Yuu… por favor, volvamos al hotel…- musitó cansamente mientras se frotaba el dorso de la mano en la frente; Yanase lo miró con preocupación y excusándose de las personas con quienes conversaban; tomó a Chiaki por los hombros para sacarlo de ahí; era la segunda vez que sucedía.
Su cuerpo se arqueó sobre el inodoro, devolviendo lo poco que había comido; Yanase estaba recargado en el marco de la puerta mirándolo con compasión, se moría de ganas por ir y abrazarlo, pero sabía que Chiaki lo rechazaría al instante, lo había intentado antes durante los dos meses que llevaban de gira; sin embargo el mangaka nunca le permitió acercarse más de lo permitido.
“Aun lo extrañas, ¿verdad?”- Yanase se arrodilló junto a él dándole unas palmadas en la espalda, ayudándolo a expulsar los fluidos.
Aquí… toma…- le extendió una toalla para que se limpiara los restos de la cara; luego de eso, Chiaki lo miró acongojado.
“Es tan malditamente difícil coger el teléfono y hablarle?”- otra pregunta abordó sus pensamientos pero no lo expresó, no tenía caso.
Volvamos a la habitación…- ayudó a Chiaki a levantarse; este asintió sintiéndose totalmente avergonzado y estúpidamente tan débil por ser así.
Lo siento…-
No te disculpes-
Llegaron a la habitación del hotel, y Chiaki se tumbó pesadamente en la cama; no sentía nada más que cansancio y un inmenso dolor que no lo había abandonado desde hacia ya dos meses atrás; Yanase le quitó los zapatos.
Descansa- se despidió del mangaka; una vez apagada la luz, Chiaki se giró en la cama y miró el techo:
Tori…- susurró dulcemente; ¿Qué estaría haciendo en esos momentos? ¿lo extrañaría quizás? ¿lo odiaría? ¿Aún… lo amaría?
Tori….-
¿Gira?- interrogaron ambos castaños al escuchar la promoción por parte de Takano; este asintió suspirando y cruzando las manos manteniendo su vista fija en Yoshino:
Es una gran oportunidad, sensei… de poder demostrar la calidad de sus obras y llevarlas al mercado internacional…- Chiaki estaba emocionado; esta oportunidad era una en un millón; pero tenía miedo, a lo desconocido y al fracaso, en un mero instinto volteó a ver a Hatori; para obtener una aprobación.
No lo hará…- la decisión sorprendió a ambos hombres; Takano estaba presto a hablar, o quizás ponerlo en su lugar como pocas veces lo había hecho; sin embargo, Yoshino se le adelantó:
¿Qué? Pero… Tori… esto…-
Yoshino, tú no puedes hacer esto; ¿te recuerdo que eres una “mujer”?-
Eso podremos arreglarlo, además creo es tiempo de que Yoshino-sensei se dé a conocer como es…- interrumpió Takano devolviendo un poco más de confianza a Chiaki.
Pero Takano-san… Chiaki… el no…- ¿qué estaba haciendo que Hatori se mostrase titubeante ante la idea de que Yoshino se marchara?; el bien pudiera ir con él de no ser por otros mangakas; sin embargo Masamune no admitiría replicas; el simple hecho de que estuviera insistiendo en que Yoshino fuera a esta promoción significaba que el trabajo de Chiaki – y el suyo también- era reconocido.
Hatori, tu eres el intermediado cuando sensei no está presente, eres su asesor y más que nadie deberías saber la enorme ventaja que supone esta gira; si sigues evitando que avance o decida por sí mismo no se elevara mas…- estas palabras calaron hondo en Yoshino; “elevarse más” era verdad; su sueño era ser mangaka, aún con todo lo que implique, todavía si fuese darse a conocer como hombre; no debería dudar si es lo que le gustaba.
T-Takano-san… yo…- sin permitirle siquiera decir nada mas, Hatori tomó a Chiaki del brazo dispuestos a salir del lugar; Masamune no se opuso; eso era algo que ambos tendrían que resolver; tanto profesional como personalmente.
-.-.-.-.-.-.-
E-espera… ¡Tori!- Chiaki intentaba soltarse del amarre del editor; pero este no aflojaba; solo lo soltó cuando ambos estuvieron dentro de una oficina vacía; Chiaki muy molesto le recriminó:
¿Qué fue eso? ¿No crees que la promoción sea buena?- Hatori apretó en un puño su mano; y serenándose le contestó:
Es perfecta, Yoshino… pero tendrás que viajar, mucho… es algo de otro nivel, no estás acostumbrado-
Yo podre…-
Ni siquiera quieres hacer giras por los distritos… ¿crees poder con una mundial? – era un punto a su favor; Chiaki no le respondió al instante.
Además… no puedo hacerme a la idea de verte lejos; yo no podría acompañarte… y tú necesitas….- Yoshino se ofuscó ante esto último, “tú necesitas” ¿lo que intentaba decirle era que no podía por sí mismo?:
Tori… yo puedo hacerlo, si me dejaras demostrar…-
No hay nada que demostrar, esto no está a discusión-
¡Ahh eres insufrible!... ¿Sabes qué? Yo si quiero hacer esa promoción… ¡es mi trabajo!-
Hablas de trabajo cuando lo evitas la mayoría del tiempo. ¿Crees que esto es un juego?-
¡Por supuesto que no!- Hatori tomó a Chiaki por los hombros y lo miró con furor; no lo había visto tan molesto desde hace mucho.
S-suéltame…-
Chiaki… no te puedes ir…-
E-es mi trabajo-
Pero tu… no quieres, tú no sabes si…-
¿Qué es lo que no se? Tori, tengo 28 años… ¡se perfectamente de lo que soy capaz de hacer!- gritó empujando al editor y yendo a la puerta; al abrirla se giró al editor:
Deja de desconfiar tanto en mi… por una vez déjame ser capaz de demostrártelo- azotó la puerta con fuerza; dejando al editor turbado en medio de la oficina; perdido en sus pensamientos.
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Chiaki…- Yanase tocó la puerta de la habitación contigua a la suya; ya serían cuatro veces que intentara hablar con el mangaka; pero parecía que este había puesto una muralla a su alrededor; aún comía y dormía; pero no era el mismo, su risa y su entereza iban desapareciendo poco a poco.
Si no abres, tiraré la puerta- no recibió contestación al otro lado, pronto estuvo a cumplir la amenaza; pero no pudo, sabía que Chiaki no lo escucharía, permanecería perdido y ausente como cada vez que intentaba hablar con él.
“Maldición…”- exclamó en su mente; se sentía tan impotente cuando estaba con él; pensó que el hecho de que ambos se separaran se le abriría aunque sea una ventana pero no sucedió, sino todo lo contrario.
Al otro lado de la puerta; Chiaki se miraba fijamente en el espejo; sus ojeras estaban cada vez más profundas; lograba taparlas un poco con una mascarilla que se había conseguido, a modo de que Yuu no se preocupara; pero a cómo iba no tardaría en darse cuenta.
Se notaba más pálido que de costumbre; ahora que veía lo que este trabajo hizo en su cuerpo las palabras del editor resonaron en su cabeza:
Tenías razón Tori… pero… si estuvieras… yo…- era tarde para arrepentirse; después de lo que había hecho no tenía la más ínfima esperanza de que el editor lo esperara con una sonrisa y un abrazo cálido; él se había encargado personalmente de que no fuera así:
Yoshino… no hablaras en serio…- Hatori observó con el miedo grabado en su cara como Chiaki metía algo de ropa en su maleta; el mangaka muy molesto le respondió:
Mas enserio no pudiera ser… Tori, por favor…-
Pero Yoshino…-
¡Chiaki! ¿Falta mucho?- Yanase tocó la puerta de la alcoba con una sonrisa soberbia dedicada al editor; quien miró al rubio son sorpresa:
¿Qué haces aquí Yanase?-
No te dijeron? Iré a con Chiaki en la gira- aún turbado; Hatori se dirigió al mangaka con una pregunta muda; este evitó mirarlo:
Así es… necesito un asistente conmigo, Yuu es mi segundo- el tono cortante que le había dirigido lo perturbó aún mas, pero lo que Hatori no sabía era que Chiaki estaba quebrándose por dentro; tratando de no exteriorizar su temor y su miedo a lo que pasaría; pero tampoco era consciente de lo mucho que estaba afectando al editor.
Con que así es… me alegra saberlo- Hatori tomó su maletín y se dirigió a la puerta quedó breves segundos en el marco de ella; ni siquiera prestaba atención a la presencia de Yanase quien se mantenía n poco apartado de aquello; el editor le dirigió una mirada cansada al mangaka que estaba a espaldas mirando la ventana.
Suerte…-
En cuanto escucharon que la puerta de la entrada se cerró; Chiaki dio un gran suspiro; tratando de controlarse; ahora no se permitiría flaquear; no después de eso.
“Lo siento… Tori”-
Sabía que no le agradaría la idea de que Yuu fuera con él; pero no podía hacer nada al respecto; solo seguir adelante, demostrarle a Hatori que él podía hacerlo si se lo proponía.
Pero era tan difícil siquiera cruzar el umbral
Inglaterra; un viaje a Londres; la gira que Marukawa shoten había organizado englobaba varios países tan hermosos como diversos, sin embargo, lejos de la risa y emoción de su asistente, el mangaka lo veía todo con el vacio en su alma; no podía seguir, se sentía mal con cada día que pasaba lejos de su tierra; al principio quizás era normal, incluso Yuu sucumbió a la nostalgia en primer lugar; pero Chiaki aún seguía en ese plano.
Chiaki… ¿ya viste la fuente? Es hermosa- Yanase apuntó el monumento bellamente labrado en granito; Chiaki lo miró indiferente.
Si…- Yuu tuvo que morderse la lengua para no reclamarle, ya había perdido la cuenta del número de esculturas y lugares que apuntaba emocionado, en busca de alguna reacción que le recordara al viejo Chiaki.
¿Quieres comer?- Yoshino negó con la cabeza manteniendo su mirada fija en el lugar que Yuu le apuntase; el asistente se retiró entonces.
Su ser estaba dividido en dos partes, una pedía regresar y casi rogarle al editor su perdón, si es que lo requería; pero la otra quería mantenerse en aquella burbuja que aún no le permitía explotar; pero como pasa con todas, esta explotará algún día.
No quería regresar y encontrase con que Hatori no estuviera… su ser no lo soportaría; pero ¿era demasiado egoísta pedir que Hatori aún estuviera dispuesto a recibirlo?
“Soy un estúpido”-
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He is Yoshino Chiaki, autor of the best manga shojo…- el intermediario habló por el micrófono; ambos artistas estaban en el punto culminante de su gira; una convocatoria para elegir las mejores obras por las que fueron invitados y participes; y para sorpresa de Yuu, Chiaki fue el elegido.
Pero al notar la mirada perdida del mangaka supo que algo no estaba bien…
¿Chiaki?-
…-
Dio un codazo al mangaka; pues los aplausos no se hicieron esperar; este se paró automáticamente del asiento y caminó por las escaleras; tratando de no tropezar y solo calmar la ansiedad que crecía cada vez más en su pecho.
Era demasiado.
His pseudonym is Yoshikawa Chiharu author of tree works in the ranking…- escuchaba los murmullos a lo lejos; como si estuviera ahogándose; la luz era cegadora y los flashes lo dejaban aturdido, Chiaki no sabía qué hacer ni donde estaba; lo único que quería era terminar con todo.
Salir de ahí.
Mr. Yoshino, do you say a Words for the fans?- respiraba agitadamente; su corazón latía como loco y no podía controlar el ligero temblor en sus manos; tomando una gran bocanada de aire logro decir apenas audible con un raro acento:
Please… can I please come down?- los presentes lo miraron extrañados; Yuu estaba de pie casi a punto de ir con él; pero Chiaki no le miró, pues sin esperar respuesta salió de ahí directo a la salida de emergencia.
Yuu intentó seguirlo; pero una sombra que reconoció fácilmente se lo impidió; este lo miró con advertencia; Yuu solo suspiró frustrado; pero muy en el fondo sabría que al menos vería la sonrisa de Chiaki muy pronto.
Tal vez…
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“Tori…”-
“Tori…”-
“Tori…”-
Era lo único que pensaba mientras corría por las blancas calles de Londres que eran cubiertas por un manto de nieve; llegó a un lago cercano a donde se daba la conferencia, sintió el frio en su cara; devolviéndole un poco de alivio ante el sopor que antes lo invadió en el foro.
“Tori… por favor… ayúdame…”- se sentía tan inútil por pensar en ello; al final Hatori si tenia razón; él era su sostén, su mano derecha y su amigo…pero sobre todo, el gran amor de su vida.
“Eres todo lo que tengo”- las finas lágrimas caían finalmente por su rostro; tantos días tratando de acallar sus pensamientos pasaron factura y pronto las gotas comenzaban a caer en la fría nieve derritiéndolo un poco.
“Estoy cansado… tan cansado… solo quiero terminar…”- se abrazó a si mismo en señal de consuelo; se sentía tan malditamente solo; sabía que Yuu estaba con él; pero las murallas que había creado en su entorno le impedían ver la ayuda que estaba a su lado.
“Por favor… quiero detenerme…”-no sintió entonces cuando dos brazos lo tomaron en un abrazo; dándole una calidez que tanto añoraba.
Lo único que escuchó luego de aquello, fue su nombre.
Chiaki… estoy aquí- y luego todo se tornó oscuro.
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Olió el dulce sabor de unos panques recién hechos; sin pensarlo o siquiera razonarlo comento entre sueños:
Tengo hambre-
“Dejavu”- pensó Hatori al verlo despertar; estaba esperando en la puerta a ver cuánto se tardaba Yoshino en ser despertado por su nariz; pero no tuvo que esperar mucho; pues dos hermosas orbes se abrieron de par en par y lo miraron sorprendido:
¿Tori?- el asombro era evidente; de pronto lo que más quería y anhelaba lo miraba sonriente en la puerta; Chiaki extendió su mano por inercia y Hatori se acercó tomándola entre las suyas.
P-pero…-
Shh… no digas nada… debes de tener hambre…-
G-gracias…- Chiaki comió su desayuno en la cama en silencio; se encontraban en una habitación distinta a la suya; pero no le quizo dar importancia; ya luego Hatori le explicaría todo.
Una vez terminado de desayunar; Chiaki miró interrogativo al editor; pero lo suficientemente tranquilo de verlo tan relajado, incluso feliz.
Lamento venir tan de improvisto, Yoshino… pero no podía quedarme tranquilo-
Yo…-
Yanase me contó… como te estabas comportando; no fue agradable escucharlo luego de dos meses; pero al menos me dijo que aún seguías vivo- Yoshino se molesto un poco, pero no lo exteriorizo:
Entonces… ¿te irás?- Hatori no respondió por largos minutos; y cuando iba a decir algo, suspiró:
En unos días… solo tomé un par de descanso-
…-
Procuraré llamarte, si… aún…-
…-
…- Hatori bajó la mirada al suelo; y acto seguido se levantó:
Me iré hoy en la tarde; mi vuelo se supone que saldría a las ocho, pero lo aplace… solo eso… por favor cuídate y… no olvides… que cuentas conmigo- era difícil; pero Hatori tenía que mantenerse firme; no sabía cómo reaccionaría Chiaki cuando lo viera, a decir verdad, rogaba que el mangaka se alegrara, en cambio recibió una mirada interrogativa.
Pero como últimamente venía sucediendo; Chiaki era cambiante; su expresión ya no era la misma de hace años y Hatori no le había puesto atención.
Por eso no podía ver el terror y angustia en sus ojos.
“Se irá y yo…”- Chiaki se levanto estrepitosamente de la cama y abrazó al editor casi tacleándolo; aferrándose contra su espalda:
No te vayas… no… sé que soy egoísta al pedírtelo pero… por favor… no me dejes- Hatori no reacciono hasta que sintió las cálidas lagrimas del menor mojar su espalda; entonces se giro para abrazarlo posesivamente:
T-Tori yo…-
Di que me amas… di que aún tengo un motivo para seguir aquí…-
T-te amo… Tori… no puedo seguir… no sin ti…- el editor afianzó su agarre mientras Chiaki dejaba salir su dolor y tensión siendo sostenido por la única persona que podía ayudarlo, entonces se separó un poco de su cuerpo; ambos cruzaron la mirada en una mezcla de añoranza y soledad vivida:
Hatori poco a poco se acercó a su rostro y lo besó dulcemente en los labios, Chiaki le correspondía con una inmensa alegría; pues al momento sintió que las barreras que había puesto se derrumbaban y una seguridad le llenaban por completo; la seguridad de tener a Hatori con el de nuevo.
Te amo…- susurró el editor mientras movía su mano por la cadera del mangaka y este se entregaba a él.
La noche estrellada se divisaba por la ventana; ambos hombres habían pasado toda la tarde redescubriéndose y amándose como si no hubiera mañana; tratando de compensar el tiempo perdido y crean nuevos vínculos que los unieran más aún.
Estaban dormidos; o al menos uno de ellos, Chiaki observaba con profundo amor el rostro dulce y apacible del gran hombre a su lado.
Pronto los sentimientos de soledad se veían despejados, Hatori había perdido su vuelo una vez más y lo había reprogramado junto con Chiaki para volver a Japón y a empezar de nuevo con un nuevo sentimiento y mayor madurez.
Pero ahora, Yoshino solo quería pensar en el presente; llevar las cosas a un ritmo más tranquilo y no tratar de acelerarse; ahora sabía que quería avanzar cada paso y cada pequeña minuta con Hatori, con nadie más.
Quedó mirando el cielo despejado mientras se arrullaba por la cálida respiración de Hatori en su hombro; pues ambos estaban abrazados, en ese entonces vio una estrella fugaz.
Una sonrisa surcó su rostro; y pidió un deseo silenciosamente, el único que podía pedir en ese entonces: “el amor duradero junto al increíble hombre a su lado”.
Solo que Chiaki no sabía, que los deseos eran para ser cumplidos; no para los que ya son hechos.
Fin