PLAY THE GAME
Capítulo 1
- ¡Zero! Levántate de una vez que se te hará nuevamente tarde para ir a clase!!
- No otra vez… estoy demasiado cansado – decía Zero debajo de las cobijas y con una almohada sobre la cabeza para no escuchas los alaridos de su queridiiisimooo “padre adoptivo”, Kaien Cross, quien en ese momento aullaba desde la cocina con una sartén en la mano.
- Zero, ya me voy al colegio, te dejo el desayuno en la cocina, por favor come y no vayas a llegar tarde de nuevo que no quiero tenerte en mi oficina castigado otra vez. –
- Sí, ya entendí, ahora largarte y déjame arreglar en paz Kaien – respondió Zero mientras se levantaba y buscaba su uniforme en el closet.
- Ayyy!! Porque siempre eres tan cruel y no me dices papá!! Buaaaaaaaa – decía Kaien con lagrimitas en los ojos mientras buscabas las llaves de su auto y se dirigía a la puerta para salir de la casa.
- Kaien…. – dijo Zero abriendo la puerta de su habitación para dirigirse al baño con un aura negra a su alrededor y mirándolo de una manera… un tanto escalofriante, que logro hacer que Kaien saliera despavorido de la casa sin mirar atrás.
Una vez solo, soltó un suspiro y se metió al baño que se encontraba al frente de su habitación. Mientras se bañaba recordaba cómo fue que termino viviendo con ese lunático.
FLASH BACK
Hacía 10 años, cuando yo apenas tenía 5 mis padres fallecieron en un accidente de avión en los Alpes suizos. Ellos solían viajar por todo el mundo como cazadores, ¿de qué? No tengo ni idea, nunca me lo dijeron a mí o a mí adorado hermano gemelo Ichiru. Cuando ellos viajaban nos dejaban al cuidado de nuestro tío Toga Yagari, quien se encargaba de educarnos en casa, y aunque era bastante serio, siempre fue amable y comprensivo con nosotros, especialmente con mi hermanito ya que tenía una extraña enfermedad que lo mantenía débil y en cama casi todo el tiempo.
El día del accidente lo recuerdo como si fuera ayer, mis padres se despidieron de nosotros en la mañana, dejándonos con nuestro tío y nos dijeron que regresarían en dos semanas.
Los vimos subir al avión y despegar, luego regresamos a la casa y el tío se encargo de preparar el almuerzo mientras mi hermano dormía en mi regazo y yo veía televisión en la sala, cuando de repente mostraron las noticias informando que el vuelo 1354 con destino a Suiza, se había estrellado. No escuche nada más, a pesar de mi corta edad, tuve un mal presentimiento por lo que salí corriendo al estudio de mi tío y busqué entre sus papeles, los que sabía contenían los datos del avión. Al hallarlos salí corriendo a la cocina para pedirle a mi tío que me dijera que número era el del avión mostrándole el papel ya que aún no sabía leer número largos, pero tenía buena memoria así que recordaba el que dijeron en televisión. Al verme tan afanado se extrañó y me preguntó a que se debía la pregunta, a lo cual solo pedí que respondiera. Cuando Yagari miro los papeles me dijo que el vuelo era el 1354.
En ese momento solo caí de rodillas y me puse a llorar. Mi tío no entendía nada y vio como Ichiru entraba en la cocina con los ojos llorosos y su peluche favorito entre sus bracitos, acotando: “era su vuelo ¿verdad?”, a lo que yo solo moví la cabeza de manera afirmativa.
Mi tío Toga estaba realmente desubicado, no entendía de qué hablábamos hasta que escucho el teléfono sonar, así que contestó y supo la razón nuestro llanto, nuestros padres habían muerto.
Después de eso mi tío se encargó de nosotros y nos cuidaba como si fuéramos sus hijos, aunque la depresión hizo estragos, en especial en Ichiru quien se puso más delicado de salud, y tuvo que quedarse en varias ocasiones internado en un hospital.
En una de esas hospitalizaciones, estábamos en la sala de espera, aguardando mientras le hacían los exámenes pertinentes a Ichiru, y un hombre bastante extraño rubio y con gafas se sentó junto a mi tío y le sonrió.
El no sabía qué hacer ya que no suele demostrar ninguna emoción, pero a la legua se notaba que aquel hombre lo inquietaba, por lo cual decidí pedirle permiso para ir al baño y así poder dejarlos solos.
Cuando regresé aquel hombre estaba hablando como una cotorra y me compadecí de mi pobre tío por haberlo dejado solo con ese sujeto.
FIN FLASH BACK
Y así lo conoció, se enamoró, se casó y ahora me toca aguantármelo a diario, ¡Que Karma!!.
Después de terminar con el baño y de vestirse, busco su maleta, y se encaminó a la cocina para ver que porquería le había dejado esta vez su “padre”. Cuando entró, lo primero que sintió fue el desagradable olor que despedía la “cosa” dizque comestible que se encontraba en la olla sobre la estufa.
Con un poco de precaución, y hasta miedo agarró un cucharon que se encontraba cerca de la entrada y se acerco muy lentamente para destapar la olla y cuando lo hizo, el olor se hizo insoportable haciendo que el pobre Zero se pusiera verde y casi se desmayara. Cuando logro acercarse lo suficiente para volver a taparla, encontró una “masa amorfa burbujeante” con un extraño color entre café y verde, que parecía tener vida propia.
“WTF!! Como pretende que me coma “ESO”, de seguro ya se aburrió de mis desplantes y anhela que un día de estos me coma sus porquerías para envenenarme y decir que fue un accidente” – pensó el pobre Zero saliendo de la casa como si lo persiguiera un atracador.
Cuando llegó al colegio Cross (el cual pertenece a su “padre” y lo rige como director), entro lo mas apresurado posible, notando que a unos cuantos metros se encontraban Yuuki Kuran, su amor platónico desde la infancia, y su odioso hermano mayor Kaname Kuran, el tipo más antipático, egocéntrico y aunque le duela admitirlo el más sexy de toda la preparatoria.
Los conozco desde que fui adoptado por Kaien ya que son hijos de uno de sus mejores amigos. Cuando vi por primera vez a Yuuki, me pareció una niña muy linda y tierna, en especial porque se escondía detrás de su hermano, como si me tuviera miedo, quizás por mí a expresión seria, la cual adopté después de la muerte de mis padres, pero una vez entró en confianza casi no logro que deje de hablar, es muy linda y comprensiva, pero cuando le da por hablar de más no hay quien se la aguante.
En cuanto a Kaname, siempre me ha parecido un chico bastante extraño, es amable cuando se le antoja, pero por lo general es serio y bastante reservado, solo se muestra dulce y tierno con Yuuki, pero con los demás es imponente y hasta en ocasiones creo que sus amigos le tienen o mucho respeto o mucho miedo, quien sabe, con esa forma de ser, cualquier cosa se puede esperar de él.
Veo como Yuuki voltea y al reconocerme corre a mi lado para saludarme.
- Zeroooo! Qué bien que llegaste, pensé que nuevamente llegarías tarde – dice haciendo morritos mientras mueve las manos de arriba abajo como si fuera un insecto volador y me saca una casi imperceptible sonrisa por sus ocurrencias.
- Cálmate Yuuki y camina de una vez si no quieres que enserio nos quedemos por fuera – le digo, cuando de repente siento que alguien me observa.
Cuando miro hacia el frente me doy cuenta que es Kaname, quien me mira de una manera un tanto extraña y sonríe de lado, cosa que sabe me enerva ya que lo hace como si se creyera más que yo, y aunque sé que es uno de los chicos más codiciados de todo el colegio, me molesta que haga eso. Además, yo también tengo mi grupo de fans, tanto de chicas como de chicos, cosa que se me hace un poco rara, pero igual ya me acostumbre.
Luego lo veo partir junto a su grupo de amigos, los chicos más atractivos y creídos de la institución hacia su salón, por lo cual tomo a Yuuki de la mano y me la llevo como bardera de motociclista ondeando por todo el edificio.
No sé porque pero desde que me levanté esta mañana presiento que este día no será como cualquier otro, solo espero que no sea por algo malo.
Continuara..