Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Princesa por accidente! por Lacrima Eterna

[Reviews - 73]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Por fin el tan esperado final! Realmente lamento mucho la tardanza, entre los exámenes finales y mi madre en urgencias no pude hacer mucho, realmente fue una semana muy difícil en la que apenas tuve tiempo para nada más u.u 
Pero en fin, hoy ya estoy de vuelta con un capítulo DOBLE!! =D Sí, doble, porque me quedó demasiado largo y creo que si lo cuelgo entero se deformará un poco el ritmo de palabras que tienen los otros capítulos. 
Sin más que decir -de momento, ya que les tengo una sorpresa en el capítulo que viene- los dejo con el capítulo final, parte uno. ¡A leer!

“Es hora de que elijas. ¿Qué camino prefieres transitar? Tu destino ya está marcado… Ahora es tu propia decisión”

Oscuridad. Un frío que calaba los huesos y que le hacía temblar casi convulsivamente. Abrió los ojos sólo un poco, distinguiendo dos sombras a su alrededor observándole, esperando a que despertara.

–Ya despertó –indicó una voz femenina, familiar, conocida… la voz de Lorreine.

–Perfecto… Hiciste un buen trabajo, Angrboda –habló una voz masculina, extraña, similar a la que el libro dejó escuchar en su mente luego de que Loki lo hubiera tocado– Tu recompensa serán los tres niños que pediste…

–Se lo agradezco, mi Señor –tras decir esto, se escucharon pasos de tacones alejándose.

Loki no podía moverse, sentía sus miembros entumidos y le dolía todo el cuerpo. Abrió nuevamente los ojos, parpadeando varias veces viendo sólo sombras y oscuridad. Su garganta le ardía y sentía que apenas podría decir alguna palabra. Sentía unos pasos pesados a su alrededor, seguramente los de aquel hombre que hablaba con… ¿Angrboda?

– ¿Ya has despertado del todo, asgardiano? –preguntó mientras se acercaba.

Cuando sus ojos se adaptaron a la oscuridad, notó que se trataba de una criatura encapuchada vestida totalmente de negro, cuyos ojos estaban ocultos bajo su capucha y apenas se le veía parte de la mandíbula entre tanta sombra. El ser estiró una de sus esqueléticas manos hacia Loki, tocando su cabeza, y en ese mismo instante el chico sintió que una corriente como el fuego invadía su cuerpo, haciéndole gritar de dolor. Pero no duró más que un par de segundos, y para cuando aquel ser retiró su mano, el hechicero había recuperado la movilidad de su cuerpo.

–Levántate –ordenó el ser, alejándose una vez más, saliendo del campo de visión del muchacho.

Con dificultad, Loki se incorporó jadeando aún por el dolor, mirando a ambos lados sorprendido y asustado. Aquello no era Asgard. Aquella oscuridad, aquellas ruinas y aquel cielo sin estrellas no pertenecían a ningún mundo que conociera.

–Angrboda dijo que eras el adecuado, veamos qué tan cierto es… –antes de que Loki pudiera encontrar con la vista al ser, nuevamente sintió cómo el dolor recorría su pecho, haciéndole retorcerse en el suelo de fría piedra. Poco a poco sentía que su pecho se partía en dos, que el aire se le escapaba y que su corazón era estrujado. Pero esta vez no gritó, sino que contuvo sus quejidos con voluntad. No gritaría, no de nuevo. No él– Veo que tenía razón… Eres fuerte –comentó el ser, liberando a Loki– Supongo que sus hijos también lo serán, cuando nazcan.

El hechicero jadeaba, sin entender qué sucedía, dónde estaba o por qué aquella criatura le hacía eso. Intentó incorporarse, levantarse y enfrentarse a esa sombra misteriosa, pero nuevamente estaba inmovilizado, pegado al suelo.

–Déjame… en… paz… –dijo entre jadeos, con todo su esfuerzo– Hermano…

–Estás lejos de Asgard, hechicero. Nadie puede venir a salvarte, pero descuida, nosotros no somos tus enemigos… –tras decir aquello, varias risas lejanas se hicieron escuchar, risas que provocaron que un escalofrío recorriera al joven príncipe asgardiano– Nosotros queremos un trato…

–Déjenme… Aléjense de mí…

Nuevamente aquel dolor comenzó, atravesándolo, aprisionando su cerebro y su corazón. Y por más que Loki trató de contener sus quejidos y gritos de dolor, esta vez fue demasiado. Sentía que podía morir en cualquier momento, que su cabeza podría estallar, o su pecho.

–Deja de luchar, asgardiano. De nada te servirá contra el poder de los Chitouri… Ahora, ponte de pie y presta atención –tras pronunciar la última sílaba, el dolor cesó dejando a Loki nuevamente liberado, aunque el chico dudaba que ahora pudiera ponerse de pie. Apenas podía moverse, estaba débil y agotado.

Usando toda su fuerza de voluntad y parte de su orgullo, se puso de pie con bastante dificultad, tambaleándose y apoyándose en las rocas que estaban a su lado. Al frente, la criatura encapuchada, el Chitouri, le miraba fijamente, mientras en su mano sostenía un cetro luminoso que emanaba una magia poderosa y antigua, similar a la propia.

– ¿Quién… eres…? –preguntó el pelinegro, temblando, sosteniéndose apenas.

–Soy el Jefe de los Chitouri, quien te mandó buscar –contestó la criatura, estática en su lugar, mirando al asgardiano con interés– Quiero proponerte un trato que estoy seguro que aceptarás…

– ¿Un trato?

–Sí… envié a Angrboda junto a uno de mis tesoros en busca de alguien poderoso, lo suficientemente digno como para liderar mi ejército, y ella te escogió a ti… Curiosamente, a un hijo de Odín… –la risa del Chitouri tenía una esencia tétrica que causaba escalofríos– El trato consiste en que tú liderarás mi ejército hacia la gloria, y yo te daré todo el poder que desees –mientras hablaba, empezó a acercarse lentamente a Loki, rodeándolo, acechándolo– ¿Ves este cetro? Contiene el poder suficiente como para destruir un mundo, y te lo entregaré cuando sea el momento… si aceptas… Si no, me temo que tendré que matarte, puesto que conoces mis intenciones.

Loki retrocedió ante aquellas palabras, temblando tanto por el frío como por la risa tétrica del ser que le hablaba. Él no estaba interesado en eso, sólo quería volver a Asgard junto a Thor, ver que estuviera bien y vivir tranquilamente junto a él. Pero tampoco quería morir, mucho menos allí en donde nunca nadie le encontraría. Además, en el fondo… Loki le temía a la muerte, al olvido. Y de repente, todas las palabras de Lorreine o Angrboda o como se llamara, tenían sentido para él… Aquel era su destino. Estaba escrito.

– ¿Y qué ganas tú con todo esto? ¿Con darme todo tu poder y tu ejército? –preguntó luego de unos pocos minutos de silenciosa reflexión, intentando controlarse y dejar de temblar. El frío allí era terrible, no como el de Jötunheim, sino uno que calaba en lo más profundo de su cuerpo y de su alma, un frío que incluso helaba los sentimientos.

– ¿Para qué quieres saberlo? ¿Tan ambicioso eres, asgardiano, que incluso eso deseas saber?

–Mi nombre es Loki, no “asgardiano”… y sí, deseo saber, no quiero ser engañado –su tono habitual ya había regresado y ahora hablaba con tono soberbio y orgulloso, manteniendo la frente en alto ocultando bien el miedo en su interior.

–Muy bien, Loki –por alguna extraña razón, su nombre siendo pronunciado por esos labios horrendos parecía la firma con sangre de un pacto que ya no podría romperse jamás– Mis motivos son sencillos. Yo ya no soy tan joven como antes, y pronto llegará mi momento de desaparecer… Quiero dejar a mi pueblo en las mejores manos, en la gloria total… Quiero sacarnos de esta estrella muerta y llevarnos a un mundo en donde nosotros seamos los dioses. Y cuando estemos en la cima… Seremos los amos de todo.

– ¿Tanta fe me tienes? –preguntó el pelinegro, cerrando los puños y entrecerrando los ojos.

–No fue cualquiera quien te eligió… Le di grandes poderes a Angrboda para encontrarte, para que encontrara al mejor. Ella me ha dicho muchas cosas sobre ti, cosas prometedoras que me hacen tener en ti la fe que tu padre no te tiene –aquello fue un golpe bajo que hizo que a Loki se le fueran los nervios.

– ¿Puedes decirme quién demonios es Angrboda? –Loki ya empezaba a irritarse, necesitaba respuestas, pero más aún, necesitaba volver a su hogar, junto a su hermano, junto a su familia… aunque ya nada volvería a ser lo mismo.

–Angrboda es la Mensajera del Dolor –por alguna razón aquel nombre no le tranquilizaba– Supongo que ya te ha dado sus buenos consejos y que ya sabes lo que pasará si fallas.

–Lo sé –el pelinegro bajó la mirada y repasó mentalmente todos los últimos hechos. Estaba en una encrucijada, era un momento difícil.

–Entonces, ¿aceptas el trato? ¿O preferirás tu muerte y la de tu hermano? –ante la mención de Thor, Loki abrió enormemente los ojos. No, no quería que Thor se involucrara en eso, no quería que su amado saliera herido por su culpa. Sólo tenía una opción, un destino ya escrito…

–Acepto –dijo con voz firme y la cabeza bien en alto, no dejaría nunca ver a nadie lo derrotado que se sentía por tomar esa decisión– Ahora llévame de vuelta a Asgard.

–Aceptas… bien dicho… pero antes de que te vayas, tu primera misión… –murmuró el Chitouri, acercándose al hechicero y tomando su mano derecha, hundiendo su uña en su palma haciéndole sangrar– Por tu reino y por tu futuro… Averigua tu propia verdad y conviértete en el legítimo rey, sólo entonces encontrarás el camino hacia nosotros. Buena suerte, Asgardiano.

Con la última palabra, el Chitouri cortó su propia mano y mezcló la sangre de ambos. El trato estaba hecho, no había vuelta atrás. Loki había vendido prácticamente su alma, pero no importaba si con eso él seguía con vida al igual que su hermano. Era lo único que importaba, que ambos estuvieran vivos y pudieran seguir con sus vidas en la medida en que fuera posible ahora.

Por Thor…

–Loki… –la voz del hombre al que más amaba le llamaba desde lejos. Parpadeó un par de veces, desorientado, sintiendo que sus ojos lagrimeaban a causa de la enorme claridad. Tanta luz, y aquella voz que se acercaba cada vez más, llamándole. Pronto pudo sentir una cálida caricia sobre su frente, y los sonidos rápidamente se fueron haciendo más fuertes, más reconocibles e identificables– Loki… amor… despierta…

– ¿T-Thor? –su voz apenas era audible, y sus ojos aún no se acostumbraban a la luminosidad. Un calor agradable cubría su cuerpo, aunque sentía aún sus dedos agarrotados por el frío.

– ¿Loki? Por los dioses… Me asustaste… –la voz del dios del trueno ya era completamente audible y clara, pero el aludido aún no distinguía bien las sombras y los colores.

– ¿Dónde estoy? ¿Qué… qué pasó? –Preguntó frunciendo el ceño, llevándose las manos al rostro para refregarse los ojos. Entonces recordó parte de los últimos acontecimientos, el reflejo en el espejo de él matando a su hermano– ¡Thor! ¿Estás bien?

–Tranquilo, tranquilo…te desmayaste… tenías fiebre –contestó el mayor, apartando sus manos y acariciando sus mejillas– Pero parece que ya se pasó… Me preocupaste.

–Yo… ¿me desmayé? –repitió confuso, pensando que probablemente aquello había sido un sueño… parpadeó varias veces más hasta que por fin su visión se normalizó, y mirando sutilmente sus manos, se encontró con que no tenía ninguna herida. Suspiró con alivio y luego miró a su hermano, quien por suerte parecía estar bien y a salvo de todo eso– ¿Dónde estoy?

–Sí… ehm… –Thor se sonrojó y desvió la mirada, mientras Loki lo miraba atento– Estamos en mi cuarto… ¿recuerdas? Estábamos… eh… tú y yo… ya sabes… –sin poderlo evitar el príncipe menor se puso a reír, le daba gracia ver la cara de contrariedad de su hermano mayor– Hey, no te rías, no es gracioso –lo regañó el rubio, frunciendo el ceño.

–Lo siento –dijo Loki sonriendo, abrazándose inesperadamente al cuello de Thor– Ya recuerdo… te amo… –murmuró en voz baja, para luego ser besado en los labios por el rubio de forma intensa. Cuando se separaron, pudo ver en la expresión de su hermano un atisbo de preocupación– Tranquilo, ya estoy bien… Todo estará bien –susurró, volviendo a besarle.

Pasaron así varios minutos, sólo besándose y acariciándose el rostro, el cabello… Sin ir más allá. Thor seguía preocupado por la salud de su hermano y no quería presionarlo, prefería que descansara y se recuperara bien del desmayo. Esa noche durmieron juntos, abrazados con fuerza y bien envueltos en las sábanas, hasta que el primer rayo de sol iluminó la habitación.

*”*”*

Regresó temprano a su habitación, escabulléndose en silencio para no despertar a su hermano ni alertar a ningún guardia. Una vez allí, se quitó el vestido y se dio un largo baño, intentando quitarse un poco el frío que aún tenía en el alma. Ahora que era temprano, su mente pensaba con mayor claridad que en la noche anterior, y se daba cuenta de que probablemente todo hubiera sido real, y no producto de un sueño o de su imaginación. Después de todo, seguía manteniendo el cuerpo de una mujer.

Cuando salió del baño, ya vestido con sus ropas habituales, una sombra le estaba esperando sentada en su cama. Apenas tuvo que mirarla para saber de quién se trataba, así que decidió ignorarla por completo y peinar sus cabellos en frente al espejo de su tocador.

– ¿No me vas a saludar? –Preguntó la chica, ladeando la cabeza ligeramente mientras el pelinegro se acomodaba los cabellos– ¿O a felicitarme…? –Sólo obtuvo silencio por respuesta– Vaya, qué inmaduro eres… Espero que nuestros hijos no sean tan berrinchudos…

– ¡¿Qué dices?! –Se giró de un brinco el pelinegro, mirando a la chica con los ojos muy abiertos– ¡Tú estás loca!

Lorreine, o mejor dicho, Angrboda, entrecerró los ojos mirándole fijamente con el rostro inexpresivo, para luego sonreír maliciosa y encogerse de hombros.

–Ese fue el pago. Bastaba con que te robara un beso, para quedar embarazada de tres hermosos niños… –la mujer se llevó una de sus manos al vientre y sonrió– ¿No quieres ayudarme a escoger los nombres? Me gusta Hel…

Loki la fulminó con la mirada, colocándose de pie y acercándose a la mujer, tomándola bruscamente del brazo y levantándola de la cama.

–Tú estás loca, ¡loca! –Le gritó, mientras la chica  le miraba con los ojos muy abiertos– ¡Jamás tendría hijos contigo! No quiero nada, NADA, ¿te queda claro? Nada que me una a ti, así que quítate de la cabeza esa idea de que pienso darle mi apellido a esas criaturas. ¡Ahora lárgate y déjame en paz si no quieres que te mate!

Empujó con fuerza a Angrboda haciéndola caer al suelo y se apartó hacia su cama, sacando el libro de debajo de la almohada y tirándoselo con brusquedad.

–Llévate eso y lárgate, ya no te necesito ni ellos te necesitan, ¡desaparece! –la expresión de la mujer era difícil de describir, parecía triste y enfadada, pero al mismo tiempo una sonrisa maliciosa se formaba en sus labios. Se puso de pie con cuidado, se arregló los pliegues de su corta falda y acarició la portada del libro como si fuera su mayor tesoro.

–Loki… Loki… No voy a marcharme. No hasta ver cómo cumples con tu trabajo, no hasta ver que sabotees la pronta coronación de tu hermano y te conviertas en el rey… Me aseguraré personalmente de que no falles –dijo con voz fría, dejando el libro sobre un escritorio cercano y girándose a ver a Loki, acercándosele– No correré el riego de que por algún error tuyo, los Chitouri se ensañen conmigo. ¿No lo vez? Estoy conectada a ti, al igual que este libro. Nunca te librarás de mí. Tampoco puedes matarme, obviamente.

En ese momento, ambos estaban frente a frente, demasiado cerca, mirándose con odio. Si las miradas mataran, ambos habrían muerto en aquel instante entre enormes agonías y sufrimientos, pero por suerte no era así.

– ¿Quieres saber un secreto, Angrboda? –Murmuró Loki en voz baja luego de varios minutos de mirarse en silencio, sonriendo levemente– No me conoces realmente. Esta vez, yo gané.

Una vez dicho esto, el hechicero sonrió de forma macabra, mientras la sonrisa de la mujer se borraba de su rostro. Acto seguido, de entre los pliegues de su ropa Loki sacó un puñal plateado similar al del reflejo del espejo, pero en vez de enterrarlo en el pecho de Angrboda, corrió y lo clavó con fuerza en el libro. 

Notas finales:

¿Y? ¿Qué les pareció? La segunda parte debo terminar de editarla, así que la subiré en una hora o tal vez menos, además que les estoy preparando una sorpresa como agradecimiento por todos sus comentarios y sus ánimos a lo largo del fic, de verdad son muy amables ;_; 

Propaganda: 
¡Acabo de crear mi propia página en Facebook! Si le dan like de verdad que me ayudarían mucho, subiré fotos yaois y slash, comentaré allí cualquier adeltando o retraso, también algunas historias yaoi cortas y responderé preguntas y dudas sobre mi trabajo como Beta, además de que espero poder acercarme más a ustedes y poder conversar e intercambiar ideas y opiniones.

http://www.facebook.com/pages/Lacrima-Eterna/399934966709386

Bueno, sin nada más que decir me despido por ahora, como siempre sus comentarios son bienvenidos así como críticas, tomatazos, escudazos, zapatazos, un Loki amordazado, un Capitán América o un Iron Man también son bienvenidos =D 

Lacrima Eterna~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).