Llevo seis meses viviendo en un piso compartido con un chico y una chica,todos por la misma razón: dejamos el nido para estudiar más cerca de la universidad. El piso es enorme pero bastante antiguo,obviedad que nos rebaja el precio de alquiler.
Mi compañera Ruth estudia segundo año de bellas artes y no hay quien la saque de su habitación,siempre dibujando y ese tipo de cosas de artista...mi compañero Andrés hace su primer año de periodismo,que por fin lo empezaron ha hacer en la universidad pública,y yo;Rubén,hago simplemente filología inglesa de primer año. Y todos nos llevamos muy bien...
Sábado por la mañana,no hay mejor cosa que levantarme a las once ,ponerme una camiseta ancha e ir a por un bol de leche y cereales Special K,son para ''dieta'' pero están buenísimos. En la pobre y vieja mesa de la cocina estaba el desayuno de An, Ruth se fue el fin de semana a su casa. Andrés es el típico chico al que llamarías ''emo'' o ''hardcoreta'' por su pelo medio largo,castaño y ondulado que le suele cubrir una parte de la cara,pero deberían verlo por las mañanas con un turbante,es muy chistoso.
-Buenos días,vago-me sonrió con cara de pillo.
-No es tan tan tarde,incluso me da tiempo a desayunar.
Cogimos las tazas de leche y el plato con tostadas con mermelada y nos dirigimos al salón. Una sala enorme,con mucha luz y un triste sofá en frente de la televisión mucho más moderna que el resto del domicilio.
Yo soy más bien normalito,alto,pelo corto liso y castaño,ojos verdes y supongo que no supone un dolor mirarme a la cara,así que agradable a la vista, sin embargo An tiene unas manos preciosas,dedos largos y finos,no se muerde las uñas y tiene una tez clara muy bonita. Es bastante alto y delgado,tiene ojos grandes y marrones claros que parecen de color oro,una nariz recta y una sonrisa preciosa... ¿un chico debería pensar cosas así? ¿Como pensar que por el tamaño de sus pies estará bien dotado? En verdad él calza un 43... ¿Eso lo pensaría un adolescente? Andrés,el chaval sentado conmigo en el mohoso sofá,un chico imberbe para el cual los años lo hacen cada vez más atractivo e irresistible,tanto para mujeres como hombres.
-¿Hoy tienes algo que hacer? -interrumpió mis pensamientos opacados con en el crujido de los cereales en mi boca y sus risas con Hora de Aventuras en la televisión.
-¿Hm?-tosí un poco,me ahogué con un trocito de cereal- No,no tenía nada en mente ¿Por?
-Podríamos ir en bici hasta la piscina pública.
-Puede estar bien,sí.
-Pues venga ¡cambiate y ponte el bañador!
Me levanté con el mismo entusiasmo que le puso él a sus últimas palabras,dejé mi plato sucio en el fregadero y me dirigí a mi habitación,situada entre la de Ruth y Andrés. Rebusqué entre el montón de ropa limpia del armario y encontré mi bañador. Me desvestí de cintura para abajo y me volví a vestir listo para para irnos,yo nunca me he puesto calzoncillos para ir a la playa,los encuentro incómodos cuando se mojan. Agarré mi mochila y espere de nuevo en la sala.