A pesar de que todas las cosas que le dije eran ciertas no podía sacar su mirada de mi mente. Como sus ojos se aguaban al escuchar toda esa mierda que le dije. No sé porque me siento así, fui sincero con él en cuanto a lo que sentía pero...algo me asfixiaba el corazón.
-Son 6 meses de relación no se si quiero seguir con esto Bill.-Dije serio.
-P..pero p..p..porqué?-Preguntó dejando salir lagrimas que se hacían pequeños riachuelos negros por el maquillaje y recorrían sus mejillas sonrosadas de porcelana.
-Esto no me va...me siento presionado.-Exclamé desesperado.
-Presionado?-Limpió sus lagrimas con el dorso de su temblorosa mano. Apenas le vi respirar, estaba muy quieto.
-S..Si.-Murmuré. Se acercó a mí y me empujo.
-Pero si estábamos bien.-Golpeó mi pecho.-Lo que pasa es que esa zorra de Karen te ha enseñado un poco y te has ido de ojos..
-No...Pero es que.
-Cállate.-Moqueó y me abrazó. Le tomé de los hombros y le aparté pasando junto a él. Para salir de ahí.
~.~.~fin flashback~.~.~
Apenas llegué a casa corrí a contarle a Carla mi hermana menor. Tenía 14 pero como sabía de novios la jodida.
-Eres un idiota, Bill no se merece a un cretino como tú. Mejor lárgate si no quieres que te parta la cabeza.-Me hecho fuera de su habitación y fui directo a la de mamá.
-Mamá quiero hablar contigo.-Dije asomándome a su despacho en casa.
-De Bill?-Preguntó sonriendo bajando sus anteojos un poco para verme bien. Asentí y entré cerrando la puerta en silenció.
-Veras...hoy salimos y...
-Supe que habían cumplido...5 meses.-Me interrumpió.-Les he planeado una cena mañana. Sera aquí con tú padre y tus hermanos pero...
-Le he dejado.-Corté serio. Pasó los ojos como platos. Después de que le conté todo ella también me hecho.
-Eso lo has sacado a tu padre, porque mejor no vas y le pides consejo a él.-Dijo sin mirarme. Bufé y fui al taller de papá.
-Eso dijo tú madre?-Asentí.-Pues dile que...-Papá.-Exclamé. Sonrió y limpió sus manos llenas de grasa con un pañuelo igual de sucio que llevaba en el bolsillo. Me miré en el espejo, ya estaba arreglado. -Veras hijo...a veces a tu edad.-Me miró con los ojos entreabiertos.-Cuantos...
-18.-Dijé rápido.
-A veces a los 18 cuando tienes novia...bueno en tu caso novio.-Sonrió coqueto alzando las cejas.-Espera…tienes 18 años?...-Pregunto impresionado. Alzó sus dedos y comenzó a hacer cuentas. Bufé y pasé junto a él.-Espera aun no he dicho nada.
-Así esta bien papá gracias.-Sonreí mientras echaba a correr a mí habitación. Cuando llegué me eché en la cama de espaldas. Y cerré los ojos. Pero sus ojos, ese brillo que tenían cuando sonreía...cuando sonreía por mí, por mis besos.
Estaban en mi mente y esos recuerdos no se borraban. Suspiré cansino y sin darme cuenta me quedé profundamente dormido. Cuando desperté ya eran más de las 10 de la mañana.
Ese día lo pase de verdad muy mal y lento. Intenté llamar a Bill pero me enviaba a buzón y aunque dejé cientos de mensajes de voz algo me decía que no los leería. Le escribí como 50 textos, incluso algunos algo...desesperados. "Bill enserio tengo cáncer, necesito despedirme... de tí. Solo me quedan unas horas de vida." bueno...algunos demasiado desesperados. Y otros más sinceros. "Bill lo que dije es verdad pero vamos tronco, que estoy aburrido sin tí."
Bueno demasiado sinceros. Pero es que estaba desesperado. Después de otro día ya no podía más, había ido con Carla, con mí madre y hasta con papá y ninguno pudo ayudar. Así que llamé a George.
"-Pero le dijiste todo eso...enserio?-
-Te digó que si joder, pero es que no sé como pedirle perdón.
-Cabron eres un capullo...gilipollas Bill me caía bien. De verdad Tom, tú no piensas eh tio?
-Vete al carajo."
Colgué y de inmediato llamé a Gustav pero su buzón me contesto. “Si no te contesto es porque estoy de vacaciones y tu, no tienes vida social pero no importa deja tu mensaje." Cabron donde estaba el cerebrito cuando lo necesitaba. Llamé a Andreas y fue aun peor, si no lo creen..."-Asuuu tio osea que lo han dejado?
-Que si joder.
-Entonces el bomboncito anda libre.
-Qué?
-Digo ósea...no te molestaría que saliera con él, no?"
Colgué sin más. Un estruendo afuera me hizo dar un bote en el sofá del salón.
-Tranquilo marica solo esta lloviendo.-Se burlo Darren mi hermano de 9 años que jugaba al ex box. Le fulminé con mí mirada y mejor fui a mí habitación. Me sentía mareado, desesperado, cabreado conmigo mismo.
Como había sido tan bestia y decir tanta mierda. Cuando llegué a la planta alta escuché un gorgoreo provenía de la ultima habitación del pasillo. Sonreí y despacio caminé hasta ahí, abrí en silencio la puerta e igual la cerré. -Sarah.-Llamé en susurros. Caminé hasta su cuna y la miré ahí, sola pero divirtiéndose con los peluches que colgaban sobre su cuna, se chupaba sus pequeños deditos.
Mi hermana, la más pequeña, la más frágil, pero también la más relajada. Me incliné y la tomé con cuidado entre mis brazos.-Holaaa-Sonreí al ver como se carcajeaba.
Tomó entre su manita mis rastas y tiraba de ellas, como Bill lo hacia cuando le besaba. Me acerqué con ella a la ventana y me senté en el diván, había juguetes de ella ahí así que chillo para que la bajase.
La senté donde estuviera segura junto a mí y la observé mientras se entretenía con sus juguetes. Y sin darme cuenta comencé a contarle todo lo mio con Bill, como si me entendiera. Como si pudiera interesarle...pues no, pero por lo menos escuchaba sin interrumpir para echarme.
-Tu que dices que haga eh pequeña Sarah?-Le pregunté haciéndole cosquillas en su barriguita. Sus hoyuelos se veían hermosos adornados por su inocente sonrisa. Suspiré y le dejé que siguiera jugando. Me miró aun con rastros de haber reído y me golpeo con su teléfono rojo de juguete en la rodilla.-Oh...que le llamé?
Bromeé tomando el teléfono. Luego la sonrisa se borro de mis labios.-Ya lo he hecho...mil veces.-Bufé. Pero ella no entendía y siguió fingiendo que hablaba por el teléfono de juguete y balbuceando. Volvió a golpearme con el teléfono y yo seguí sonriendo hasta que una idea me llego...
-Eso es linda.-Le tomé en mis brazos y la devolví a su cuna con el juguete en sus manitas. Cuando salí ni se inmuto, seguía jugando. Fui hasta el salón aun seguía Darren jugando y ahora Carla usaba su ordenador, pero ni se inmutaron de mí presencia. Tomé el teléfono que estaba sobre una mesa alta en el recibidor y marqué un número que casi nunca había usado, pero que bien conocía.
-Familia Trümper, quien habla?-Contesto Sophia la ama de llaves de casa de Bill. Sonreí aliviado.
-Habla Lorent, soy compañero de Bill. Él se encuentra?-Dije rápido. A ver si se negaba sin saber que era yo en realidad.
-Oh espere.-Espere solo un momento y escuché su hermosa y melodiosa voz.
-Si?...-Me quedé mudo.-Lorent eres tú?...-Hermoso...sonaba hermoso.-No puedo salir lo siento.
-Bill?-Murmuré.
-Ah eres tú.-Dijo cancinamente.-Que quieres?
-Hablar...
-Porque dijiste que eras Lorent?
-Eso no importa.-Salte con desesperación.
-Esta bien.-Bufo.-Dime pronto lo que quieres decir...mamá me espera.
-Lo siento.-Dije sincero.
-Eh?
-Siento haber dicho todo lo que te dije, siento ser tan idiota. No supe recocer que te amo.
-Tom?
-Eres perfecto para mí...te caen bien los gorilas idiotas retrasados de mis amigos, eres el mejor amigo de mis insoportables hermanos, mis padres te adoran...hasta mi abuela y las pesadas de mis tías y sus hijas te adoran...Scotty te quiere. Yo soy el único que no se ha dado cuenta de lo que tiene y estoy totalmente arrepentido Bill. Te amo...-Dije rápido. Escuché un suspiro al otro lado de la línea.
-Tom yo...
-Solo dame una oportunidad para demostrarte que te amo.-Le corté.
-También te amo cariño...-Fruncí el ceño.-Sé como te sientes porque te conozco tomi.-Estaba sonriendo?-Yo también estoy apenado por hablarte así...lo de Karen y eso, ya sabes.
-P...pero si he estado llamándote como un loco, he dejado millones de mensajes en tu móvil.-Exclamé.
-Ya pero Hannah lo mordido hasta estropearlo.-Sonrió. Esa sonrisa chillona que me encantaba ver en sus labios. Hannah era la cachorrita que tenia Bill de mascota, yo mismo se la había regalado en su cumpleaños.-Ya veo.-Murmuré incrédulo.
Todas mis penas por esto?...sonreí. De alguna forma, me había dado de que amaba a Bill, esos dos días me demostraron que no le podía dejar más que no resistiría ni una semana sabiendo que él no es mí chico.-Me llevas al cine?-Chillo contento.
-Claro...a las siete?
-No aun estoy muy ocupado.
-Ocho y media?
-Ocho y media.-Afirmó contento.
-Vale.-Sonreí todo tonto. No podía verle pero ya imaginaba esa hermosa sonrisa.
-Vale. Entonces te espero. Te amo cielo.-Dijo despidiéndose.
-Te amo.-Contesté igual. Colgué suspirando de puro amor y cuando me giré me topé con mí familia que estaba escuchando todo?
-Bobo.-Exclamó Carla sonriendo. Corrió a abrazarme.
-Le has sacado a tu padre.-Me repitió mamá. Papá solo sonrió y la tomó de la cintura.
-De que rayos hablan?-Exclamo Darren encogiendo los hombros con el control de ex box en su mano. Después de la cita en el cine pude comprender que Bill era tan perfecto, me conocía tan bien que no se molesto tanto conmigo porque ya me conocía. Y ese día pude soñar en paz, sabiendo que Bill aun era mi novio y jamás le dejaré.