Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cuéntame el cuento de un amanecer que no acabe nunca… por Winy9

[Reviews - 51]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Vale, no tengo idea de qué pasó... creo que ha sido una señal del destino (?) 

Os decía ayer, antes de que desapareciese, que seguramente el título fuese más largo que el fic y bla, bla, bla, así que no os preocupéis por no tener una referencia de capítulos que no serán muchos =) 

Por cierto... que ayer no lo puse... pero os tengo una buena noticia y el lemon en advertencias... ¡no será mío! Wiiiiiiiiiii!! Una amiga me ayudará a escribirlo (lo escribirá ella sola turuturutru) que ya sabéis (y sino os enteráis ahora) que a mí no se me da bien =)

¡Buena lectura! 

-          Te quiero.

Estaba seguro de no haber escuchado bien, o de no haberlo entendido bien. En aquella promoción en China, Donghae me había apartado de todos los demás, sujetando mi mano con fuerza y no soltándola en ningún momento, bajó la mirada, se sonrojó y me dijo que tenía algo que decirme. Y lo soltó.

-          Yo también te quiero – repuse sonriendo. Era algo que nos decíamos a menudo.

Pero esa vez era diferente. Donghae lo había hecho diferente y yo lo sabía, pero no quería aceptarlo. Mi mejor amigo, ese al que yo veía como un hermano, como una persona que siempre tendría a mi lado, me acababa de confesar que me quería, quizás de forma distinta a como yo siempre había creído, a como él me había hecho ver.

-          Hyukkie… - me reprende con tristeza -. Entiendo que no sientas lo mismo, pero no me lo hagas más difícil.

Tiré de su mano apretando la mía y lo abracé con la que me quedaba libre. Sabía cómo era Donghae, sabía que esto implicaría un cambio inevitable entre nosotros, sabía que este era el último abrazo durante un buen tiempo. Él no me correspondió y casi pude escuchar cómo lloraba, a pesar de que intentaba hacerlo en silencio.

-          No sé cómo ha pasado, pero ya no podía seguir callando – murmura ahogando su voz en mi hombro, ahora correspondiéndome con fuerza, agarrando mi camiseta casi con furia.

-          No tienes por qué callar conmigo.

-          Sí, sí tengo por qué callar contigo – me empuja ahora enfadado y me mira con lágrimas en los ojos, con una rabia que se acerca al arrepentimiento -. Acabo de acabar con todo lo que teníamos.

-          No digas eso, eso no es así, no tiene por qué ser así.

-          ¡Cómo crees que voy a mirarte a la cara! Vas a cambiar conmigo, vas a tener miedo de abrazarme o de cogerme de la mano, vas a ser diferente y yo no te quiero diferente.

-          Hae… te aseguro que eso no va a ser así.

Donghae negó con la cabeza, me dio la espalda y comenzó a llorar sin ningún disimulo. Y fue entonces cuando me di cuenta de que tenía razón, que a pesar de las ganas que tenía de abrazarlo, de calmarlo, de hacerle sonreír de nuevo, no me sentía capaz. No porque ahora las cosas fueran distintas entre nosotras, sino porque ahora me sabía el causante de su dolor. ¿Cómo podría hacerle feliz yo?

-          Olvídalo – repuso Donghae unos segundos después, cuando ya estaba más calmado. Volvió a mirarme y sonrió sin ninguna alegría -. Ya lo sabes y ni siquiera has dicho nada.

-          No tengo nada que decirte, Hae. Sabes que te quiero pero no así, solo me gustaría que las cosas no fueran tan drásticas como las planteas.

Donghae se encogió de hombros y suspiró, parecía resignado, arrepentido, dolido, sumamente triste. Una tristeza que me hubiese gustado hacer desaparecer de su rostro de inmediato.

-          Chicos…

Siwon llegó, interrumpiéndonos. Donghae volvió a dar media vuelta y yo aparté la mirada de ambos, busqué la peor excusa del mundo y me alejé de ambos. De vuelta junto a Henry vi cómo Siwon abrazaba a Hae y este apoyaba la cabeza en su hombro, aún desde la distancia que nos separaba podía ver sus lágrimas caer. Lo peor de todo es que esa distancia era más espiritual que física.

¿Fue en aquel momento cuando se acercaron más de la cuenta? ¿Cuándo todo empezó? ¿Cuándo Donghae comenzó a olvidarse de mí? Y en el fondo me alegro de que eso sea así, porque desde que me confesó sus sentimientos las cosas cambiaron inevitablemente entre nosotros. Él me hablaba lo justo, se acercaba a mí lo estrictamente necesario para no desatar rumores de peleas internas dentro del grupo, pero nada más. Ahora, desde que sale con Siwon, las cosas son diferentes, puede volver a hablarme y a acercarse a mí tranquilamente, sin nervios, sin miradas tristes, vuelve a sonreír. Parece de nuevo feliz.

Pero no puedo entenderlo. Ni siquiera ha pasado un mes desde aquel momento y ya está saliendo con Siwon. ¿Para eso tanto drama? ¿Para eso se aleja de mí? ¿Para eso me hace sentir como un completo miserable? Y ahora todo vuelve a la normalidad, como si nunca hubiera estado enamorado de mí, lo cual parece que es así a juzgar por sus actos. Aunque prefiero que sea así, me siento un tanto engañado.

También por Siwon. Pero esa es otra historia de la que prefiero no acordarme. ¿Cómo puede ser tan falso? Nadie se cree que esté de verdad ilusionado con Donghae, porque todos parecen conocer la historia menos el propio Donghae. Y aún así lo disimula delante de él realmente bien y él, idiota e ingenuo, se lo cree todo y le dedica miradas embelesadas y sonrisas bobaliconas.

Me dan ganas de matarlos a ambos cada vez que los veo juntos. Lo que más coraje me da es que Siwon esté jugando con Donghae y nadie sea capaz de decirle nada por miedo a que terminen en malos términos y afecte a Super Junior. Sí, una actitud muy empática y altruista.

-          Bah, a ti no te va a creer.

Shindong se ha convertido en mi mayor consejero después de que JungSoo decidiera ponerse de lado de esa parte egoísta que no quiere contarle nada a Hae.

-          ¿Por qué no? Somos amigos.

-          Pensará que estás celoso o algo así – se encoge de hombros mientras repite el paso de la coreografía que acaba de hacer.

-          Hae nunca supo nada.

El mayor sonríe con cierta ternura.                                                                                                                       

-          Celoso de Siwon, es decir, por Donghae.

-          Pero si…

-          A ver, Hyukkie, yo no creo que Donghae no sea consciente de nada. Siwon se ha tirado a medio edificio y eso lo sabemos todos.

Shindong no es precisamente el más sutil, pero podría tener un poco de cuidado al elegir sus palabras. Sonríe a modo de disculpa y pasa un brazo por mis hombros.

-          Yo creo, y no soy el único, que más bien está haciendo todo esto para darte celos a ti, así que si le dices algo… pensará que ha dado sus frutos.

Eso es una tontería. Donghae no es tan retorcido y Siwon no se prestaría a algo así. Bueno, eso en realidad ya no lo sé, me espero cualquier cosa de este chico ahora mismo.

-          Si fuese así, Hae seguiría sin ser capaz de mirarme a la cara.

-          O no…

-          O sí.

-          Que no – replica furioso Shindong. En seguida vuelve a sonreír -. Yo sé más de la vida, hazme caso – repone entonces con un tono grave.

Me echo a reír. Él sabrá más de la vida, pero nunca llegará a conocer tanto a Donghae como yo. No lo veo capaz de hacer algo así, no tiene la maldad suficiente ni la fuerza de voluntad como para estar con alguien solo por un plan tan retorcido.

Cuando llegamos a casa, nos asustamos por el silencio que hay, aunque luego caemos en la cuenta de que, por unos motivos y otros, a estas horas solo estaremos Jongwoon, Donghae, Shindong y yo. Hace tiempo que no podemos disfrutar de tanta tranquilidad.

Yesung mira en el periódico la cartelera de esta semana, buscando alguna película que le llame la atención, y Donghae, tumbado en el suelo bocarriba, con su guitarra al lado, escribe algo en un cuaderno, entrecerrando los ojos, normal que no vea nada desde esa posición. Shindong no se queda en la sala de estar con los demás y yo quiero huir también, pero no tengo una excusa convincente, menos aún cuando un inoportuno Yesung levanta la mirada y me pide que me siente a su lado.

-          ¿Vendrías conmigo a ver una película gore? – me pregunta con la misma ilusión con la que un niño le pediría a sus padres ir a ver Los Pitufos.

-          Sabes que terminaré vomitando.

-          Jo… ¿Donghae?

-          ¿Mmm?

Aparta el cuaderno de delante de la cara y se sobresalta al encontrarme allí, debía estar realmente concentrado. Se sienta manteniendo su posición en el suelo y coge la guitarra buscando un acorde adecuado.

-          Que si te vienes a ver conmigo una película.

Normal que omita el detalle de a qué género pertenece. Comienzan a planear su escapada al cine, me sorprende que lo haya convencido, aunque parece tan distraído en la composición de un nuevo tema que tampoco resulta tan extraño, seguramente no se está enterando de nada. Yesung, feliz por haber encontrado un compañero, se va corriendo a reservar entradas por internet. Es el momento adecuado para huir.

Sin embargo, es ahora Donghae quien no me deja. Sin soltar ni la guitarra ni su cuaderno se levanta del suelo y se sienta a mi lado con una sonrisa de oreja a oreja. Me tiende el cuaderno y compruebo que no me equivocaba al pensar que estaba componiendo.

-          ¿Qué te parece?

Leo la letra e intento imaginarla en esos acordes que tiene apuntados en el pentagrama. Me cuesta imaginarlo, también su presencia dificulta mi capacidad de raciocinio.

-          ¿Por qué no me la cantas? – murmuro sonriendo, devolviéndole el cuaderno.

Donghae se sonroja pero también sonríe. Me quita el cuaderno de las manos con delicadeza y lo observa seriamente, pidiéndome que se lo sostenga. Comienza a tocar la guitarra con manos delicadas, con concentración, con una mirada profunda y con una sonrisa tímida. El sonrojo aún adornando sus mejillas. Me quedo embelesado mirándole, siempre he admirado su pasión por todo, siempre me han atraído de él esas ganas de vida. Pero nunca me había dado cuenta de hasta qué punto ese sentimiento era real, ahora lo veo en cada rincón de su cuerpo y me estremezco solo al ver cómo vive cada uno de sus suspiros.

-          Cuéntame el cuento de un amanecer que no acabe nunca…

Su voz solo hace incrementar esa extraña sensación que ahora me invade. No me mira, no despega la vista de su propia letra, pero sus palabras llegan hasta lo más profundo de mi corazón. Lo he echado de menos, echaba de menos estos momentos, extrañaba su compañía, extrañaba cada una de sus características.

Continúa cantando, pero no mucho más pues no tiene demasiado escrito. Se sonroja cuando deja de tocar la guitarra y coge el bolígrafo con rapidez para cambiar algo. Yo no cambiaría absolutamente nada, quizás porque es una letra profunda, porque encierra un sentimiento real, o tal vez porque se trata de él.

-          Es preciosa – es todo lo que puedo decir cuando Donghae pide mi opinión con una mirada nerviosa -. Es lo mejor que he escuchado nunca.

-          Anda ya – el sonrojo aumenta -. Sé sincero.

-          Lo soy – afirmo con rotundidad -. Te aseguro que lo soy. Tu voz, la melodía, la letra… todo es perfecto. Es una armonía sublime, es…

-          Para ya – me corta riendo -. ¿De verdad te gusta?

-          Claro – sonrío acercándome un poco más a él -. Puedo repetírtelo toda la tarde si quieres.

La sonrisa de Donghae desaparece y sé por qué, hay poca distancia entre nosotros. Mucha menos que habitualmente. Pero es él quien el único que parece incómodo, a mí aún me sobra espacio. Sé que no debo continuar aunque todo mi cuerpo me pide que lo haga, que las cosas son diferentes ahora, que está Siwon.

Siwon…                                                                                                                                                                            

Me separo de él. Me sorprende todo esto, recupero la noción de los sentidos, me recuerdo qué es lo que pasa, lo que ha pasado y cómo están ahora las cosas. Donghae parece suspirar de alivio al ver que vuelve a haber una distancia razonable entre los dos.

-          Es… es para el cumpleaños de Siwon – comenta aclarándose la garganta -. Por eso quiero que sea perfecta.

No puedo evitar ensombrecer mi expresión, ni sentirme un tanto desilusionado. Cada una de las palabras de esa canción daba a pensar otra cosa, un amor fracasado, no correspondido, pero con la ilusión de no dejarlo escapar. Un amor como el que pudiera sentir por mí. Debería empezar a aceptar que esa historia ya ha acabado, lo cual, además, debería alegrarme también.

-          Te aseguro que lo es – repito levantándome y saliendo de allí.

¿Qué acaba de pasar? No entiendo qué ha sido ese efecto, esa extraña sensación, esta decepción que empieza a ahogarme por dentro. Me tumbo en la cama, debería haber hecho eso en el momento en que he llegado.

Tengo la sensación de estar más cansado cuando despierto por culpa de unos poco sutiles golpes en la puerta. Siwon entra por ella con una sonrisa de oreja a oreja y una disculpa en sus manos. No me molesto en levantarme, hace tiempo que no me molesto ni siquiera en mirarle.

-          Eunhyukkie, ¿no vienes a cenar?

-          No.

-          ¿Te pasa algo?

Sé que lo hace con la mejor de las intenciones, pero después de todo lo ocurrido ya me cuesta creer en su amabilidad. No entiendo cómo alguien puede ser tan cínico.

-          Nada que te importe.

-          Hyuk… tú y yo nunca hemos tenido nada.

Entra en mi habitación, sin mi permiso y cierra la puerta para sentarse en mi cama, a mi lado. Me dan ganas de sacarlo a patadas, pero me contengo, con no mirarle y no hacerle caso, tengo suficiente. Que alguien me explique a que viene esto ahora, después de un mes sin hablar del tema, sin importarle estar con Donghae, aprovechándose de que yo no sabía nada, y después hacer como si nada hubiera pasado.

-          Eso es lo que menos me importa. Tú eres el que menos me importa en todo esto.

Deja caer una mano sobre mi espalda y la acaricia de arriba abajo, me doy la vuelta para que deje de tocarme. Me molesta su compañía, mucho más su contacto, me molesta su sola presencia.

-          Donghae está bien a mi lado, mucho mejor de lo que podría estar contigo.

-          Yo no quiero estar con él, yo quería estar contigo.

Veo la sorpresa en sus ojos, yo mismo me sorprendo con ese pasado imperfecto inconsciente que ha salido de mis labios. Siwon sonríe, comprensivo, tal vez feliz de la noticia de que ya no sienta nada por él. Aborrezco su sonrisa, aborrezco su cara, aborrezco todo lo que tiene que ver con él.

-          Solo espero que tengas razón y Donghae esté bien, eso es lo único que me mantiene ahora mismo en silencio. Me dará igual lo que digan todos los demás, se lo contaré todo si te atreves a hacerle llorar.

-          No me amenaces, Hyukkie, queda muy feo – se levanta sin perder la sonrisa -. Esto no tiene por qué ser el fin de nuestra amistad, ¿no?

¿Amistad? Lo peor es que parece que lo dice en serio, e incluso con cierta nostalgia. Salgo de la habitación, no tengo hambre, pero tengo menos ganas de seguir en el mismo espacio que él.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).