi actual novio lastimándome, acosándome de una manera tan espeluznante.
- Umm.. ya te había dicho que lo hago por simple diversión- murmuro mientras se sentaba en la cama, aun me encontraba mareado lo cual sumado con esto hacia que me llenara de una muy grande confusión.
- Kana..me ¿en.. ver..dad te divier..tes viéndome .. así?..- pregunte con tristeza no es que lo odiara, simple mente no puedo hacerlo lo quería tanto, que me llenaba de ese sentimiento que me confundía y que me comía el alma.
- Me gustan tus emociones las de miedo y las de dolor… tal vez por tu actitud seria me gusta tenerte así..- murmuro mientras se posicionaba encima de mí, sus labios se unieron a los míos con deseo, eran suaves y tiernos era como una unión de sentimientos los míos de confusión y los de el del más puro deseo.
- No.. quiero..- masculle entre el beso, mis muñecas me dolían debido a los gruesos grilletes que de esta colgaban.
- Te deseo..- fue lo único que tuve como respuesta para luego sentir como Kaname arrancaba mi camisa, sus labios se dirigieron a mi cuello mordisqueando y besando con pasión, provocándome pequeñas corrientes de placer, cerré los ojos con lentitud dejándome consumir por el deseo que el mayor me proporcionaba.
- Ahh..- gemí al sentir como Kaname bajaba a mi pecho plano, comenzó a lamer con fluidez mis tetillas mordisqueando con lentitud, sus manos acariciaron mi estrecha cintura temiendo que si me apretaba con fuerza me destruiría antes de culminar su plan. De mis labios salían sonoros quejidos de placer al sentir una intensa corriente de placer proveniente de esa zona tan sensible.
- Veo que te gusta..- dijo burlón al ver como mis tetillas se ponían duras, bajo hacia mi ombligo dejando un recorrido de saliva sonrió con malicia dando lametazos, comenzó a de gustar cada gramo de mi ombligo, logrando que mi espalda se arquera de tanto placer me encantaba me gustaba como su lengua entraba en mi ombligo simulando penetraciones.
- Ummm.. ah…-gemí mientras abría mis ojos, mire con deseo a Kaname sabía lo que quería sabia que me deseaba tanto como yo a él, Kuran me arranco el pantalón lamiendo mi cintura, rozando con sus dedos mi entrepierna por encima de mi bóxers era una tortura deliciosa una exquisita que sacaba de mi, los más bajos instintos que me enloquecía.
- Dime Zero.. ¿quieres que te haga mío?- me pregunto de forma déspota ¿Cómo podía dejarme seducir? y lo peor por él por aquel que estaba a punto de matarme, el que me torturo por horas, no lo sabía y ni me importaba ya no me dolía tanto la herida de la bala, ya se me había pasado el sedante, lo único que realmente importaba era lo que pedía mi cuerpo y este deseaba ser poseído por él, por aquel hijo de ***** de Kuran.
- hazme tuyo..- gemí con lujuria reflejada en mi mirada, mi bóxers fue arrancado con brusquedad y furia se notaba que me desea tanto como yo a él, era un sentimiento de descontrol y deseo, sentí como mi miembro fue tomado con suavidad por las expertas manos del Kuran causando que mi respiración se volviera agitada y desenfrenada, mi cuerpo sudaba sin control tal vez por el placer de ser masturbado por él.
- Valla sí que estas duro..- susurro mientras movía con rapidez mi miembro una sonrisa apareció en sus labios mientras se acercaba a mi enorme pene, paso lenta y sensualmente su lengua por la punta de mi miembro, podía sentir las corrientes de placer inundar mis sentidos esa agradable cosquilleo que hacía que me retorciera en el mas divino deseo, que me dejaba sin aire y me incitaba a continuar.
- Ahh..Ka..name.. ahh..- gemí lleno de lujuria queriendo liberarme de los grilletes para poderlo acariciar, el mayor sonrió con deseo mordiendo con suavidad mi miembro, gemí de dolor para luego hundirme en el paraíso, las corrientes de placer no dejaban de llenarme, la boca de Kaname se había tragado todo mi miembro causando que ese espeso liquido caliente amenazara con salir..- ahh.. me.. corro..- trate de advertir para luego venirme en su boca, la sonrisa de Kuran iso que me sonrojara debido a la vergüenza de haber me venido.
- Bien ahora me toca..- gruño mientras se quitaba el pantalón mire con temor su enorme miembro.
- Espera Kaname no seas tan.. ah..brusco..- Murmure con dificultad al sentir como nuevamente comenzaba a atacar mi miembro, sabía que era estúpido resistirme más cuando lo deseaba tanto, sus dedos buscaban mis labios pidiendo ser lamidos, lo hice hipnotizado por su mirada cuanto me encantaba sentirme así entre sus fuertes brazos, era una sensación deliciosa aun que algo humillante.
- Estas listo..- mascullo mientras acercaba una de sus finos dedos a mi entrada comenzó a penetrar con calma haciendo pequeños circulitos en mi interior, era exquisito sentir como se movía dentro de mí, sentía las corrientes de placer recorrer desde mi cintura hasta mi columna vertebral.
- Argg..-gemí entre el dolor y el placer, al poder sentir como Kaname introducía su segundo dedo podía ver su desesperación se notaba que quería hacerme suyo tanto como yo deseaba ser poseído- no.. Kana..me me ¡ARGG!..- grite con dolor al sentir como ese pedazo de carne entraba en mi, por mis mejillas rodaron gruesas lagrimas y de mi boca salían sonoros gritos de dolor.
- Umm.. eres tan.. ahh.. estrecho.. y caliente..- susurro mientras se quedaba quieto esperando que me acostumbrara, respire agitadamente tratando de controlar mis más bajos instintos, comencé a moverme con dificultad dándole permiso a que continuara- umm..- gimió Kaname mientras comenzaba a penetrarme, mordí mi labio inferior sintiendo como el castaño entraba y salía de mis paredes internas.
- Ahh..Kana..me..-gemí mientras hacia presión, tratando de sentir más aun a ese hermoso ser, la mano de Kaname tomo posesión de mi miembro masturbándolo en el proceso uní mis labios a los carnosos de Kaname Fundiéndome en una incontrolable lujuria, gemí sin control mientras apretaba mis paredes internas, sentí como el caliente semen de Kaname inundaba todo mi ser mientras yo llegaba entre su mano y mi pecho, perdiéndome en la inconsciencia, en el cansancio de mi cuerpo y en el sudor del suyo…
Abrí mis ojos lentamente otra vez ese molesto ruido, otra vez el maldito teléfono hoy sería diferente hoy contestaría, porque el teléfono se iso para eso, para hablar y expresar lo que uno piensa.
- Halo..- masculle notando en mi voz la clara molestia al ser interrumpido en una de mis mas relajantes baños.
- Hola.. Zero- escucho esa voz gruesa y sensual- ¿quieres volver a jugar?.. – BAN…
Fin