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La eternidad para encontrarte por Rukkiaa

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Notas del capitulo:

Gracias por los reviews!!! tenía ésta historia algo abandonada porque sinceramente pensaba que no os estaba gustando :^P, pero ya veo que si.

 

Sustituto

En la sala de entrenamiento que Robin había creado en la trastienda de su local de magia, Sanji se entrenaba dando fuertes puñetazos a un monigote. Bajo la atenta mirada de su vigilante y de Luffy.

-Ace...Ace me quiere ¿no te parece repugnante?-seguía con los golpes.

-Desde luego es raro-la morena no pudo evitar reírse-pero si ha matado a uno de esos vampiros de La Orden, no hay mal que por bien no venga. ¿Cómo se le habrá ocurrido?...no es que no seas atractivo...

-Esto es horrible, me siento como sucio.

-Eso es ridículo, no eres responsable de lo que Ace piense o sienta.

-¿No soy responsable?, pues algo tendré que ver yo con todo esto ¿no?, algo que le ha hecho pensar 'uh, éste es para mi'.

-Sanji creo que deberías tranquilizarte.

-Yo también-dijo Luffy.

-No tengo ningún secreto para enamorar a los hombres, a no ser que lo de darles una paliza, torturarlos y hacer que su vida sea un infierno sea un método de cortejo. Pero de vez en cuando te topas con una joya de tío como Ace, a quien le va la marcha.

-San, el problema no eres tu, así que no te culpes por favor.

-Es que...me gustaría pensar que va a haber otro que valga la pena...pero después de Zoro, me es difícil creer que exista alguien así-dijo mirando con tristeza el anillo que aún llevaba en la mano derecha.

-Lo habrá, seguro, llegará en cualquier momento.

-Y un minuto después le espantaré con mi asombrosa fuerza y mi increíble ensimismamiento.

-Que va, tú no eres así.

-Podría cambiar, podría currármelo más, pasarme menos tiempo cazando, podría reírle las gracias.

-O quizá podrías ser Sanji, él vería tu corazón de oro y se enamoraría de ti-concluyó Luffy mirándole al ojo.

-Luffy, eso es...-y le abrazó.

Por la noche tuvo lugar una fiesta en el Baratie, y el cazavampiros y sus amigos fueron a divertirse. Allí conocieron a un genio acompañado por una despampanante chica que resultó ser un robot creado por él mismo para amarle.

Sanji estaba distraído pensando en su solitaria vida, cuando Ace apareció y se acercó a el. Cambiándole el gesto.

-El mundo es un pañuelo-dijo el vampiro sonriente y le miró de arriba abajo-vaya, si las miradas mataran. Que careto ¿qué?¿en busca de tu próximo ex?-preguntó echando un vistazo alrededor-podrías aspirar a más.

-Ya te he dicho que...

-¿Pensabas que iba a irme de la ciudad?, este es un país libre. Que fiesta-dijo y cogió una galletita salada-si quieres que me vaya, puedes agarrar mi cuerpo caliente y obligarme.

-Aléjate de mi.

Le miró unos instantes-bien-y se alejó, pero no le quitó los ojos de encima en toda la fiesta.

El vampiro se sentía frustrado. Amaba a alguien que no daba atisbo de corresponderle. Decidió pasar página. Sería duro, sería difícil, pero debía empezar por deshacerse de todo lo que le recordase al rubio. Así que cogió todas las cosas que tenía de él en su cripta y las metió en una caja. Pero cuando estaba dispuesto a abandonar la caja en el primer contenedor de basura que viese, le vino una gran idea a la cabeza. Si Sanji no quería amarle...se agenciaría un robot de él que si lo hiciera. Así que fue a hablar con el creador.

Al día siguiente, el rubio volvió a casa del instituto. Y encontró a su abuelo tumbado en el sofá. Zeff había muerto. Y aunque le cuesta asimilarlo, el rubio cuenta con la inestimable compañía y apoyo de sus amigos.

Estaban con los preparativos para el funeral. La que más ayudaba era Robin, porque al ser la mayor, entendía más de esas cosas. Y el rubio, aunque no lo decía, en momentos como ese pensaba en Zoro. Le faltaba más que nunca. Hablarle, abrazarle y sentirle. Siempre estaba ahí cuando le necesitaba. Y ahora no lo tenía, ni a su abuelo tampoco.

Por la noche, Nami y Luffy salieron de casa de Sanji, cuando se toparon con un vampiro que iba de camino y con un ramo de flores en la mano.

-Debes estar de broma-dijo Luffy mosqueado.

-No voy a entrar.

-Y no vas a dejar eso-siguió el chico más joven-¿crees que de esa forma vas a ganarte puntos con Sanji?

-No son para Sanji- puntualizó y se dirigió a la puerta.

-Mentira-dijo interponiéndose en su camino-todos conocemos tu maldita obsesión.

-Son para Zeff. No puedo ir al entierro sin convertirme en cenizas.

-Como si él te importase.

-Chicos, ya basta-intentó calmar Nami.

-¿Cómo?-Ace se había enfurecido- Zeff era el único de todos vosotros al que soportaba.

-Y el único que tenía un nieto al que te quieres beneficiar.

-Me caía bien el señor. ¿Entendido?, era honesto. No se daba aires. Siempre me ofrecía algo y nunca me trató como a un pirado- Nami parecía conmovida por las palabras.

-Error suyo-dijo Luffy.

-Piensa lo que quieras-añadió el vampiro. Tiró las flores al suelo y se marchó.

-Increíble, cree que por montar el numerito, va a conseguir que Sanji sea su pareja sexual.

Nami recogió las flores del suelo con delicadeza y las observó- Luffy, no ha dejado tarjeta.

Tras todo lo acontecido, el rubio decidió tomarse unas mini vacaciones para desconectar y se marchó de la ciudad por un par de días. Ace, por su parte, fue a buscar lo que había encargado a casa del creador de robots.

Observaba su pedido, de pie, todavía apagado y aparentemente igual que el original.

-No tiene mala pinta-el robot vestía un traje, habitual en el verdadero rubio. Era azul oscuro, con corbata a juego y camisa naranja-pero ¿y lo demás?, los paseos, la conversación...los fabulosos revolcones...

-Oye, él es genial-dijo el creador-vas a quedar encantado de verdad. Tiene todo lo que has pedido. Los programas extras, toneladas de conocimiento y la información que me diste sobre su familia y amigos.

-Todos los programas extras ¿verdad?-se relamía mentalmente pensando en todo lo que le iba a hacer.

-Todas las cosas que querías. Las reacciones habituales...sus habilidades especiales-rió-todo.

-No estoy seguro de haber quedado satisfecho...lo noto un poco brillante...no sé...un poco blanquecino...

El robot entonces abrió el ojo y se activó. Su mirada se iluminó al ver al vampiro moreno.

-Ace- dijo con una voz algo más aguda de la habitual, probablemente dada su alegría continua-oh Ace- corrió a sus brazos y le besó.

-Me vale-dijo el moreno en cuanto terminaron de besarse y el rubio le miraba radiante.

Jewelry llega a la conclusión, de que Sanji no solo debe saber quién es la llave, sino que además, la protegerá con todas sus fuerzas. Así que manda algunos de sus esbirros a vigilarlo, para averiguar quien de los que le rodean, tiene más papeletas para ser su ansiada llave, dependiendo de como se comporte el cazador.

Ace disfrutaba de su robot en su cripta.

Representaban una falsa pelea.

-¿Qué buscas cazador?¿un punto débil?-el vampiro danzaba a su alrededor, mientras el otro mantenía una estaca en alto, como si fuera a atacarle-venga, da lo mejor de ti-el robot le atacó, pero Ace lo rodeó fácilmente con los brazos a su espalda-¿eso es todo cazador?

-No. Quiero hacerte daño, pero no puedo resistir la siniestra atracción de tu frío y muscular cuerpo.

-Debería compensarte por tu gentileza, debería dejarte en libertad.

-No-dijo suplicante-no Ace, no dejes que me vaya nunca.

-Deberías tenerme miedo...soy malo.

-Lo eres. Eres muy, muy malo-dijo y lanzó al vampiro sobre la lápida de piedra que se encontraba en medio de la cripta. Luego saltó sobre el, con ambas piernas al lado de sus caderas, y puso la estaca sobre su corazón.

-¿Vas a hacerlo así?

-No-el rubio rompió la camisa que el vampiro llevaba y colocó la estaca sobre el torso desnudo-así.

-No puedes hacerlo...

-Jamás podría hacerlo. Soy débil contigo demonio-tiró la estaca. Ace lo tiró al suelo y ahora era él el que estaba encima. Le besó.

-Sanji...

Como el cazavampiros no estaba, sus amigos se encargarían de las patrullas nocturnas.

Ace seguía a lo suyo en su mausoleo. Estaba desnudo, con Sanji entre sus brazos.

-Eres malo-dijo el rubio.

-¿Y eso te excita?

-Me excita y me aterroriza. Intento resistirme a ti, pero no puedo.

-¿Si?

-Maldita sea tu siniestra atracción-dijo sin credibilidad.

-¿Me tienes miedo?

-Si.

-No puedo morderte.

-Yo creo que si. Puedes si te lo permito. Y quiero permitírtelo. Quiero que me muerdas y me devores hasta que no quede nada de mi.

-¿Ah si?-preguntó y besó el cuello del otro.

-Oh Ace, devórame.

-Muy bien-iban otra vez al lío.

-Ace, no puedo evitarlo-el rubio robot sonaba en extremo inocente-te quiero.

-Eres mío Sanji.

-¿Empiezo éste programa otra vez?-la cara del vampiro cambió.

-Shhh, nada de programas, no uses esa palabra. Se Sanji.

Cuando cayó la noche y Ace dormía plácidamente, no se percató de que el robot se vistió y salió a cazar.

Paseaba por el cementerio mientras jugueteaba con la estaca que llevaba en su mano. Tranquilamente. Y entonces llegaron Luffy y Nami.

-Hola-les dijo feliz.

-Sanji.

-¡Luffy! y...¡Nami!. ¿A que hace una noche preciosa para matar malvados?-el rubio no dejaba de sonreír.

-Supongo-dijo el moreno.

-Has vuelto muy pronto-dijo Nami.

-Si, ¿qué tal esas pequeñas y casi inexistentes vacaciones?

-No entiendo esa pregunta-respondió el robot-pero gracias por preguntar. Eres mi amigo y vendedor de artículos de magia.

-¿Te encuentras bien?, te noto...

-¡Hola!-Ace apareció corriendo por entre las lápidas-espera-dijo en cuanto llegó a donde estaban.

-Ace- dijo el rubio feliz-es Ace- comunicó a los otros dos-y lleva un abrigo.

-Si, hola a todos- el robot fue a darle la mano, pero el vampiro la apartó para disimular- Sanji ha vuelto por lo que veo. Así que esta noche habrá muchas más patrullas-el rubio no dejaba de intentar tocarlo, pero Ace hacía como que le ignoraba-me alegro de veros, porque...este sitio está lleno de vampiros esta noche. Hay toneladas de ellos. Tendremos que dividirnos.

-Nosotros no hemos visto ninguno ¿estás seguro...?

Tres vampiros aparecieron en ese instante. Empezaron a luchar, y el Sanji robot no dejaba de intentar proteger al vampiro por todos los medios, lo que hizo creer a los espías secuaces de Jewelry que Ace era la llave.

-Este ha sido el combate fuerte de la noche-dijo el vampiro cuando terminaron la lucha mientras se sacudía la ropa-podéis iros a  casa.

-Si-secundó el rubio-nosotros patrullaremos solos. Vosotros iros a casa.

Obedecieron.

La cara de Sanji cambió-no lo comprendo. He cazado, debería estar...

-¿Satisfecho?

-Pero no lo estoy. Estoy...mi cuerpo está caliente. ¿Te parezco sensual?

-Siempre.

-Será mejor que me toques para asegurarte.

-Por supuesto-y se besaron.

Nami y Luffy iban rumbo a casa.

-Robin no nos ha dicho que Sanji había vuelto.

-A lo mejor vino a cazar directamente y aún no ha ido a ver a Robin.

-Sea lo que sea...me parece que él está un poco ido ¿no crees?-Luffy cavilaba.

-Ha luchado bien.

De repente empezaron a oír gemidos y volvieron por donde habían venido. Encontrándose una imagen inesperada. El rubio y Ace entregándose a la pasión, allí, en medio del cementerio.

Sus amigos creen que es por el sufrimiento ante la perdida de su abuelo. Que se le ha ido un poco la cabeza. Y se atienen a eso.

Rato después, Ace y el falso Sanji ya estaban en la cripta, cuando empezaron a escuchar ruidos.

-¿Quién es?-preguntó el robot asustado.

-Escóndete, y pase lo que pase no salgas hasta que yo vaya a por ti-el rubio obedeció.

Era Luffy.

-Te he visto en el cementerio con Sanji.

-¿Si?, pues no creo que sea asunto tuyo.

-Es asunto mío, porque es Sanji y es mi amigo. Y le han ocurrido cosas que le han afectado y bueno...tú te estás aprovechando de él.

-Está triste por lo de su abuelo-se llevó un cigarrillo a la boca y lo encendió-y si acude a mi para reconfortarse, bueno, no voy a darle la espalda. No soy un monstruo.

-¡Si!, claro que eres un monstruo. Los vampiros son monstruos. Se hacen películas de monstruos sobre ellos.

-Si, en eso llevas razón.

Luffy le agarró por la camisa- Ace, Sanji tiene muchos amigos, todos lo queremos mucho y haremos lo que sea para protegerlo. Y si eso significa matarte a ti, pues entonces tendremos...

La puerta se abrió de golpe y aparecieron los esbirros de Jewelry. Noquearon a Luffy y, aunque se defendió con uñas y dientes, se hicieron con Ace y se lo llevaron.

Tras unos minutos, el robot salió de su escondrijo-¿Ace?, he esperado como me dijiste, pero te he echado de menos.

Fue a casa de Nami. La pelinaranja le abrió la puerta y el rubio le habló- Ace no está.

-Sanji...pasa. Es tarde, todo el mundo duerme. ¿Te encontró Luffy?, fue a buscarte y no ha vuelto.

-No sé donde está Luffy, no le he visto. Cuando he salido del túnel Ace ya no estaba. Tengo que encontrarle-dijo haciendo pucheritos.

-Sanji...lo tuyo con Ace...¿no te has...?, ya sabes. No te has acostado con él ¿verdad?, nos lo imaginamos...

-No, he practicado sexo con Ace. Lo siento si te molesta. Eres mi mejor amiga.

-Lo soy y...hagas lo que hagas siempre lo seré. Solo intento explicarme porque ha ocurrido y creo que por la muerte de tu abuelo todos nos hemos volcado contigo y te hemos hecho débil. Al contrario que Ace, así que por una vez has hecho una especie de disparate.

-No ha sido una vez. Lo hemos hecho muchas veces, de formas muy diferentes. Puedo dibujártelas.

-¡No!, Sanji aquí está ocurriendo algo realmente raro. Está bien, si, ya habías estado antes con un vampiro, pero Zoro era un encanto, dio su vida por ti y...

-Zoro es bobo. Tiene el pelo de punta y es absolutamente idiota...bueno, era.

Nami estaba cada vez más confusa-está bien, mira, yo solo quiero ayudarte. Déjame ayudarte.

-Tu eres mi mejor amiga.

-Si, te repito que lo soy.

-Y eres bruja.

Luffy llegó entonces.

-Unos tipos, una especie de demonios...Sanji.

-Si, ese soy yo.

-Los tipos que trabajan para Jewelry, eran una especie de hobbits con lepra. Se han llevado a Ace.

-¡Pero él sabe lo de la llave!-dijo alarmada la chica.

-Tenemos que rescatarle- dijo el robot.

-¿Cómo vamos a encontrarle?-cuestionó el moreno.

Los dos miraron a Sanji.

-Yo lucho con armas-dijo.

-Ya...y yo no las tengo-aclaró Luffy- vayamos a tu casa, allí nos proveeremos.

Los secuaces de la diosa llevaron al vampiro ante ella.

La pelirrosa estaba tumbada en un diván y al verlos se levantó-¿qué es esto?

-Excelsitud-dijo uno de los demonios-creemos que él es la llave.

La chica se rió-¿enserio?, fantabuloso- empujó a uno de sus súbditos-imposible. Él no puede ser la llave porque la llave tiene que ser pura y ésto es un vampiro. Lección número uno, los vampiros equivalen a impureza.

-Si, así es, soy impuro-secundó Ace- tan impuro como la nieve amarilla aplastada. Soltadme.

-No sois capaces ni de distinguir un vampiro-dijo ella a los suyos-él es inútil.

-Bueno, lo siento, tengo que marcharme ya-dijo el vampiro, pero se lo impidieron.

-Pero profanidad-dijo otro esbirro-hemos observado al cazador. Él ha protegido a éste más que a ningún otro. Le ha tratado como algo precioso.

-¿Enserio?-ella estaba algo incrédula-¿precioso?-se acercó al vampiro-vamos a examinarte precioso.

-Púdrete.

La mujer sonrió, pero le asestó un fuerte puñetazo que lo hizo saltar por los aires.

-A mi no me parece muy elegante. Pero si el cazador le protege, tal vez las apariencias engañen.

Y le dio una paliza.

El trío fue a casa del cazavampiros.

-Esta es mi casa-dijo el robot campante.

-Si queremos que Ace no hable de ti, vamos a necesitar esto-dijo Luffy y abrió un baúl repleto de armas que había en el salón.

-Esas son mis armas. Dame algo puntiagudo y grande.

-Ahm, Sanji ¿adónde vamos?-preguntó Nami-¿por dónde buscamos a Jewelry?

-Ella es un dios...quiere la llave-dijo el robot.

-Si, ¿entonces deberíamos...?-dijo Luffy.

-No lo sé ¿por qué me miráis todos?

-Vale Sanji, tienes razón. No tienes porque saberlo todo-el moreno se justificó.

-Tenemos que rescatar a Ace.

-Sanji...creo que tienes más armas arriba...-dijo la pelinaranja-¿por qué no vas a buscarlas?

-Vuelvo enseguida.

Cuando estuvieron los amigos a solas, hablaron.

-Esto ha ido demasiado lejos, él cree que vamos a rescatar a Ace- dijo Luffy que se había agenciado un hacha y la cargaba al hombro.

-¿Y qué vamos a hacer?

-Encontrarle e impedirle que hable.

-Vamos a necesitar la ayuda de Sanji.

-Y tendremos que hablar con él.

-¿A intervenir de nuevo?

-Si, porque necesitamos un Sanji cuerdo-dijo Luffy. En ese momento, el verdadero rubio entraba por la puerta.

-Vaya, reunión de pandilla-dijo.

-Que rápido, incluso te has cambiado de ropa-dijo Nami.

-A mi no me lo ha parecido. Me quedé en un hotel y los vecinos no me dejaban dormir...

-Sanji, tenemos que hablar-dijo el moreno serio.

-¿Qué ocurre?-se asustó.

-Sanji, nosotros te queremos y estamos preocupados por ti y tu forma de comportarte. Lo que haces está mal.

-Espera-dijo la chica-no se trata de reprobar. Nos inspiras amor y algo de miedo.

-Está fatal que hayas practicado el sexo con Ace.

-¿Practicado el qué con quién?-Sanji estaba atónito ante tal acusación.

-Muy bien, lo niega, después de eso viene la ira-apuntó Luffy.

-¡No estoy practicando el sexo con Ace!

-Ira. Nadie te está juzgando, es comprensible. Ace es fuerte, misterioso, bastante guapo y muy musculoso-siguió el moreno.

-¡Yo no estoy acostándome con Ace!, aunque estoy empezando a pensar que tú si.

-Sanji...te he visto, Nami también. Os vimos a Ace y a ti...haciéndolo.

El Sanji robot entró en escena.

-Ace es mío ¿quién se lo hace con Ace?

Entonces todos por fin vieron lo que pasaba. Sanji abrió tanto la boca que su labio inferior casi rozaba el suelo.

-Dios mio...

-Vaya, míralo-dijo el robot-eres clavado a mi. Somos muy guapos.

-Dos Sanjis- dijo Nami asombrada también.

-Oh, ya lo sé. Los dos son Sanji-dijo Luffy.

-No-dijo el rubio molesto-él es un robot y se comporta como la novia robot que conocimos en aquella fiesta. ¿No habéis sido capaces de diferenciarme de un robot?

-Oh, yo no creo que sea un robot-dijo el falso Sanji.

-Está muy bien hecho- Luffy alucinaba- Ace debió encargárselo para ¡programarlo para...!

-Oh dios mio- Sanji sintió ganas de vomitar.

-Ugh, imaginad las cosas...

-¡No!, no imaginéis nada. Ninguno-el rubio interrumpió a su amiga.

-Ya lo he visto- Luffy levantó la mano.

-Chicos, amigos míos-dijo el robot-os estáis olvidando de lo más importante. Jewelry tiene a Ace y va a hacerle daño.

-¿Jewelry tiene a Ace?

-Íbamos a decírtelo-dijo Luffy.

-Coged las armas, nos vamos ya-ordenó el auténtico cazavampiros- tengo que matarle.

-No sabemos donde buscarles-dijo Nami.

-Sé por donde empezar.

Ace estaba mal herido. Sus muñecas estaban encadenadas y sujetas del techo. Rozaba el suelo con las puntas de los pies.

-Tengo un acertijo para ti-dijo Jewelry con un puñal en la mano-¿qué les pasa a los vampiros que no hablan?-preguntó y le hizo un corte en el pecho-¿crees que podré pelarte como una manzana?

-Basta, no sigas-le costaba hablar del dolor en todo su cuerpo-te diré quién es la llave.

El equipo estaba cerca de la mansión donde estaba la diosa. Habían ido en busca de Robin previamente, que estaba maravillada con el falso cazador.

-Que maravilla...

-Gracias. Pero creo que debería hacer más caso al otro Sanji, Rabin. Es muy inteligente y nos ayudará a salvar a Ace.

-¿Rabin?, Ace no se ha molestado en programar mi nombre correctamente.

-Escucha precioso-dijo Sanji a su otro yo-no vamos a salvarle, vamos a matarle. Sabe quién es la llave y es indudable que se lo dirá a Jewelry.

-Tienes razón, él es malo. Pero deberías haberle visto desnudo-dijo divertido el robot.

Se dividieron para buscar mejor.

Jewelry dio un vaso de agua a Ace.

-¿Ésto está mejor?¿crees que ahora podrás hablar?-el vampiro asintió-bien, porque estoy harta de estos jueguecitos- añadió y rompió el vaso en la cara del moreno-necesito tiempo, necesito una copa, eres un chupasangre muy necesitado y eso no me gusta nada. Así que empieza a hablar.

-Si...está bien...la llave...verás...es el actor...de la película...cómo se llama...

-¿Actor?

-La película esa...de los mafiosos...en la que muere gente...

-¡El padrino!-dijo un esbirro-es Al Pacino, te traeremos el cuerpo maltrecho y exhausto de Al Pacino.

-¡No es Al Pacino anormales!-la mujer enfureció-el vampiro me está mintiendo.

Ace se carcajeó-si...pero ha sido divertido. ¿Y sabes qué bruja?, no te voy a contar nada. Nunca conseguirás la maldita llave, porque por muy fuerte que seas...en nuestro mundo...eres una idiota.

-Soy un dios.

-¿Un dios?¿de qué?, no sabía que los dioses eran tan poquita cosa. Escúchame bien, el cazador te va a dar una patada en tu fofo, y ladeado culo-la mujer se miraba el trasero afectada-y te va a enviar a cualquier sitio donde acepten a un ex dios hortera y sin gusto como tú.

La pelirrosa le arreó una fuerte patada, soltándolo del techo. El vampiro empezó a huir, cojeando. Cayó rodando unas escaleras y llegó a la planta baja. Mientras los esbirros de la diosa lo seguían.

Sanji y Luffy entraron en el lugar. Y Ace cayó inconsciente. Llegaron los demás. El robot, más preocupado por Ace, que por el mismo, sin querer recibió un fuerte golpe y se rompió.

Todos huyeron.

En la tienda de magia, Nami revisaba al robot y sus chamuscados circuitos. Luffy y Robin llegaron.

-¿Qué habéis hecho con Ace?-interrogó el rubio en cuanto los vio aparecer-quiero que esta historia tenga un final mortal.

-Le hemos dejado en su cripta-dijo Luffy.

-Intentamos averiguar si le había contado algo a Jewelry, pero estaba muy mal herido-dijo la vigilante.

-Y aunque se lo hubiera dicho, a nosotros nos mentiría-dijo la pelinaranja que seguía a lo suyo.

-Si, puedes contar con ello-dijo Sanji- pero tengo que saberlo ¡ya!, si me ha delatado, tengo que irme. Ella podría estar buscándome ahora.

-No te preocupes, de verdad, estoy segura de que todos estamos a salvo-dijo Robin.

-¡Eh!, creo que he encontrado algo-dijo Nami- he descubierto la avería, algunos cables se han quemado por completo. Es fácil de arreglar-recibió una severa mirada de su amigo rubio-aunque no lo haré.

-Dios...yo siento lástima por Ace- apreció Luffy- le han pegado y se ha quedado sin su juguete.

-Luffy, por favor, no sugieras nada por lo que luego tenga que matarte.

-No, no. Era una broma. Puedes estar seguro, es que...Ace estaba destrozado.

El vampiro estaba en su cripta. Tumbado sobre la fría lápida de piedra. Tenía heridas por todas partes y la ropa hecha trizas.

Su Sanji llegó. Con su habitual traje azul y camisa naranja.

-Ace- dijo con alegría-estás lleno de heridas sensuales.

-Si...-dijo y se levantó con dificultad, quedando sentado-me siento muy sexy. ¿Dónde has estado?

-Me caí y me sentí confuso. Nami me ha curado. ¡Es bruja!

-¿Nami te ha curado?-se sorprendió-creía que te habían hecho añicos.

-Ellos también están confusos...¿quieres destrozarme a mi ahora?

-Espera un minuto, me duelen todos los huesos.

-¿Por qué has permitido que Jewelry te haga daño?

-Quería saber quien era la llave.

-Oh, se lo diré yo-dijo dispuesto a irse-así tu no tendrás...

-¡No!-el vampiro le hizo detenerse y tosió adolorido por el grito-no se lo digas nunca. Jewelry no debe saberlo-el robot le miraba confuso.

-¿Por qué?

-Porque Sanji...el otro...el no tan simpático Sanji podría morir y yo no podría permitir algo así...prefiero que me mate Jewelry...casi lo hace.

Sanji le miró unos instantes y le besó con ternura, pero tras unos segundos, Ace se apartó, extrañado y confundido. El rubio empezó a alejarse hacia la puerta.

-¿Y mi robot?-preguntó el vampiro.

-El robot ya no existe. El robot era repugnante y obsceno.

-Se supone que...

-¡Calla!. Esa...cosa ni siquiera era real. Lo que has hecho por mi-dijo antes de salir-si ha sido real. Y no lo olvidaré.

Continuará...

Notas finales:

Pues lo dicho, mil gracias por los comentarios!!!!!

Intentaré subir otro capítulo pronto

Saludossss


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