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¡Princesa por accidente! por Lacrima Eterna

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Notas del capitulo:

¡Y aquí la parte dos del último capítulo! Nooo qué pena me da!! Snif! Quiero darles las gracias a todas y a todos por sus comentarios, por sus ánimos, sus críticas y sus ideas, realmente no hubiera podido haber hecho esto sin ustedes, me han hecho muy feliz. 
Ahora sin más, les dejo la continuación del capítulo, con un extra incluído... ¡Sí, lemon! Espero que les guste!! ¡A leer!

Un grito de dolor escapó de aquellos labios femeninos con cada puñalada que Loki le daba al libro. De cada agujero que Loki iba haciendo salía un fuerte resplandor rojo que iluminaba toda la habitación, mientras en el suelo Angrboda gritaba y se retorcía de dolor, como si las puñaladas fueran para ella y no para el libro.

– ¡Ahh! ¡Detente! ¡No! –Gritaba, intentando arrastrarse hacia el pelinegro, quien sujetaba el puñal con fuerza y lo rodeaba con su magia para poder dar la puñalada final y destruir aquella cosa– ¡Loki! ¡No lo hagas! ¡Te arrepentirás! ¿Me oyes? ¡No!

– ¡Este es el camino que elijo! ¡Se acabó, Angrboda! –Exclamó el asgardiano, liberando todo su poder, clavando la última estocada. En ese momento, el libro se cubrió de llamas y sangre, mientras un último grito de la mujer moría junto con aquel objeto de magia oscura. Terminó explotando y consumiéndose en una nube negra, la cual de a poco fue desapareciendo dejando nada más que humo en la habitación.

El príncipe se alejó tosiendo y abrió la ventana, moviendo su mano para poder respirar. El aire se había llenado de un olor extraño, desagradable, que el pelinegro esperaba desapareciera pronto porque le provocaba náuseas, era como el incienso pero diez veces más fuerte. El humo apenas dejaba ver nada, era demasiado denso y escocía en los ojos, y por esto mismo terminó chocando contra su tocador. Sus manos se sujetaron al mueble mientras con la otra se cubría la boca y la nariz, intentando respirar y al mismo tiempo susurrar un hechizo de viento que ayudara a disipar el humo.

Cuando por fin dejó de toser y ya no quedó rastro alguno de la molesta nube gris, observó con cuidado la habitación. No había rastro alguno de Angrboda ni del libro, y todo lucía tan ordenado y pulcro como antes de la explosión. Ni siquiera había rastro alguno de sangre en sus muebles o en la alfombra.

Suspiró cansado, pero con alivio al fin. Al menos había conseguido liberarse de esa mujer, ya no tendría que soportarla más a ella ni a sus locuras. Pensó un segundo en sus palabras, en lo del pago que los Chitouri le habían dado a ella. Tres hijos… No, él no tenía hijos. Jamás los tendría, jamás reconocería ni sentiría nada por aquellos niños, si es que Angrboda seguía viva y los llegara a tener. Aquello estaría desligado de él por siempre.

Terminó sentándose en el suelo, de rodillas en la alfombra. Se sentía cansado por todo lo que había vivido, estaba agotado pero aún faltaba algo más, el trato, su misión. Aquello no había terminado, y quizás nunca lo haría realmente. Sólo esperaba que no le sucediera nada malo a su hermano, que el hombre al que amaba estuviera a salvo, lejos de todo eso.

Pasados algunos minutos que parecieron horas, Loki se levantó y se fue al baño, tenía que arreglarse bien para ir a desayunar. Fingiría que nada había pasado, viviría con su secreto y aquello sería su propia maldición, pero podría con ella. No quería a su familia preocupada por él, así que mentiría. Tampoco hablaría con Odín cuando regresara, los mantendría a todos lejos de eso.

Sí, puedo con esto yo solo. Ellos no tienen que enterarse, no voy a preocuparlos ni a hacerlos sentir mal… Prefiero que nunca comprendan mis razones, por su bien” Pensó, decidido, con la frente en alto. Siempre con la frente en alto, siempre seguro de sí mismo.

Cuando entró al baño, el vidrio del espejo estaba empañado, seguramente por el humo. Lo limpió rápidamente con su mano, pero se detuvo al ver cómo la figura que empezaba a reflejarse le era más familiar que lo normal. Terminó de limpiar el espejo rápidamente y luego se llevó las manos al rostro, al cabello, al pecho… ¡Era él! ¡Esta vez era realmente él! ¡Había vuelto a ser un hombre!

Sonrió con verdadera felicidad, sin poder creérselo del todo. Sus manos recorrieron todo su cuerpo, terminó desnudándose frente al espejo comprobando que ya no tenía pechos, y que su sexo había cambiado. Al fin, después de tanto y tan poco al mismo tiempo… Al fin volvía a tener su cuerpo. Con rapidez, se cambió por sus ropas de siempre, al fin un pantalón, al fin de vuelta a su camiseta y la malla… al fin sus cabellos cortos en una melena, peinados cuidadosamente hacia atrás. Adiós maquillaje y vestidos, adiós a Lorreine para siempre.

Una vez estuvo listo, salió eufórico de su cuarto y prácticamente corrió hacia el comedor, en donde su madre y su hermano ya estaban sentados, conversando animadamente con Odín, quien había regresado de su viaje. Al ver a Loki, todos dieron una exclamación de sorpresa y de gusto; sus padres estaban felices de que su hijo menor volviera a tener su cuerpo de siempre y su hermano sonreía porque el hechicero parecía realmente feliz. Aunque en el fondo Thor extrañaría los vestidos y el escote… Pero eso era algo que se podía solucionar.

–Y yo que estaba haciéndote un vestido, hijo, no alcancé a entregártelo –comentó algo triste Frigga, mientras Loki se sentaba a la mesa con una sonrisa de oreja a oreja.

–Descuida madre, tal vez pueda guardarlo de recuerdo, además si tú lo hiciste con tus manos… será un regalo que en verdad apreciaré –la consoló con voz amable, haciendo que la mujer volviera a sonreír contenta.

–Mi niño, me haces realmente muy feliz.

–Yo también me alegro de que el hechizo se haya pasado –habló Odín, sonriendo levemente– Loki, Thor, luego de desayunar quiero hablar en privado con ustedes, los esperaré en el salón del Trono –con estas últimas palabras acabó la conversación, y todos empezaron a desayunar con tranquilidad.

Loki parecía con más apetito que de costumbre, parecía rebosar de felicidad por haber recuperado su cuerpo. Para los ojos de Thor, su hermano parecía brillar como nunca antes, y es que también le alegraba que el menor hubiera recuperado su cuerpo, aquel que tanto amaba.

Tras el desayuno, los hermanos se fueron juntos hacia el salón donde el Padre de Todo los esperaba, sonriéndose con complicidad. En uno de los pasillos, aprovechando que n había guardias cerca, Thor atrajo a su hermano hacia sí y le besó despacio en los labios, de forma lenta, llena de amor. Loki correspondió al beso de la misma forma, pasando sus brazos por el cuello del rubio mientras jugueteaba con su lengua. Fue un beso profundo, cargado de los más nobles sentimientos.

Después de aquel beso siguieron caminando hacia el salón, entraron en silencio y se acercaron al trono, arrodillándose frente al Rey de Asgard, su padre. Una vez Odín les indicó que se levantaran, los jóvenes le miraron, esperando expectantes a lo que Padre tuviera que decir.

–Hijos míos, Thor y Loki –comenzó el mayor, mirando a cada uno mientras pronunciaba sus nombres– Durante mi reciente viaje, tuve la oportunidad de pensar claramente a quién de ustedes dos elegiré para ser el futuro rey de Asgard, y ya he tomado mi decisión. Pero lo primero que quiero que sepan, es que ambos nacieron para ser reyes, y que con esta decisión no espero que ninguno se sienta más que el otro, ni menos. Son hermanos, ambos son iguales.

Odín se detuvo como para tomar aire, mientras Loki intentaba fingir sorpresa y ansiedad por la respuesta que ya sabía.

–Tomando en cuenta las virtudes de cada uno de ustedes, y también sus defectos, he decidido que el futuro rey de Asgard será –se detuvo mirando a ambos, haciendo que los dos jóvenes se pusieran nerviosos y ansiosos por la respuesta– Thor. Mi primogénito, tú guiarás este reino como un buen rey debe hacerlo.

Thor apenas lo estaba procesando. Su rostro estupefacto era digno de un monumento, pensó Loki, quien bajó la mirada con un deje de tristeza. Las cosas serían como estaban escritas… Todo estaba destinado ya.

–Loki, no quiero que te sientas menos por esta decisión –habló Odín, mirando a su hijo menor, quien de inmediato levantó la mirada con una falsa sonrisa de alegría.

–Descuida Padre, la verdad es que me alegro mucho por mi hermano. Sé que será… un gran rey.

–Yo… ¿seré el rey? –El rubio aún no podía creérselo del todo, y una vez terminó de procesarlo, su rostro se llenó de felicidad– ¡Wow! ¡Te prometo, Padre, que haré mi mejor esfuerzo! ¡Seré un rey del que todos estén orgullosos!

–Estoy seguro de que así será Thor. Esta tarde empezarás con tus deberes como príncipe heredero, ya que la coronación será dentro de unas pocas semanas. Ahora pueden marcharse.

Ambos chicos hicieron una nueva reverencia y se dirigieron a la puerta de salida en silencio, Thor sonriendo casi sin poder contener todo su entusiasmo y Loki devolviéndole la sonrisa con algo de tristeza.

– ¿Loki? –Justo antes de que salieran, Odín le llamó. El pelinegro se volteó a verlo mientras que el rubio salía, mirándole extrañado y sorprendido.

– ¿Si?

–En estos días que estuve fuera, ¿todo estuvo bien? ¿No jugaste con nada peligroso o indebido? –la pregunta sorprendió al menor, pero se apuró a responder con toda la seguridad posible.

–No, para nada. ¿A qué se debe la pregunta?

–A nada, a nada. Puedes retirarte.

Loki le dedicó una leve sonrisa a su padre y salió de la habitación, sintiendo que su corazón volvía a latir y que lo hacía con demasiada fuerza, como si pudiera salírsele del pecho. Eso había sido peligroso, desde ahora tendría que volverse más cauteloso y cuidadoso con lo que hiciera.

*”*”*

Cuando llegó a su habitación, se encontró con que su rubio hermano estaba esperándole apoyado en la puerta. Al verle, una sonrisa llena de sentimientos y un beso le recibieron, y sin poder evitarlo, el rubio abrazó por la cintura a Loki y lo tomó en brazos.

– ¡Oh, Loki, soy tan feliz! ¡Este día no podría ser más perfecto! –exclamó, bajando a su hermano quien sólo sonreía de forma tierna.

–Me alegro por ti, Thor. Sabía que Padre te escogería, eres el adecuado –dijo el pelinegro, acariciando la mejilla de su hermano mientras por dentro se sentía mal por mentir de aquella forma. Pero todo fuera por protegerle, por evitar aquel destino, tomar el camino más largo, el que estuviera bordeado por las flores y no por las espinas. Debería al menos poder intentarlo.

–Lo que más me alegra es que hayas recuperado tu cuerpo, tu sonrisa esta mañana fue lo más hermoso que haya visto nunca –Loki no pudo evitar ruborizarse ante este comentario, dejándose abrazar por el rubio.

–Gracias… –murmuró, buscando aquellos labios. Se dieron un nuevo y profundo beso, el cual fue interrumpido por el sonido de un guardia acercándose– Tal vez deberíamos seguir en mi cuarto… –comentó, abriendo la puerta de su habitación y entrando con Thor tras él.

Una vez cerraron la puerta, retomaron aquel interrumpido beso. Sus lenguas se acariciaban mutuamente, luchaban por ver quién dominaba aquel beso y luego ambos cedían, solamente saboreándose, acariciándose otra vez. Los dedos del pelinegro de enredaban en la rubia melena del mayor, quien acariciaba su cintura y sus caderas con deseo.

La temperatura empezó a subir rápidamente y la ropa empezaba a sobrar al igual que en la noche anterior. Sus caricias se volvieron más desesperadas, más necesitadas, y los besos ya no sólo transmitían amor sino un profundo deseo, uno que por años tuvieron reprimido. Aún abrazados llegaron hasta la cama, quedando Loki bajo el enorme cuerpo de su hermano.

El menor rodeó su cintura con las piernas, arañando el torso de Thor mientras éste intentaba quitarle la camiseta y la malla. Terminó por destrozar sus ropas prácticamente, dejando su torso desnudo y llevando su boca al cuello del menor, mordiéndolo y lamiéndolo mientras su mano acariciaba sus pezones y los pellizcaba, consiguiendo sacar nuevos gemidos a su hermanito.

Loki por su parte le había conseguido quitar parte de las ropas y sus afiladas uñas hicieron el resto. Sus manos recorrieron su amplia espalda mientras de sus labios escapaban suspiros y gemidos bajos, y movía sus caderas buscando rozar su entrepierna con la de su hermano mayor. Esta vez no se detendrían, no había nada que interrumpiera este momento. Estaba decidido llegar hasta el final, entregarse por completo al hombre que amaba antes de que el destino se ocupara de separarlos.

–Mmm… Thor… –gimió quedo, buscando sus labios otra vez, besándolo con deseo al mismo tiempo que el mayor le quitaba los pantalones y la ropa interior. El menor acabó completamente desnudo bajo el mayor, quien luego de separarse para tomar aire lo observó en silencio, admirándolo, deleitándose con la belleza de Loki.

–Eres hermoso… –murmuró, besando su pecho y bajando hasta su vientre a besos, entreteniéndose en lamer su ombligo. Sus manos acariciaban sus muslos torneados y perfectos, los apretaban con lujuria dejando pequeños moretones en su blanca piel– Loki… mi Loki… te deseo tanto…

–Y yo… a ti… –susurró el aludido, separando sus piernas por instinto casi al sentir aquellas manos y su boca bajando. Había cerrado los ojos dejándose llevar por las sensaciones agradables que las caricias de su hermano le producían, y cuando los abrió, fue en el instante preciso para contemplar al rubio meterse su miembro semi erecto en la boca y empezar a chuparlo y succionarlo– ¡Ahh!

Las manos de Loki apretaban con fuerza las sábanas blancas, arrugándolas, mientras sentía la boca del mayor subir y bajar sobre su miembro. Aquella sensación era única, perfecta, y el rubio sentía lo mismo. Aquella entrega total por parte de su hermano menor lo sobrecogía y al mismo tiempo lo excitaba, le hacía querer brindarle todo el placer que pudiera. Su lengua recorría toda la extensión de su pene, frotaba su mano derecha sobre la punta de éste mientras la otra acariciaba sus testículos.

El hechicero se retorcía de placer sobre la cama, con las mejillas totalmente rojas y los ojos brillantes. Sentía que estaba a punto de llegar al clímax, pero justo en ese momento su hermano se separó de su miembro y subió nuevamente hasta sus labios, besándolos con deseo. Al separarse y contemplar su rostro arrobado por el placer, supo que no podría contenerse por mucho tiempo más.

Llevó su mano al rostro de su hermano, acariciando con cuidado su mejilla como su pudiera romperlo, como si se tratara de un muy preciado y delicado objeto que sólo le pertenecía a él. Tras esta caricia, le ofreció dos dedos, los cuales fueron lamidos con lujuria por el de ojos verdes, quien fijaba su mirada sobre la azulada del mayor. El trabajo de su lengua aumentaba la excitación del otro, quien ya no pudo aguantar más y quitó los dedos de su boca, llevándolos a su entrada.

Lentamente ingresó uno primero, sacando un leve quejido del menor, quien había cerrado los ojos y se mordía el labio inferior, ansioso por tenerle dentro. Movió en círculos aquel dedo y lo metió y lo sacó varias veces, sacando leves gemidos y quejidos del hechicero mientras le mordisqueaba el lóbulo de su oreja. Podía sentir las uñas de su hermano clavarse en su espalda de forma felina, y luego sus caricias tiernas y delicadas, algo tímidas. Ingresó un segundo dedo, Loki estaba tan apretado…

–Ahh… Thor… hazlo ya… –gimió el pelinegro, mirándole de una forma única, era tan deseable, le excitaba tanto verlo así y al mismo tiempo lo enamoraba tanto… Era perfecto, todo en él era perfecto. Y total y absolutamente suyo.

– ¿Seguro? –quiso asegurarse Thor, aún le sentía apretado pero él tampoco aguantaba ya más. El menor asintió con seguridad, y eso fue todo lo que el dios del trueno necesitó para quitar sus dedos y reemplazarlos por su palpitante miembro, entrando poco a poco y muy lentamente en él, haciéndole gemir fuertemente.

Lo deseaba con locura, sí, pero lo que menos quería era hacerle daño a su amado hermanito, por lo cual supo controlarse y ser cuidadoso, cosa extraña en él. Sólo Loki podía sacar ese lado suyo tan sobreprotector y cariñoso.

–Oh, dioses, Loki… estás tan deliciosamente apretado… –jadeó una vez dentro, quedándose quieto mientras el más joven se acostumbraba a la intromisión.

Dolía, era como si le partieran en dos, pero no iba a detenerse. Había sentido un dolor mil veces mayor la noche anterior, aquello no era nada. Su pecho subía y bajaba agitado, y pasados unos escasos minutos, empezó a mover sus caderas, indicándole al mayor que ya estaba listo. Al notar esto, Thor empezó a moverse lentamente en su interior, entrando y luego saliendo por completo para volver a penetrarlo, sacando un leve gritito de los labios rojos de su hermano.

Pero rápidamente el ritmo aumentó, convirtiéndose aquello en una danza de amor y lujuria, de locura desenfrenada. Las embestidas eran cada vez más fuertes y profundas, y las uñas de Loki se clavaban con fuerza en la espalda de su hermano sacándole sangre; se aferraba a su cuerpo con fuerza, como un enorme felino, sintiéndose víctima del placer del sexo… no, del amor.

Lamentablemente todo tiene un final, y luego de varios minutos, Thor tocó aquel punto que a Loki le enloquecía, haciéndole llegar finalmente al orgasmo. El rubio dio un par de embestidas más y también acabó llegando al clímax, derramando su semen en el interior de su amado, mientras ambos arqueaban la espalda víctimas del placer que provoca el orgasmo.

El heredero al trono terminó agotado, cayendo sobre el pecho del hechicero, quien respiraba agitadamente. Salió de él sacándole un último gemido y le dio un último y profundo beso en los labios, lento, fogoso, lleno de amor…

–Te amo, Loki… Eres lo más importante para mí –susurró el mayor contra sus labios, mirándole directamente a los ojos mientras acariciaba tiernamente su mejilla.

–Y yo a ti, Thor… te amo más que a nada, haría lo que fuera por ti siempre –susurró el joven príncipe, sonriéndole levemente, totalmente exhausto. Ante sus palabras el rubio príncipe y futuro rey de Asgard sonrió ampliamente, para luego bostezar y acomodarse sobre su pecho, quedándose profundamente dormido y abrazado a él.

Loki sonrió con tristeza, acariciando sus cabellos dulcemente y cubriéndose a ambos con las mantas, suspirando y cerrando los ojos. Esperaba que todo saliera bien, que aquello no fuera más que el comienzo de algo hermoso aunque sabía que se mentía a sí mismo. Las cosas ya nunca serían como antes, aquello era el principio del fin… pero quería disfrutarlo al máximo junto a la persona que amaba.

–Te amo Thor… –“por ti daría mi vida y mi alma… Sólo por ti, Thor”. 

 

Continuará... 

Notas finales:

Bueno, llegamos al final... la emoción y la pena son terribles, nunca creí que podría hacer esto y tener tantos comentarios y tanto apoyo. Y me da pena, me encariñé mucho con este fic y decir que se acabó... penita T_T 


Ahora, algunas aclaraciones

Angrboda: Según la mitología nórdica, ella es una gigante, llamada "Mensajera del Dolor" o "Anunciadora de penas". Loki tiene tres hijos con ella, que son Fenrir, Hel y Jörmungandr. (Info de Wikipedia =D )

Sobre el fic: Intenté hacer un fic donde salieran las razones que llevaron a Loki a actuar de esa forma, ya que una escena de la película me quedó dando vueltas en la cabeza (Atención: Spoiler), y es cuando Thor le muestra a Loki el caos que están causando y le pide que se detenga, que juntos pueden solucionarlo... y la mirada de frustración de Loki en ese momento (o al menos a mí me pareció) cuando dice que no puede detenerlo, que es demasiado tarde. Sobre esto me basé para toda la historia, ya que me pareció que Loki estaba siendo obligado a hacer todo aquello u.u y bueno, quise dar mi propia perspectiva al respecto. 


Próximamente...!! 

Bueno, tengo en las manos y en word xD la continuación de este fic, en donde se vienen unas sorpresas que quedarán locos!! Empezando por decir que se situará después de los eventos de la película y que habrá mucho yaoi, lemon entre los vengadores y una pequeña niña que quiere unirse a ellos, y que terminará poniendo la mansión de los Vengadores de cabeza. ¡Espero que no se lo pierdan! 


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¡Acabo de crear mi propia página en Facebook! Si le dan like de verdad que me ayudarían mucho, subiré fotos yaois y slash, comentaré allí cualquier adeltando o retraso, también algunas historias yaoi cortas y responderé preguntas y dudas sobre mi trabajo como Beta, además de que espero poder acercarme más a ustedes y poder conversar e intercambiar ideas y opiniones.

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Despedida
:

Bueno, al fin llegó la despedida... Muchas gracias a todos por leer y por comentar, muchos besos y abrazos a todos aquellos que estuvieron conmigo durante el transcurso de este fic. De verdad que me han hecho muy feliz con su presencia. Como siempre, los comentarios son bienvenidos, así como las críticas, ideas nuevas, quejas o sugerencias, despedidas... sus palabras siempre son bienvenidas. 
¡Espero leernos pronto! ¡Cuídense mucho, mucho! ¡Y gracias por todo!


Annie C. & Alex E.
Lacrima Eterna~


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