“Mierda... Soy un idiota.. Un estúpido... “
-Por que?!
La pared se resquebrajo bajo mi puño tras el golpe, mientras mis ojos se cerraban con fuerza evitando mirar por la pequeña ventana como se alejaba. Desde que llegamos a esta isla todo mi mundo se había vuelto del revés, todo había cambiado de la noche a la mañana... por su culpa.
-Sanji...
Me dejé caer hasta sentarme en el suelo, dejando que mi espalda descansara en la pared. Desde cuando? La verdad ni sabia ni me importaba... Lo único que podía mantener en mi mente una y otra vez era la misma jodida pregunta. “ Por que él y no yo?” Ese idiota era un baboso con sus damas, un animal en celo detrás de cada falda que asomaba... Pero eran todas, no había ninguna en especial... Eran una chica más. Que tenía este chico que le hacia diferente? O mejor dicho... Por que era mejor que yo? Por que merecía el tiempo de estar con ese idiota que me había robado?
-Piensas quedarte ahí o que?
No tenía ganas de hablar con nadie y menos aun con ella.
-Me quedare donde me plazca, algún problema?
-Yo ninguno desde luego... Eres tu el único que acabara mal.
-Pero quien demonios te crees bruja para... AUHH!!!
El golpe en mi cabeza me hizo callar, mientras la pelirroja comenzaba a caminar sin mirarme siquiera.
-No se lo que es... pero algo me da mala espina. Ese chico...
-Noro...
Asintió y siguió hablando, esta vez girándose hacia mi.
-Por más que pregunte nadie lo conoce... Es como si fuera un fantasma. Ni siquiera Sanji sabe nada aparte de su nombre y su edad...
Me levanté directo a la salida cuando su voz me detuvo de nuevo.
-Ni pienses que te estoy ayudando eh? Simplemente me preocupa él...
-Si... Entiendo.
-Por cierto serán 10.000 berries.
-COMO?!
-No te ibas a buscar a alguien Zoro? Ya hablaremos de eso cuando vuelvas... aunque para entonces habrá intereses... Jajaja!
-Usurera!! No pienso pagar ni un solo...
-Solo asegurate de que este bien si? Por favor.
Salió de allí dejándome con la palabra en la boca y algo que me revolvía el estomago. No podía negar que lo que me dijo era extraño... Pero esa cara de preocupación? Salí de allí directo al pueblo, aunque no tenía la menor idea de donde buscar...
-Donde cojones te metiste estúpido erocook?
Baje las escaleras sin hacer ruido, no quería descubrirme antes de tiempo si lo que me esperaba al llegar al final no eran amigos precisamente. “Solo un par de escalones más...”
-Yo si tengo derecho... Te equivocabas... Siempre me mentiste!!
Era la voz de Noro-kun!! Salté los últimos escalones y llegue al suelo, buscando con la mirada a quien hablaba. Nada, absolutamente vacío... a excepción de él.
-Noro... Estas bien? Que demonios esta pasando?
Se volvió hacía mi completamente asustado, acurrucándose en un rincón de aquella sala, aunque ahora que prestaba la atención necesaria... “Una cama, una mesa, un par de estanterías, ropa...”
-Esta es... Vives aquí abajo?!
No pude evitar sorprenderme, mientras seguía con la mirada cada rincón de aquel cuchitril. Oscuro, apenas iluminado por una minúscula ventana enrejada...
-Yo... No me odies... Por favor...
Comenzó a temblar y llorar sin control, completamente aterrorizado... Pero por que me pedía perdón?
-Sanji... no me dejes solo... Tú no...
-Imbécil!!
Le abrace con fuerza, mientras notaba sus lagrimas mojar mi cuello. Quien demonios había sido tan cruel con un pobre chico? Encerrarlo en este sótano? Nadie se merece algo así!!
-No es tu culpa Noro... No te dejaré solo, entendido?
Por fin levantó su vista, notando como sus ojos aun dudaban. No se ni por que estaba prometiendolo, ni si podría cumplirlo... Pero que podía hacer? Dejarlo solo hundirse y darme media vuelta? Imposible.
-No llores mas, si?
-San.. ji...
Podía tener casi mi edad, pero ante mis ojos parecía un niño suplicando ayuda, un pequeño aterrado de si mismo. Acaricie su mejilla intentando calmarle, que su respiración se tranquilizara.
-Eres muy especial Noro-kun.
-No... Yo no soy...
-Para mi si.
Sus ojos brillaron un instante, como si hubieran recuperado la felicidad que había visto estos días en ellos.
-Mi ángel...
Ya ni sabia el tiempo que llevaba dando vueltas por aquel maldito pueblucho sin tener ni una señal de él. Preguntar? Como si no lo hubiera intentado ya... Nadie conocía al rubio y menos aún al tal Noro...
-Y ahora que se supone que debo hacer... Mierda!!
La preocupación de Nami cada vez se hacia mas presente en mi cabeza. “Es el cocinero, sabe defenderse! Pero y si... Ah!!! Lo mejor sea que siga buscando y deje de inventar cosas.” Continué caminando preguntando a toda persona que veía pasar... al menos a las que me contestaban...
-Mierda Sanji donde te metiste?
-Disculpa buscas a alguien?
Era un chico de mi edad, estaba sentado tras un pequeño puesto de pescados, seguramente regentandolo.
-Esto.. Si!!! Un chico rubio, de cejas raras...
-Lo siento, no recuerdo haberlo visto por aquí.
Ya daba media vuelta y lo dejaba por imposible con él cuando recordé algo.
-Y a Noro? Lo conoces?
-Mmmmm... Debería?
-Vive en esta isla, un chico de nuestra edad, quizás menos...
-Te equivocas.
-Eh?
-Conozco de sobra a los chicos de esta isla y no hay nadie así.
-Pero estoy seguro, Sanji me dijo que...
-Espera un segundo, se me ocurrió algo.
Desapareció de mi vista unos segundos, apareciendo acompañado de una mujer mayor.
-Abuela, este chico esta buscando a un amigo suyo. Dice que esta con un chico de nuestra edad, un tal Noro-kun pero yo no... Abuela?!
La cara de la mujer cambio de inmediato, como si en ese instante hubiera visto un fantasma. Se quedo completamente en silencio con la mirada perdida en algún punto lejano.
-Si sabe algo hable!! No tengo tiempo de...
-Como conoces ese nombre? Norou....
Por fin había vuelto en si aunque me mirara aun con el miedo pintado en los ojos y una mueca seria en su cara.
-A Sanji... él se lo dijo. Pero que esta pasando?
-Solo los mas ancianos conocemos su nombre real, solo nosotros...
-No puede ser!!
Por fin el chico hablaba y su gesto se había vuelto exactamente igual que el de su anciana abuela.
-El repudiado, el odiado... El hijo de Hannah....