Eternidad por mi angel sin alas

Habia pasado varios dias desde ese incidente, pero parecia que nadie se acordaba ya de lo ocurrido.

Jae, ese joven que no pasaba desapercivido delante de ninguno de sus compañeros, por mas que el lo intentase, comenzo a saltarse las clases sin ningun sentido.

Nadie sabia donde encontrarlo, jamas estaba en los sitios donde normalmente los alumnos estaban cuando se saltaban las clases.

Yoochun, lo estuvo buscando hasta que a lo lejos lo pudo ver.

El joven paseaba por los alrededores del bosque, observando como aun que era de dia, se podia observar ese castillo entre las nubes.

Mientras lo rodeaba, encontro una entrada al bosque. Sin titubear, se adentro por ese pasillo de marmol blanco, que lo llevo hasta unas escaleras que subian en forma de caracol que no dudo en pisar y comenzar a ascender hacia quien sabe donde.

Mientras subia las escaleras, pudo observar el esplendor de su universidad. cuando ya estaba a bastante altura, se dio cuenta de que todos los edificios estaban distribuidos de tal forma que desde el cielo parecia una rosa, la misma rosa que el tenia en su anillo.

cuando llego al final de las escaleras, la ciudad casi no se podia ver, ya que un extraño banco de nubes lo cubria todo.

Subio el ultimo escalon y una hermosa puerta de hierro dorado con decoraciones de rosa, se abrieron ante el, dandole paso a una especie de enrome platafora con forma circular. esta poseia dibujadas unas extrañas lineas rojizas sobre el marmol blanco, que el muchacho enseguida descubrio que dibujo formaban.

Despues de obsercar todo a su alrededor, alzo la vista al cielo, volviendo a ver ese castillo flotante.

-Q..uien..vivira alli?...-susurro mientras seguia muy atento a cada detalle de ese esplendoroso palacio celestial.

-Los que consigan la eternidad.-una voz suave y delicada de escucho detras del pelinegro.

Jae, automaticamente se giro para ver al dueño de esa voz.

Lentamente un joven de estatura mediana, cabellos negros como la noche y ojos dorados como el sol, labios rosados como las rosas y la piel tan palida como la luz de la luna se acercanda a el, con paso ligero pero decidido.

-Quien eres? -pregunto el pelinegro mientras miraba al extraño muchacho que se le acercaba.

El otro joven, solo sonrió de forma dulce y suave, mientras su cuerpo comenzo a desaparecer, haciendose millones de particulas de luz, alzandose hacia ese castillo, pero aun asi escuho su voz.

-Soy el angel que habita en ese castillo....sigo esperando al princupe....que juro ayudarme....seras tu ese principe?...-su dulce voz resono por todo el lugar, al mismo tiempo que una fina lluvia comenzo a caer sobre Jae, que aun miraba como ese joven desaparecia en millones de diminutas lucecitas, que se alzaban hacia el cielo.

El aire se cargo rapidamente con el olor de las rosas y los oscuros ojos del muchacho comenzaron a cambiar de color, adquiriendo un ligero tono dorado, pero eso nadie lo supo.

-Rosas...-susurro el pelinegro mirando aun el cielo.

A lo lejos el mismo joven que hacia unas noches le aviso de que seria convocado para ser un duelista, observo atento todo lo ocurrido sin perder ningun detalle de lo ocurrido. Una sonrisa se dibujo en su rostro, mientras se daba la vuelta y desaparecia del lugar sin ser visto.

-A si....que el angel ha vuelto finalmetne...-dijo con voz diavolica y tono burlon.-El Fin del mundo se acerca...-susurro sin perder esa macabra sonrisa de su rostro.

Continuara...