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El Magnetismo de Andromeda por Luna Kaze no Kizu

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Notas del capitulo:

lo tenia listo desde ayer, aunque no se si fue la pagina o el internet las que me fregaron los planes.

gracias a los que tomaron parte en la encuesta, a los que no lo han hecho es su ultima oportunidad.

 

Shun se recuperaba lentamente, en lo que corresponde a su cosmos, se mantenía estable aunque débil, porque mientras no recuperara su capacidad física en alguna medida iba a ser algo forzado que recuperara. Ikki estaba con Shun en todo momento para ayudarle en cualquier cosa que el chico necesitara… y sus amigos pasaban a verle de vez en cuando. Las cosas en el templo marchaban bien…

_ ¿A dónde ha ido Shiryu?- pregunto en una ocasión a su hermano.

_ A los cinco antiguos picos para buscar a su maestro- dijo Ikki.

_ ¿Y eso?- pregunta Shun.

_ Athena le ha pedido de favor que lo hiciera- es la respuesta de Ikki.

Shun asiente y sigue con su desayuno… quizás convenciera a su hermano de dejarle dar una vuelta, estaba cansando de estar encerrado en la habitación, quería sentir la brisa y la luz del sol sobre su piel…

 

 

 

 

Lejos del Santuario, Shiryu estaba cercano a su destino… aquella reacción que Shun había provocado no era tan fuerte como cuando estaba en su compañía… es mas ahora estaba cuestionándose si no había sido cosa de su imaginación…

Estaba ansioso por ver a Shunrei y a su maestro…

Así podría preguntarle a su maestro sobre eso… se sonrojo un poco. Pero su sexto sentido le indicaba que debía ser algo relacionado con el cosmos de Shun más que con su aspecto físico… porque antes de que Shun provocara semejante reacción… sintieron una explosión de su cosmos, además cuando había estado en el balcón con Athena, los dos habían visto el intenso brillo de la constelación de Andrómeda en el cielo.

¿Tendría eso algo que ver con el hecho de que ahora Shun…?

Era algo absurdo, pero no había otra explicación que se le ocurriera.

 

 

 

_ Sus armaduras están casi terminadas- les anuncio Athena, sonriéndoles…

Se habían reunido en la habitación de Shun por insistencia de Ikki…

Ikki, cuya armadura tenia el poder de repararse a si misma solo se encogió de hombros, Mu podría haber colaborado pero su armadura tarde o temprano iba a repararse, pero se alegro por su hermano, sabia que Shun estaba ansioso por saber que había sido de su armadura.

Seiya estaba apoyado de espaldas a la ventana, también se veía bastante entusiasmado. Hyoga mantenía su distancia de Ikki, pero estaba demasiado cerca de Shun, para gusto del fénix… y es que… ¡no le quitaba la vista de encima a su hermano!

Maldito pato.- pensó con fastidio… no podía golpearlo, al menos no ahora.

Sabía que a Shun le molestaría, además pronto su hermano se recuperaría y podría ir a donde quisiera…

Había algo que no dejaba de rondar en la mente de Ikki… algo que lo tenia preocupado, se había dado cuenta de que la actitud de las personas en su totalidad hacia Shun había cambiado… ¡Maldición! Era como si cada ser vivo allí en ese maldito Santuario estuviera interesado de alguna manera en su hermano… y Shun tan tranquilo… seguramente no se daba cuenta de nada.

Su hermano era ingenuo hasta un punto mas allá de lo imaginable… y a Ikki le preocupaba mucho eso.

 

_ Me alegra que haya podido venir y que acepte mi propuesta, no sabe cuanto se lo agradezco- dijo Athena al anciano maestro quien se encontraba sentado ante ella.

_ Para servirle, Athena- repone el hombre finalmente- Es un placer regresar a un Santuario que ha vuelto a manos de la verdadera justicia y guiar a los caballeros en su nombre.

 De esta manera, Athena podía regresar a Japón, a continuar con su vida como Saori Kido, hasta que el mundo la necesitara nuevamente, estaba de acuerdo en que ella y sus caballeros se merecían algún descanso… bueno… al menos un descanso de lo que a cuestiones de salvar al mundo se refería. Ella tenía un montón de asuntos referentes a la Fundación que atender, tenia que encargarse de un montón de negocios que habían sido atrasados en vista de su ausencia… pero ahora el mundo era un lugar tranquilo…

Los caballeros de bronce se quedarían en el Santuario hasta que sus heridas se repusieran y sus armaduras fuesen restauradas. Además ella pensaba que era buena idea que los caballeros pudieran relacionarse entre ellos. Forjar lazos de camaradería y amistad, puesto que se habían visto enfrentados…

De esa manera ella también sabia con quien podía contar de verdad… confiaba en el juicio de sus caballeros más que en el de nadie.

Repentinamente se acordó de algo…

_ Disculpe, maestro… ha pasado algo irregular que me ha estado preocupando un poco, y quisiera saber si tiene usted una respuesta- dijo seriamente.

El maestro asintió dándole a entender que continuara.

_ Me imagino que pudo contemplar el brillo desmedido de la constelación de Andrómeda hace unos cuantos días…- comenzó ella.

_ Es el magnetismo Andrómeda- fue la respuesta del maestro.

_ ¿Podría explicarme?- dice Athena sin comprender del todo.

El anciano maestro asiente.

_ Vera Athena, esto es algo que suele pasar cada cierto tiempo… es imposible predecir con exactitud cuando pasara, podría definírselo como un milagro esporádico. Todos los que nacen bajo la estrella de Andrómeda sufren un cambio, una especie de energía que es como un imán que atrae a los demás… como las abejas se ven atraídas a la miel. Este “magnetismo” es mas fuerte con los caballeros. Pero en especial con el caballero que lleva la armadura de Andrómeda.

Athena se sintió empalidecer.

_ ¿Quiere decir que TODOS en el Santuario se sentirán atraídos por Shun?- dijo aterrorizada.

Si así era… ahora comenzaría una nueva batalla en el Santuario, pero esta vez seria la batalla por Shun.

Viendo lo horrorizada que estaba la diosa al contemplar todas las posibilidades y temer por la integridad de su caballero…

_ No se preocupe tanto. Al final la última palabra la tiene el caballero Andrómeda, y si fue lo suficientemente fuerte para atravesar las 12 casas, creo que lo será para mantenerse a salvo.

Ella deseaba fervientemente, que el maestro tuviese la razón…

 

 

Finalmente, Shun se había recuperado lo suficiente como para que su hermano accediera a regañadientes a que dieran una caminata por el Santuario para tomar aire fresco…

El peli verde iba muy entusiasmado de poder respirar aire puro de nuevo, quizás podía conseguirse con June, supo que ella había venido a Grecia con algún motivo y quería verla antes de que partiera a la nueva isla Andrómeda, también se moría de ganas por ver de nuevo a su maestro Albiore…

_ Shun, tu amiga June sigue dormida, así que creo que podrías visitarla otro día- dijo Ikki.

Shun se encogió de hombros. Prefería que June estuviera recobrando fuerzas.

Para regresar al Santuario solo había un camino…  y era atravesar las 12 casas.

Ikki estaba que llameaba de la furia, todo el rato que habían estado paseando… Shun suscitaba miradas no del todo agradables. Le reventaba que pensaran en su hermano de esa manera… y Shun al parecer no se daba cuenta de ello.

Ikki prefería que fuese de esa manera… y por supuesto Shun  no había suscitado solamente miradas, sino que también un u otro valiente se acercaba a ellos para intentar entablar conversación. Las veces que Ikki podía detenerlos sin que Shun se diera cuenta, se libraban de una conversación innecesaria.

_ Hola- en esta ocasión era un caballero femenino, su mascara plateada tenia pequeñas estrellas en las mejillas.

La chica era de cabello rubio y largo, atado en una coleta alta… se veía algo cansada por el entrenamiento… todas las que habían estado entrenando ahora estaban con la mirada en ellos, Ikki sabia que estaban mirando a Shun…

¡POR TODOS LOS DEMONIOS!_ pensó más que furioso… había lidiado con los hombres hasta ahora… pero… ¿Cómo demonios lograría deshacerse de las mujeres?

_ Hola- Shun sonrió, como siempre amable con todos… su ángel.

_ ¿Te gustaría quedarte a contemplar el entrenamiento?- le dijo ella.

_ ¿En serio esta permitido? Creí que las leyes establecían que no se permitía la presencia de hombres… yo… lo lamento no sabia que había entrado en su campo de entrenamiento- dijo Shun.

_ Oh no te preocupes. Esa regla nadie la respeta- dijo ella despreocupadamente.

_ Creo que deberíamos irnos ya Shun- corto Ikki, dándole a la chica una clara mirada que decía “aléjate si sabes lo que te conviene”.

_ Creo que podríamos quedarnos, aunque solo por un momento, si eso te hace feliz- dijo Shun amablemente.

La chica estaba obviamente entusiasmada, aunque la mascara cubría su rostro era mas que evidente…

 

 

El rato que estuvieron contemplando en entrenamiento de los caballeros femeninos… Ikki supo identificar a dos tipos de chicas: primero aquellas que estaban dispuestas a impresionar a Shun con sus increíbles movimientos y técnicas, concentradas completamente en vencer a su enemigo y brindar “disimuladas” poses sugerentes en dirección a ellos… por las primeras Ikki sentía desagrado y se reía internamente porque sabia que ese tipo de táctica no funcionaba con Shun… y las segundas, esas lanzaban “disimuladas” miradas en dirección a ellos y eran fácilmente abatidas por las primeras.

_ Shun, se hace tarde y tengo que ir a entrenar- le dijo Ikki, ya no soportaba estar viendo ese triste espectáculo…

Shun asintió… cuando se levantaron, casi la totalidad de los caballeros femeninos se acercaron a ellos.

_ Oh ¡que lastima que ya se van!- dijo la misma rubia que los había abordado-

_ ¡Quédense un rato mas!- pidió otra.

_ ¡Por favor!- añadieron otras dos a dueto…

Shun se veía algo…  anonadado.

_ Lo lamento señoritas, pero vamos tarde a nuestro entrenamiento- dijo Ikki y sin hacer mas caso de ellas, comenzó a arrastrar a Shun, quien se dejaba llevar, estaba pensativo e Ikki moría por saber que demonios era lo que estaba pensando. Aunque gracias a Athena no se encontraron con alguien más mientras se acercaban a la casa de Aries…

 

 

“¿Por qué seria la insistencia de los caballeros femeninos?”- pensaba Shun, buscándole alguna explicación medianamente razonable. Su hermano iba malhumorado, por más que quisiera negarlo… Shun se había dado cuenta de que Ikki estaba enojado a todo lo largo de su paseo, al principio lo había atribuido a la molestia de su hermano por pensar que aun no estaba lo suficientemente recuperado como para estar caminando por el Santuario, pero ahora no se encontraba tan seguro… no entendía que era lo que estaba pasando, pero si sabia que su hermano estaba enojado, por lo que decidió no darle motivos para aumentar su molestia y permaneció silencioso en su compañía…

 

_ Ikki- dice finalmente Shun, cuando considera que su hermano ya esta lo suficientemente calmado, y es que no se habían topado con nadie en  un buen rato.

_ ¿Qué sucede Shun?- pregunta.

_ Iré a visitar a June- anuncia su hermano.

_ Te acompaño- repuso el fénix casi de inmediato.

Shun se encogió de hombros… continuaron el camino, y al doblar la esquina del pasillo, se encontraron con Hyoga…

“Lo que me faltaba”- piensa malhumorado el caballero fénix, al ver como el rubio queda paralizado de nuevo a la sola vista de su hermano… la paciencia se le estaba yendo a la mierda y de seguir así iba a comenzar a espantar gente a los puños… quizás calcinar a unos cuantos… en ese momento le parecía buena idea…

Pato rostizado….

_ Hola Hyoga- saludo Shun con una sonrisa.

_ Ah hola Shun… Ikki- añadió con desgano…

_ ¿A dónde vas?- quiso saber Shun.

_ Saori quiere hablar con todos antes de regresar a Japón… he estado buscando a Seiya… Shiryu no se porque no ha regresado de los cinco picos… - dijo Hyoga.

_ ¿Quiere hablar con nosotros justo ahora?- pregunto Ikki, fastidiado.

_ No, dentro de media hora, supongo que eso es lo que tardare en saber donde demonios se ha metido Seiya- repuso Hyoga. Estaba malhumorado… Ikki sonrió, lo que sea que estuviera molestando al pato, le había acomodado un poco las cosas…

De todos los que veían a su hermano en estos momentos, la mirada de ese pato era la que le parecía más molesta… porque sabía que desde muy jóvenes, el rubio sentía algo más allá de la amistad por su hermanito. Incluso antes de lo que sea que estuviese pasando ahora…

Le lanzo una mirada desafiante mientras caminaba para seguir a Shun… y al rodear la esquina…

_ ¡ALTO! ¡Identifíquese!- un nutrido grupo de guardias estaban apuntando sus lanzas en dirección a ellos, las expresiones de sus rostros por demás desagradables… expresiones que Ikki había aprendido a conocer demasiado bien… su paciencia se fue a la mierda.

_ ¡QUITENSE DE MI CAMINO MONTON DE IMBECILES!- estallo adelantan tose, dispuesto a molerlos a puñetazos. Ya había tenido suficiente para todo un día…

Sin embargo la suave mano de Shun se poso en su hombro.

_ Somos caballeros de bronce, Shun de Andrómeda, e Ikki del fénix- dijo Shun, enfrentándolos con la mirada, sus ojos verdes algo resplandecientes, estudiando al grupo que les bloqueaba el paso…

El que parecía ser el líder del grupo, miro a Shun de arriba abajo y eso hizo gruñir a Ikki.

_ Pues, nunca los habíamos visto por el templo- el tono de voz de ese maldito, era malicioso- Si se rinden no tenemos porque usar la violencia.

Antes de poder siquiera salir del pasillo. Hyoga escucho el grito furioso de Ikki… se devolvió para observar que era lo que había sacado de balance al fénix, quizás podría molestarlo mas tarde con eso, después de todo el muy cabron seguía llamándole “pato” y estaba mucho mas repelente que de costumbre.

Pero lo que estaba viendo no era nada gracioso… vio a un nutrido grupo de guardias del Santuario apuntando con sus lanzas a los hermanos, y el que parecía ser el líder del grupo, mirando a Shun con lascivia….

Se le congelaron las entrañas de la furia.

_ Pues, nunca los habíamos visto por el templo. Si se rinden no tenemos porque usar la violencia…- al escucharlo apretó los puños y salió de la esquina del pasillo…

_ ¡Y UNA MIERDA!- la exclamación furiosa del fénix, fue seguida por la acometida de todos los guardias del Santuario…

Shun estaba detrás de su hermano, cuando este se puso en postura… sabia que Ikki no era rival para un montón de guardias tan débiles… y que los podría matar en un segundo…

_ ¡Detente por favor, Ikki!- exclamo tratando de acercarse a su hermano…

_ ¡AVE FENIX!- bramo su hermano y las llamaradas mandaron a una buena cantidad de guardias contra el suelo. Los que se libraron de las llamas…. Bueno, sufrieron un destino peor… Ikki los pateo y golpeo con saña… ante la mirada entre divertida y aprobadora de Hyoga y la mirada escandalizada de Shun, que le pedía que se detuviera… aunque bien hubiera podido quedarse callado porque su hermano al parecer ni se molestaría en escucharlo…

Uno de los que había sido previamente enviado al suelo  por un furioso fénix, se levanto, y al verse favorablemente ignorado se fue directo hacia Shun…

Antes de que pudiera ponerle una mano encima…

_ ¡POLVO DE DIAMANTES!- el guardia había sido convertido en una paleta helada gracias al ataque de un enfadado Hyoga, que se había unido a la pelea… llegaban mas guardias por el lado derecho…

 

Ahora Shun veía no solo como su hermano, sino que también ahora Hyoga estaban peleando contra los guardias a puño limpio… no soportaba verlos de esa forma.

_ ¡Ya deténganse! ¡Saben que son mucho más fuertes que esos guardias! ¡Ikki, Hyoga!

Se escucharon pasos veloces desde atrás…

_ ¡Shun! ¿Qué es lo que sucede?- Seiya miraba algo… choqueado, a Ikki y a Hyoga repartir feroces golpes a los guardias que llegaban…

_ ¡No tengo idea! ¡Ayúdame a detenerlos, Seiya!- Shun se oía desesperado.

Seiya sabía que su amigo odiaba la violencia, pero no se creía que Ikki y Hyoga estuvieran moliendo a trancazos a esos guardias sin que hubiese una condenada buena razón…

Aunque si sabia que de seguir así los matarían…

 

Shun deseaba con toda su fuerza detenerlos… se acerco corriendo a ellos, trato de sostener el brazo de su hermano. Pero este lo mando hacia atrás de un empujón.

_ ¡No intervengas, Shun!- los ojos de Ikki llameaban… Seiya quiso hacer lo mismo con Hyoga, pero este le dio una mirada tan escalofriante como lo había hecho en esa ocasión, cuando Seiya había querido ayudarlo en la batalla contra el cisne negro en ese bosque… por lo que prudentemente retrocedió, visto que no quería convertirse en paleta helada…

 

Shun apretó los puños, lleno de impotencia… deseaba detenerlos para que dejaran de pelear… fue entonces que…

Sorprendido, observo como su cadena había aparecido en sus brazos… aunque sin su armadura… fue cuando supo lo que tenia que hacer y lo hizo sin demorar…

_ ¡CADENA DE ANDROMEDA!- esta rápidamente se envolvió alrededor de Ikki y de Hyoga, inmovilizándolos por completo, concentrando su cosmos, Shun consiguió retenerlos a pesar de su gran resistencia… sintiendo sus piernas temblar por el esfuerzo, se apoyo contra el muro pero aun así no cedió…

_ ¡¿Qué es lo que esta pasando aquí?!- una escandalizada Saori, llegaba escoltada de Mu y Aldebarán… los pocos guardias que quedaban en pie, se habían hecho a un lado para abrirle el paso…

Shun, pálido en extremo, sonrió levemente, sabia que ya no pelearían…

_ Lo… logre detenerlos…- pudo decir, antes de caer desmayado.

_ ¡SHUN!- grito Ikki al ver a su hermano caer al suelo, y sentirse libre de la sujeción de la cadena de Andrómeda…

Seiya lo atrapo a tiempo, aunque todos podían ver, el rostro ceniciento de Shun… y como su cosmos, se sentía escalofriantemente débil.

Notas finales:

Revise el capitulo cuando me volvio el internet y vi que se habia repetido el texto no se cuantas veces,.. uffff.

ya que pude corregirlo, me despido,

ya saben, es la ultima oportunidad con lo de la encuesta... despues no valen quejas.

matta ne

atte: Cyss


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