El tiempo pasaba y parecia que Jae comenzaba a olvidar todo lo relacionado con el castillo, el anillo, los duelistas y ese joven que se le habia aparecido. Estaba demasiado concentrado en sus estudios como para ponerse a pensar en tonterias de juegos como lo eran los duelos.
Estaba en la bibliotoca de la universidad, envuelto entre enormes y gruesos libros de historia. No habia salido de ese sitio en todo el dia. sentia como los parpados le pesaban y a veces su cabeza casi chocaba contra la mesa, pero aun tenia que terminar de leer varios libros sobre la guerra y cosas relacioandas con la revolucion para el examen de Historia.
Su mejor amigo, paso varias veces por su mesa y le pregunto si no queria comer algo, pero Jae solo negaba con la cabeza, mientras seguia concentrado en los escritos, que no le parecian muy interesantes, pero eran necesarion para aprobar el curso.
De repente, una carta con un sello de cera caayo sobre su libro. Rapidamente alzo la vista para ver quien habia puesto ese sobre alli, pero no habia nadie a si al rededor. Se dejo caer sobre el reespaldo de la silla, mientras tomaba la carta y la abria, leyendo su contenido.
"Duelista Seleccionado. Roda Dorada"
Parpadeo varias veces leyendo de nuevo lo que ese papel decia.
-Duelista?...-susurro frunciendo el ceño.
Dejo el papel de lado, mientras volvia a retomar su lectura, pero ahora ya no estaba concentrado al ciern por cien. Desviaba de vez en cuando la mirada hacia la carta, suspirando levemente al darse cuenta de que perdia tiempo muy valioso.
Finalmente, no pudo mas y recogio todo lo que era suyo, saliendo de la bibilioteca. Pero tambien se llevo esa carta.
Fue hasta su habitacion, dejo sus cosas en esta, para despues salir nuevamente.
Paseaba por los alrededores de ese Bosque, mirando de nuevo esa entrada que lo llevaba hasta el cielo.
-Has recivido la carta, es tu duelo.-la misma voz suave que habia escuchado el otro dia ahora resono en sus oidos-
Miro hacia todos los lados, buscando al dueño de la voz, pero ese no estaba, por lo menos no fisicamente.
Decidido, entro al bosque siguiendo ese pasillo de marmol blanco, que a cada lado tenia pedestales del mismo material con rosas rojas arriba del todo.
Esta vez llego a una enorme puerta de marmol blanco. Tomo el manillar de la puerta y escucho como un mecanismo se activo, y la enorme peurta se comenzo a mover, dandole paso hacia las escaleras que ascendian al cielo.
Subio las escaleras llegando al final, viendo como alli habian dos personas mas.
Una de ellas era un chico alto, con el cabello negro peinado hacia un lado, tapandole un ojo. sus ojos eran de color marron oscuro y su piel blanca.
Lentamente desvio la mirada hacia el otro joven y se quedo de piedra.
El otro joven, que tenia unos baqueros blancos y una camisa roja, era su viva imagen.
-Q...Q..Q....uen..e..eres tu?-pregunto jae con voz temblorosa. el otro joven solo sonrio de forma dulce mientras hacia aparecer dos rosas entre sus manos-
Continuara......