Defects of love…
Never say never
and always be a chance...
Risas, risas y más risas eran lo único que resonaban en esa habitación. Después de media hora de observación personal, Byou y Kazuki salieron de ahí. Se dirigieron al auto del rubio para llegar al salón de fiestas.
-mira, ahí está.!- señala con emoción el rubio a un chico que estaba al otro extremo del lugar.
-que ganas de robármelo, de meterlo a un baño y besarlo, abrazarlo, tenerlo solo para mí- comenta con emoción el pelirrojo.
-pues manos a la obra- insinúa Byou.
-ja, ya te dije que no. Es un tipo especial. Míralo- en ningún momento dejan de observarlo- ahí en su mundo, donde jamás seré bien recibido- palabras sarcásticas, pero cien por ciento realidad, según el guitarrista.
*y del otro lado del salón:
-Ruki, ya llego el nene acosador- le comenta el guitarrista castaño al notar la presencia de Kazuki.
-ah sí.- su mirada viaja al otro extremo del lugar para encontrarse con aquella hermosa figura de cabellos llamativos, pero ese movimiento de retinas no fue percibido, gracias a las grandes gafas que cubren el rostro del rubio vocalista.
-deberías de dejar el orgullo- le aconsejó el batero- ese chico derrama saliva por ti.
-haha no lo creo, es un presumido.- iba a comenzar a enumerar los defectos del guitarrista, pero fue interrumpido por Miyavi.
-chicos, la mesa principal está allá- señala el lugar.
Los Gazettos comienzan a caminar hacia el lugar. La fiesta fue preparada para que los miembros de la compañía disfrutaran. Los lugares estaban dispuestos. Al llegar tomaron asiento y las bromas y divisiones en pequeños grupos no tardaron en surgir.
-en verdad tenemos que ir ahí??- cuestiona Kazuki al notar la presencia de su "adorado" vocalista.
-claro.! Promete que hoy lo consigues.- le pide el vocal de Screw.
-haha no será fácil, pero me parece que me estas retando.- lo observó dubitativo.
-solo vive, Kazuki. Además no le eres del todo indiferente.
Ambos llegaron a la mesa.
-Buena noche.!- saludaron al unisonoro.
Comenzaron los saludos. Byou acerco una silla y le pidió a Kai, que había estado junto a Ruki, que se sentara ahí, a su lado, a hacerle compañía. El gazetto líder acepto amablemente y ya estaba abandonando a su vocalista.
Kazuki seguía de cerca las actitudes de Byou.
-Kazuki, como que me estorbas a la vista.- le dijo el vocalista de screw insinuando algo mas con la mirada. Quizás que tomara asiento junto al gazetto menor.
-aquí hay un lugar- reacciono Uruha indicando a lado de Ruki.
Los tres sonrieron, pero la cara del pequeño rubio se tornó en indiferencia por el medio y la compañía.
La verdad es que su mente no era indiferente, pero era algo extraño para aceptar. Kazuki le parecía un chico hermoso, precioso, pero a veces lo desesperaban sus actitudes tan infantiles. El guitarrista vivía entre bromas y juegos con los demás que para Ruki era difícil imaginarlo pensando en una relación seria o en sus sentimientos de verdad.
Por otro lado, y no muy lejos, estaba el guitarrista. Ruki le parecía interesante, sexy, talentoso, hermoso. Aceptaba que el rubio ocupaba gran parte de su mente y del tiempo en sus pensamientos. Pero también aceptaba que lo creía un "sin vida", serio, tanto que tal vez no sería capaz de divertirse, de soltarse y hablar de sus sentimientos.
Ideas equivocadas?? Tal vez no tanto, solo lo suficientemente malas para alejarlos. Pero lo suficientemente buenas para tener "una esperanza".
-pero sonríe, Ruki, que no estamos en un funeral.- le pidió el solista que llegaba a la mesa para "animar".
-estoy bien, disfruto la fiesta.- contestó mientras se sacaba las gafas.
El juego de miradas entre Byou y Kazuki continuo. El rubio casi le suplicaba que hiciera algo por acercarse al pequeño y serio chico de a un lado.
La conversación del grupo continuaba y, como en toda reunión, fue tiempo de hablar se sentimientos.
-tienes novia, Kai?? O prefieres un chico- cuestiono Kojima. Mientras el Alicio baterista se interesaba.
-n-no, no tengo.- sonrió como suele hacerlo- soy soltero.
Todos comenzaron a reír y a ponerse al tanto de sus relaciones. Hasta que fue el turno de Kazuki.
-No, yo espero que un príncipe me rescate.- contesto en broma, pero serio.
-qué infantil.!- dejo salir el rubio que casi no había hablado en toda la reunión. Le dio una calada a su cigarrillo.
-no, no soy infantil.- reclamó el pelirrojo- solo que yo si tengo imaginación.- se burlo.
Claramente su intención era molestarlo. Ruki lo encaró.
-Cómo?- lo vio directamente- a caso insinúas que no la tengo??
-yo no dije nada en sí- quiso defenderse- pero si lo reconoces como pregunta...-sonrió.
-preciosa guitarrista, tengo más imaginación que tu para tus tonterías.
El tono de burla en el que se hablaban podría ser hiriente, pero lo peligroso en la escena era la conexión de sus miradas.
-no me hables como si fuera una nena. Creo que quieres que te muestre mis atributos y me lo pides disfrazando palabras, pero eso si sería una tontería de mi parte.
-qué cosas dices.!- Ruki escupía ironía a cada palabra- mira que tu sacas el tema.! El que tiene ganas eres tú.
-Ganas?? Ni que fuera un amargado y sin vida que se esconde del mundo detrás de unas gafas.
Golpe bajo.!
-basta.!- Ruki lo tomo con fuerza por las muñecas.
Si tienen duda, los demás seguían ahí, pero no hacían algo. Los gazettos estaban casi advertidos por Uruha que no debían intervenir en una situación así, pues era la oportunidad de sesgar el orgullo del vocalista, ese que no le permitía ser más feliz. Y Byou intentaba distraer a los miembros de las otras bandas. Sabía que Kazuki se sentía atraído por los defectos que veía en el rubio vocal.
Kazuki se asustó, pero no permitió que su risa cesara.
-ahora me vas a golpear??- pregunto con burla.
-debería, no crees??- lo tomo más fuerte y lo obligo a ponerse de pie.
Esos ojos atrapaban al otro. Por qué se decían cosas extrañas y se miraban con deseo??
Kazuki esperaba que, en cuanto lo soltara, Ruki le lanzara un golpe, pero contrario a eso lo tomó de la cintura y lo hizo que fueran a la salida del lugar.
-aquí me dirás que soy un amargado- lo recargó contra la pared y lo acorraló con su cuerpo.
Kazuki sonreía, eso lo excitaba y no estaba bien, pero tampoco mal del todo.
-eres un amargado.- le soltó en la cara.
Ruki había extraviado su paciencia. Verlo ahí, así, dedicándole su tono infantil y "tonto" a él. Era hermoso.
-si puede ser, pero tú eres un niño tonto.- tomo los brazos del guitarrista y los atrapo contra la pared.
-tal vez, pero tengo vida.
-también la tengo.! Pero no la desperdicio en bromas sin sentido.
-mis bromas hacen reír, tu cara los hace llorar.
-mi cara es famosa.!
Sin darse cuenta, Ruki cayó en el juego de Kazuki.
-la mía también.
-pero porque eres un payaso con guitarra.
-y tu un enano con micrófono.
Ambos comenzaron a reír. No era posible aquella posición y esas palabras que deshacían al Ruki serio y desarmaban a Kazuki que no ponía resistencia.
-de qué te ríes, rubio oxigenado??- pregunto con una sonrisa y un tono casi tierno.
-de tu maldita cara de conejo- se acerco peligrosamente.
-tu pareces un cachorrito sin dueño.- le acaricio el cabello.
-podría encontrarlo esta noche.
Sus ojos se perdieron en el deseo que tenían por el otro. Volvieron a reír.
-eso es una propuesta indecorosa??
-tal vez, aceptas??- le pregunto Ruki sabiendo lo que ambos querían.
-con una condición.
-cual??
-que si lo hacemos te diviertas.
-está bien, pero tienes que pensarlo con seriedad.- le pidió preocupado porque lo tomara solo como un juego.
Kazuki asintió. Se dirigieron al auto de Ruki, ninguno omitió ningún sonido. La atmosfera era extraña, pero para nada pesada. Comenzaron el viaje. Ambos sabían que esa noche se enfrentaban a demasiado, estaban apostando todo frente al otro. El nerviosismo se apoderaba de los dos, todo por querer ver la otra parte que se “ocultaban”, pero estaban fascinados con lo que conocían de ellos mismos y lo que el otro dejaba ver.
En un semáforo les toco el alto, buen momento para romper el hielo.
-vamos a tu departamento??- preguntó Kazuki con algo de temor.
-sí, o prefieres otro lugar.
-no, está bien.- se quedaron mirando y llegó el momento que no podían evitar ni aplazar más: se acercaron rápidamente y ambos al mismo tiempo, sus alientos se mezclaron y robaron el aire del otro en un beso fugaz y pasional, que terminó porque el conductor de atrás comenzó a tocar la bocina para hacerlos avanzar. Ambos sonrieron. Ya estaba: era claro que lo que tanto los irritaba del otro era precisamente lo que los atraía y hacia tan compatibles, tan igualmente distintos.
Después de varias calles llegaron con un ambiente más relajado. Al salir, Ruki se acercó a Kazuki y lo abrazo mientras veía sus ojos.
-Kazuki, aún puedes arrepentirte.
-quieres que lo haga??- se abrazó al vocalista.
-no. La verdad es que creo que necesitamos esta noche, este tiempo.
Ambos sonrieron y juntaron sus labios en el beso que cerraría su “trato”: divertirse por pensar seriamente. No era un reto.
Caminaron hasta el ascensor tomados de las manos. Varios pisos después, llegaron. Al entrar, Kazuki casi cambia su concepto de Ruki, “serio”, por “perfeccionista”. Aquello era un paraíso moderno, equipado con la máxima tecnología para el hogar. Ruki se acercó a el por detrás, después de cerrar la puerta.
-Puedes ponerte cómodo.- llevó sus manos a la chaqueta de Kazuki y le ayudó a quitársela. El hizo lo mismo con su propia ropa y las llevó a un sitio especial para los abrigos. Observó a Kazuki que se había instalado en el living, contemplando el departamento del pequeño rubio.
-algo de tomar??- ofreció el anfitrión.
-sí, lo que sea está bien.
Los papeles se invertían. Kazuki no había visto al rubio sonreír de aquella forma, casi no creía lo que veía. Pero Ruki sonreía porque veía la expresión seria y nerviosa de Kazuki, esa que no había visto antes, la que demostraba que no sabía qué hacer o decir.
El vocalista fue al mini-bar de su hogar y sirvió dos copas de vino. Decidió que sería bueno comenzar con algo relajado para entrar en ambiente. Se acercó y le tendió una copa al guitarrista. Luego se acomodo a su lado en el sillón. Ambos se quedaron mirando varios segundos sin saber qué decir, después el nerviosismo de removió en ellos y comenzaron a reír.
-Estas nervioso??- preguntó el gazetto cuando hubo cesado la risa.
-Algo.- contestó acercándose a Ruki. Quería hacer muchas cosas, tal y como lo había imaginado, pero simplemente no era capaz.
-Yo también.- confesó.
-Creo que deberíamos despejar dudas.
-Sí, creo…- contestó despreocupado.- Mi duda es por qué te caigo mal?? Por qué te desagrado?-preguntó con interés.
-No me desagradas, pero tampoco me caes bien.- contestó con una pequeña sonrisa.
-puedo tomar eso como un “me gustas”??- cuestionó el rubio mientras dejaba su copa en la mesa de centro.
-puedes tomar eso como un “me gustas pero…- meditó un momento
-Pero??- intrigado.
-Pero siento que no te quieres divertir. Mi duda es: escondes algo??
-esconder?? Pienso lo mismo de ti, pero yo no escondo algo, así soy.
-piensas lo mismo?? También te gusto??- imitó al rubio dejando su copa.
-sí, me gustas.- se acercó a tomarle la mano. Kazuki se sorprendió, no sabía que Ruki lo fuera a aceptar tan rápido.- pero…- meditó
-Pero??
-Pero siento que no tomas nada en serio. Mi duda es: tienes miedo a algo??
-Miedo?? Depende a qué debiera temer…- lo miró fijamente recostando su cuerpo en el respaldo del sillón y sin soltarse del agarre del vocalista.
-Enamorarte, por ejemplo.
Kazuki se sonrojó. No creía que Ruki hablara así de fácil de sus sentimientos.
-no, de hecho creo estar enamorado…
-de quien??- Ruki sabía que contaba con un máximo de oportunidades de que dijera su nombre.
-de un tipo especial.- contesto acercándose a él.- Es extraño, serio, callado, parece un pequeño demonio enojado con la vida, a veces triste.- ante lo ultimo puso una mueca de tristeza.
Ruki se sorprendió por sus palabras y la fragilidad que comenzaba a mostrar.
-a mí me gusta un niño caprichoso, con cara de conejo.- sonrió y llevó sus dedos al rostro de Kazuki, pasándolos por las tiernas facciones de este. Con delicadeza, como si quisiera grabar ese rostro en su tacto.
-Ruki, eres tu.- confesó luego de varios segundos de silencio, en los que se dedico a disfrutar esas suaves caricias.
-Pero enumeraste lo que parecen mis defectos.
-creo que es lo que más me gusta de ti.- confesó.- es solo que yo quiero ver más allá y demostrarte que no soy un “niño”- hizo comillas con los dedos- tonto que solo hace bromas. Se pensar en serio.- le afirmó.
-Kazuki, eres tú… y yo sé divertirme, sobre todo con las personas que me interesan.
Kazuki no tuvo respuesta, solo imitó las caricias del menor, pero comenzó con el cuello del rubio. Recordaba cómo se burlaba de él y ahora se sentía tan especial para ese ser.
-no tengo miedo, no quiero jugar, no estoy de broma.- le aclaró.- realmente necesitaba escuchar eso de ti.
Ruki se acercó a besarlo, uniendo sus bocas durante varios segundos memorables. Después se separaron y Ruki comenzó a reír por lo inesperado de la escena: habían vivido mucho tiempo pensando cosas erróneas del otro, quejándose por sus actitudes y ahora se daban cuenta de que esas actitudes eran lo que complementaban sus vidas.
Y tal como no hace la luz y la obscuridad, tal como no se mezcla el agua y el aceite… de una forma única, esa noche unieron sus sentimientos. Ambos comprendieron que esa persona especial no es compañía, no es culpable o inocente, es un complemento necesario para vivir. Así esa noche también unieron sus cuerpos solo para comprobar que no había error, sus ojos vieron lo que necesitaban aunque la razón los llevara a un sentimiento de amor tan parecido al odio o desprecio.
-de qué te ríes??- preguntó el guitarrista con un tierno puchero.
-quieres que sea el príncipe??- recordó la respuesta de Kazuki durante la reunión.
-solo si soy tu dueño, cachorrito.- lo rodeo con sus brazos por el cuello y lo atrajo a su cuerpo.
-cara de conejo.- depositó un beso en sus labios.
-sí, lo soy, pero sonríe…- lo pegó a su cuerpo, Ruki solo atinó a sentarse sobre él a horcajadas.
-estoy sonriendo.- le mostro su rostro que tenía una tierna y sincera sonrisa.
-qué bello.- junto su frente con la del rubio.
-ves lo que haces??- cuestionó divertido.
-tú me has hecho cosas peores.- le afirmó.
-yo??- dudó.
-si…- Kazuki sabía que debía de confesar sus sentimientos.- Me he quedado noches sin dormir pensando en por qué eres así, pero ahora veo que era como una máscara…
-así cómo??
-frio…-susurró.
-qué no sabes que cuando las personas “frías” demuestran un sentimiento es más fácil que lo hagan de corazón.
-creo que ahora demuestras mucho.- le dijo poniendo una mano en el pecho de Ruki.
-es lo que me haces tú a mí. Yo también pensaba que tenias una máscara. Huyes de algo??- se intrigó.
-solo me divierto para no sentirme solo.- confesó.
-ya no estás solo.- volvió a besarlo.
La noche era fría, pero un calor en el pecho los invadía. Ese beso fue cada vez más intenso. Ruki enredaba sus dedos en los mechones rojos del guitarrista y este paseaba sus manos en la espalda del otro. Las caricias encendían un ambiente más pasional.