Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La eternidad para encontrarte por Rukkiaa

[Reviews - 50]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cazadora

Zoro no era de esas ''personas'' que tuviesen muchas aficiones. Le gustaba leer un buen y extenso libro. Escuchar una hermosa sonata. Y contemplar la majestuosidad de la luna.

Para ésto último, empleaba la mayoría de las noches.

Salía a pasear durante largo rato. Disfrutando de la agradable brisa nocturna que siempre había en esa ciudad, y de la casi apacible tranquilidad de la que escasamente se podía disfrutar.

En uno de esos paseos, se topó con Ace.

-Zoro...mi antiguo camarada-pronunció como si las palabras le quemasen en la boca.

-Ace, vete de aquí, de la ciudad-directo al grano-te ofrezco la oportunidad...

-¿Que me la ofreces?-se carcajeó-no me hagas reír ¿quién eres tú?, un perrito faldero. Un vampiro cobarde que se esconde detrás del cazavampiros, que para colmo, no es más que un mocoso impertinente e insoportable. ¿Qué le ves eh?¿acaso tú no suspirabas por un amor sempiterno?¿o es que tal vez éste crio es tan bueno en la cama que aquel que murió hace siglos ya no es más que un  despojo en tu memoria?.

-Ya basta ¡cállate!. Si no te marchas, todo irá mal, para todos nosotros.

-¿A qué tanta insistencia en que me vaya?, aún no he conseguido matar al chico. Tal vez nunca lo consiga, que más te da, a ti no te afectaría su muerte demasiado ¿o si?¿cómo le has cogido tanto apego?, ¿es porque se llama como tu antiguo amante?. Has perdido la cabeza ¿verdad?, por él...el cazavampiros. Tu corazón apesta a él-puso cara de repugnancia-te aconsejo que no te encariñes mucho con el chaval. Si no lo mato yo, lo harán ellos. Si sigue causando tantos problemas acabará llamando su atención y entonces, ya sabes que no hay nada que hacer. Solo podrás rezar una oración frente a su tumba. O quizá le entierren con tus cenizas, porque es la segunda vez que andas con un humano Zoro. Se van a mosquear y no son muy dados a las segundas oportunidades.

-Eso no te incumbe. Además no ando con ningún humano, deja de inventarte cosas.

-No soy idiota Zoro, por algo me creaste ¿no?, porque te sentías solo vagando por el mundo y lloriqueando, necesitabas una buena compañía-bufó-que ganas de partirte la cara en más de una ocasión. Pero por otro lado, te estaba agradecido. Me abriste todo un mundo, me convertiste en lo que soy. Mírate, ya ni matas para alimentarte. Compras la sangre en las carnicerías como si fuera mercancía barata. Y es la mejor de las delicatessen. Sobretodo la del cazador Zoro. No sé como puedes controlarte teniéndola al alcance de tu mano.

-Sanji es importante para mi, jamás le haría daño, pero no hay nada entre él y yo.

-Vale, sigue diciendo esa mentira, a ver si tú solito te la crees-sacó un cigarrillo del bolsillo interior de su abrigo, lo encendió con parsimonia y se marchó.

Casualmente, un rubio que estaba de patrulla, los había observado hablar en la distancia.

A la mañana siguiente, por los pasillos del instituto, Sanji daba el parte de la noche a Robin, omitiendo el detalle de Zoro y su nuevo enemigo en ciernes.

-Anduve patrullando por el centro.

-¿Viste algo?-cuestionó la mujer.

-No vi a ningún vampiro.

-He estado investigando a tu amigo Ace, y su perfil es muy poco agradable, pero sigo sin entender para qué ha venido.

-Ya lo averiguarás.

-¿Te encuentras bien?, te noto un poco triste.

-Estoy bien.

-¿Por qué no te tomas la noche libre?, podrías estar un rato con Zoro.

-No sé...puede que...tenga otros planes.

Sanji se fue con sus amigos y quedaron para ir al Baratie esa misma noche.

Una vez en el club, se pusieron a jugar al billar.

-Voy a ir a por un refresco-dijo el rubio y se acercó a la barra, donde se encontró con Zoro.

-Hola, confiaba en verte aquí.

-Bueno...¿qué hiciste anoche?, te eché de menos durante mi patrulla.

-Nada.

-¿Absolutamente nada?¿dejaste de existir?.

-No, me quedé en casa leyendo.

-Oh-añadió antes de volver con sus amigos y dejando al otro extrañado.

-¿No querías tomarte un refresco?-le preguntó Luffy al verlo volver tan rápido.

-No tengo sed.

-Hola Zoro- dijo Nami al recién llegado que ahora se encontraba con ellos-¿te apetece jugar?.

-Bueno, ésto está abarrotado y tengo un poco de calor ¿damos un paseo?-cuestionó el rubio a sus amigos. Deseaba salir del local y alejarse del vampiro.

-Buenas noches-dijo Zoro en cuanto comenzaron a marcharse.

-A ver que yo me aclare, y no es por meterme donde no me llaman, pero ¿acabamos de dejar tirado a tu novio?-Luffy estaba sorprendido y a la vez ligeramente contento.

-No...sí, no es mi novio...no sé lo que es, pero no me apetecía...da igual.

Esa misma noche. Más tarde. Nami se preparaba para dormir, cuando sintió un par de toques en la puerta de su balcón. Al abrirla, se encontró con Zoro.

-¿Qué haces tú aquí?.

-Tengo que hablar contigo-su tono de voz era suplicante.

-Oh, bueno-abrió más la puerta y le hizo un gesto para que entrara.

-No puedo, si no me invitas no puedo entrar.

-Bien, te invito, puedes entrar-mientras el vampiro cerraba la puerta tras de sí, ella se apresuró a quitar un sujetador que tenía sobre la cama y lo tiró lejos de la vista.

-Si es un mal momento...

-No, es que, no me permiten recibir chicos en mi habitación.

-Prometo comportarme bien.

-De acuerdo. Estupendo.

-Necesito ayuda y sé que tú eres la indicada.

-¿Ayuda?¿para hacer los deberes?-que ingenua podía llegar a ser a veces-no, tu eres mayor que yo y sabes mucho.

-Sé que eres su mejor amiga y que yo no debería recurrir a ti, pero ya que conoces ciertas cosas sobre mi vida...¿sabes qué le pasa a Sanji conmigo?¿por qué escapó del Baratie en cuanto tuvo la oportunidad?.

-Oh. Si te digo algo que podría molestarte, ¿prometes que no te vas a enfadar?.

-¿Insinúas que estoy celoso de vosotros?.

-Bueno, a veces te pones un poco celoso de Luffy, por lo que sé.

-Pues ¿sabes?...antes no lo era-dijo cabizbajo y sentándose en la cama de la chica-todo era diferente. Cientos de años vagando por ahí, sintiéndome culpable. Siempre andaba deprimido. Y entonces volvió a aparecer él. Si...-reconoció-estoy celoso, pero conozco a Sanji y mi instinto me dice que le pasa algo conmigo.

-Lo siento Zoro, no me ha contado nada. Esta mañana parecía algo apagado, pero no sé...

-Bueno, por favor, no le digas que he estado aquí, será mejor que le enfrente directamente.

-Descuida.

Sanji estaba en la cocina de su casa. Ya Zeff dormía, pero a él le era imposible conciliar el sueño. Le carcomía la imagen de Zoro y Ace hablando como dos grandes amigos. Se devanaba los sesos pensando en lo que estarían diciéndose. Qué sería tan importante como para que Zoro le hubiese mentido acerca de ese encuentro.

El peliverde abrió levemente la puerta- Sanji, ¿puedo pasar?-cuestionó algo tímido.

-Claro, una vez que te han invitado siempre puedes pasar.

-Ya lo sé, solo trataba de ser cortés. Tenemos que hablar.

-¿Ah si?.

-Es por lo de antes en el Baratie, de lo que te pasaba conmigo ¿de qué se trata?¿qué he hecho para molestarte?.

-Me mentiste.

-¿Cuándo?.

-Te pregunté que habías hecho la noche anterior y me dijiste que habías estado leyendo.

-¡No te mentí!.

-¿Ah no?, entonces yo debía estar sonámbulo cuando te vi hablando con Ace- no tenía escapatoria-eso me hace plantearme, qué era tan importante como para que me lo ocultaras, ¿hay algo entre vosotros?.

-¿Qué?, ¡no!.

-No me mientas Zoro, puede que tenga solamente dieciséis años, pero sé como funciona el mundo. Sé que los vampiros no sois precisamente castos.

-Yo no soy así Sanji...creí que lo sabrías. Además, hay mentiras necesarias, porque a veces es peor la verdad. Cuando vives mucho tiempo te das cuenta de eso.

-Puedo afrontarlo.

-¿Tú me quieres?-soltó a bocajarro.

-¿Qué?.

-¿Me quieres?.

-Sí, te quiero, pero no sé si puedo confiar en ti. Porque precisamente porque te quiero me aterra que me engañes.

-Cometí muchos errores en el pasado, Ace fue uno de ellos. Era una etapa de mi vida en la que estaba devastado. Solo. Necesitaba alguien que me hiciera compañía. Alguien bueno, que pudiera ayudarme a olvidar lo que me apenaba.

Sanji se quedó en silencio. Sopesando lo escuchado.

-Nunca fue mi amante, te lo juro. Solo necesitaba un amigo-continuó el peliverde- Ace era un buen chico que vivía con su madre. Lo conocí en una taberna del pueblo que habitaba en ese momento. Cuando su madre falleció, sentía que lo había perdido todo. Me identifiqué con él, y lo convertí en mi compañía. Pero al transformarnos, todos cambiamos. Ace se volvió un joven ansioso, despiadado. Mataba por el placer de matar, ya ni siquiera para alimentarse. Al cabo de unos años, nos separamos. Yo necesitaba vivir tranquilo, no quería pasarme el tiempo huyendo de pueblo en pueblo, sembrando el terror por todas partes y dejando un reguero de cadáveres a mi paso. Años después de separarnos, descubrí que estaba con la Orden, hasta hoy, que sé que va por libre.

-Entonces, la otra noche...

-Nos encontramos por casualidad. Él me desprecia y me acusa de estar de tu lado. Solo le pedí que se marchara de la ciudad.

Ambos se quedaron callados y mirándose el uno al otro por unos instantes.

-Siento haber desconfiado-lamentó el rubio-pero cuando me dijiste que habías pasado la noche leyendo, creí morir. Me parece que no eres el único que se pone celoso en esta extraña relación.

Con todo aclarado, Sanji ya estaba de mejor humor en el instituto a la mañana siguiente. Hasta que sometieron a todos los alumnos a un test para determinar para que oficio servirían en el futuro. El resultado fue bastante inesperado. Nami especialista en ordenadores. Luffy guardia de la cárcel y Sanji policía.

Ace, por su parte, se había hecho con un misterioso libro y tenía a un vampiro a su lado que le estaba ayudando a traducir el extraño idioma en el que estaba escrito. Tenía algo en mente que ese libro le iba a ayudar a desentrañar. Cada vez deseaba más la muerte de Sanji, y necesitaba toda la ayuda posible para conseguirlo.

Tras volver de una escapada nocturna de patrullar, Sanji se coló por la ventana de su dormitorio, encontrándose a Zoro en el. Esperándole.

-Sanji-dijo cuando lo vio aparecer-me has asustado.

-Pues ahora sabes lo que es eso fantasmilla- dijo mientras guardaba sus armas en el baúl de su habitación-¿qué?¿a disfrutar un ratito con Chopper?-cuestionó al otro, que se había quedado con el peluche del renito en las manos durante su inspección in fraganti. Al verse pillado, lo volvió a poner en su sitio.

-Yo...

-¿Qué hay?.

-Nada.

-Pues no tienes cara de nada, tienes más bien pinta de algo-a pesar de ser tan misterioso, Sanji ya le estaba cogiendo el tranquillo a la personalidad de Zoro. Ya podía leer entre lineas solo con su comportamiento-y no tienes porque hablar en voz baja, Zeff estará fuera de la ciudad hasta el jueves.

-Entonces...¿por qué has entrado por la ventana?.

El chico no se había dado cuenta hasta ese instante de lo que había hecho-por costumbre.

-Quería ver si no te pasaba nada. Tenía un mal presentimiento.

-Esto si que es una sorpresa...Zoro con malas noticias-el peliverde se sintió culpable y Sanji se dio cuenta-mira, lo siento-dijo acercándose a él-he estado de mal humor todo el día, pero no por ti.

-Entonces ¿por qué?.

-Por nada...es ese rollo del instituto. Nos han hecho un absurdo test para ver que se nos dará bien en el futuro.

-¿La semana de los oficios?.

-¿Cómo lo sabes?.

-Os he espiado.

-Vale, entonces sabes que es toda una semana absurda. Y yo no juego. A veces solo deseo...una vida normal-dijo a la vez que se percataba de que el peliverde no se reflejaba en el espejo, siendo que estaba a su lado-como la de antes.

-Antes de mi-añadió Zoro abatido.

-No Zoro, no eres tú. Tú eres el único monstruo de mi monstruoso mundo que todavía entiendo. Pero es que a veces me como el coco. Me gustaría que fuéramos chicos normales.

-Ya...yo nunca seré un chico.

-Bien, pues un chico normal y su enamorado ladrón de biberones nocturnos-eso sacó una sonrisa al vampiro.

-¿Es esto un pedazo de tu vida normal?-cuestionó el peliverde cogiendo una fotografía del rubio de cuando era pequeño, que parecía estar patinando en una pista de hielo con su padre dándole la mano.

-Apenas me acuerdo de ese día. Solo recuerdo que lo pasé bien y que me gustó.

-¿Cuándo fue la última vez que te pusiste los patines?.

-Creo que ese día-rió-probablemente ya habré olvidado como mantenerme en pie.

-Hay una pista cerca de las afueras que cierra los martes-sugirió Zoro.

-Mañana es martes.

-Ya lo sé-y sonrió pícaro.

Al día siguiente, tocaba contárselo a Nami.

-¿Vas a ir a patinar con Zoro?¿solos?.

-A menos que surja alguna amenaza imprevista, pero estoy en plan de no hacer nada.

-¿Zoro patina sobre hielo?.

-Ya sé que son dos mundos distintos y cuesta imaginarlo-rió.

Ace decide actuar y llama a unos poderosos demonios conocidos como 'La hermandad de Taraka' para que pongan fin a la vida de Sanji.

Por la tarde, y como habían acordado, el rubio y Zoro fueron a la pista de patinaje.

-¡Fíjate!, ¡todavía me mantengo!-dijo el rubio mientras conseguía no caerse sobre el hielo, manteniendo los brazos en cruz. El peliverde le observaba desde la barandilla, satisfecho y como mero observador.

Entonces, uno de los demonios entró en la pista y comenzó a pelear con Sanji, al que pilló desprevenido. Zoro tuvo que intervenir para ayudarle, pero finalmente fue el rubio el que lo mató rajándole el cuello con la cuchilla del patín.

-Presentamos muertos sobre el hielo-dijo Sanji aún recuperándose del susto-no es precisamente el tipo de tarde que queríamos pasar.

Zoro mientras, examinaba el cuerpo. Encontrando un anillo con un símbolo muy familiar.

-Estás en peligro-dijo-¿sabes lo que significa éste anillo?.

-¿Que me acabo de cargar al campeón de liga?.

-Hablo en serio. Vuelve a casa y no te muevas hasta que te llame. ¿Estás bien?-preguntó acercándose a él.

-¿Y tú?, tienes una herida en la ceja.

-No te preocupes por mi, tengo que sacarte de aquí.

-¿Quieres decir escondiéndome?.

-Bastará con llevarte a algún lugar seguro.

-No, tu herida-se le veía notoriamente preocupado-deja que me encargue de ella-dijo. Le acarició el rostro y terminaron besándose.

Sin percatarse de que alguien los estaba observando. Una misteriosa chica de pelo negro azulado.

Lo primero que hizo Sanji al marcharse del lugar, fue ir a la biblioteca con el anillo del demonio y enseñárselo a Robin, que se alarmó, dado que sabía a quién pertenecía. La hermandad de Taraka.

-Es una asociación de asesinos que se remonta a los tiempos del rey Salomón. Su credo consiste en sembrar la discordia y matar a los incautos.

-Esos asesinos ¿por qué van a por mi?.

-Será porque eres el azote del hampa-apreció Nami.

-Últimamente no he azotado mucho.

-Creo que lo mejor que podemos hacer es encontrar un sitio seguro-dijo Robin- algún lugar apartado donde puedas irte mientras decidimos lo que hay que hacer.

Eso no gustó mucho al rubio-vale, tanto tú como Zoro dicen que me vaya a las montañas, ¿es que no puedo encargarme de ésto?¿no soy fuerte para pelear contra esa gente?.

-Son de otra raza Sanji. Contrariamente a los vampiros, no tienen deseos terrenales. Aparte de cobrar sus recompensas. Van a por el objetivo y...lo eliminan. Puedes matar tantos como quieras, pero eso dará igual, donde haya uno habrá otro, y luego otro. No dejaran de intentarlo hasta cumplir el encargo. Cada uno de ellos actúa solo. A su manera. Algunos son humanos, y otros no. Nunca sabes lo que son, hasta que atacan.

Atemorizado, al rubio solo se le ocurrió un lugar seguro. La casa de Zoro. Pero éste no estaba y decidió esperarle dentro. Se acurrucó en la cama y cerró los ojos. Definitivamente, ese sitio le daba seguridad.

Zoro, entretanto, había salido a buscar información sobre los demonios de Taraka en un tugurio de mala muerte, por el que se movían todos los tejemanejes de los bajos fondos de la ciudad. Supone que Ace es el que mando a llamar a los demonios y quiere encontrarlo para enfrentarle. Pero cuando está a punto de sonsacar la información al barman, aparece la chica pelinegra dispuesta a matarle. Aunque lo único que hace finalmente, es encerrarlo para que muera al salir el sol.

-¿Te crees muy graciosa?-cuestionó Zoro furioso encaramado a las rejas que lo aprisionaban.

-Me creo graciosa. Ese chico, con el que te he visto antes...

-No te metas con él.

-Me temo que no estás en situación de amenazar.

-Cuando salga de aquí, haré algo más que amenazar.

-Entonces te sugiero que te muevas rápido, porque el sol saldrá dentro de pocas horas. Más tiempo del que necesito para encontrar a tu amiguito- aclaró antes de marcharse dejando al vampiro a su suerte.

Llegó la mañana. Zoro seguía intentando escapar antes de que el sol le diera de lleno. Y Sanji se despertó sobresaltado, mientras la chica de pelo azulado intentaba matarlo. Enzarzándose en una pelea reñida.

-¿Quién eres?-preguntó la chica al darse cuenta de que su oponente no era alguien corriente.

-¿Que quién soy?¡tú me has atacado!, ¿quién eres tú?.

-Soy Tashigi, la cazavampiros.

-¿Ein?-bajó un poco la guardia-muy graciosa, pero te doy un consejo, díselo a alguien que no sea el verdadero cazavampiros.

-No puedes detenerme, aunque me mataras, otra persona ocuparía mi lugar.

-¿Quieres dejar de hablar de eso?¡el cazavampiros soy yo!.

-Tonterías, solo hay una, y esa soy yo.

-Está bien, negociemos. Tu te marchas, yo me marcho, pero prométeme que no te vas a poner burra. Vamos a ver a mi vigilante para aclarar el asunto.

-¿Burra?.

-Ya sabes, ni patadas ni peleas.

La chica se lo pensó, pero bajó la guardia también-acepto tu propuesta.

-Entonces, ¿te han enviado aquí?.

-Si, mi vigilante.

-¿Para hacer qué exactamente?.

-Cumplir mi misión. Estoy aquí para matar vampiros.

Fueron a ver a Robin, claro.

-¿Dices que tu vigilante es Smoker?-cuestionó la morena después de conocer la historia.

-Si señora.

-Bueno, no le conozco, pero está bien considerado.

-¿Qué pasa?¿es un nombre de verdad?¿no es de ficción?-Sanji parecía incrédulo.

-¿Y quién eres tú?-preguntó Robin a la chica.

-Soy la cazavampiros- respondió con plena convicción.

-Eso ya lo sabemos, se refiere a tu nombre-dijo el rubio molesto.

-Me llaman Tashigi. No tengo apellido señora.

-¿Cabe ser más anticuada?-Sanji se comportaba como un niño que acabase de tener un hermanito pequeño.

-Sanji por favor-reprendió su vigilante-no hay duda de que aquí ha habido un mal entendido.

-Hola-dijo Nami llegando contenta.

-Identifícate- le espetó Tashigi con autoridad.

-Tranquila Spice Ranger, es amiga mía-dijo Sanji.

-¿Amiga?.

-Si, una persona con la que vas por ahí siempre.

-No lo entiendo-dijo Tashigi mirando a Robin.

-Explícaselo, yo no puedo-dijo Sanji enfadándose cada vez más.

-Tashigi...hay algunas personas, gente normal ¿sabes?, que conocen la identidad de Sanji. Como por ejemplo Nami, y que también pasan el tiempo con él, socialmente.

-¿Y usted permite eso señora?.

-Bueno...

-Pero los cazavampiros deben actuar en secreto por su propia seguridad.

-Por supuesto, pero en el caso de Sanji es necesaria...cierta...flexibilidad.

-Hola chicos-volvió a decir la pelinaranja-¿qué es lo que pasa?.

-Por lo visto ha habido una grave confusión-respondió el ojiazul.

-Al parecer han enviado a otra cazavampiros a Going Merry.

-¿Pero cómo es posible?, no puede haber dos cazavampiros.

-Que yo sepa no- Robin estaba en una encrucijada-solo se llama a un cazavampiros cuando muere el anterior...-entonces se le iluminó la bombilla-dios santo...estuviste muerto Sanji.

-Solo durante un minuto-justificó éste.

-Evidentemente no importa el tiempo que estuviste inconsciente. Estuviste físicamente muerto y eso  provocó la activación de la siguiente cazadora.

-¿Murió?-preguntó Tashigi.

-Solo un poco-contestó el rubio haciendo un puchero.

-Se ahogó, pero lo revivieron.

-Entonces ¿en realidad son dos?-a Nami no le parecía mal, y menos como estaban las cosas en la ciudad.

-Es algo sin precedentes. Estoy hecha un lío-dijo Robin tomando asiento mentalmente agotada.

-No hay ningún lío. Es un error, ella no debería estar aquí, que se vaya a casa. Oye Tashigi no te lo digo para fastidiarte, pero no estoy muerto y francamente el hecho de que estés aquí me pone un poquito nervioso.

-No puedo irme sin más, me enviaron aquí por una razón, el señor Smoker dijo que todas las señales indicaban que estaba a punto de surgir un poder muy oscuro en Going Merry.

-¿Y cuál es tu gran plan para enfrentarte a ese poder oscuro?, ¿quizá atacar a la gente al azar hasta que encuentres un malo?.

-Por supuesto que no.

-Entonces ¿por qué me atacaste?.

-Creía que eras un vampiro.

-Pues metiste el colmillo hasta el fondo.

-Tenía una buena razón para pensar que lo eras. ¿No estabas besando a un vampiro?.

-¡Sanji jamás haría eso!-salió a defender Nami- bueno...a veces lo hace, pero solo con Zoro ¿verdad?.

-Si...mira, me viste con Zoro y es un vampiro, pero es bueno.

-¿Zoro?, he leído cosas sobre él. Es un monstruo.

-No, no-intervino Robin- se ha reformado.

-El forma parte de nuestro equipo-confirmó Sanji.

-No puedo creerlo, a mi me pareció un animal más cuando le...

-¿Cuándo qué?-se asustó el rubio-¡¿qué es lo que le has hecho?!.

-Yo...

Mientras tanto, un agotado y débil Zoro era liberado por el barman, que se lo entregó a Ace. Lo que supuso que cuando Sanji corrió a rescatarlo, no encontrase nada.

Ace ata y amordaza a Zoro.

De vuelta al instituto se reencontraron con Robin.

-Tashigi, he hablado con tu vigilante y los dos coincidimos en que hasta que se resuelva el asunto de Ace y los demonios de Taraka, debéis trabajar juntos.

-Será un honor-dijo irónico Sanji.

-Yo creo que ese es el poder oscuro al que se refería tu vigilante. Ace no solo es malo, sino que además disfruta siéndolo.  Y si se puede permitir unos colaboradores como los de La hermandad, quién sabe lo que no es capaz de hacer.

-Debemos detener a Ace- dijo Tashigi.

-Uuu buena idea ¡vamos a la carga!-expresó Sanji- es algo más complicado que eso John Wayne.

-Me temo que sí-dijo Robin- Ace ha pedido ayuda a La hermandad de Taraka para quitarse a Sanji de en medio.

-¿Los asesinos?, he leído algo sobre ellos en los escritos de Dramius- la chica parecía instruida.

-¿Ah si?¿qué volumen?-Robin se entusiasmó.

-Creo que fue el seis señora.

-¿Cómo sabes todo eso?-el rubio sentía curiosidad.

-Por mis estudios.

-Así que por lo que se ve tienes mucho tiempo libre.

-Estudiar Sanji es obligatorio. Eso dice el manual del cazavampiros.

-¿Hay un manual del cazavampiros?-preguntó Nami.

-Espera ¿manual?¿qué manual?, yo no tengo manual.

-¿Y también hay camiseta?-seguía la pelinaranja- eso sería muy guay.

-Cuando te conocí Sanji, comprendí que en tu caso no te hacía falta un manual-se excusó Robin.

-¿Cómo que en mi caso no me hacía falta un manual?¿qué tiene de malo mi caso?.

Pero su vigilante lo ignoró- Tashigi, tal vez podrías enseñarme esa parte del Dramius seis en la que mencionan a La hermandad de Taraka. Debo confesar que nunca terminé de leerlo, era un poco pesado.

-Es bastante difícil, con tantos pies de página-respondió ella y ambas empezaron a reírse.

-Que asco, no soporto tanto pedante-dijo Sanji a Nami, visiblemente celoso de la atención que no recibía.

-Oye Sanji el director te andaba buscando-dijo Robin antes de marcharse con Tashigi y dejando al rubio con su mejor amiga.

-Nos ha salido una Robinesa- dijo el ojiazul mientras veía como su vigilante se marchaba con la otra cazadora.

-Que horror.

-A Robin le gustaría que yo fuera más aficionado a la lectura.

-Yo creo que Robin ya lee bastante por los dos.

-Si, pero ¿te has fijado en como vibraban?, volumen seis jajajaja-dijo imitándoles a modo de burla.

-Sanji, nadie puede sustituirte. Siempre serás el favorito de Robin.

-Lo dudo.

-Claro que si, tú eres su cazador. El auténtico.

-No. Dudo si sería tan terrible ser sustituido.

-¿Dejarías que Tashigi tomara el mando?.

-Tal vez, quizá cuando acabe este asunto de Ace y los asesinos le diga: Tashigi tú a matar, yo a Disneylandia.

-Pero no para siempre ¿verdad?-la chica parecía afligida.

-No, Disneylandia es aburrida después de unos meses. Pero podría hacer otras cosas, y pensar en mi futuro. A lo mejor podría tener una vida normal.

De camino a ver al director, a Sanji le atacó otro demonio de La hermandad. Y Tashigi apareció y le ayudó a vencerle.

-Vaya, por fin descubro donde te metes y me encuentro semejante movida-dijo Luffy que acababa de llegar.

Fueron a la biblioteca a informar a Robin.

-Por cierto ¿quién eres tú?-preguntó el moreno refiriéndose a Tashigi.

-Es Tashigi, es difícil de explicar, pero también es cazavampiros- respondió la vigilante.

-¿Cazavampiros eh?, ya sabía yo que eso de 'yo soy el único', 'yo soy el único' solo era para llamar la atención-dijo mirando al rubio.

-Dile hola Luffy- fue la contestación del ojiazul.

-Bienvenida...bueno, ¿eres una cazadora eh?, eso me gusta.

-A lo que estamos, no hay duda de que los Tarakas esos van enserio. Afortunadamente para mi, Tashigi también-dijo Sanji, al que la nueva cazadora le disgustaba cada vez menos.

-Presiento que lo peor aún está por llegar-informó Robin.

-Todo esto es culpa de Ace...Ace- el rubio se dio cuenta de algo-el barman nos dijo que había soltado a Zoro y éste había ido a las alcantarillas a recuperarse. Pero sé que con estos demonios pululando por aquí a sus anchas, él habría venido a ver si yo estaba bien.

-¿Qué tratas de decir?-preguntó Nami.

-Que alguien tiene a Zoro, y todas las papeletas apuntan a Ace. Debemos encontrarlo antes de que pase algo malo. Porque ya estoy harto. Voy a cargarme a Ace de una vez por todas. Pueden atacarme, pueden enviar asesinos a por mi, eso no me importa, pero que nadie se meta con mi novio.

Aún quedaba el problema de encontrar el escondite de Ace, pero Sanji estaba dispuesto a sonsacarselo al barman a golpes. Descubriendo que se había instalado en una casa ruinosa de la ciudad.

Ace por su parte, había empezado a torturar al peliverde. Le había quitado la camisa y le estaba rociando con agua bendita el torso, lo que provocaba dolorosas quemaduras en la piel del otro.

-¿Por qué haces ésto?-preguntó a duras penas Zoro.

-Te traje aquí para hacer sufrir a tu lindo rubito. Si cree que tengo intención de matarte, lo pasará peor y andará distraído cuando se tope con los demonios que mandé a por él. Lo de la tortura es porque me aburro.

-¿Tanto miedo le tienes que no vas tú mismo a enfrentarte a él?...te ha dado buenos golpes, no me sorprende que estés atemorizado-sonrió.

-¡Cierra tu maldita boca!-gritó y le cruzó la cara de un puñetazo-¿no quieres ser libre Zoro?¿vivir sin pensar en ese estúpido crio?, eso intento, porque eres mi amigo, quiero liberarte.

-¿Amigo?-tras decir eso, le escupió sangre que tenía en la boca a causa del golpe que acababa de recibir en la cara-dime, amigo, ¿por qué no te marchas de la ciudad?. Yo que tú lo haría, porque sino te mata Sanji, lo haré yo mismo.

-Ya no me impresionas Zoro. El Ace que conocías quedó en el pasado, muy en el pasado. Igual que el Zoro que yo conocí, su mente ha quedado nublada por un cazavampiros inútil.

-¿Inútil?-Sanji entonces irrumpió en el lugar-tranquilo Zoro, le daré tal patada en el culo que lo mandaré a la otra punta del mundo.

Ambos se enzarzaron en una pelea. Pero como siempre, los colaboradores del vampiro de pelo negro llegaron. Tashigi, Robin, Luffy y Nami se enfrentaron a ellos.

Pero Ace no estaba dispuesto a morir ahí. Sacó su mechero, prendió fuego a la casa y se escabulló. Sanji ni le siguió, preocupado por ayudar a Zoro.

Un par de días después, con todo solucionado temporalmente, Tashigi debía volver a su casa.

Tocaba despedirse.

-Quería darte las gracias por ayudarme a salvar a Zoro- le dijo Sanji apenado, antes de que la chica subiera al taxi que le llevaría al aeropuerto.

-Eso no voy a contárselo a mi vigilante. Es muy extraño que un cazavampiros esté enamorado de un vampiro.

-Dímelo a mi.

-De todos modos...es bastante guapo-dijo Tashigi sonriente.

-Bueno, quizá no me despidan por salir con él.

-Siempre haces eso-la chica se puso seria.

-¿El qué?.

-Hablar de cazar vampiros como si fuera un trabajo. No lo es, es tu esencia.

-¿Eso lo has aprendido en el manual?.

-De ti.

-Supongo que es algo que no puedo evitar-estaba conmovido por las palabras de la joven-soy un raro.

-No eres el único.

-Ya somos dos-se quedaron en silencio y Sanji hizo ademán de abrazarla.

-No me abraces.

-¿Qué?, no, de acuerdo, odio los abrazos.

Y Tashigi subió al taxi y se marchó.

Continuará...

Notas finales:

El próximo, lemon ^^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).