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I hate all abaut you por langui_el_retorno

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Notas del fanfic:

Capitulo 1: La Boda

Notas del capitulo:

Del Odio al Amor hay un solo paso, en este caso... solo una boda y diez llaves y un secreto.

I hate all abaut you

Cap. 1

La Boda

Las miradas de ambos eran de rencor.

¿La razón?

Indescifrable. Era cierto. Era un matrimonio impuesto, no necesitaban mas razones para odiarse, pero su odio sobrepasaba la lógica de ambos reinos. La ambas caras mostraba clara incomodidad y molestia. No deseaban casarse. Más que una boda para ellos era su funeral…

¿El escenario?

El Templo del Gran Shinou, el dios Shin Makoku, Wolfram siempre se preguntaba cómo era posible que cada reino variara de dios y de historia sobre el origen. ¿Acaso era tan distintos?, ¿y… si lo eran porque debía casarse con un extraño ajeno a su cultura, a su tierra y despreciable para su ser?

Dejo de observar al viejo cura, que para el parecía su verdugo con aquel extraño libro que asemejaba a una oz, listo para decapitarlo. Posó su mirada en los enormes pilares y paredes del templo. La infraestructura era vieja pero hermosa, jamás había visto nada igual. En cada columna un soldado de piedra tallado a detalle, como un hombre durmiente dispuesto a despertar con una sola orden ¡listos para atacar!.

Diversas ideas pasaban por su rubia cabeza. Correría. ¡Sí!. Con todas sus fuerzas les despertaría y destruirá ese tedioso reino y a sus estúpidos soberanos (Walter Shibuya Rey y Yuuri Shibuya príncipe y prometido). Lastima que solo fueran simples estatuas. No había anda más por hacer… Bueno, quizás escapar, pero él no era un cobarde, afrontaría el reto y asesinaría a ese hombre esa misma noche.

Las personas estaban tan apretadas entre sí, parecía que un simple desliz de una de ellas rompería la frágil línea que las contenía de no caer y destrozar las sillas destinadas para los nobles, los ancianos y los visitantes diplomáticos de los otros reinos. Yurri shibuya con gusto jalaría a uno de esos extravagantes espectadores que lloraban de felicidad, desarmaría la gran revuelta y, si era necesario una rebelión contra su padre todo con tal de no casarse. Pero… Estaba desarmado... Y un constante movimiento filoso en su espalda le recordaba las sutiles palabras de su padre “! Antes de Traicionarme te asesino y me fabrico otro heredero!” Claro, en un principio dudo que su padre fuera capaz de hacerlo pero esa espada presionando su espalda constantemente le aseguraba que no era una broma o un arranque de ira. Su padre de verdad lo asesinaría.

 

“¡Ahhh!” susurraron ambos. Estaban contra la espada y la pared. Se miraron mutuamente buscando una sola razón para decir aquel “Acepto”. No encontraron nada. Yuuri analiso aquel rostro fino y afeminado, aquellos ojos esmeralda, esa figura agraciada pero… La belleza de Wolfram pese a ser longeva no era suficiente para borrar el hecho de que era un hombre. Y Wolfram, bueno. Existía una larga historia de aquel compromiso que el mismo Chico de cara atontada desconocía. Mil razones para odiarlo a muerte y todas se reducían a un solo nombre. Mira Van Freder.

En cuanto a los responsables del matrimonio, bueno. El Rey de Shin Makoku  estaba tan contento que la felicidad no le cabía en el pecho. Y el Tío de Wolfram el noble de la Casa Beliefed, miraba a su sobrino y este asentía con la cabeza, Los Beliefed jamás perdonarían al reino de Shin Makoku y si ahora se veían obligados a aceptar este matrimonio para continuar existiendo no implicaba que los habían perdonado.   

Sí, los Beliefed debía admitir que Shin Makoku estaba en mejor posición que su país. El reino de fuego compuesto por lava volcánica, grandes muros de fuego vivo que  marcaban los límites del reino. Solo una parte mostraba una amplia vegetación cubierta por una densa neblina en el alba y el crepúsculo, un bello bosque que daba a deslumbrar las más bellas flores del mundo. Pero fuera de eso, el calor abrumante, los gases tóxicos de los volcanes, las aguas hervidas, las lluvias acidas… Entre otras cosas, hacían a su reino uno de los menos visitados por los turistas y Wolfram les daba la razón, hasta él que solo conocía tres reinos comprendía la diferencia abismal. Quizás esa era la razón por la cual era obligado a ese matrimonio, pero negó con la cabeza. La razón eran las malditas llaves, al inicio los diez reinos tenían una llave por reino, pero al guerra la ambición de los poderes que encerraban las llaves les hizo caer en guerras constantes quedando en pie solo cuatro reinos. Y durante los últimos quinientos años el reino de Shin Makoku ha tratado sin parar de acorralarlos y someterles al Reino de fuego a su voluntad. Claro, era para su desgracia ser dueños de la llave de la oscuridad y los Shibuya de la Luz y a su vez ser sus malditos vecinos territoriales, sin mencionar el incidente de Marfil.    

 “Fue odio a primera vista”

Dijo Yuuri a su padre cuando él le pregunto la razón de su negativa. Días después de no encontrar razón valida descubrió un secreto, secreto que solo parecía serlo para él pues se entero que Wolfram era un EL y no una ella. Entonces dio su fiera batalla de razones para no casarse con semejante demonio, razones que presento en tres tomos de más de cien hojas de razones por las cuales no deseaba casarse con Wolfram, se aseguro de enviar duplicados al reino de fuego donde Wolfram (para desgracia del padre de Yuuri) leyó atentamente los tres tomos y mando su respuesta, no en tres tomos. Solo empleo media plana de hoja…

 

Rey de Shin Makoku

Estimado Rey Walter, Rey de Shin Makoku… Al diablo. Dejemos las tozudeces de la diplomacia, ¡No! ¡No planeo casarme con su atolondrado hijo.  Aunque de ello dependa la paz mundial!

¡Los espero en el frente de  batalla, prefiero la muerte!

Así mismo le doy a entender que rechazo “Su oferta de matrimonio”, si a esto se le puede llamar una “oferta de matrimonio”.

Atentamente:

Sir Wolfram Von Believed, Rey del Reino fuego.

 

El silencio en la corte real fue fúnebre por leves minutos, y termino en los gritos de dolor de Yuuri al ser arrastrado a las carrozas reales para ir con su padre y la escolta real a pedir la mano formal de wólfram y dar una larga explicación y disculpas.

Así fue como dio inicio este trágico matrimonio.

Ambos cerraron los ojos, era lo peor, dijeron en sus mentes sincronizadas sin saberlo recordando los mismos sucesos, tan detalladamente, que jurarían que esa noche solo uno sobreviviría.  Y qué decir de las memorias de su infancia. Lo mejor era olvidar.

Allí en frente el sacerdote del templo contemplando con desaprobación esta unión, pero no sin poder evitarla pregunto:

 -¿Aceptas a Wolfram Von Beliefved como tu esposo para amarlo y protegerlo hasta que la muerte los separe?- Los ojos de Yuuri se clavaron en las esmeraldas de Wolfram, trataba de encontrar algo fuera de esa belleza pasajera para acceder a unir su vida a ese ser que por más que buscara no encontraba ni una pisca de bondad en el.

-¿Yuuri Sibuya?- llamo el sacerdote despertándole de sus innumerables recuerdos, cuantas veces el rubio trato de matarle, o cuantas simplemente terminaron a golpes. Suspiro amargamente mirando a su familia, eran sucesores de dos reinos cuyo conflicto había traído muerte y desolación, “¿Realmente podemos garantizar la paz?”, se pregunto dudoso pero el filo de una espada en su espalda le aseguro que si se negaba sería remplazado por otro heredero esa misma noche. Claro su caluroso padre, como lo había olvidado, después de todo era la mente maquiavélica detrás de la boda. Suspiro tan pesadamente que todos lo notaron, Wolfram quería matarlo, realmente quería matarlo.

-Ni modo. Acepto-dijo como cuenta gotas cerrando los ojos resignado.

-¿Y… tu? Wolfram Von Beliebed, ¿aceptas a Yuuri Shibuya para amarlo protegerlo y ser su compañero fiel hasta que la muerte los separe?- Pregunto el sacerdote, y Wolfram miro al suelo, lamentando tanto el haberse dejado convencer por su tío, mas al verse despojado de su espada para asesinar al humano, como le ardían las manos de las ganas de ahorcarlo. Mordió su lengua por la irritación, pero luego adquirió compostura. No sería un payaso como ese enclenque.

-¡Wolfram!, vuelvo a repetir la pregunta-Repitió el sacerdote su nombre mirándolo con lastima, era el rey que salía perdiendo su reino con dicho matrimonio, seria absorbido por el reino de Shin Makoku.

-¡Acepto!- Dijo firme a diferencia de Yuuri y todos miraron esto con agrado, con admiración, pocos reyes en su situación mostraban tal valor y determinación por el bienestar de sus súbditos. Los aplausos deseaban comenzar y el festejo estaba a la orden del día.

-Entonces los declaro marido y… ¿mujer?- Anuncio confuso sin saber quién sería que. Pero a nadie le importo, los gritos del pueblo inundaron las paredes de templo, al fin después de 500 años de guerra se podían oír las campanas de paz.

-Bien hecho Shibuya- Susurraba su amigo de infancia Murata, a Yuuri que aun parecía no creer lo que había hecho, se acababa de casar con el demonio en persona.

-Es el peor día de mi vida…- Susurro al borde del llanto

Notas finales:

Como ya lo termine y solo falta coregir, lo publicare una vez cada mes. (Estoy Trabajando en el quinto infierno, no hay mucha agua menos internet)

Juro que esta vez si renuncio a este trabajo. Extraño mi vida de Citadina T-T

Diciembre Alli te voy con ganas XD


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