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El Magnetismo de Andromeda por Luna Kaze no Kizu

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Notas del capitulo:

¿Me tarde? Vale, lo lamento mucho.

como se podran dar cuenta subi un one-shot. 

es en respuesta a otro desafio mas que lei y me parecio interesante xd.

ademas siempre he dicho que mientras no tengas una buena idea para la  historia lo mejor es que ni te acerques al documento, porque escribir sin alguna idea en concreto siempre causa problemas que a la larga es casi imposible solucionar.

bueno, sin mas que decir los dejo xd...

 

Las cosas en el Santuario estaban tranquilas lejos de lo que se podía esperar, aquel incidente en que los santos del fénix y el cisne habían dejado fuera de combate a casi el total de los guardias había quedado en el olvido. Aunque aun se escuchaban algunos comentarios sobre el hecho.

De cierto peli verde sin embargo… no se había vuelto a verlo por los alrededores.

Y es que estaba demasiado ocupado para salir…

Ikki, viendo que no podría ganar solo esta batalla, había acudido por ayuda a una fuente que parecía lógica: Athena.

Ella sabiendo perfectamente que era lo que estaba pasando con respecto a Shun… le pidió al chico que la ayudase con sus labores. Pero solo en el trabajo de oficina, lo que incluía recibir los informes que debían entregar los caballeros de sus diferentes misiones. Hacer recados y todo lo demás.

En presencia de Athena sin embargo, todos se comportaban respetuosamente con el… y aun cuando Athena no estaba presente… lo trataban con mucha educación.

Como el asistente de Athena, el peli verde había pasado a ser prácticamente intocable.

De esa manera se evitaban el tipo de situaciones que habían dado lugar al escándalo armado unas semanas atrás… e Ikki estaba mas tranquilo. Aunque el fénix no se confiaba y siempre estaba con los ojos bien puestos en su hermanito.

Los caballeros dorados eran los que mas frecuentaban los dominios de Athena, y por lo menos sabia que con Aioria no tenia de que preocuparse…

Se había percatado de que Shun llevaba una especie de brazalete en la muñeca desde que había empezado a trabajar con Saori… cuando le interrogo sobre el.

_ Es simplemente un regalo. Además según ella de esa manera distinguen mucho mas rápido quien soy- replico Shun.

Su hermano no interrogo más al respecto.

 

 

Athena miraba al cielo atentamente, estaba mas tranquila ahora que ella también podía vigilar a Shun, confiaba en Ikki para mantenerle a salvo de cualquier caballero existente… pero nada podía hacer contra los dioses.

Por suerte se las había arreglado para darle a Shun un brazalete especial, lo había pedido a Hefestos… este brazalete hacia el cosmo de Shun invisible a los dioses. Lo que menos quería era que alguno se involucrara en ello, no quería una guerra santa.

Desde ese día en la casa de Sagitario había temido lo peor. Cuando había llegado a la casa de Cáncer había confirmado que esa voz había sido la de Hades. No se esperaba su regreso… al menos no ahora.

Tenia el consuelo de que Shun era completamente invisible a los dioses en la distancia… el Santuario eran sus dominios y ninguno de ellos tenia porque husmear en el. Por ello confiaba en que el brazalete era una medida lo suficientemente efectiva para mantenerlo a salvo por lo menos de los Dioses…

 

 

 

_ Esa tonta de Athena me cree lo suficientemente estúpido como para caer en su trampa- decía serio.

_ No se preocupe señor… podemos sentirle perfectamente. Después de todo lleva consigo el medallón a dondequiera que vaya- contesto una mujer de cabello negro y largo.

_ Hiciste un muy buen trabajo Pandora.- felicito.

Solo era cuestión de tiempo… recuperaría su cuerpo para empezar la nueva guerra santa. La tranquilidad de Athena y sus patéticos caballeros estaba a punto de tocar fin.

 

 

Era hora de dormir para cierto peli verde, mañana tendría un día agitado porque era final de mes y los caballeros tenían que rendir cuentas a Athena sobre sus labores. Y el tendría que estar presente.

 

 

Una cuna… veo el mundo con ojos algo borrosos, sin embargo me agradan los colores que están ante mis ojos y extiendo mi mano para tomarlos… un momento… mi mano es pequeña… de hecho ahora me doy cuenta de que todo mi cuerpo es el de un bebe… lo que esta en el techo ha de ser un móvil…

Pero esperen… apareció alguien mas… ¿mi hermano?

Trato de enfocar la mirada… aunque la luz no me lo deja fácil… es una persona de piel pálida y cabellos negros, no veo su rostro… sin embargo, se que me sonríe… no debo esperar daño de ella… ¿ella?

Bueno, se que es una chica, de alguna manera misteriosa que escapa a mi comprensión.

 

 

Ahora cambia el escenario, parece desvanecerse… ahora estoy en la calle, tendido en el asfalto… siento algo encima de mi pecho… un medallón.

Hace mucho frio… ¿Dónde esta Ikki?

Comienzo a llamarlo… pero lo que escucho es el llanto de un bebe… muy insistente…

Mi hermano aparece en mi campo de visión… pero… ¡Es un niño!

_ Tranquilo Shun, todo esta bien, no dejare que nada te pase. No llores.- me levanta. Ahí es cuando me percato de que sigo siendo un bebe…

 

 

 

Oscuro… ¿Por qué todo es tan oscuro?

Y oscuro no bastaba para definirlo… era lúgubre, un sitio que no le agradaba en lo mas mínimo y ansiaba marcharse cuanto antes, donde toda esperanza había sido erradicada… figuras borrosas, en tres largas filas interminables… podía verlos desde las alturas… porque estaba cayendo.

Un gran agujero negro a sus pies se hacia mas grande a medida que caía…

¡NO! ¡No quería caer allí!

No hay manera de evitarlo, sigo cayendo, hace mucho que deje atrás, las tres filas interminables…

En medio de esa oscuridad, me invadieron tantos sentimientos, la desesperanza, angustia, miedo, soledad. Me asediaron y parecieron anidar en mi pecho, tan profundo como para nunca marcharse… ante mis ojos fueron pasando visiones atormentadoras…

Vi tres cortes… vi piscinas de lava en donde los muertos se quemaban, vi a los muertos arrastrar enormes rocas, pude ver desde las alturas el Lethe… luego vi una especie de tumba egipcia… de ultimo. Llegue a un sitio donde la oscuridad se hizo tan profunda que los sentimientos devastadores en mi pecho parecieron aumentar… hacerse una carga mas pesada.

Fue cuando la visión ante mi, me atormento mas que cualquier otra cosa…

Era yo, pero a la vez no lo era, mi cabello había dejado de ser verde, lo mismo que mis ojos… ¡Pero era yo!

_ Mi señor Hades- una mujer de largos cabellos negros se inclinaba ante mi otro yo.

_ Que bueno que has llegado, ahora podemos comenzar. Pronto, convertiré al mundo en mi hermoso jardín… será una replica perfecta de mi hermoso Inframundo.

_ Si, mi señor Hades.

 

Lo que termino de impactarme fue el collar que colgaba de su cuello… mi collar, el recuerdo de mi madre.

No me había fijado en sus manos… aunque en realidad eran MIS manos, y estas estaban completamente cubiertas de sangre…

El suelo… los bajos de la túnica negra, el trono donde estaba sentado… TODO estaba cubierto de sangre.

 

 

 

Un grito resonó en el Santuario…

Ikki del Fénix se levanto de su cama a la velocidad de un tornado para ir a la habitación de su hermano, que solo quedaba a dos puertas… al abrirla, encontró a Shun hecho un ovillo en la cama.

_ ¡Shun! ¡¿Qué sucede?!- se le acerco, sabia que su hermano no solía dormir de esa manera… 

Cuando Shun finalmente se volteo a mirarlo… estaba pálido, por su rostro corría el sudor frio… tenia los ojos algo desenfocados… lo abrazo con mucha fuerza, casi lo dejo sin aire… acaricio suavemente su cabello, como hacia cuando era pequeño… para distraerlo…

 

_ ¡Ikki! ¿Qué sucedió?- Seiya había llegado al vuelo…  y detrás de el, estaban Hyoga y Shiryu.

Ikki solamente negó con la cabeza, mientras sostenía a Shun que no despegaba el rostro de su pecho.

En eso, Athena hace su aparición…

_ ¿Qué ha sucedido?- pregunta, acercándose a la cama, no muy segura.

Pero se congelo al ver algo sobre las cobijas, inclinándose un poco, tomo lo que quedaba del brazalete que le había dado a Shun.

Miro al chico de nueva cuenta…

_ Creo que lo mejor será que los dejemos solos- concluye ella, dando una mirada a sus dos caballeros restantes, saliendo los tres para darles privacidad a los hermanos.

 

_ ¿Sobre que fue tu pesadilla, Shun?- pregunto Ikki, cuando todos estuvieron fuera de la habitación.

Shun, aun permanecía silencioso… Ikki se percato de que una de sus muñecas sangraba, allí donde antes llevara el brazalete que había sido regalo de Athena.

Una cosa era clara. Shun no hablaría… Ikki ya se había dado cuenta de ello y no podía hacer gran cosa.

Solo atino a quedarse allí con su hermano, acompañándolo en silencio hasta que Shun se durmió, y aun después de dormido el peli verde no se marcho de su lado. Deseaba estar cerca por si Shun tenía otra pesadilla.

 

 

_ ¿Qué crees que haya soñado para alterarlo así?- pregunto Seiya a Hyoga, los dos estaban en el balcón…

_ No tengo la menor idea- el cisne miraba al cielo pensativo.

 

 

 

En su habitación, Athena contemplaba el brazalete roto en sus manos. Eso solo había podido hacerlo un dios… al parecer su plan para mantener a salvo a su caballero de los Dioses no había funcionado del todo bien.

Al menos uno de los Dioses tenía los ojos puestos en Shun. La prueba era justamente ese brazalete hecho pedazos en sus manos.

Sabía que su padre no quería más conflictos entre los dioses. Pero ella bajo ninguna circunstancia permitiría que alguno de ellos lastimara a Shun. Porque estaba segura de quien había sido el responsable de aquello.

Tenia que pensar en algo, y debía hacerlo rápido. Por lo pronto tenia que reparar el brazalete e infundirle mas poder… al menos para que le diera un poco más de tiempo.  Alguna respuesta debía existir a su problema.

 

 

 

Abrió los ojos lentamente… la luz del sol entraba a raudales por la ventana, anunciando un nuevo día, a medida que su vista se aclaraba, distinguió a alguien sentado en la otra esquina de la habitación, en esa silla que casi nunca utilizaba: su hermano.

Se notaba que había dormido incomodo…

Seguro se había quedado allí luego de que los hubiera despertado a todos gracias a esa horrorosa pesadilla.

Se sintió un poco culpable. Ikki seguramente se había quedado a hacerle compañía después de verlo tan afectado, y no era para menos. Ese sueño había sido escalofriante, algo muy en lo profundo le decía que era solo un aviso, que quien le había provocado semejante pesadilla pronto vendría por el.

Sentir el medallón contra la piel de su pecho, se le hizo inquietante… ¿y si ese medallón no era un valioso recuerdo de su madre? Eso era lo que había pensado toda su vida, que ese medallón era la ultima cosa que quedaba de sus padres. Pero ahora ya no estaba tan seguro.

Suspiro… lo mejor era que dejara de pensar en ello por el momento.

_ Ikki, hermano- llamo suavemente mientras intentaba despertarlo, no quería dejarlo durmiendo más tiempo en esa posición y seguro no había descansado nada.

_ Shun- dijo a la vez que se le aclaraba la visión. Aun seguía algo aturdido.

_ Ya amaneció, no quería despertarte pero… esa no es una muy buena posición para dormir- dijo, hizo un esfuerzo para darle su mejor sonrisa y no preocuparlo mas.

Ikki entrecerró un poco sus ojos, no lo engañaba en lo mas mínimo, pero decidió dejarlo pasar por el momento.

_ Sabes que puedes hablar conmigo cuando quieras ¿vale?- dijo mientras se retiraba de la habitación.

Shun solamente asintió, mientras cerraba la puerta.

No era necesario que alguien mas se torturara buscándole significado a su sueño, tenia cosas que hacer y no podía perder el tiempo buscándole un sentido a eso… la sensación de terror en el fondo de su estomago tardaría en alejarse.

 

 

 

 

 

_ ¿Alguien sabe para que nos ha mandado a llamar Saori?- un soñoliento Seiya estaba apoyado contra la pared, Hyoga estaba sentado en una de las sillas dispuestas en el despacho.

Shiryu tomaba su te tranquilamente mientras estaba asomado a la ventana.

Shun estaba ordenando algunos papeles que estaban en el escritorio de Saori, desperdigados sin orden ni concierto.

Ikki, con toda la pinta de estar fastidiado, permanecía apoyado contra la pared y los brazos cruzados…

_ Lamento haberlos hecho esperar- finalmente la que los había convocado a la reunión aparecía… Athena entraba en esos momentos al despacho.

Ikki la miraba con una expresión asesina… ella seguramente había podido dormir sus 8 horas completas… el apenas había conseguido dormir dos horas y moría por irse a dormir…

_ Bien...- Athena se había dado cuenta de la mirada asesina de su caballero- Lamento haberlos convocado tan temprano pero tendré el resto del día ocupado y quería asegurarme de poder hablar con todos ustedes. El motivo de esta reunión es anunciarles que comenzaran un nuevo entrenamiento, ha sido sugerido por el maestro Dohko. Cada uno de ustedes entrenara para acelerar la recuperación de sus habilidades al menos por 5 meses: Ikki entrenara con Aioria, Shiryu entrenara con su maestro Dohko, Seiya tomaras parte en los entrenamientos generales, Shun entrenaras con Shaka, y Hyoga con Camus. Creo que querrán saber el motivo de esto: No es algo que venga de manera repentina. Han sido seleccionados para competir por el derecho a ser sucesores de los caballeros dorados actuales. Y ellos escogen a quien creen que puede ser su sucesor digno para entrenarlo. No tienen que comenzar a entrenar de inmediato, de hecho las circunstancias lo impiden, pero quería que estuvieran al tanto con anticipación.

_ ¿Ya podemos irnos?- Ikki muere por dormir un poco.

_ Si, eso será todo por ahora. Pueden irse.

Shiryu, Seiya, Hyoga e Ikki abandonan el despacho.

_ Shun, creo que la noche anterior se rompió, toma lo he reparado para ti.- dijo sonriéndole, mientras le tendía el brazalete.

_ Muchas gracias Saori- repone Shun, mientras seguía con su función de acomodar los papeles una vez puso el brazalete en su mano derecha.

_ Hoy no espero a ninguno de los caballeros dorados, de hecho pasare todo el día discutiendo cuestiones de mantenimiento general del Santuario… en otras palabras tienes el día libre- dijo ella.

Shun contuvo un suspiro, justo el día que necesitaba permanecer mas ocupado, es el día que Saori decide darle como libre, no hay nada que pueda hacer al respecto, por lo que abandona el despacho…

 

 

 

_ ¡¿Qué demonios…?!- al regresar a su habitación, el caballero del Fénix se da cuenta del pandemónium que reinaba en ella.

Las plumas que pertenecían a la almohada estaban desperdigadas por el suelo y sobre la colcha… las paginas de los pocos libros que estaban en su habitación estaban tiradas en el suelo, unas cuantas estaban mordisqueadas… una silla estaba tirada en el suelo. En la esquina de la habitación, estaba un conejito blanco, era realmente pequeño… se veía tembloroso y olfateaba el aire… agazapado contra la esquina.

 

Una carcajada lo hizo darse la vuelta… Seiya estaba riendo apoyado en el umbral de su puerta.

 

_ Vaya, quien puede pensar que un pequeño conejo haga tanto desastre- comento al dejar de reír… sujetándose el costado… Ikki lo miraba con instintos asesinos, solo que no sabia en quien volcarlos, en el conejo o en Seiya.

Detrás de Seiya venia llegando Hyoga quien contemplo el desastre y luego al pequeño conejo.

Se rio con ganas…

_ ¡CALLATE MALDITO PATO DEL DEMONIO!

_ ¿QUIERES QUE TE CONVIERTA EN PAJARRACO CONGELADO?- Hyoga había dejado de reír y se aprestaba a la pelea. No iba a dejar que Ikki lo insultara cuando se le diera la gana. ODIABA que le dijera “pato”. Y ya que Shun no estaba por allí, podrían resolver la disputa tomando acción.

_ VEN E INTENTALO SI ES QUE PUEDES PATO.- Ikki se puso en posición de pelea. La falta de sueño y encontrar su habitación hecha un desastre, sumado a las carcajadas de Seiya y Hyoga, por ultimo la preocupación por su hermano, habían hecho que el volcán Ikki, entrase en erupción.

 

Inquieto, el animalillo estaba paralizado en la esquina de la habitación… mientras Ikki y Hyoga peleaban a puño limpio.

_ ¡Ikki! ¡Hyoga! Ya es suficiente, no ganan nada con pelear- Seiya estaba en el medio del conflicto, tratando de separarlos. Aunque ninguno de lo dos colaboraba demasiado que se diga.

 

 

Shun iba camino a su habitación… al pasar frente a la habitación de su hermano se percato del desastre en ella.

Ikki y Hyoga se estaban peleando y los intentos de Seiya por separarlos no estaban dando demasiado resultado…

_ ¡YA BASTA!-

Ikki y Hyoga se separaron inmediatamente al escuchar esa voz.

Los tres, Seiya, Ikki y Hyoga voltearon hacia la entrada de la habitación, donde estaba plantado Shun, con lágrimas en sus ojos que no habían alcanzado a salir.

_ No entiendo porque siempre se pelean de esta manera… ¿no pueden solamente llevarse bien?- dice.

Todos se mantienen en silencio…

Shun camina a través del desastre… acercándose a la esquina donde el tembloroso animalillo estaba a la defensiva… se arrodilla y extiende, lentamente su mano… el conejito la olfatea y luego se deja tomar dócilmente.

Shun se dirigió a la salida de la habitación sin dedicar ni una sola mirada a su hermano, tampoco a Hyoga.

 

 

_ Pobre debiste estar muy asustado… te pido que los disculpes, no se que es lo que les pasa últimamente que solo saben pelear- su voz se iba haciendo mas temblorosa conforme hablaba, iba bajando las escaleras que guiaban al templo de Piscis. Quería alejarse lo más posible de su hermano y de Hyoga en esos momentos, además también tenía que dejar al conejo en un lugar seguro. Seguro que se había extraviado y había entrado a esconderse al primer lugar vacio que encontró: La habitación de Ikki.

Al llegar al jardín pudo contemplar a Aphrodite que se estaba haciendo cargo de sus rosas, se notaba la dedicación que ponía en cuidar de todas y cada una de ellas.

_ Hola- saludo el caballero con una sonrisa, que se esfumo al ver los ojos llorosos del peli verde.

_ ¿Estas bien?

Shun solo atino a negar con la cabeza… el conejito olisqueando el aire en sus brazos le daba una imagen tierna.

 

 

_ Entonces estaban peleando- comento Aphrodite, después de escuchar la historia de Shun… estaban sentados en la mesa de la cocina, el conejito comía una zanahoria que el peli verde le había picado, y Shun bebía un vaso de agua para intentar recomponerse un poco, sus ojos enrojecidos lo delataban. No había aguantado.

_ No se porque simplemente no pueden llevarse bien, al menos dejar de pelear- murmuro el de cabellos verdes.

_ Hay cosas que no se pueden tener en la vida.- comento Aphrodite, no le gustaba ver a Shun estando triste, le quedaba mejor una sonrisa… que no daría en esos momentos por moler a golpes a ese par… pero sabia que eso no le agradaría a Shun.

_ Pues me gustaría tener eso- suspiro el chico al dejar de lado el vaso.

_ Puede que un día se te cumpla- aventuro el de Piscis.

_ Quizá- dijo el de cabellos verdes contemplando al conejito.

_ ¿Te quedaras con el?- quiso saber Aphrodite.

_ No lo creo… no tengo un sitio donde tenerlo, he visto lo que le ha hecho a la habitación de Ikki, además no podre cuidar adecuadamente de el una vez que comience a entrenar de nuevo. Lo mejor es que lo libere en algún sitio.- dijo Shun, que no había apartado la mirada del animalito.

_ Yo creo que le agradas- dijo el caballero de Piscis, y era verdad, el animalito no se había despegado ni un centímetro del peli verde.

Shun sonrió un poco, al menos una sonrisa diminuta que basto para que el caballero de Piscis se sintiera satisfecho.

Después de todo no hacia falta golpear a ese par de bobos por hacerle daño a Shun… solo tenia que asegurarse de que el chico no pensara en la pelea.

_ ¿Tienes algo mas planeado aparte de ir a liberar al conejo?- pregunto Aphrodite.

_ No, Saori me dio el día libre.- dijo Shun.

_ Excelente, entonces se quien puede cuidar de el, a menos que cambies de opinión y decidas conservarlo- dijo el de Piscis poniéndose en pie.

_ ¿No tienes que entrenar?- quiso saber Shun.

_ Pues no, hoy nos tomaremos un descanso, nos gusta hacer los entrenamientos cuando todos estamos presentes, ya probamos a intentar entrenar sin Camus, pero no nos resulta, además Milo se distrae mucho, no tendrá la cabeza en ello hasta que Camus se haya recuperado.

Shun no dijo nada… aunque si podía imaginarse. Distraerse en un entrenamiento era peligroso… y mas en un entrenamiento de los caballeros dorados.

 

 

 

Ikki había limpiado la habitación, en esos momentos se encontraba tendido en la cama… recordando la cara de Shun cuando los había sorprendido peleando. Sintió ganas de maldecir de nuevo, ¡Todo gracias a ese estúpido pato!

Aunque seguramente también se había molestado porque habían asustado al conejito. Solo que no se imaginaba cual de las dos cosas lo había molestado mas… tampoco le ayudaba imaginarse que clase de idiota estaría acercándose a el. Ahora que Shun volvía a andar solo por allí.

Solo le quedaba confiar en que su hermano sabría defenderse… al menos de momento… porque si lo perseguía Shun se enfadaría mas con el.

 

 

 

_ ¿En serio no te molesta?- Shun sostenía al conejito y miraba a un Aphrodite que en esos momentos llevaba ropas de entrenamiento.

_ Por supuesto que no, creo que aprovechare mejor el tiempo acompañándote, después de todo ya he hecho todo lo que podía hacer en el jardín- repuso.

Además el de Piscis tenía una razón secreta para querer acompañarlo: No soportaba la idea de que alguien quisiera acercarse al peli verde. A veces no podía creer que Shun fuese tan inocente. Se le hacia casi imposible.

_ Gracias- la sonrisa de Shun, como siempre… era para detener el corazón.

A Aphrodite le tomo al menos un momento aclarar todos sus pensamientos.

_ No hay de que- repuso finalmente mientras Shun y el emprendían el descenso…

 

 

 

Un rubio estaba sentado en el balcón en compañía de su amigo Shiryu, quien se limitaba a contemplar tranquilamente la extensión del Santuario…

_ Debería ir a buscar a Shun.- dice Hyoga, mas para si mismo que para Shiryu, sin embargo el dragón le contesta.

_ No creo que sea buena idea. Ikki no ha ido a buscarlo, creo que necesita que le den un poco de tiempo a solas.

_ ¡Ni de broma!

La reacción de Hyoga sorprende un poco a Shiryu que se voltea para ver a su amigo.

_ Shun puede cuidarse solo- repuso el dragón, que ya había averiguado en parte a que se debía la agresividad de su amigo- No pueden andar protegiéndole de todo.

_ Shun es fuerte, no tengo ninguna duda de eso, lo he visto con mis propios ojos más de una vez… pero no estamos hablando de eso. Shun puede ser tan… inocente en algunas ocasiones.

_ No creo que no vaya a darse cuenta, en algún momento tendrá que hacerlo.- Shiryu estaba tan tranquilo…

_ ¡No quiero esperar a que se de cuenta a la mala!- estallo el cisne.

Shiryu prefiere no responder a eso, de hecho no tiene ganas de seguir discutiendo con su amigo. Por lo que se limita a concentrarse en el libro que lleva al menos media hora intentando leer.

 

 

 

Después de una hora de escuchar sus pensamientos y preocuparse, Ikki finalmente se levanta de la cama, ya completamente resignado a que no podrá dormir y parte en busca de su hermanito. No soporta la idea de que Shun se encuentre solo por allí. La hora que ha pasado en la cama ha hecho de todo para que sus pensamientos no se desviaran a derroteros más inquietantes… confiaba en su hermano para evitar que las cosas llegaran más lejos en el peor de los casos.

Salió de la habitación rápidamente… tenia que encontrar a Shun… para asegurarse de que su hermano se encontraba bien, además no soportaba la idea de que Shun pudiera estar enfadado con el.

 

 

Aphrodite y Shun habían alcanzado el templo de cáncer sin tener encuentros significativos. A excepción de un par de saludos casi no se habían detenido. Shun caminaba a prisa, lo cual le indicaba al caballero de Piscis que entre mas distancia pusiera entre el y el Templo de Athena, mejor se sentiría. Hacia lo posible para distraer al peli verde de pensamientos mas sombríos, comentando sobre el clima o cualquier cosa que se le ocurriera…

Pero claro…  tenían que llegar al templo de Cáncer…

Aphrodite no pasaba por allí si podía evitarlo, incluso prefería rodearlo, no había nada mejor que Deathmask de Cáncer para perder los estribos, el caballero estaba mandado a hacer para molestar a la humanidad.

A opinión del de Piscis era un verdadero bruto sin ningún sentido de delicadeza.

_ Vaya, vaya, miren a quien tenemos aquí, al niño de las rosas y a… - Deathmask se interrumpió al ver quien venia acompañando a Aphrodite.

_ Como siempre tus modales dejan mucho que desear Deathmask- respondió mordazmente el caballero de Piscis.

_ Ah. No me digas que te molesta que te digan “niño de las rosas” si pasas el día metido entre ellas… a donde vayas hueles como una…  solo falta que en lugar de Aphrodite te llames “Rosa”.- repuso el de Cáncer con su sonrisa socarrona- Creo que la cosa peluda esta de acuerdo conmigo.

El conejito olfateaba el aire nervioso, y Shun lo aferraba contra su pecho… odiaba la energía que se percibía a los alrededores de la casa de cáncer… y no se sentía del todo cómodo cuando tenia que atravesarla. Era una energía bañada en muerte que conseguía intimidarlo.

Y por lo visto también al animalito.

_ Mira bruto, no tenemos todo el día para escuchar tu tan elocuente charla… y visto que no tienes reparo en insultarme no tengo porque tratarte educadamente… la única manera de salir es atravesar tu “dulce hogar”. ¿Nos dejaras pasar si o no?

_ Ha hablado el niño bonito.- se burlo Deathmask- Si te dijera que no se me da la gana dejarte pasar por el templo de Cáncer… ¿Qué harías?

_ ¿En serio quieres saber?- una rosa roja en la mano de Aphrodite, fue suficiente para que Shun retrocediera al menos unos pasos.

_ ¿Me estas desafiando a un duelo, “Rosa”?

_ Por favor no se peleen- Shun no sabia si lo escucharían o no, pero tenía que intentarlo al menos una vez.

_ Lo lamento, pero tengo que enseñarle un par de modales a Death- se limito a decir Aphrodite sin darse la vuelta.

Su mente se peleaba en dos opciones: Marcharse con Shun, puesto que al chico no le gustaban las peleas, o quedarse y pelear con Deathmask…

_ ¿Tú me vas a enseñar modales? ¡No me hagas reír!

La pelea mental se termino cuando Deathmask pronuncio esas palabras, la pelea entre los dos caballeros dorados había comenzado. Y un furioso Aphrodite estaba más que dispuesto a callar al de Cáncer, como fuera.

 

Notas finales:

Bueno sres, me despido, espero que haya sido de su agrado, si encuentran algun error en la redaccion, hay algo que no comprendan, no duden en escribirme xd.

matta ne

att: Cyss


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