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Sentimientos y Palabras por Sady

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Notas del fanfic:

Masashi Kishimoto es dueño de Naruto.

 

Notas del capitulo:

Pues vengo con un one-shot nuevo! Mmm... Y sí! Ando ocupada pero en un impulso me escapé a escribir y resultó esto. Y aunque tengo cosas por actualizar a veces es mejor irte por la tangente (? Jajaja sólo publico algo que espero les guste :3

Como advertencias SasuNaruSasu, leve NaruHina. Lenguaje, lemmon y mundo alterno.

 

------Sentimientos y Palabras------

—¿A las diez? A las diez está bien —le contestó Naruto de manera alegre a la chica que respondía tímidamente desde el otro lado del celular mientras él apretaba el aparato entre su oreja y su hombro porque sus manos estaban ocupadas abriendo la dificultosa puerta de su casa.

La chica se llamaba Hinata y era una nueva y hermosa estudiante de la universidad a la que asistía Naruto. Él por su parte ya estaba en su último año allí como estudiante de Historia y también era un jugador del equipo de baloncesto, por lo que era unos de los hombres que más se ganaban suspiros de las chicas.

Aunque todos coincidían en que era un buen tipo, amigable y que le gustaba mucho salir frecuentemente con personas, nadie le había conocido alguna mujer a la que etiquetar como novia. Si lo veían dialogando con una chica, de allí él no pasaba a hacer otros planes más serios.

Pero entonces se había interesado en Hinata poco tiempo después de comenzar semestre al caer en cuenta que ambos tenían muchos amigo en común y siempre se encontraban sin siquiera proponérselo.  

Además estaba motivado en conocer a alguien… diferente. Naruto ansiaba por comenzar alguna nueva experiencia propia y alejarse del patrón en el que caía una y otra vez. Los comentarios de no tener novia eran ciertos aunque allí había algo que los demás desconocían.

De alguna manera él sí “tenía” a alguien, aunque a la final tampoco era algo serio.

Cuando por fin abrió la puerta luego de maniobrar con la llave, iba a dar su primer paso adentro cuando fue empujado desde atrás.

—Eres lento.

Naruto miró a sus espaldas con odio a Sasuke. Este año sus carreras habían coincidido en una clase lo que confirmaba que prácticamente habían estado en las mismas cosas siempre. Mismo vecindario cuando niños, misma escuela, misma secundaria y en los últimos años misma universidad. De alguna forma eran inseparables, pero Naruto ya había supuesto que en algún punto de sus vidas eso debía acabar, su insano patrón debía acabar.

El rubio agarró el celular y habló aceleradamente por él cuando percibió que Hinata, quien había estado preguntando si aún estaba ahí, por poco cuelga. También intentó cerrar la puerta con Sasuke aún afuera pero éste no lo permitió.

—Cabeza hueca —dijo Sasuke haciéndose su propio camino adentro.

Estaban en el pequeño apartamento cuyo arriendo Naruto con algo de esfuerzo pagaba. El comedor y cocina eran prácticamente uno solo, no había sala a menos que se contara los dos primeros metros que se pisaban apenas al entrar y el baño estaba dentro de la única habitación. 

Hinata dijo una última frase de despedida y Naruto correspondió. Cuando dejó su celular y llaves en una pequeña repisa pegada a la pared le quedó la alegre expresión que había mantenido durante la llamada y por poco Sasuke había dañado.

—¡Tengo una cita, una cita!—dijo incluyéndole a la frase un tonito infantil.

Sería un encuentro diferente a lo que Naruto estaba acostumbrado —irían a un invernadero en horas de la mañana—, pero en su interior cada vez se motivaba por empezar el esperado cambio que quería en su vida.

Desde la cocina y abriendo  la puerta del refrigerador, Sasuke sacó una cerveza mientras sin esperar a nada más le daba instrucciones a Naruto sobre con cuál libro de los que trajeron de la biblioteca —o específicamente que él pidió— empezar a buscar información para el ensayo que tenían que entregar mañana y no habían hecho aún.

No dijo nada sobre la llamada de Naruto y esa chica y sus pensamientos se concentraban principalmente en querer borrar la sonrisa que ahora tenía Naruto. Sabía que el rubio no necesariamente debía hacer algo como pedirle permiso, pero sentía que esta vez Naruto estaba pasando olímpicamente de él.

La cerveza lo calmó de hacer un cruel comentario.

 


 

Eran las ocho de la mañana del siguiente día.

Aunque Naruto hubiera planeado despertarse más temprano todavía estaba durmiendo, y no era precisamente por pura pereza.

Sasuke por el contrario sí estaba despierto y ajeno a la idea de ayudar a despertar al rubio para que comenzara a arreglarse. Se había quedado a dormir porque cuando terminaron de redactar el trabajo ya era tarde y Naruto le había convencido de no montarse en un taxi que le dejaría pobre por llevarlo hasta el otro extremo de la ciudad.

Ante ese pensamiento pensó que Naruto era como una especie de buena esposa ahorradora y entonces bufó por lo tonto de esa idea. Sin embargo su mente quiso divagar alrededor de ella y arrojó una imagen de Naruto con delantal y otra en donde le cambiaba la voz por una de esas amas de casas de los años 60’.

Ese era el poder que tenía Naruto sobre él. Hacerle sentir que junto a él todo era posible y, siempre que no fueran cosas tan complicadas como los sentimientos, no tenía nada que ocultar y podía decir y hacer lo que se le venía a la cabeza.

Hasta de cierta forma ser egoísta con él porque ambos se lo habían permitido y lo habían establecido como un derecho. Sin embargo Sasuke estaba consciente que se había estado extralimitando.

Aunque Naruto la mayoría de las veces no reprochaba en palabras y Sasuke nunca pedía permiso, estaba mal desde todos los ángulos venir a deshacer el cuerpo del otro a su antojo porque se sentía magnifico al hacerlo.

Sobre la misma cama Sasuke miró el cuerpo dormido del rubio. Naruto sin camiseta aún tenía puesto sus pantalones vaqueros aunque estaban desabrochados.  Por el contrario él estaba totalmente desnudo porque había quedado cansado hasta para ponerse al menos unos bóxer limpios luego de haber sido follado.

Cuando finalizaron su ensayo se habían quedado sentados en su lugar conversando un poco. Luego, y sin decir alguna palabra, Sasuke besó a Naruto que se había recostado en el suelo donde estuvieron trabajando, y a partir de ahí no lo soltó hasta hacerle una mamada en la erección que no se había demorado en surgir sobre el rubio.

Había recibido en su boca su semen, tragándoselo y limpiando con un dedo un poco que había escapado de sus labios, sólo para lamerlo sabiendo que eso más que nada haría calentar otra vez al rubio. Ahí mismo Naruto lo había penetrado y se había corrido dentro de él. Luego hizo lo mismo una segunda vez cuando se mudaron a la cama en medio de la lasciva y desvergonzada petición del pelinegro para que lo hiciera y los gemidos de ambos llenos de palabras explicitas de lo que estuvieron haciendo.

Si Sasuke ahora empezaba a arreglarse y se iba apenas dejándole una nota a Naruto, entonces  volvería a repetirse el patrón, el suceso que Naruto quería cambiar.

Pero quizás hoy Sasuke podía agregarle algo más porque le desagradaba la idea de compartir el cuerpo de Naruto  y no estaba de acuerdo que una chiquilla se lo robara. No quería que Naruto saliera de allí.

Con brusquedad y una expresión hosca se ubicó sobre él y empezó a quitarle los pantalones. Siempre en medio de un sentimiento de rabia olvidaba los límites, aunque éstos fueran muy difusos en su extraña relación.

Naruto intentó aún adormilado dar un giro sobre la cama pero eso desde su punto de vista sólo le facilitó a Sasuke las cosas al tenerlo ahora bocabajo. Creía en que Naruto no tenía más opción en la vida que dejarse hacer lo que él quería, sin embargo no entendía por qué dentro de la cabeza rubia no se había instalado la idea de que Naruto también podía hacer con Sasuke lo que quisiera.

—Sa… Sasuke, detente. —Naruto sintió sus pantalones e interiores bajados hasta sus rodillas e intentó apoyarse con sus manos, pero una mano de Sasuke con dedos húmedos ensalivados llegó hasta su ano—. ¡Sasuke! ¡Ah! —Entonces sintió la intrusión de dos dedos que empezaron a jugar en su interior y también una lengua haciendo de las suyas en la base de su espalda.

Naruto se arqueó con su razón perdiéndose, mucho más al sentir los dedos como garfios tirando de él mas la otra mano de Sasuke jalando de sus testículos y entonces la posición tuvo que cambiar hasta que tuvo el culo elevado apoyándose en sus rodillas.

—No ahora, Sasu…

—Shh. —Sasuke había llegado hasta su cuello, pegando su cuerpo a la forma que ahora tenía Naruto sin dejar de mover sus dedos y pasando su otra mano al eje ya erecto de Naruto —. Lo haré suave, te la meteré despacio. ¿No que te encanta el sexo por la mañana? Que te folle en la ducha, salir de casa y sentirte como un sucio zorrito que acaba de hacer algo malo.

—¿Por qué haces esto? —preguntó alternadamente Naruto con un gemido por el nuevo movimiento sobre su pene—. ¿No estás cansado de ayer? ¡Vamos, déjame!

—¿Dejarte? ¿Para qué? —Sasuke sacó sus dedos, apartándose un poco de Naruto que a pesar de sus palabras había seguido en su posición, aunque sí había hundido más su cabeza contra la almohada y sus brazos se habían agarrado de ella. Sasuke sintió su propio pene tomar la forma necesaria ante la imagen obscena de Naruto, y tomó la gruesa punta de su aumentado pene con la mano a la par que con la otra se adueñaba de una nalga del rubio para apartarla—. ¿Dejarte para que te vayas con una niña virgen?  ¿No te gusta más el plan de quedarte para que te chupe la polla y te la deje lista para que me folles el culo? Entonces luego puedes ir a clases en la tarde con esos recuerdos frescos en tu mente.

—¡Sasuke! —Naruto sintió la punta de Sasuke entrar en él y detenerse, y luego, así como se lo había dicho, comenzar a empujar lentamente.

Si lo hiciera podría contar los centímetros que se desplazaban cada vez hasta que sintió la totalidad dentro, sus rodillas temblaron y cayó sobre la cama. Gran parte del pene de Sasuke salió pero siguiendo a Naruto volvió a metérselo hasta la mitad en un solo movimiento.  

Naruto gritó y se movió bajo él, tomando iniciativa en mover sus caderas y hacer mover las de Sasuke. También llevó una mano a su miembro que aún tenía rastros de la noche anterior, saliva y sudor de Sasuke mas semen propio.

La respiración de ambos se dificultó 

—Métemela hasta el fondo y sácala, Sasuke. Tantas veces quieras —dijo Naruto intentando verle y aceptando que se dejaba vencer por la situación en la que estaba—. ¡Puta sea! Métela toda y rápido.

—¿Toda? Que boca sucia tienes. Ni te atrevas a hablarle así a una niñita como esa. —Sasuke se las arregló para acercar sus labios y hacer que se besaran.

Naruto lo aceptó tan bien que Sasuke sintió temblar por dentro.

 


 

Todavía desnudo, sólo un pedazo de sábana cubriendo su intimidad, estaba Sasuke en la cama donde había estado con Naruto. Su cuerpo estaba estirado y su torso levemente ladeado y desde allí no había dejado de mirar a Naruto.

El rubio había entrado y salido de la habitación muchas veces luego de haber tomado una ducha que no duró más de tres minutos. Cuando miró el reloj colgado en la pared se apresuró a entrar al baño y buscar su cepillo de dientes. Hizo eso rápido volviendo al interior de la habitación. Faltaba quince para las diez y aún le faltaba elegir qué camisa ponerse y arreglar mejor su pelo según había visto en el espejo del baño. Algunas gotas de agua se escurrían por detrás de su cuello.

Desde el momento en que había agarrado fuerzas para desprenderse del cuerpo de Sasuke, pareció que para el rubio hasta la cama había desaparecido. Pero Sasuke odiaba ser pasado por alto.

—Vas tarde.

Naruto con el ceño fruncido que ya tenía le lanzó una mirada con más furia.

—Lo sé, idiota. —Volvió a fijarse en su armario abierto, estirando sus brazos para apartar cada prenda colgada buscando con rapidez entre ellas algo que sirviera.

—Creo que hay una camisa mía que te quedaría bien… —dijo Sasuke con un tono falso que Naruto reconoció por lo que no lo tomó en serio—. ¡Ah! Aunque tendrá que ser la que yo use para salir de aquí, lo siento. 

—No “ayudes”.

Sasuke se sentó, permitiéndose una mejor visión de Naruto vistiendo los jeans color azul pálido un poco ajustados de los que meses atrás le había ayudado a comprar asegurándole que le lucían muy bien. Y, a pesar de haber elegido y puesto ya una camisa oscura, aún no la había abotonado por lo que alcanzaba a ver los músculos trabajados del abdomen. Deseó poder deslizar su mano por él, eligiendo si subirla para apretar alguna tetilla o deslizarla hasta abajo metiendo los dedos debajo del pantalón.

Luego de eso podría haber muchos escenarios tentadores.

—¿Por qué vas a salir con una mujer? ¿No eres gay?

—Cállate de una vez, Sasuke —dijo Naruto con rudeza. Giró para verlo mientras abotonaba su camisa—. Mantente por los últimos minutos callado.

—¿Tan callado como tú estuviste hace poco? Gritas muy alto cuando te lo propones.

Naruto enrojeció un poco pero estaba realmente llegando a su límite con el comportamiento del otro y su molesto sarcasmo.

—Deberías largarte —dijo Naruto.

Sasuke soltó aire por su nariz en burla.

Tuvieron un lapso de tiempo en silencio desde ahí hasta que Naruto pareció lograr estar listo y querer salir lo más rápido para llegar a su cita, aquella que Sasuke había decidido arruinar desde el día anterior. Aunque Naruto también tenía la culpa por acceder con tanta facilidad y dejar que Sasuke se ubicara entre sus piernas durante hora y media. ¿Qué clase de persona tenía tal rudo sexo antes de asistir a una cita con otra persona?

Sasuke volvió a hablar agregándole más locura al asunto.

—Te espero para irnos juntos a clase. —Sonrío de lado con sus ojos puesto en Naruto que había detenido todo movimiento para devolverle la mirada—. Y, si quieres, la traes y así nos presentas bien.

Entonces Naruto no lo soportó más y se lanzó hacia él, empujándolo contra la cama y reteniendo una de sus muñecas por sobre la cabeza mientras también le apretaba su hombro.

—Un error, Sasuke, ambos somos un error —dijo Naruto recibiendo una afilada mirada de Sasuke, como si le advirtiera no seguir hablando así—. Me he cansado. Si estás celoso o en desacuerdo de que salga con alguien que yo quiera, ¡no me importa, Sasuke! Voy a ir, besarla y olvidarme de todas las veces en que hemos follado.

Sasuke con brusquedad se deshizo del agarre quitándose a Naruto de encima, quien tuvo que girar hasta caer en su espalda al lado de donde estaba Sasuke. Allí se quedó inmovilizado mirando al techo, sabiendo que acaba de decir al menos una de las cosas que había reprimido desde hacia tiempo. Sin embargo un sentimiento ahogador se apoderó de su pecho y le hacía vacilar si había dicho lo correcto.

Sasuke se levantó y empezó a caminar hacia la entrada del baño.

—Suena como una interesante apuesta para hacer —dijo antes de encerrarse allí.

 


 

El papel de novio fiel duró poco para Naruto, según el punto de vista de cualquier otra persona a quien se le pudiese preguntar.

Pero para Sasuke había sido un largo tiempo. Los había calculado, treinta dos días sin encontrarse los dos para follar. Algunas veces Sasuke había ido a la casa del rubio, desesperado por contacto y dispuesto a exigir, pero si no era Naruto el que no se encontraba en casa, entonces era aquella chica la que ya estaba ahí antes de Sasuke.

Y el lugar parecía ser demasiado pequeño para tres personas.

Cuando eso pasaba él no se reservaba en tratarla un poco mal lo que hacía que Naruto le pidiera que se fuera.

Sasuke dejó de frecuentar los lugares en los que Naruto pasaba su tiempo libre con tal de no verlo con el papel de novio fiel, incluso no volvió a verle en entrenamientos o partidos de baloncesto porque no quería ver cómo luego de encestar, Naruto le dedicaba una mirada a una nena demasiado tímida para el gusto de Sasuke. Dejó también de llamarlo o comunicarse con él como había sido siempre la costumbre.

Pero entonces el día treinta dos Naruto había ido donde Sasuke, y olvidando el saludo o responder a la pregunta de qué hacía allí, empujó el cuerpo del otro contra la pared mientras inundaba con su lengua la boca que se abrió para él sin hacerse del rogar.

Con rudeza Naruto le bajó la sudadera deportiva que llevaba Sasuke ese día mientras éste hacía lo mismo desabrochando los jeans del rubio sin dejar de besarse.  Entonces quedando desnudos en su parte inferior Naruto rompió el beso y le hizo dar la vuelta a Sasuke ahí mismo, tomó y elevó uno de los muslos, buscó con los dedos de su mano libre el interior del otro en una corta y ruda preparación y luego en varios empujones hizo entrar parte de su pene en la apretada cavidad de Sasuke.

Sasuke sintió el dolor tanto allí atrás como de su propio miembro siendo apretado y restregado contra la pared, además de su respiración esfumarse por un momento, pero pese a eso terminó por retar  a Naruto para que se la metiera más. Naruto lo hizo y le hubiese causado  real daño si no fuera porque sus cuerpos encajaban siempre perfectamente.

Cuando ambos terminaron y Naruto lo soltó de la manera en que lo tenía y salió de él dejando atrás su evidencia, Sasuke se sintió luego siendo inesperadamente abrazado. Él rasguñó con la punta de sus dedos la pared mientras se reprimía en volver a preguntarle a Naruto qué hacía allí.

Pero entonces el rubio como adivinando esos pensamientos habló:

—Te extrañé. —Dejó un beso en uno de los hombros de Sasuke mientras hacía el abrazo más fuerte—. No pude aguantar más.

Sasuke silenció cualquier tipo de respuesta para tales palabras aunque tenía muchas por decir. Como que en todo ese mes sólo pudo sentir celos y que quería que las cosas regresaran a como eran antes…

Aunque también se había imaginado frente a Naruto exigiéndole que eligiera entre esa chica y él, como también rogarle que sólo tuviese ojos para él. Tal y como Sasuke los tenía para Naruto. ¿Pero por qué era tan difícil decírselo? Por largo  tiempo había pensado que bastaba con la fuerza que transmitía cada vez que lo tocaba. Sasuke no lo hacía con nadie más, él no estaba interesado en nadie más y Naruto tenía que leer entre líneas.

Su vida sólo giraba entorno a lo que hiciera o no Naruto. Sus acciones egoístas sólo habían sido su mala decisión y su nula forma de mostrar sentimientos para mantener al rubio a su lado.

Sin embargo habían tenido el resultado contrario, haciendo espantar al rubio con su actitud por lo que había huido de él.

Eso debía ser justo para Naruto. ¿Cómo no alejarse de una persona que hace daño con sus actos incluso aunque no quisiera? Además se sumaba un sentimiento de inseguridad, Sasuke sin preguntar tampoco  podría obtener respuestas ni saber lo que significaba para Naruto.

—Yo estuve… —comenzó a decir Sasuke cayendo en cuenta que ahora tenía a Naruto a su lado. Había regresado, había venido por él y lo estaba sujetando y eso sólo podía ser perdón. Sasuke completó la frase en un murmullo—: Celoso. Demasiado celoso.

—La voy a dejar.

—¿Por qué? —Sasuke hizo que Naruto lo aflojara un poco y así dar media vuelta para quedar los dos frente a frente.

—No es de mi personalidad engañar a una chica como ella —respondió el rubio y juntó sus frentes, sonrío cerrando sus ojos al sentir los dedos de Sasuke rozando en sus antebrazos—. Y tampoco tener a un amante celoso…

Sasuke sintió el movimiento de la cabeza de Naruto bajar hasta hacer llegar los labios a su cuello y le facilitó la exposición de su piel.

—¿Estás aquí por insatisfacción sexual? —preguntó Sasuke. Cuando sintió un pequeño mordisco de Naruto bajó una mano para agarrarse de la piel de la cintura del otro. Quería llegar hasta su culo pero no se sentía especialmente dispuesto a excitarlo, no hasta que al menos una parte de su nudo mental se disipara—. Te lo dije, eres gay.

Naruto hizo un ruidito de negación.

—Quizás no quieras saber pero… tuvimos sexo tres veces —dijo ahora Naruto sobre la oreja de Sasuke—…y no estuvo nada mal.

Sasuke apretó sus dedos en la cintura de Naruto, hundiendo sus uñas en la piel y logrando que se tocaran sus entrepiernas.

—Tienes razón en lo que no es algo que quiera saber, estúpido.

Los brazos que estuvieron todo el tiempo rodeando a Sasuke subieron hasta que el rostro del pelinegro estuvo enmarcado entre las manos de Naruto que le acogieron con delicadeza, muy contrario a la presión que estaban haciendo abajo. Pero entoces Sasuke dejó de hacer cualquier caricia sexual sobre el cuerpo del rubio para concentrarse en el rostro de éste.

—De alguna forma… ella era un poco como tú. Piel muy blanca, cabello oscuro, labios suaves…  Pero… —Los ojos de Naruto expresaron un destello mientras dio un empuje con sus caderas. Sasuke sintió ser retenido contra la pared como momentos antes—. Creo que mi sucia boca prefiere lamer  el cuerpo de puto que tienes. Eres la persona que me gusta.

Sasuke abrió un poco su boca y deslizó la lengua por encima de su labio. Naruto se embobó con esa señal y luego se sintió siendo empujado por Sasuke, aunque no cayó al suelo a pesar de trastabillar con sus pantalones alrededor de los tobillos.

Por el contrario volvió a sentir a Sasuke agarrándole de los lados de su cara y haciendo que caminara hacia atrás.

—Vamos, extraño sentirme dentro —dijo el pelinegro.

Naruto luego de dar algunos pasos tropezó con un sofá y ambos cayeron en él.

—Sasuke.

—¿Hm?

—Te quiero. Te quiero mucho.

—Entonces no me dejes. Nunca —dijo Sasuke acomodándose entre las piernas del rubio—. No necesitas a nadie más. Sólo tenme a mí.

Habían estado llenos de mentiras y palabras guardadas. Palabras que debieron haber confesado tiempo atrás y haber dejado hacerse pasar por amigos que se querían pero tan pronto tenían la oportunidad de una cama la usaban.

Si ese era un insano patrón Naruto podría cambiarlo pero sin alejarse de Sasuke, los dos no eran un error.

La vida de Naruto también giraba en lo que hiciera o no su amigo, amante y persona más preciada. Era así de simple, como un alma gemela que encajaba perfectamente con su otra parte. Sólo había que intentar no lastimar al otro nunca más.

 

Notas finales:

Pues eso :3 
(Y sonará cursi peroooo) Recuerden procurar no guardar/reprimir importantes sentimientos. Gracias por leer. 


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