Un pelinegro, no muy alto, de tez mas blanca que la leche y ojos tan obscuros como el carbon, se encontraba frente a la Hokage. Aquella mujer le estaba dando una orden:
-Como Naruto y Sakura se encuentran en la mision en la aldea de la lluvia, tendras que emviar un manadado a la de la arena, no te preocupes, es una mision corta que nno te ara mayor problema.
El pelinegro asiente con la cabeza. La rubia llama a chizune, para que traiga lo que Sai debe llevar. En poco rato la pelingra llega con una caja en sus manos que llevaba un nota, la cual solo la Hokage tenia conocimiento de su contenido, tanto como de la nota, como de lo que habia dentro de la caja.
-Recuerda bien, que debes darle la caja al Kazekage, en sus propias manos.
-Bueno, are esto lo mas rapido que pueda y se la dare en sus manos- Dijo Sai "sonriendo", para luego marcharse con la no tan pesada caja en sus manos.
El pelinegro se dirijia ya a la salida de Konoha, en cuanto se encuentra con Shikamaru:
-¡Hey, Sai¡, ¿a donde vaz con esa gran caja?- Pregunto el moreno, quien tenia descanso, durante unos dias.
El pelinegro se volteo a ver a quien lo habia llamado, y sonrio, para luego decir:
-Me, han mandado a la aldea de la arena, debo ir a dejarla, aunque desconosco lo que esta caja porta- Sai confeso.
-Mmm...ya veo...- El castaño se quedo pensativo- ¡Que te valla bien!
El de piel palida, siguio caminando, haci como por varias horas, asta que comenzo a obscurecer. Sai ya estaba cansado y con algo de frio. "Debi haber pedido que me embiaran algun acompañante, es realmente aburrido estar tan solo...aunque reconozco que es mejor que estar con ese ruidoso de Naruto o esa tonta frentona de Sakura", Sai se emvolvia en sus pensamientos, mientras dibujaba una manta, bajo una arbol, para luego taparse con ella.
En otra parte del mundo, camino a la aldea de la lluvia, se encontraban tres muchachos. Sakura estaba bastante molesta peliando con un rubio bastante contradictorio:
-¡Que te digo que es por aca!- Reclamaba la pelirosa, contra el rubio.
-¡Pero, mi instinto dice que es por aca¡- Naruto Discutia, apuntando al punto contrario al cual Sakuna apuntaba.
-Ya chicos, dejen de peliar- Hinata trataba de calmarlos, con una voz dulce caracteristica de ella.
-¡Pero, sigamos por aca, estoy seguro que es el camino correcto!- El ojiazul, seguia reprochando.
-hey!, tengo una idea- La pelinegra azulada, saco la voz- Que tal, si buscamos una pista con mi ojo blanco.-
Los otros dos quedaron plasmados con la idea de la chica, era muy buena idea, asi que de inmediato la ejecutaron y supieron que el "lugar correcto", estab tras de ellos.
Al otro dia, el pelinegro, se levanto, saco algo de su mochila y lo comio rapidamente, para seguir con su caminata. Era un dia soleado, bastante lindo. Luego de unas horas, los pies de Sai, ya tocaban algo de arena, que venia del desierto. Ahora el dia ya no estaba tan agradable, sino que ahora estaba nublado y es mas, tenia apariencia de que lloveria, asi que el pelinegro decidio apresurarse mas, pues queria devolverse lo antes posible.
Eras mas o menos, las seis de la tarde ya, y Sai por fin habia llegao a la "dichosa" aldea, sus pies apenas andaban y sus manos casi ya no podian sostener la caja, que ahora se hacia pesada. El pelinegro subio unas escaleras, rodeadas de ninjas guardias, para al fin llegar al lugar donde debia hacer entrega.
Este, dio dos golpes en la puerta, en señal de que queria entrar, pero al parecer fue ignorado, haci que golpeo por segunda vez, pero ahora grito:
.¡Traigo un mantado de la aldea de la hoja!-
De inmediato le tomaron atencion y luego de tan solo unos segundos le abrieron la puerta.
Sai, hizo una sonrisa, la tipica de siempre, pero al parecer que el ninja que se encontraba en la puerta era bastante amargado, asi que solo le puso una mirada molesta y le dijo:
-Si quieres entregarle algo al Kazekage, damelo y se lo dare yo-
-No...es que debo pasarselo en sus manos- El pelinegro dejo en claro.
-Mmm...pues entonces no.- Este hombre, le cerro la puerta en la cara a Sai, haciendo que este se molestara, con razon.
El pelinegro comenzo a tocar la puerta durante mucho rato y muy inceiste, este tenia en mente derribar la puerta, pero no queria terminar peliando, ademas debia dejar bien parada a su aldea. Despues de tanto insitir, el hombre lo dejo pasar.
-Tendras que pasarme todo lo que tengas e ir solo con el mandado.- El hombre ordeno mientras le quitaba todos los bolsos donde portaba las armas.
-Eso es todo- Dijo Sai, cuando ya no tenia nada mas sobre su cuerpo, solo su ropa.
-El Kazekage esta en la habiatcion de alla- El ninja apunto hacia una puerta lejana- Y espero que seas rapido, pues esta en su hora de descanso-
El pelinegro se dirio a la puerta, fuera de ella, habian muchos ninjas guardias, al parecer, el atentado de Deidara contra el pelirrojo, habia sido de mucha relevancia.
-Vengo de la hoja y debo entregar esto- Sai dijo fingiendo amabilidad.- El guardia de alla...- este apunto al primer ninja que lo antendio-...Ya me dejo pasar.
Uno de los cuidadores asintio con la cabeza y le dio la pasada al chico.
Sai ya se encontraba del otro lado de la puerta.
-Permiso- El pelinegro subio la mirada, encontrandose con un chico pelirrojo, bastante guapo mirando hacia la nada.
-¿Quien eres?- Pregunto el Kazekage cortante.
-Vengo de la Hoja y debo entregarte este mandado- Sai volvio a sonreir, pero esta vez era sinceramente, pues estaba algo "feliz" al ver a un chico tan guapo.
Mientras tanto, los otros tres se encontrban aun sin llegar a su destino...
-Oigan chicas...¿Les parece si descanzamos por hoy?- Naruto propuso.
La pelirosa, queria oponerse, por puro capricho, pero lamentablemente, estaba tan canzada, que no daba para mas. Haci que los tres se acomodaron bajo un arbol, para meriendar algo.
-Emmss...Bueno yo...debo ir a hacer algo, vuelvo en unos segundos.-Naruto tenia grandes necesidades de ir al baño, haci que sin esperar que ambas chicas contestaran, fue corriendo a unos arboles de por ahi a orinar.
Hinata, miraba con admiracion, como la pelirosa comia, como hablaba, como se expresaba, esa chica era su modelo a seguir, pues Naruto estaba infinitamente enamorado de la pelirosa, ese echo le dolia a Hinata, pero no sacaria nada estando celosa.
-¿Han sabido algo de Sasuke?- La pelinegra, trato de poner un tema.
-Puesss...-La pelirosa puso una mirada de nostalgia, y luego dijo- No...hasta ahora no a pasado nada con el-
-Se nota que te gusta de verdad- Hinata dijo sonriendole, recordando el amor que ella siente por Naruto.
-Si...Me gusta mucho- Sakura miro al cielo, como tratando de buscar alguna respuesta. luego de un rato, la chica volvio a mirar a Hinata y le dijo- ¿A ti no te gusta nadie?-
La pelinegra, se sonrojo un poco, debido a la pregunta, queria responderle, pero no estaba segura.
-Si, hay alguien que me gusta- Hinata se revelo.
-Y...¿quien es el afortunado?- Sakura rio un poco.
-Esss...-La mas baja, se quedo algo pensativa- Es... Naruto, yo se que a todas les gusta Sasuke, pero sin ofender, a mi no me gusta para nada, en cambio Naru, tiene algo especial.
-Nunca, crei que Naruto tuviera alguna admiradora.- La pelirrosa rio.
Mientras tanto Naruto se encontraba descargando su orina en un arbol, mientras silvaba relajadamente. De repente un ruidito se escucho de entre los arbustos, "¿Me estara espiando alguien?", penso este de inmediato, para luego guardar su miembro dentro de su pantalon y ponerse a la defensiva con su Kunai. Efectivamente, tras los arbustos, se encontraban dos de los Akatsukis, Itachi y Deidara, quienes atraparian a Naruto por su debilidad y luego le extraerian el demonio.
De repente el rubio siente un fuerza que lo agarra por detras y paraliza todo su cuerpo, este no puede moverse, estaba totalmente entumecido. "¿Que me pasa?, no me puedo mover", eran sus deseperados pensamientos. De repente una fria mano, comienza a bajar por su vientre, asta llegar asta su miembro. Aquella mano misteriosa comenzo a masajear por encima del pantalon despacio.
En otra parte, en la aldea de la arena, volvemos con el pelinegro. Sai le enseñaba lo que le tenia que entregar al Kazekage.
-Al fin llego- Se decia para si mismo, el pelirrojo.
-Bueno...yo ya me tengo que ir,- Dijo Sai lamentando su partida.
De repente, el sonido de la puerta los interrumpe.
-¡Oh, Gaara!, no sabi que estabas ocupado- Dice Temari algo preocupada por la interrupcion.
-No, no te preocuper, el solo vino de la Hoja a entregar un mandado- Dijo el pelirrojo con la frialdad que lo caracteriza.
-¡Ah!, de la hoja- La rubia se alegra- Supongo que ¿debes conocer a Naruto-kun o a Shikamaru- Kun?- Termari pregunta a Sai.
-Si...de echo, yo soy el nuevo tercer miembro del grupo de Naruto y Sakura- El pelinegro sonrie, mientras se soba la nuca, con unas de sus manos.
-Mmm...Naruto...-Gaara se queda pensativo.
-¿Que es Naruto de ti, Kazekage-sama?- Dijo el pelinegro tratando de ser respetuoso.
-Pues...no mucho...solo me salvo la vida un vez y me demostro que no todo en la vida es matar y matar- Dijo el pelirrojo minimizando las cosas que hizo el rubio, o quizas hablaba en un tono ironico.
-Ha,ha,ha- Sai rio.- Ese Naruto, dejando enseñanzas por donde pasa- El pelinegro comento con alegria.
Gaara se puso un poco...celoso (¿?) al saber que ese tipo, tambien habia sido ayuda por Naruto, al igual que mucha gente seguramente.
El pelirrojo aun no habria el pedido, pues solo observaba, como su carismatica y socialble hermana combersava con ese misterioso chico.
-Yo, ya me tengo que ir- Termari era la que se despedia.
-Mas rato vuelvo Gaara- La rubia decia mientras se despedia con la mano de su hermano- ¡Un gusto Sai!, Mandales saludos a Naruto, Sakura y Shikamaru!- La chica salio de la habitacion.
-Bueno, creo que yo tambien me voy, no queria interrumpir tu hora libre- El pelinegro se disculpa.
-Mmmm...supongo- Dijo desinteresado el pelirrojo.
-Tu, siendo Kazekage con tanto trabajo, ¿No duermes en tu hora libre?- Dijo Sai, tratando de simpatizar con el chico.
-Mmm...La verdad no, no puedo.- Gaara respondio.
-¿No puedes?, ¿que dices?- El pelinegro estaba un poco confundido.
-Hace tiempo, dentro de mi tenia un demonio, el shukaku, por lo tanto no podia dormir, resulta que hace unos meses, la asociacion de los Akatsukis, me lo quito y ahora ya me e acostumbrado a no dormir.- Dijo Gaara con despreocupacion.
-Mmm...ya veo, ya veo por que tu y Naruto, son tan amigos- Dijo Sai sonriendo.-¿Y que tal si intentas dormir?
Mientras tanto, el rubio, estaba siendo bruscamente tocado, por Itachi, este masajeaba su miembro semi despierto, tocaba la punta y con unos de sus dedos masajeaba las bolas con cuidado. Deidara no se quedaba atras, este masajeaba los pezones del rubio, muy provocativamente, los presionaba y giraba de vez en cuando.
-aaah, ¿Quienes son?, ¿que quieren?, hum- El rubio decia con dificultad.
Ninguno de los dos respondia, solo seguian con su Tarea ambos. El mayor comenzo a masturbar a Naruto, de arriba a abajo. El rubio menor, no podia negar que lo disfrutaba, se sentia delicioso, pero no queria saber lo que venia. De repente, entre los dos comienzan a bajarle los pantalones, para dejar ver la rusada entrada del rubio menor. Lo que ninguno de los tres se esperaba era que, la base subterranea de orochimaru, se encontraba justo abajo de ellos.
-Sasuke, ve a ver, que esta pasando afuera, hay mucho ruido- Ordeno la serpiente.
-Porque no le dices a Kabuto- Dije el pelinegro fastidiado.
-El no puede ahora-
Sasuke, no se encontraba de animos para discutir, haci que subio, muy siguilosamente. De repente, noto de donde provenia el ruido, y se encontro con la prometedora escena. Naruto gritando ayuda, siendo violado por su hermano y por otro tipo y para peor la victima, era el que algun dia fue su mejor amigo. ¿Que deberia hacer?.
Gaara se encontraba en un cama, mirando al techo, junto a Sai, con un silencio incomodo en el ambiente.
-¿Que se suppone que deba hacer ahora?- Pregunto el pelirrojo.
-Pues...debes quedarte haci, asta que tus ojos caigan por si solos.- Respondio muy animado el pelinegro.
"No se en que momento acepte que este tipo me ayudara a dormir", pensaba Gaara.
-¿Tienes frio, calor?, ¿Te molesta la luz?- Pregunton muy atento Sai.
-Pues...tengo algo de frio- "¿que demonios estoy diceiendo?, este tipo deberia largarse ya?", el pelirrojo pensaba preocupado.
De pronto, ya no sentia frio, es mas sentia un calor, que desde que yashamaru murio, jamas habia sentido, era un calor especial, de lo cuales nunca te cansas. Gaara volteo para ver de que se trataba. "¿Me esta abrazando?, ¿que demonios le pasa?", el pelirrojo pensaba, pero aun asi, le gustaba aquella comodida, tan deliciosa.
-¿Que estas haciendo?- Pregunto desconcertado.
-te ayudo a dormir- Respondio el otro sin dejar de abrasar al Gaara y con los ojos cerrados.
Mas tarde ambos se qeudaron profundamente dormidos. Luego de un par de horas, Sai despertó y se dio cuenta de que ya debia irse, fue con Temari y le abiso.
-Debo irme ya-
-Mmm...que lastima, esta lloviedo y no es recomendable que atravieses el decierto a estas horas- La rubia recomendo muy bien.
-Pues, me temo que me tendre que ir de todas maneras- Sai dijo un poco preocupado.
-Pues, no lo creo, puedes asta morir, pues en el decierto, se forman muchos rios de agua de varios metros y muchas arenas movedisas, hay pocas provabilidades que lleges vivo- Temari advirtio.
-En ese caso, creo que tendre que pasar la noche aqui-
-si quieres pido que te preparen una habitacion en este piso- Temari ofrecio amablemente.
Sai asintio con la cabeza, para luego acompañar a esta a la habitacion que le designarían.
Mientras tanto, Sakura y Hinata, se habian olvidado de la falta de la presencia de Naruto, ya que ambas estaban muy divertidas combersando de la vida.
-Yoo...nunca e dado un beso- La pelinegra confeso timidamente.
-Hehehe, yo...tampoco- Sakura le sonrio a Hinata.-Sabes...me gustaria saber que se siente dar un beso- La pelirosa le comento.
-Si...a mi también- Ambas se quedaron pensativas mirándose mutuamente, fijo, a los ojos.
De repente, no se dieron cuenta y estaban a dos centimetros de la otra. Hinata miraba los labios de sus amiga tímidamente. mientras la otra la miraba a los ojos. Un gran calor las imbade y ambos labios se juntaron en un tierno beso, lleno de ¿amor?...
Gaara estaba despertando, debido que su sueño era muy ligero al no haber dormido nunca. Al depertar, de inmediato se percato de la falta de la precencia del pelinegro y supuso que ya se habia ido, por lo tanto se puso un poco triste. Luego de unos minutos mirando el techo, trato de volver a dormir, cosa que no consiguio.
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