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El Magnetismo de Andromeda por Luna Kaze no Kizu

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Notas del capitulo:

Bueno sras y sres se acabo la oportunidad que se les ha brindado para tomar parte en las encuestas, a los que lo hicieron les doy mi mas sincero agradecimiento y tendre en cuenta sus oponiones, pero al final... solo cuenta la de mi musa xd... (es una caprichosa de lo peor) pero esten seguros que pese a todos los lios que ponga ODIO LOS FINALES TRISTES.

ahora los dejo leer... los mas inteligentes ya se imaginaran que sigue en este cap...

En todo el Santuario se había contado la historia de cómo los santos del cisne y el fénix habían mandando al hospital a mas de medio contingente de centinelas… en algunos casos la historia llegaba a ser hasta hilarante, para el que no lo había contemplado de primer plano. Y desde luego para los centinelas apaleados, era una experiencia que no querían volver a repetir en sus pobres existencias, ese solo momento les había bastado para comprender que no había que subestimar a esos caballeros de bronce, solamente porque en teoría fueran inferiores a los de plata y oro, porque igualmente podían darles una buena paliza.

Se notaba que no los habían matado porque no habían querido… o quizás también gracias a la intervención del caballero de Andrómeda… ese que había pasado a ser objeto de deseo para todo el Santuario…

O al menos, casi todo, y los que no estaban afectados por aquella especie de magnetismo, no podían mas que pensar que todos en ese bendito lugar habían perdido el juicio…

 

 

_ ¡Pero es que es inconcebible, muchachos!- Saori estaba frente a ellos, reclamándoles como nunca lo hacia, y con justa razón, ahora que estaba un poco mas calmado, Hyoga pensó que quizá… solo quizás se le había ido un poco la mano con esos idiotas, pero es que… ¡Molestar a Shun de esa manera!

Eran un montón de pervertidos… a pesar de que su amigo era menor a el solamente por un año… Shun parecía mucho mas joven debido a su inocencia y a su ingenuidad. Solo podía ver y esperar las cosas buenas de las personas, y esa bondad, le impedía ser bueno dándose cuenta de las malas intenciones de los demás.

Saori suspiro, Hyoga no dijo nada, solo bajo un poco la cabeza, pero Ikki… como siempre el fénix estaba con la cabeza bien en alto y pose retadora…

_ Si me dieran a elegir lo volvería a hacer, los quemaría con mi ave fénix hasta  llenar Grecia con sus cenizas y que cuando estas desaparezcan no quede nada de ellos que lamentar.- lo dijo tranquilo y en efecto en su mirada se notaba su determinación, lo volvería a hacer, sin importar las obvias consecuencias.

Athena lo miraba… pero finalmente suspiro, si, ese era el fénix después de todo.

_ ¿Comprenden que nos han dejado sin mas de la mitad de nuestros guardias?

Hyoga asintió, Ikki se encogió de hombros.

_ Se que no son funciones de ustedes pero… mientras los guardias se recuperan, al menos hasta que se reintegren 10 de ellos, tendrán que llevar a cabo sus funciones…- dijo ella.

_ ¿Eso es todo?- Hyoga lo pregunta porque se sorprende que los deje ir con tan poco después del escándalo que se había armado en el Santuario.

_ Si, eso es todo- si me disculpan, debo atender un asunto sumamente importante- dijo retirándose de la oficina, sin esperar a que ellos salieran.

Tenia un recorrido muy especifico que hacer… un recorrido por las 12 casas, de los 12 caballeros dorados… un recorrido que no podía postergar puesto que justo ahora era el momento preciso para lo que tenia pensando realizar…

 

 

Después de la reunión en el estudio de la diosa, el fénix no había perdido demasiado tiempo en encaminarse hacia donde se encontrara su hermanito… aunque la compañía de cierto rubio le estaba comenzando a sacar de quicio.

_ Escúchame bien pato, no es necesario que me sigas a todos lados, yo solo me basto para cuidar de Shun… ¿entiendes?- dijo Ikki.

_ ¡Como fastidias condenado pajarraco infernal! No se si te has quedado jodidamente ciego, aunque dada tu cabezota es muy posible… ¡TODO EL JODIDO SANTUARIO ANDA DETRÁS DE SHUN! Además cuando llegue hace un rato parecía que uno de sus malditos guardias iba directamente a atacar a Shun…  No es como si te soporte demasiado, pero… grábatelo en la cabeza. A Shun le debo más de lo que puedo pagarle. ¡Le debo mi vida! ¡Es como mi hermano! Jamás podría pensar en el de la manera en que al parecer piensan todos los que le persiguen.

El fénix estudio atentamente al cisne luego de su declaración, su voz aumentaba de volumen en determinadas palabras. Sus mejillas se sonrojaron ligeramente y le evito la mirada… aunque no estaba mintiendo… a pesar de que si debía sentir alguna especie de atracción por Shun, pero debía admitirlo… no podía rechazar la ayuda que se le ofrecía puesto que el cisne tenía bastante razón…

Cuando llegaron a la habitación…

Allí estaba su ángel peli verde, en la cama dormido, su expresión pálida enfermiza, y su ceño ligeramente fruncido, como si estuviera sintiendo alguna incomodidad o molestia… rápidamente se acerco a el… tomando una de sus suaves manos entre las suyas…

Así dormido… Shun no parecía lo que era… no parecía un caballero… el destino igualmente lo había querido, que Shun fuese un caballero que tenia que librar incontables batallas. Al tomar su mano, Shun pareció dejar de sentir incomodidad… por lo que se sentó en una silla junto a la cama, dispuesto a quedarse un rato…

Todo aquello ante la mirada atenta de Hyoga… quien al menos después de 5 segundos de contemplar a los hermanos, salió de la habitación, cerrando la puerta y casi dándose de cabezazos contra la pared, realmente odiaba aquello. Odiaba ese maldito hervidero en su cabeza. En sus sentimientos… aunque no estaba seguro si aquello era… sentimiento o simple capricho.

_ Bu.

Dio un salto que casi se pega contra la lámpara que estaba sobre su cabeza…

_ ¡Maldición Seiya!- gruño furioso viendo a su compañero.

Este se estaba riendo entre dientes junto a la puerta de la habitación de Shun.

_ No hagas ruido- dijo Hyoga después de recuperarse del susto.- Shun sigue dormido e Ikki no tendrá ningún reparo en salir a romperte los huesos si lo despiertas.

_ No le tengo miedo a Ikki- fue lo que dijo. Pero bajo la voz, seguro más en consideración de Shun que en la de Ikki.

_ ¿Alguna razón para que andes haciendo practicas de fantasma por el Santuario?- dijo Hyoga.

Seiya sonrió de medio lado.

_ No, solo pasaba por aquí y te vi la expresión de alma en pena que te gastas… así que fue algo espontaneo- contesto el Pegaso.

_ ¿No tienes a alguien mas a quien molestar Seiya?- mascullo Hyoga. Lanzándole una mirada asesina… su amigo podía llegar a ser una verdadera maldición cuando estaba en estado de animo de molestar a alguien…- No se… ¿Marine?

_ Ella y Aioria se han ido en una cita… le ha costado bastante convencerla de aunque sea aceptar dar un paseo con el… y no quiero obstruirle los planes. Se nota que de verdad la quiere mucho- lo último lo dijo con una media sonrisa.

_ ¿Y Shaina?- pregunto Hyoga, sabiendo que a la amazona de cabellos verdes no le era indiferente Pegaso.

_ Ella esta entrenando a los aprendices para caballero femenino- dijo Seiya- Y además no me apetece tener un encontronazo con Cassios, el esta muerto por ella y no es como si me amara precisamente después del asunto de lo de la armadura y… también lo de su oreja- dijo Seiya.

Hyoga se había quedado sin opciones, al parecer el joven Pegaso no se marcharía. Aunque quizás con su bullicio dejaría de martirizarse…

_ Oye Hyoga… ¿Quién es la afortunada? Hay muchas amazonas que no se ven tan mal… aunque con esa condenada ley no podemos verle el rostro ¡Lastima!

Hyoga lo miro sin comprender…

_ Oh vamos… no puedes estar así con esa cara que tenias hace un momento si no es que estas pensando en alguien- dijo Seiya, dándole un ligero codazo-

_ No quiero hablar de eso- dijo el joven cisne, mirando a la pared que estaba frente a ellos, sin ninguna intensión de responderle al Pegaso.

 

 

 

 

Inicio en la 12va casa… la casa de Piscis… estaba silenciosa… aunque según su pedido… nadie había entrado allí, y ante ella, rodeado de rosas, se encontraba el cadáver del caballero de la casa de Piscis, perfectamente conservado… era hermoso, tan hermoso que parecía una mujer, y la única manera de saber que no era una chica… era que su rostro no estaba cubierto con una mascara de plata.

Su cabello era suave y de un azul pálido… podría decirse un celeste.

Se arrodillo junto a el, posando la mano sobre su frente. Reuniendo su cosmos…

_ Aphrodite de Piscis. Caballero de la 12va casa del Santuario de Athena… responde a mi llamado y regresa al mundo de los vivos. Como mi caballero, no debes morir aun.

Sus ojos del mismo color que su cabello, ligeramente brillantes regresaron a la vida…

Parpadeo muchas veces… su mirada enfocándose y pareció, ser más consciente.

_ Pero yo… perdí contra Andrómeda. Estaba muerto.

_ Yo te he traído de regreso caballero- dijo Athena, quien estaba arrodillada junto a el.- ¿Juras solemnemente servirme a mi y al mundo, para mantener la paz y la justicia?

Trato de incorporarse… pero no pudo hacerlo.

_ No es necesario que cumplas con formalidades- su sonrisa fue cálida y amable al mirar al caballero…- solo espero tu respuesta.

El cosmos cálido y atrayente de Athena, llenaba el templo por completo.

_ Lo juro- respondió el caballero.

Al ver que respondía con la verdad. Athena asintió y se levanto…

Para continuar su recorrido.

Llevo a la 11va casa, la casa de Acuario… el viento helado que allí reinaba era cortante… que aun siguiera congelada la mayor parte de la casa, era algo que demostraba el poder de los que se habían enfrentado en esa batalla…

Sin embargo… cuando llego al centro de la casa… sintió que interrumpía un momento muy privado… ahora que estaba tan cerca podía escuchar los leves sollozos… pudo ver el cabello azul y ondulado, el casco era el único que terminaba en el aguijón de un escorpión, lo cual lo hacia identificarlo de inmediato.

Aunque leves, eran sollozos cargados de dolor que le romperían el alma a cualquiera… entre sus brazos estrechaba firmemente ese cuerpo congelado, su espalda estremeciéndose levemente.

Camino lentamente hacia ellos… sintiendo su corazón paralizado en el pecho… poso su suave mano en el hombro del caballero escorpio… quien se tenso. Pero a pesar de eso poso el cuerpo con delicadeza en el suelo. Escondiendo su rostro de la vista inmediatamente, con la ayuda de su largo cabello.

Ella no dijo nada, no hizo ni un intento por mirarlo… contemplo el cuerpo congelado ante el… las pestañas que eran del color de la blanca escarcha… tan frio como si estuvieran en lo mas crudo del invierno y hubiese estado refugiado en el fondo de un lago congelado… poso su mano en la frente… sintiendo su piel quejarse por el frio… con su otra mano…

_ Caballero Milo, voy a traerle de regreso a la vida… para ello, necesitare que me prestes parte de tu cosmos…- ella sabia que uno de los mas difíciles de revivir seria Camus… sintió la mano firme del caballero de escorpio en su otra mano… concentrándose en su propio cosmos, y el cosmos cálido y fuerte del caballero a su lado, lo centro en el cuerpo congelado ante ellos.

_ Caballero Camus de Acuario. Maestro de los Caballeros de Cristal… regresa a la vida, pues como mi caballero, no es tu momento de morir aun. Préstanos tu fortaleza para las batallas venideras. Son muchos los que esperan con ansia tu regreso.

El cuerpo comenzó lentamente a descongelarse… cuando termino de descongelarlo pudo sentir la piel, ya no estaba fría, pero tampoco podía decirse que estaba caliente.

_ Necesitara cuidado, y creo que puedo dejarlo en tus manos- en ese momento si se volteo a ver al caballero de Escorpio, sus firmes ojos azules ligeramente enrojecidos. Rápidamente bajo la cabeza en señal de respeto hacia ella.

Athena se incorporo con un poco de trabajo, mirando con cariño a sus caballeros… Camus era el maestro de Hyoga… sabia que el chico estaría feliz con el regreso de Camus, ella sabia que no había estado nada feliz de tener que matar a su propio maestro.

 

Continúo su descenso… Hacia la casa de Capricornio.

Aun podía sentir los restos de cosmos… la concentración del cosmo de Shiryu en esa casa era inmensa… miro al cielo… estaba a pocos pasos de la entrada de la casa de capricornio… extendió los brazos al cielo… haciendo que su cosmos se elevara mas de lo que lo había hecho hasta ahora, hasta alcanzar las estrellas… convocando lo que quedara en el firmamento del caballero de Capricornio… sus manos pronto se llenaron de polvo de estrellas. El agotamiento iba a hacer mella en ella… pero no antes de traerle de vuelta.

_ Despierta, Shura de Capricornio, juraste proteger y servir a Athena, como el mas fiel. Regrésanos tu fuerza que nos es necesaria en la batalla contra las fuerzas del mal…- su energía estallo y ante ella… el polvo de estrellas se había transformado en el cuerpo de un caballero, que estaba profundamente dormido… inmediatamente noto el resplandor de la armadura de Capricornio, la cual había sido dejada en la casa de Capricornio, a los pies de la estatua que estaba en su interior…

Sonrió un poco, antes de caer exhausta, sus ojos a punto de cerrarse pero la luz del sol no colaboraba demasiado a ese fin… escucho pasos agitados tras de ella… venían del interior de la casa de Capricornio.

_ ¡Athena!- la voz de Aioria… aunque sabia que no venia solo, se escuchaban mas pasos.

_ Tenemos que llevarla de regreso al Santuario- era la voz de Marine… la entrenadora de Seiya…

_ ¡Es Shura!- al parecer no se había dado cuenta de la presencia del caballero.

_ No solo es el, creo que estaba reviviendo a los caballeros que resultaron muertos en la batalla de las 12 casas.- dijo ella.

_ Eso debió agotarla así- dijo Aioria, levantándola en brazos, Marine y el, emprendieron el camino de regreso al Santuario.

 

 

 

 

 

 

En los cinco antiguos picos… un caballero estaba de pie, silencioso ante la cascada Rozan, aquella ante la cual había entrenado incansable. Sin importar el clima o demás factores que fácilmente hacían desistir a alguien sin voluntad…

Así, completamente solo, se permitió llorar… por la muerte de aquella que había sido como una hermana para el, y con la cual tenia pensado pasar el resto de su vida… ¿Por qué había tenido que morir ella de entre tantos?

Recordó la furia que había sentido en la casa de Cáncer, cuando DeathMask la había arrojado al fondo de la cascada porque ella había estado rezando por el y su energía molestaba al caballero…

Fue cuando me retire a meditar en lo mas alto de uno de los cinco picos, la deje unos días encargada de la casa y le dije que regresaría en tres días… al parecer unos bandidos encontraron la casa… no tuvo la menor oportunidad. Desvalijaron la casa y la mataron.

Había entregado el mensaje de Athena a su maestro después de que este le informara de la trágica muerte de Shunrei… el joven dragón sentía que ya no le quedaban mas lagrimas que derramar…

Había visitado su tumba, dejándole el anillo que pensaba darle, para pedirle matrimonio.

Aunque ya no podría…

Se había quedado para encontrar a esos malditos, porque antes de regresar al Santuario, los iba a matar.

 

Notas finales:

Hasta yo lloro con mi lindo Shiryu xd... pero esta accion era necesaria. No es que odie a Shunrei... pero estoy segura que todos ustedes desean ver a nuestro dragon involucrado en todo esto xd... ademas tranquilos que como les dije odio el sufrimiento. 

Aqui algunos de nuestros dorados vuelven a la vida... lo cual podria complicar un pelin las cosas xd...

matta ne

atte: Cyss


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