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Momentos. por Pirori

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Notas del fanfic:

Esto es... lo más cursi que he llegado a escribir en toda mi vida. D:

Pero es lo que estos dos idiotas me hacen escribir, es que son tan tiernos que, adsasdf.

Sólo mírenlos.

Delicious cookie Kim Seyong~

¿Acaso no son lo más tierno que hayan visto? (?) Bueno, tanto así no, pero hacen que muera de amor. D:

 

Como sea, aquí es demasiado tarde, pero, quería subirlo antes de irme a dormir. Empecé a escribirlo hace como tres horas. Fue un momento loco de inspiración y tals. xD

Realmente espero que sea de su agrado, creo que, este es el primer fic de ellos que hay en AY. -Se siente feliz por eso.- (?)


Creo que, escribiré mucho sobre ellos ahora, me inspiran demasiado esos dos, que hasta miedo me da. (?) ._.

Ya, bueno, lean, me extendí demasiado. ;-;

Notas del capitulo:

Disfruten la lectura~

Un beso. Una caricia. Un abrazo. Y una sonrisa.

 

Eso, era todo lo que Chaejin necesita para tener un buen día, para estar alegre, y tener fuerzas para todas sus actividades durante el día.

 

Amanecer a su lado, sentir su calor cada mañana, y despertar abrazado a él. Lo quería, sí, de eso estaba seguro. Nadie lo hacía sentir como él, nadie lo estremecía como él. Porque era especial, porque Seyong era especial para él.

 

~

 

Otra mañana más, sin mucha gracia, él abre sus ojos lentamente, tiene que pararse, ir al colegio, y luego ir a ensayos, pero no quiere, no quiere hacerlo, quiere quedarse, abrazado a ese calor que lo cobijó toda la noche. Quiere permanecer así un poco más.

 

Seyong despierta, se aparta un poco de él, para luego estirarse y frotarse los ojos perezosamente, de manera tierna. Se gira hacia el menor, y le dedica una pequeña sonrisa, para luego besar su mejilla y decirle delicadamente al oído un “Buenos días”.

 

Chaejin suspira, sonríe, y lo abraza, diciéndole igual un “Buenos días” al oído. Se abraza un poco a él, y besa sus labios, despacio, con calma, y adoración. Sabe que el pelirrojo ama sus besos, su cercanía, y calidez. Porque lo estrecha más a él, y lo abraza por la cintura profundizando un poco más ese delicado roce. Porque se quieren, porque se necesitan.

 

Se separa lentamente, y deja un beso en su mejilla, y luego en la otra. Suspirando, y sonriendo.

 

Seyong aparta el cabello que tapa un poco los ojos del menor, y sonríe una vez más. Porque ese pequeño que está entre sus brazos, es su mundo. Porque es todo lo que necesita para ser feliz. Sabe que al tenerlo, no necesita nada más.

 

Suspira, y se remueve un poco entre las sábanas, tratando de despertarse por completo.

 

-Necesitamos levantarnos, se nos hará tarde. Debes ir al colegio.- El menor resopla y hace un pequeño puchero, escondiendo su rostro en la curvatura de su cuello.

 

-No quiero levantarme, quiero quedarme así.- Se abraza más a Seyong, y deja un beso en el cuello de este.

 

-Yo tampoco quiero, lo sabes. Pero debemos hacerlo.- Lo aparta para verlo a los ojos y sonreírle un poco.- Vamos, luego vendrá Insoo a levantarnos, y no quiero soportar su regaños otra vez.- Se estira una vez más, y se sienta en la cama, pasando sus manos por los cabellos del menor.

 

-Está bien, pero bésame una vez más, sino, no lo haré.- Se cruza de brazos, y pone una tierna expresión, a lo que el mayor no puede negarse. Se posa sobre él, y lo abraza por la cintura, sonriendo de nueva cuenta antes de unir sus labios, y otorgarle una suave caricia… tan especial para los dos.

 

Se separa lentamente, sonríe, y se para de la cama. El menor lo sigue con la mirada, y luego lo sigue. Seyong saca el uniforme de Chaejin y se lo entrega. Se va hacia la puerta y sale de la habitación, dejándolo solo, y con una sonrisa de enamorado en el rostro.

 

~

 

Desayunan con tranquilidad, es un ambiente ameno, lleno de risas y cosas chistosas. Terminan su desayuno, y cada uno recoge su plato, dejándolo en la cocina, luego se encargarían de limpiar.

 

Cada uno toma sus cosas, salen de casa, y se dirigen a donde tienen que ir. Chaejin camina con paso tranquilo al colegio. El día no estará tan agitado. No tiene ningún examen o trabajo que presentar.

 

Sonríe ampliamente al recordar los momentos que pasa junto a Seyong. Y su día parece aún mejor que antes.

 

~

 

Las clases pasan aburridas, como siempre. Escuchar a los profesores, tomar notas, leer alguna línea del libro que estén usando en clases. El almuerzo, la clase de gimnasia, y luego, clases aburridas una vez más. Ve hacia la ventana, mirando el cielo, buscando amorfas figuras en las nubes. Esperando que el tiempo pase rápido, porque quiere verle, le extraña.

 

~

 

Se para rápidamente al escuchar la campana de salida, y sonríe con entusiasmo, lo verá, aunque sólo hayan pasado pocas horas desde que lo vio. Pero, lo extraña, sí, porque cada minuto sin él es interminable.

 

Se dirige a paso rápido al ensayo, llega un poco agitado y con la respiración acelerada, va a los vestidores, se cambia rápido, y va a la sala de ensayos. Y allí lo ve, bailando, con una expresión seria, esa que adora ver. Se recuesta un poco del marco de la puerta para observarlo, sonríe levemente. La canción termina y Seyong se sienta en el piso.

 

Chaejin se aparta de la puerta y se dirige a él. En la sala no hay nadie más, así que se atreve a abrazarlo por la espalda, dejándole una toalla sobre sus piernas. Para luego regalarle un beso, como saludo.

 

Seyong se voltea y le sonríe, para luego tomar la toalla y secar el sudor que se encuentra en su frente.

 

-Llegaste temprano hoy, Jinnie.- Lo abraza por la cintura y deposita un beso sobre su frente.- Pensé que llegarías en media hora más. Los chicos hoy llegarán un poco tarde, tuvieron que ir a un programa de radio. Supongo que podemos empezar sin ellos hoy.

 

-En 10 minutos más, corrí hasta acá, estoy cansado.- Se remueve un poco en los brazos del mayor, y luego lo abraza por el cuello.

 

-¿Corriste otra vez? Ya te dije que no hicieras eso.- Pone su cabeza en el cuello del menor, aspirando ese aroma que tanto le gusta.- Bueno, ¿qué tal el colegio hoy?

 

-Hmh… bien, aburrido.- Sonríe al sentir un beso en su cuello.- Eso me da cosquillas, hyung.

 

-Siempre dices lo mismo, todo te parece aburrido, Jinnie.- Besa nuevamente su cuello.- Ya sé, por eso lo hago.- Sonrió, y se separó del menor al escuchar el sonido de la puerta. Acarició un poco su cabeza y se dirigió a los demás.

 

El ensayo transcurrió normal, las horas normales, hasta terminó un poco antes de lo normal. Cansados, subieron a la van para ir a casa. Llegaron, cenaron, y luego se fueron a dormir, estaban demasiado cansados como para hacer algo más.

 

~

 

Se encontraban los dos, abrazados el uno al otro, en esa pequeña habitación que compartían. Tenían sus piernas enredadas con las del otro, mientras el menor estaba un poco recostado encima del mayor. Seyong acariciaba con cariño la espalda de Chaejin, mientras este, hacía figuras sin forma sobre su pecho. Tenían una sonrisa boba en el rostro, porque así, eran felices, sólo con estar cerca del otro. Compartiendo esos pequeños, pero especiales momentos.

 

-Jinnie…

 

-Dime, hyung.- Alzó un poco su rostro, para ver al mayor.

 

-Te quiero…- Se acercó lentamente a sus labios, y depositó un pequeño beso. El menor sonrió con dulzura, y suspiró un poco después del beso.

 

-Yo te quiero más.- Dejó un rápido beso sobre los labios del mayor.- Mucho más.- Se abrazó aún más, volviendo a la posición en la que estaban, pero entrelazando sus manos, suspirando poquito cada vez que alguno dejaba una caricia sobre la piel del contrario.

 

Eran felices de esa manera, llevaban una vida feliz, porque el tenerse el uno al otro, era lo más importante. Porque apreciaban cada uno de los momentos que pasaban juntos, lo apreciaban y valoraban como si fuese el último, aunque supieran que tendrían muchos más.

 

Se querían y nada más importaba…

 

Con esas sonrisas bobas, y en esa posición, con las piernas enredadas, con ese abrazo cálido, y esas manos entrelazadas. Se quedaron dormidos, sintiendo la calidez del contrario, esa que los relajaba y los hacía dormir, aún más a gusto.

 

Ya vendría una nueva mañana, un nuevo día, y más momentos que vivir. Porque estarían juntos, por muchísimo tiempo más. Y eso… eso, ellos lo sabían con seguridad.

 

Porque cada momento, los hacía querer vivir con más ánimos, y los hacía continuar. Y no necesitaban nada más que ellos dos para ser felices.

 

 

Notas finales:

A los que llegaron hasta aquí, gracias, de verdad.

Díganme si les gustó, y sabré si escribir más sobre ellos, o no.

Dejenme un review, que nada les cuesta. Acepto críticas constructicas. ;_;


Muchísimas gracias por leer~ ♥


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