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Forbidden Desire por artmagique

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Forbidden desire

Por Artmagique

 

Segunda parte.

 


Ya la cena había terminado y te encontrabas en tu gran habitación, esperando el momento que más estuviste ansiando durante el día. Después de dar unas vagas vueltas dentro de aquellas cuatro paredes te sientas en la cama y empiezas a jugar con tus manos. Quieres que llegue, lo ansias, lo deseas más que nada ya que por tratar asuntos, deberes importantes durante los últimos dos días no habías podido estar disponible, tampoco tu hermano era de estar visible todo el tiempo, tú mejor que nadie sabías que le gustaba estar solo, disfrutar de su tiempo, leyendo libros la mayoría de las veces, por lo que se te hacía aún más difícil verlo.

Levantas la mirada al sentir un leve revuelco en tu estómago, un pensamiento se te ha cruzado por la mente, un pensamiento que vienes evitando, algo te angustia, ¿se habrá cansado ya?, ¿se habrá cansado de ti ya?, frunces el ceño y los labios, tratando de respirar hondo y que ese pensamiento no te invada por completo, pero ya es tarde. Conoces muy bien a tu hermano, sabes su personalidad, tienes miedo de que ya esté harto de tu actitud, de tus bromas, de ti al ser tan empalagoso. Mueves tu cabeza, negando tal cosa, él también te conoce desde toda la vida con tu forma de ser, no podría ser posible.
Te levantas de la cama y te acercas a la pared que se encuentra frente a ti y pegas tu frente en ella, ¿por qué se demora tanto?

Y cómo si él te leyese la mente, hueles su perfume, dándote cuenta que ya está en tu habitación, pero al voltearte no logras verlo, al contrario, sientes una invisible, suave y delicada caricia pasar por tus labios que logra cortarte la respiración por unos segundos, escuchas su suave y coqueta risa haciendo eco en el lugar. Te desesperas. Necesitas verlo, tocarlo, sentirlo, marcarlo y recordarle que es sólo tuyo.

- Loki..

Sueltas su nombre casi inconsciente de ello mirando a varios puntos de la habitación. Otra caricia roza traviesamente tu brazo derecho. Quieres tenerlo y de forma rápida, sintiendo su presencia detrás de ti, te volteas, eres más rápido que él por lo que lo atrapas bruscamente casi tropezando en el acto y entre tus brazos lo empotras contra la pared, sus rostros quedan a tan poca distancia que sientes sus respiraciones mezclarse y le escuchas soltar un jadeo.

- ¿Tan ansioso estás? – le escuchas preguntarte casi en un inaudible susurro cerca de tus labios hasta casi rozarlos.

- no tienes idea de cuánto te deseo. –le respondes apenas en un ahogado jadeo mientras sin soltar el agarre elevas en el aire entre tus musculosos brazos su delgado y liviano cuerpo. Le ves esbozar una coqueta sonrisa mientras pasa sus brazos por tu cuello.

-déjame adivinar –frunce sus labios quedándose en silencio como pensando bien en lo que pronto te va a decir. – uhmmm.. ¿mucho? –Ambos sueltan leves risas, pero tú te cayas a los segundos después, mirando esa bella sonrisa que sólo te muestra a ti y que todos dejaron de ver hace años, miras su rostro atentamente, como si estuvieras memorizando cada facción de su pálido rostro, como si fuese lo más hermoso que hayas visto en tu vida, y así lo era. Te das cuenta que frunce el ceño con un leve rubor en sus mejillas en una mueca de enfado. Lo has avergonzado por lo que sonríes tiernamente y te acercas a él de forma lenta.

- eres lo más hermoso que yo haya podido ver.

Tu comentario le toma desprevenido, te mira con semblante sorprendido y te golpea levemente el brazo soltando una risilla como cuando ríe con cada una de tus típicas bromas.

- ¿Qué dices?, haha no seas idiota…..

- eres el ser más hermoso que existe… -le interrumpes – y te amo, Loki.

- ..e-eso ya me lo has dicho muchas veces, ya lo sé..

- te amo, te amo.. –le vuelves a interrumpir y le repites una y otra vez aquellas palabras, que para ti tienen un significado demasiado fuerte y que sólo un ser es merecedor de ellas, tu hermano. – te amo, te amo, te amo –le susurras rápido y sin descanso mientras le abrazas efusivo. Él sin embargo, te recibe en sus brazos escondiendo su rostro avergonzado. Te susurra con tono de reproche:

- ya lo sé.. Grandote..

Ríes y llevas de nuevo tu vista a esos ojos esmeralda que te traen completamente loco, con el dorso de tu mano le acaricias su rostro de forma delicada como si este mismo fuese de la más delicada porcelana y por fin te acercas totalmente, besándolo de forma profunda y demandante, como querías y extrañabas hacer.
Tu hermano te corresponde casi enseguida y profundizando también el beso se apega más a ti. Aún cargándolo en tus brazos y sin cortar aquel húmedo beso, lo llevas a tu gran y mullida cama, recostándose ambos sin separarse.

Sin esperar más llevas tus labios a su níveo cuello, pasando de forma lenta tu caliente lengua por allí, marcándolo, dejando un húmedo camino como siempre te gustaba hacer. Sientes como tu hermano se remueve debajo de ti.

En pocos minutos las ropas ya no son parte de ustedes, puedes sentir como su calor te envuelve, aquel calor natural que se te hacía tan adictivo y que habías extrañado tanto.

Para ti estos días habían pasado como años, parecería dramático, pero sabes que no puedes vivir sin él, necesitas de su presencia, si pudieras te gustaría tenerlo siempre contigo, pero no puedes y te conformes con ganar su compañía y calor por las noches, ansiando siempre aquellos momentos todas las tardes cuando toda tu labor como Rey ha acabado y el sol comenzaba a dejarlos para darle paso a la enorme y hermosa luna que era testigo de su amor. Ahora lo tienes en tus manos, tienes a tu completa merced aquel delicioso, frágil y blanco cuerpo. Sonríes para tus adentros, esta noche quieres darle placer, quieres ver cada una de sus expresiones y no perderte ninguna, quieres ver como su cuerpo tiemble de placer, escuchar como su serena y calmada voz se transforma en gritos y alaridos de desgarrador placer, placer que solo tú le darás.

Con una de tus manos, fuerte y grande, aprisionas su caliente y palpitante miembro, comenzando con caricias a un ritmo seguro pero lento. Sabes que eso le desespera, quieres que te ruegue para que te apresures, quieres que te ruegue por más. A los pocos segundos ves lo esperado, comienza a removerse ansioso, soltando varios jadeos.

- Que.. Se supone que haces.. A-apresúrate idiota….

Le sonríes ladinamente. Si él supiera las ganas que tienes por poseerlo, darle con todas tus fuerzas hasta que tu cuerpo no pueda más. Pero esta vez quieres gravarte cada parte de su cuerpo, quieres desesperarlo, quieres ir lento aunque te cueste, sólo para escuchar aquellos sensuales gritos nombrándote una y otra vez.

Aceleras un poco más el ritmo mientras llevas tus labios a sus rosados pezones, lamiéndolos y mordisqueándolos hasta dejarlos rojizos y duros, escuchando como los suspiros pasan a ser gemidos suaves y más constantes.

- Thor, ahora.. nh.. ahora.. –te pide impaciente.

De aquel movimiento lento lo subes a uno mucho más rápido, apretando su miembro ligeramente sin detener el ritmo y bajas tus labios, recorriendo todo su pecho, sus pezones, su terso abdomen hasta llegar a aquel punto tan sensible. Te ensalivas hambrientamente tus labios para, de golpe, engullir todo aquel trozo de carne caliente, tan suave y tersa como el resto de su cuerpo. Al instante y sin esperar más empiezas de nuevo un ritmo, esta vez, uno fuerte y frenético quitando de los labios de tu hermano, un grito fuerte y erótico, sintiéndote gotear al instante. Sin parar ni levantar tu cabeza pasas sus piernas a cada lado de tus hombros y sientes como lleva sus delgadas manos a tu dorado cabello, tirando fuertemente de ellos.

Puedes ver en medio de tu tarea como arquea sensualmente su espalda cual felino llevando al mismo tiempo una de sus manos que están en tu cabello a las sabanas, tirando de ellas de forma desesperada. Sus gemidos se hacen cada vez mas audibles y llenos de placer.

- aahhh.. Thor ah.. Thor.. ¡nh, Thor!

Escuchas como te suplica con su voz grave y ahogada, mientras que alsa su vista con algo de dificultad ya que tú aún sigues concentrado en tu tarea. Te mira con sus ojos apenas enfocados y llorosos, sus mejillas rojas y calientes, su pecho subir y bajar rápidamente con su respiración notoriamente agitada, su cuerpo perlado por el sudor, su cabello estaba un poco revuelto. Te separas un poco y sueltas sonoramente un jadeo de tus finos labios, sientes que no puedes esperar más, sientes que tu miembro explotará si sigues con aquel ritmo lento y tu hermanito lo empeoraba con sus acciones tan provocativas aunque las hiciese sin querer.

Te recuestas, quedando encima de él y te apoyas en tus brazos para no aplastarlo con tu peso. Luego, buscas sus labios de forma desesperada, uniéndose ambos en un beso hambriento y desesperado. Puedes sentir la suavidad y calidez de sus rosados labios, Dios como los extrañaste, como extrañaste fundirte con él, sentir su cuerpo pegado al tuyo, sus jadeos, su respiración agitada, como sus delgadas manos juegan y tiran de tu cabello.

Llevado más por el instinto y la calentura, comienzas a mover y rozar tu cuerpo y cadera erráticamente contra su cuerpo como dando embestidas, provocando que ambos comenzaran a gemir al mismo tiempo. Ustedes son ya presos de la lujuria y el fuego que arde en sus interiores. La moral y cordura ya no los acompaña más.

En un arranque llegas a tu límite. Tomas una pierna de aquel chico azabache y la colocas en tu hombro, la otra pierna dejas que la enrosque en tu cadera, dejando una perfecta vista a aquella zona sensible y pequeña que abre las puertas al paraíso y éxtasis. Presionas tus dedos ansiosos, hundiéndolos en aquellos aporcelanados muslos e impulsándote entras sin más. Lo tomas desprevenido y en ese instante puedes observar perfectamente su expresión. Es una de total placer, ves como su rosada boca se abre totalmente dejando salir un enorme gemido que te provoca un fuerte escalofrío, se retuerce entre las suaves sábanas de seda blanca, sus puños fuertemente cerrados, su ceño fruncido, sus ojos sin dejar de mirarte, con aquel brillo especial y en ese momento, te sientes el hombre más afortunado del universo.

Muerdes fuertemente sus labios dejando aparecer una suave sonrisa sin perder de vista sus hermosos ojos de color esmeralda que ahora están entrecerrados y comienzas a mover tu pelvis, lentamente, disfrutando de todas las sensaciones. Esta vez el tiempo se ha detenido sólo para ustedes dos, pero, como todo tiene un final, el ritmo comienza a hacerse cada vez más rápido y con él, sus gemidos, sus respiraciones.
Agarras entre tus puños sus delicadas manos, entrelazando sus dedos con fuerza y te acercas a su rostro, besándose ambos con locura y desenfreno. El movimiento cada vez es más bestial, se escucha el rechinido de la cama, también como esta golpea de manera fuerte la pared con cada embestida.

- yo.. ¡nh-aahh!... yo.. –le escuchas tratando de decirte en medio de sus gemidos llenos de necesidad y lujuria. Pasas un brazo por su estrecha cintura y lo levantas contigo, sin salir de él, te sientas en la cama y a él encima de tus caderas.

Ahora con ambas de tus manos sujetándolo firmemente de su cintura comienzas a subir y bajar tu pelvis de forma frenética no dándole respiro. Extasiado y al borde del clímax escuchas el exquisito sonido que hacen sus nalgas chocar fuertemente contra tu cadera, una y otra vez. Tu hermano se aferra fuertemente a ti a duras penas por los hombros soltando un grito de placer, haz dado en aquel punto que los lleva a ambos mas allá de la locura misma.

Cuando sientes que ya no das más, tus ojos que por un momento los cerraste fuertemente debido al desgarrador placer, se abren, debido a que tu hermano lleva ambas manos a tus mejillas. Observas como su rostro está desfigurado de placer, pero quiere decirte algo, le cuesta mucho hablar debido a este.

- Loki.. aahh..nh te amo.. aahh te amo..

Das un par de estocadas especialmente fuertes enterrándote en lo más profundo de su ser y por fin te derramas, marcándolo como tuyo, como muchas veces lo hiciste y lo seguirás haciendo por el resto de sus vidas. Él también llega a su orgasmo, eyaculando fuertemente entre sus abdómenes y lanza un último grito esa noche…..

- ¡Te amo!

Tu corazón se ha parado por una cifra de segundos por lo que escuchas. Tus oídos zumban y te da la impresión de que estás debajo del agua, en lo más profundo, sientes que has perdido tus sentidos y estás frágil, porque sus palabras siempre logran llegar a ti y debilitarte, él es tu debilidad, tu punto débil.

Ambos tratan de tomar aire a bocanadas y con tus fuertes y grandes brazos lo abrazas, escondiendo tu rostro entre su cuello y hombro. Le susurras débilmente..

-repítemelo..

Él no te responde, sólo sientes su agitada respiración.

- repítemelo, por favor..

Le suplicas y sientes como te responde al abrazo y al igual que tú, esconde su rostro.

- Te amo….. tonto

No puedes evitar soltar una tonta y leve risa mientras lo estrechas más entre tus brazos y es que ¿se podía ser el hombre más afortunado del universo?

ÉL es tu gran deseo prohibido.

 

 

FIN.

Notas finales:

Muchisisisisisimas gracias a todos por haber llegado a la segunda parte :D por leer mi fic y a las personas hermosas que me dejaron lindos reviews, que por cierto están respondidos. Espero que se haya entendido bien y no haber tenido muchas faltas ortográficas. traté de revisarlo bien.

si les ha gustado me lo hacen saber en un review, por supuesto ¡las críticas y comentarios son bien recibidos!

Y ahora sin más me despido de ustedes y quizá nos veamos en un próximo proyecto. ¡espero que estén todos bien! abrazos, ciao. :)


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