Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La opción equivocada. por Angel_Chan

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Serie:Saint Seiya.

Pareja:Shun-Kanon.

Clasificación:Romance-Humor… y desvaríos varios.

Advertencia:Lemon.

Notas:Respuesta a todas aquellas lectoras que pidieron una continuación de “Tu mejor Opción”… a ustedes va dedicado, y espero que les guste.

Fecha: 5/01/2012.

Beta Reader:Pleasy Stay.

Disclaimer:Todo lo referente a Saint Seiya pertenece a MasamiKurumada y a la Toei.

Notas del capitulo:

 

La opción equivocada

 

Prologo.

 

Habíaintentado seguir con su rutina de manera normal, entrenar y vivir su vida como si realmente no pensara en lo que había pasado. Pero se le hacía difícil eso de la ‘normalidad’, si se ponía a pensar en que cada vez que se encontraba en sus actividades diarias, se daba cuenta de que alguien estaba observándolo detenidamente.

Claro que no iba a voltear para comprobarlo. ¡Faltaba más! Además, si él quería ver hasta lo último de su persona, devorarlo con aquello ojos azules e intensos… ¡Que lo hiciera! Por él estaba bien, le mostraría todo de sí mismo.

Y quizás sabía que estaba siendo muy evidente, muy sensual en sus movimientos. Lo suficiente como para que no solo su ‘admirador secreto’ volteara a verlo muy detenidamente.

—¡Shun!.

Lo cual nevaba mucho a Ikki, que en más de una ocasión tuvo que advertirles a Hyoga y a Shiryu que dejaran de verlo, durante el entrenamiento.

—¿Niisan?...—. Shun optaba por hacerse el desentendido, regándole a su hermano querido, la mejor y más inocente de sus sonrisas.

Pero Ikki solo le dedicaba una muy significativa mirada con el ceño fruncido. Era demasiado descarada la forma en la que esos días había estado haciendo gala de su cuerpo. E Ikki podía reconocer que su pequeño Otouto era un joven muy bello, con un atractivo único. Desde su andrógina figura, lo cual se magnificaba cuando se tenía en cuenta que su cuerpo era delicadamente delgado, y con curvas demasiado peligrosas, por lo menos para un hombre.

—Si sigues siendo tan evidente, Ikki te encerrara en tu cuarto sin dejarte ver la luz de un nuevo día—.Seiya se había acercado a él, viendo como Hyoga volvía a irse para mojar su rostro y así enfriar sus ideas. —¡Jé!… aunque no me molesta nada que lo hagas.

Shun también sonrió, sabía muy bien porque lo decía Seiya. Hyoga, era ese que lo había visto con cierto desdén un tiempo atrás; y ahora lo buscaba, sin poder disimularlo, eso que él ya no estaba a su alcance.

Pero la reacción que podía llegar a tener Hyoga, o cualquier otro Santo, a Shun le importaba muy poco. Hacía mucho que se había dado cuenta que lo suyo por su rubio compañero, no había sido más que algo pasajero de la adolescencia, y aunque le causaba gracia su forma de actuar frente a él… estaba convencido de que le gustaba los hombres. ¡Bien hombres!

Por eso mismo le gustaba Kanon. ¡Vaya que si le gustaba aquel hombre!

—Bueno, y… ¿has conseguido verlo?—. Pregunto Shun a Seiya, una vez que ambos estuvieron los suficientemente alejados de Ikki.

—No, cuando gire ya solo se veía su capa, pero ¿quiénmás podría ser?.

Sí,tenía razón, jamás antes nadie ‘espiaba’ sus entrenamientos, así que quien más que su admirador, podía estar viéndolos en esos momentos.

—Además, habían quedado para esta semana, ¿No?

Seiya se aseguró de murmurar muy bajo, cuidando que Ikki no los oyera, o el Fénix de seguro lo mataría si se enteraba que estaba metido en todo aquello con su pequeño hermano. Y a decir verdad, él era aún muy joven para morir.

Aunque, si lo hiciera en las manos de Ikki…

Seiya sonrió con picardía, era más que obvio que el Fénix le atraía hace varios años, pero esta pronto se borró casi al instante, cuando sus ojos se encontraron con los de Milo. Él era otro de los asiduos visitantes en los últimos tiempos de sus entrenamientos, desde que había pasado el encuentro entre Shun y Kanon.

—Visitas, Seiya…— Shun murmuro por lo bajo, viendo como su rostro palidecía.

Y era que en los últimos días, Milo se había mostrado muy insistente en demostrarle a Seiya que estaba verdaderamente interesado en él. De una manera más manifiesta que Kanon, ya que este último evitaba mostrarse.

—Buenas tardes, veo que no pierden el tiempo a pesar de los tiempos de paz—. Milo les dedico una sonrisa. Su saludo trato de que fuera general, pero sus ojos estaban puesto en Seiya, y en Shun, quien estaba tan junto al Pegaso que ya parecían fusionados.

Seiya comenzó a sudar frio, la cercanía de Milo lo ponía nervioso, después de lo que lo había obligado a hacer.

—Además veo que les sienta bien tanto entrenamiento—. El Escorpión se apresuró en llegar a su lado, viendo como Ikki también se acercaba a ellos. —A Kanon de seguro le gustara que cuides de esa manera tan afanosa tu cuerpo.

Shun no se molestó en contestarle, tan solo fijo su mirada en los ojos azules del Santo, demostrándole que no le temía, ni a él, ni a su lengua.

—¿Puedo ayudarte en algo, Milo?.

—Claro que no Fénix, solo hablaba con tus pequeños hermanos, de lo bueno que le hace el entrenamiento al cuerpo. Para no perder la costumbre.

—Así es, aunque está tan apurado en llegar a su cita que ya debe irse, también había dicho eso… ¿No, Milo-san?.

Shun le sonrió descaradamente, de una forma altanera, que jamás había visto en él. Escudado por la espalda de su Oniichan, lo que le permitía que este no lo viera hacer eso.

—Claro que si, Shun-chan… casi lo olvidaba. Gracias por recordármelo.

Milo solo pudo asentir, enfatizando su sonrisa. Desaparecer era la mejor de las opciones, ya que nada podría hacer con el Fénix allí. Pero no había problema en ello, tendría al Pegaso, así y no pudiera cumplir con la otra parte del trato; a menos claro que a Kanon lo le importase que llevara a Shun por partes. No si le llevaba la parte que más le interesaba, de seguro.

Ikki no dejo de alternar su mirada entre la espalda de Milo, y ambos jóvenes a un lado. Shun venia actuando raro hacía varios días, y ello le preocupaba. De Seiya, bueno… él ya era raro, a su parecer al menos. Aunque si tenía que destacar algo en esos últimos días, era que no se despegaba de al lado de Shun, ni a sol ni a sombra; y eso le daba mucho que pensar.

—Está bien, terminamos por hoy. Recojan todo—. Anuncio ya cansado de darle vueltas al mismo asunto. Si llegaba a ver algo extraño entre esos dos, no dudaría en enfrentar a su hermano.

—¡Ey, ustedes! Túrnense para bañarse, ¿me oyeron?—. Comento de forma áspera, aunque quizás más fuerte de lo que quiso en un principio, obteniendo asímás atención de la debida.

Rápidamente las miradas, tanto de Shiryu como de Hyoga, estuvieron sobre las figuras de los más jóvenes.

—Claro que si Niisan, no vamos a meternos juntos al baño.

Una nueva sonrisa inocente, y ambos comenzaron a andar. Shun dio una rápida mirada alrededor antes de marcharse, pues creyó ver algo másallá de la arena de combate, tal vez un destello azul.

Sonrió sintiéndose pleno, y divirtiéndose con la situación. Incluso había planeado casi al detalle su próximo encuentro con Kanon. Ahora faltaba que lo volviera a ver para llevarlo a cabo.

 

Continuará.

Notas finales:

Notas Finales: Tarde mucho en subir esta primera entrega, pero es que quería tener algo bastante más pensado. Pido disculpas por la espera.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).