Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Escuela por Plock

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Junjou romantica no me pertenece ni sus personajes...

ejem...  no sé porque el r13; sale cuando no estoy en mi cuenta en vez del guion largo o.ò? alguna manera de solucionarlo ¿alguien sabe?

Notas del capitulo:

sin comentarios...

—Misaki— Entro un joven estudiante al salón, buscando al nombrado al mismo tiempo unas especificas chicas del salón se acercaban para sacarle platica, las mismas chicas que se topaba cada vez que quería ver al castaño.

—¡Usami-san!—saludaron una de las chicas, cabello negro, delgada y alta— ¿Cómo has estado? Ya no nos visitas tan seguido— dijo poniendo un ligero puchero que denotaba lindura, lástima que eso no lo impresionaba, para nada.

Yo realmente nunca las he venido a buscar, pensó el peligris—¿Han visto a Misaki?

—¿En qué año vas?—Dijo otra de las chicas ignorando la pregunta—¿En 4to o en 5to?

—Va en 5to ¿No recuerdas lo que te dije ayer?—Le respondió a su amiga la azabache.

—¡No sabía que estabas hablando de él!

—¿De quién más?

De repente el grupo de chicas empezaron a hablar entre ellas, ignorando rotundamente al peligris, esté sólo suspiro, dio una ligera vista al salón para confirmar que no estaba ahí y se despidió despacio para irse a comprar algo, sabía que Misaki tendría hora libre, quería pasar un poco de tiempo con él.

Misaki a pesar de ser de primer año, era su amigo desde que éste entro a preparatoria, es decir, hacía tres años. Fue de una manera muy espontanea. El pequeño a la edad de 15 años buscaba un tutor para entrar a la preparatoria, puesto siempre fue malo para el estudio. Como él estaba dando asesorías fue el destino que le llamará para ayudarlo, en un principio sólo fue por trabajo pero, Misaki tenía algo que le llamó mucho la atención, era tan cálido y amable, por no decir lo lindo que era, con sus enormes ojos esmeralda.

Después de entrar a la preparatoria siguió en comunicación, pensó que se molestaría el ojiverde por eso, pero fue al revés, parecía tan feliz de que le quisiera seguir hablando. Fácilmente se formo una amistad, Misaki le había alegrado tanto su vida llena de soledad. Cuando se enteró que aplicaría en la misma universidad realmente lo quería a su lado, a pesar de que sólo fuera un año, se puso mucho más exigente en los estudios y en las sesiones. Claro obviamente tenía como recompensa ver a su pequeño castaño todos los días para las intensas sesiones de estudio.

Pero ahora su gran obstáculo eran exclusivamente esas 4 chicas del salón del castaño, hasta ya se habían proclamado sus amigas desde el primer día que fue a visitarlo.

Una completa molestia…

Suspiró pesadamente, otro día sin verlo Pensó, verlo era como casi su adicción, simplemente sentía que sin su Misaki se moriría, lo quería tanto…

—¡Usagi-san!—Le llamó de atrás la voz que quería tanto escuchar.

Volteó para toparse con el pequeño castaño corriendo hacía él, con una bolsa de plástico.

—Misaki—La sonrisa broto de la nada, siempre le pasaba los mismo al verlo— ¿Dónde estabas fui a tu salón y no te encontré.

Acarició con suavidad el cabello del menor a lo que éste se sonrojo un poco.

—No me dijiste que no tenías esta hora, fui a comprar algo—Levantó la mirada y mostro la bolsa para reafirmar lo dicho.

—Pues, te lo hubiera dicho si alguien hubiera traído su celular—Le hablo con burla, quitándole la bolsa despreocupadamente.

—Ah.. Debí dejarlo al salón ¡Hey!—Intentó tomar la bolsa de las garras del mayor pero se le vio imposible.

—Es mucho sólo para ti….— ¿Compartirás tu almuerzo con otra persona?…. Pensó afilando la mirada a los alimentos, sintiendo rabia de una manera muy… extraña.

—Humm— Se sonrojo el ojiverde.

¡Entonces es cierto! Pensó indignado el peliplata.

—No es para mí todo— desvió la mirada— Tú no tienes horas libres pensaba ir a tu salón, e..es.. decir, a..a veces no comes en muchas horas ¡Eso es malo!

—Misaki…

—¡Pero! Bueno ¡Ya que estas aquí!— Respiró un poco para bajar su pequeño ataque de histeria— ¿Vamos afuera a comer?

—Si—Le siguió de cercas Misaki es tan adorable Pensó feliz el mayor.

— — — — — — — — — — — — — — — — — — — o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o — — — — — — — — — — — — — — —

—Perdona— Dijo de una el castaño mientras comía unas frituras.

—¿Por qué?—Preguntó el mayor mientras comía un pan.

—No es bueno que comas, bueno que comamos estas cosas, sólo que no me dio tiempo para preparar algo…

—Está bien, no tienes que hacerlo, agradezco el hecho de que te pienses en mí— Le sonrió tiernamente a lo que el otro bajo la mirada con un gran sonrojo.

—Iré a tú casa, quiero prepararte algo.

—No, cuando lo haces Haruhiko se queda a tu lado todo el tiempo, me molesta.

—¡Pero de otra manera sé que no comerás nada bueno hoy!

El mayor suspiro— ¿A qué horas sales?  ¿A las dos?

—Si ¿Por qué?

—¿Y si voy a tu departamento?

—¿¡EH?! Pe..Pero, mi departamento tú sabes… es… bueno… muy… muy pequeño… Y no tiene nada de nada de lujos… Y..

—Está bien, hace tiempo que no lo he visto, quiero ver cómo te has adaptado —Se rio ligeramente, enrojeciendo al menor.

—¡Cállate! B..Bueno ¡Sí quieres ir te adaptaras! No me digas que no te lo advertí.

La hora termino, terminaron por irse a sus respectivos salones, quedando de verse en la biblioteca a la hora en la que salía el menor.

— — — — — — — — — — — — — — — — — — — o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o — — — — — — — — — — — — — — —

—¡Akihiko! Desapareciste— Grito un joven de la edad del peliplata sólo que con cabellos chocolate y ojos del mismo color.

—Oh, lo siento, quería ver a Misaki, él también tenía una hora libre…

—Hum ¿Cuando admitirás que ese chiquillo está enamorado de ti?—Refunfuña sentándose en una mesa sacando sus apuntes. Le dolía mirar a su mejor amigo siendo tan oprimido emocionalmente.

—Estás equivocado… Sólo somos amigos, sí él quiere sólo eso yo estoy bien con ello.

—¿Y lo que tú quieres?

—¿Eso importa?

—¡Akihiko!

—Yo estoy bien Hiroki— le llamó— me gusta estar a su lado.

—Nunca corres ningún riesgo—Suspiro el castaño.

—No todos somos tan afortunados como que se te declaren arrodillado en medio del campus—Sonrió maliciosamente recordando lo que había pasado hacía 3 años con la actual pareja de su amigo. Pero su sonrisa fue borrada ante un libro que competía con la velocidad de un proyectil.

—¡No me hagas recordar eso!

— — — — — — — — — — — — — — — — — — — o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o — — — — — — — — — — — — — — —

Dieron la una y todavía tenía una hora para esperar a su pequeño amigo, por lo que con compañía de su amigo Hiroki para adelantar algunos trabajos.

—Akihiko ¿En serio planeas que su relación nada más llegue a eso?

—¿Sigues obstinado?

—A Takahashi le gustas, se nota, es obvio.

—¿Y si no? realmente estaría perdiendo a un ser querido— Dijo sin siquiera mirarlo, sólo mirando sus apuntes.

—¿Con que piensas así?— Suspiró ligeramente— Sí no te le declaras en 24 horas yo intervendré.

—¿Qué?— Por fin capto su atención, mirándolo atónito— ¿De qué hablas?

—¡Hum!—Sonrió por haber captado su atención— Si no haces nada empezaré a “llevarme” con el pequeño Misaki—kun, para saber sus intereses, tu sabes seremos mejores amigos, le conseguiré una pareja fácilmente a lo que me has contado es un chico con muchas cualidades— Sonrió maliciosamente.

—No hagas eso— Le miro serio.

—Entonces ¿No lo quieres para ti pero tampoco lo quieres para nadie más?

—Sabes que no es eso…

—Es decir, en este momento ese chico puede estar buscando pareja, puede necesitar el afecto de alguien y… ¿Le estas privando de tener eso?— Dijo sínicamente ante el notable enojo de su amigo.

—Misaki no piensa en esas cosas…

—Tal vez no te lo cuenta, pero quizás el ya está buscado pareja por sus propios rumbos.

—¡No! No lo hace— Se levanto bruscamente de la silla.

—¡Si no lo hace lo hará! ¡Y tú qué demonios estás esperando para actuar!— Le siguió poniéndose a su altura.

—¡¡SHHHH!!— Se escucho de los alrededores, lo que los obligo  a sentarse de nuevo.

—Sólo le preguntaré que piensa de tener pareja, eso es todo— Dijo Akihiko volviendo a sus apuntes como si no hubiera pasado nada.

Pasaron los minutos hasta que dieron las 2 con unos pocos minutos, entro el pequeño castaño a la biblioteca para encontrarse con el peliplata.

—Usagi-san…. Oh Kamijou-sempai— Dio una pequeña reverencia para saludar al acompañante de su amigo— ¿Estás ocupado?

—No, sólo te esperaba— Éste tomo sus cosas para guardarlas.

—Takahashi-kun—Le habló el amigo del peliplata— Me gustaría que nos acompañaras en alguna otra ocasión a Akihiko y a mí, es decir, podríamos ser grandes amigos— Le sonrió maliciosamente a su amigo quien pudo haber jurado tuvo un pequeño tic en el ojo.

—Ah... Si, por mi está bien.

—Luego será…—Tomo a Misaki de los hombros para guiarlo a la salida, eso sólo le confirmaba que Hiroki iba en serio.

— — — — — — — — — — — — — — — — — — — o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o — — — — — — — — — — — — — — —

Entro al departamento, estaba casi igual como lo recordaba, pequeño, no demasiado en mueblado, hace más del año que vivía sólo porque su hermano se había casado.

—Siempre tan limpio.

—Ejeje…—Se quito el abrigo, a lo que por suerte no pudo ver cómo le miraba Usami, como le recorría toda su figura atentamente— Pues al menos, si no se mira bien, puedo presumir su limpieza.

—Misaki…— ¿Te gusto? Pensó el mayor tragándose las palabras.

—¿Qué?— Le miro.

—¿Qué planeas cocinar?

—Hum, pues no me queda tanto dinero— Sonrió nerviosamente— Será un poco de salmón y mucha verdura.

—Sabes que puedo darte si así lo ocupas, de igual forma yo como contigo.

—¡Por supuesto que no! ¡Con lo de mi quincena me alcanza!

—Misaki, es lo justo.

—No, no lo aceptaré.

Suspiró rodeando al muchacho en sus brazos— Que voy a hacer contigo— Dijo sonrientemente de poder en ocasiones abrazarlo.

—Tonto, no ocupas hacer nada…— Tomó su ropa en un agarre fuerte para soltarle— T..tengo que hacer la comida.

Con toda la fuerza del mundo lo dejo ir a la cocina.

—Si hubiéramos ido a tu casa hubiera acomodado tu cuarto.

—Pero luego me sentiría culpable de dejártelo todo a ti.

—Podría cambiar si me ayudarás sabes…

—Me iré a acostar—Dijo pretendiendo no escuchar el último comentario— Despiértame cuando termines..

—¿Eh? ¡Está bien!

Se metió al cuarto del chico para acostarse en su cama, aún tenía un pequeño oso de felpa que le regalo hace varios años.

Miró el techo y suspiró pensando en lo que haría Hiroki, sabía lo obstinado que era, claro que lo sabía, sabía que no podría detenerlo a menos que se apegará a sus condiciones.

Cerró los ojos para pensar cómo podría decirle todo eso.

Yo quiero a Misaki, lo amo, obviamente sería sumamente feliz con poderlo abrazar todo el tiempo, besarlo y hacerlo mío completamente… Pero yo sé que no puedo ilusionarme, es casi imposible que me corresponda…

—Usagi-san, ya está listo—Sintió como con las delicadas manos del menor lo movió para después caminar al comedor que sólo se encontraba a pocos pasos.

Verlo caminar a un lado mío, me hace pensar que realmente sigo demasiado lejos de él Pensó con tristeza.

—Misaki—Le llamo ya que se encontraban en la mesa.

—Mande— Detuvo un bocado antes de que entrara a su boca.

—Nunca hemos hablado de eso ¿Nunca has pensado en tener pareja?

—¿Eh?... Ejejejje ¿A…A que viene eso?

—Bueno… Tu hermano hace poco se caso, vives sólo, supongo que era normal pensar esas cosas… Sólo estaba curioso.

—Humm…—Miro para abajo nervioso— No, n..no lo había pensado.

—Pero… ¿Qué piensas de una pareja?

—¿P..Por qué dices… todo eso?

Dio unos pocos bocados a su comida— Sólo quería saber tú opinión.

—¿Por.. Por qué? ¿Te gusta alguien?— Preguntó intrigado con un ligero sonrojo en sus mejillas.

—Ahmm… no…— Respondió dubitativo el peliplata.

—¿Estás diciendo la verdad?

—Si, y bien… ¿Qué piensas al respecto?

—Bu..bueno, pues… Yo realmente creo que sería.. bonito, tú.. sabes a..alguien qu..que te quiera y eso…

—¿Te gustaría tener pareja?—Dijo sepulcralmente mirando la comida.

—¿¡EH?! ¿Por qué dices todo eso?

—Hum… ¿Qué dirías si conozco… a alguien que le gustas…?

—Eh…. ¿E..en serio?

—Si

—Pues... yo, quisiera saber cómo es— Bajo la cabeza todo confundido por tantas preguntas… Estaban acabando con su pobre consciencia.

—¿Si te agradará te pusieras con esa personas?

—¿Po…por qué preguntas todo eso..? Realmente te cae bien esa persona ¿Có..Cómo es?

Suspiró el peliplata al darse cuenta que estaba abrumando al pequeño— Está bien, no te preocupes.

—Usagi-san— Dijo con un pequeño sonrojo.

—Mande.

—¿Quién es?

Se le quedó mirando unos instantes para desviar la comida y comer un poco.

—No te preocupes.

—No, en serio, me gustaría hablar con esa persona, pues… Yo no creo que sea correcto que le guste a alguien y no saberlo, bueno.. es decir, esa persona d..debe de estarlo callando y no me gustaría que eso le pase.

—No creo que le importe.

—Pero eso es malo.

—Lo conozco bien, no le importará.

—“Lo” ¿es un chico?— Dijo atónito a lo que el mayor se quedó estático ante su desliz.

—Si ¿Eso te incomoda?— Dijo como si nada hubiera pasado.

—Bueno, no, pero no pensé que eso fuera…

—¿Entonces te hubiera gustado que una chica fuera a la que le gustaras?

—Eh ¡No! Usagi-san no quise ofender a tu amigo, sólo que no es lo primero que pensé.

Ante ese tipo de preguntas, se tardaron mucho en comer, cuando menos lo pensó el castaño ya eran las 3:45.

—¡Ah! ¡Lleg..llegaré tarde al trabajo!

—Está bien, te llevo— Sonrió ayudando al chico a llevar los platos sucios a la cocina, la cual sólo estaba a unos cuantos pasos como todo en ese acogedor departamento.

Bajaron con prisa, más por la preocupación del castaño por llegar tarde, para su suerte el deportivo rojo del peliplata era muy veloz.

El trayecto estuvo prácticamente en silencio, antes de llegar, todavía quedaban 5 minutos, por lo que espero en el carro.

—Bueno, Usagi-san, sí no quieres que conozca a tu amigo, pues… Quiero que le digas algo.

Un escalofrío pasó por el mayor, quien cada vez le parecía más difícil aparentar indiferencia.

¿Por qué tuve que decirle eso? Se maldijo en su interior.

—Ehm… “Gracias, no acostumbro que alguien sienta esto por mí, en realidad no soy una gran persona y sé que con facilidad te encontraras a alguien mejor— Unas ansias le dieron al mayor de empezar a alegar eso, pero debía recordar que al menos para el castaño esas palabras no eran para él— Me gustaría de ser posible conocernos, pero no creo poder corresponder tus sentimientos, n..no es porque seas hombre sino… Porque creo que me gusta alguien”.

Los ojos del mayor se abrieron como platos.

—¿T..Te gusta alguien?— Titubeo sin quererlo, fue como un baldazo de agua fría que lo llevaba de regreso a la realidad, a la cruel realidad— N..Nunca me ent..entere de eso…

Un gran sonrojo apareció en las mejillas del oji—verde.

—No es como si fuera a ser mí pareja, como te dije antes no había pensado en eso de tener pareja… Pero, no creo que sea justo que una persona quiera ser ese alguien especial, cuando y..ya está ocupado el puesto.

Con un suspiro casi su alma quiso escaparse, no sentía las manos ni los pies, un frío intenso lo sacudió por completo estremeciéndolo en el acto.

—Usagi-san

—M..Mande.

—¿Estás bien? ¿Estás algo pálido?

—Estoy cansado…—Suspiró recargándose en el asiento cerrando los ojos con fuerza.

—Estás temblando.

—¿Ah si?.. —Bajo la mirada, en ese momento se quería morir.

—Tú casa no queda muy lejos, te… te acompaño

—No, entras al trabajo ya— Dijo cortantemente, sólo quería estar solo.

—No te puedo dejarte así como te ves.

—Misaki, ve— Le quito los seguros a la puerta para agarrarse la cabeza con fuerza— Yo, con descanso se me quitara.

Los ojos esmeralda del menor lo miraron con preocupación para luego suspirar —Está bien, c..cuídate.

—Hasta mañana— Se despidió con un suspiro mientras el otro abría la puerta.

—Hasta mañana, si te sientes peor avísame—Dijo sin más cerrando la puerta sin muchos ánimos de dejarlo solo.

— — — — — — — — — — — — — — — — — — — o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o — — — — — — — — — — — — — — —

Acostado en su cama, con la cabeza en la almohada, con la puerta con seguro, estaba sufriendo de las peores agonías, ya se lo esperaba, pero sentirlo era devastador.  Le rompieron todas sus esperanzas con la última frase que mencionó.

“Cuando ya está ocupado el puesto”

No sabía si gritar o llorar o romper todo, al contrario de todo eso sólo estaba estático, sin demostrar nada, inmerso en su dolor, un dolor que te quitaba el oxigeno y te quemaba el cuerpo.

Las pocas lágrimas que salían de sus orbes violetas quemaban su pálida piel.

No podía ser optimista, simplemente no podía tener alguna razón para serlo. Es decir aún podría estar a su lado, porque técnicamente él no se declaro y sí tal y como se lo dijo a Hiroki, él tan sólo tenerlo a su lado le ponía feliz.

Pero en ese momento lo único que pensaba en que JAMAS podría aspirar a un puesto en su corazón, entonces era verdad el hecho de que no sólo le gusta estar con él, le gustaba el hecho de pensar que algún día podría tener un noviazgo, que quizás las cosas cambiarían y se enamorará de él.

Ahora todas esas ilusiones estaban rotas, no podrían estar más rotas. Primero se sorprendió que fuera un chico, es decir que jamás había pensado siquiera estar con otro hombre luego menciona que su corazón estaba ocupado y basándose en el anterior punto, esa persona ¡DEBIA SER UNA CHICA! ¡Una asquerosa arpía que no sólo le quitaba a su Misaki sino que la muy bastarda le hacía sufrir sin corresponderlo!

La cabeza le dolía, no, todo el cuerpo le dolía, no… Sólo su corazón dolía.

—Misaki…

— — — — — — — — — — — — — — — — — — — o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o — — — — — — — — — — — — — — —

Ya habían pasado las cuatro horas laborales, su reloj marcaba las 8:15, sin siquiera tener intensiones de ir a su casa fue inmediatamente a la del mayor, de repente se había puesto en muy mal estado de salud que si no sabía de él, no podría dormir esa noche.

Tardo más de la hora a pie, como siempre se sorprendía al mirar la mansión en la que vivía su ex—tutor, la familia Usami era una de las familias más ricas de todo Japón, en un principio no estaba enterado que su tutor Usami Akihiko fuera familiar directo del jefe de la empresa Usami, de igual forma cuando no se entero no iba a interferir en su relación, es decir Usagi-san, siempre sería Usagi-san.

Pidió permiso para entrar a su mayordomo como era usual, en principio pasar era muy complicado pero ahora después de pasar tanto tiempo con el peliplata, el hecho de ir a visitarlo no era raro.

La casa tan grande y decorada, por lo mismo le avergonzaba que Usagi fuera a visitarlo.

Cuando llegó al cuarto del mayor después de un largo recorrido, toco la puerta esperando una afirmativa para pasar.

—Lárguense ¡Quiero estar solo!

—Us..Usagi-san, soy yo.

—¡¿Misaki?!

Abrió la puerta rápido encontrarse al pequeño el cual se sorprendió ante el deplorable estado del escritor.

—¿Estás bien?

—Oh— Cayó en cuenta de su estado— Si, me siento algo mal.

—V..vete a acostar —lo empujo de nuevo a la cama— tienes los ojos todos irritados— Toco su frente pero no encontró la temperatura fuera de lo normal.

—Se me quitará con el tiempo— Le dijo y se dijo, era verdad se le quitaría con el tiempo.

—Duerme— Se sentó en el borde de la cama, luego miró el resto del cuarto para mirar el completo desastre que tenía.

Sin hacer mucho ruido acomodó todo tal y como le gustaba al escritor, ya sabía dónde tenía que ir todo para que fuera más fácil, claro el cuarto era casi o más grande que todo su departamento por lo que no era tarea sencilla.

—No ocupas limpiar— Se giro para mirar al pequeño moverse de un lado a otro.

—Si no lo hago te engusanaras tal vez por eso te enfermaste.

Misaki… ¿Si te digo era yo quien sentía eso me responderás de la misma forma? Pensó cerrando los ojos.

¿Me dejarías de hablar? ¿Me odiaras? Y eso… ¿Me haría sentir peor que en este momento? Me duele tanto, tan sólo verte.

—Misaki.

—Dime.

—Ven.

El castaño se sentó en la cama del mayor quien lo acompaño.

—No deb..

—No estoy enfermo— interrumpió al castaño— Sólo estoy triste.

—¿Eh? ¿Qué paso?

Se quedo mirando a la nada, pensando en que debe decir.

—¡Dime! Sé q..que no todo el tiempo comprendo pero si hay algo en que te pueda ayudar..

—Yo… Yo soy— Lo miró a los ojos— Quien estaba enamorado de ti.

Casi pudo sentir como una bomba cayendo, simplemente ya no había vuelta atrás. Su cuerpo estaba demasiado abatió como para sentir algo más, de hecho fue mucho más sencillo de lo que pensó que sería.

Desvió la mirada a la habitación, mientras el pequeño seguía estático intentando carburar lo antes dicho.

—U…us..Usagi-san..— su rostro se había vuelto completamente rojo, ante una súbita vergüenza, su mejor amigo se le había declarado— ¿Q..Qué..

—¿Te molesta?— Le volvió a mirar.

¿Esto es en serio? Pensó abatido.

—No…  ¡No! E..Es… só.. sólo….— Sintió como su rostro cambio todavía más de tonalidad.

—Te amo— Acaricio ligeramente su mejilla con dos de sus dedos.

—Eh…— Abrió los ojos en sorpresa.

—Y comprendo que no sientas lo mismo— Le miró serio.

—Y..Yo, p..pero yo— comenzó a temblar— S..si te quiero…— miró para abajo con una terrible hiperventilación.

—Ambos sabemos que no es el mismo tipo de querer.

Le miró a los ojos violetas y bajo la mirada el menor, todo había pasado muy rápido, no podía soportar tanto, su respiración estaba como loca, no sentía el cuerpo.

¿Esto es real?

—Si— Su voz comenzó a distorsionarse por los sollozos, ni siquiera sabía cuando había empezado a llorar— T..Te.. quie..ro..

¿Está bien decírtelo?

Akihiko acaricio el cabello de su castaño, le dolía haberlo hecho llorar por su estupidez.

—Misaki, no voy a dejarte.

—N..N..no… hip.. no… —El sentido de sus palabras estaba perdiendo todo significado no podía detener el llanto.

¿Cómo te lo explico? Pensó impotente el castaño

—Pero realmente me quitó un peso de encima decirlo.

—Usagi— Tomó una de las mangas de mayor mientras no podía dejar de llorar.

—Misaki… perdóname— Bajo a la altura del rostro del menor, para pasar una mano detrás de la espalda de su querido exalumno, con lentitud acerco sus labios al del menor, sintiendo al instante como un calor le inundaba, hacia tanto tiempo que deseaba hacer eso. Si bien no era un sentimiento correspondido, no evitaba sentir esa pisca de felicidad.

El ojiverde se sorprendió ante la cercanía del mayor pero en ningún momento lo rechazo y al momento que éste pedía permiso para entrar a su cavidad se lo concedió.

Con lentitud dejo ser guiado en su primer beso, pasó los brazos alrededor de Akihiko sólo obteniendo como resultado que lo acercará todavía más.

Quizás hubiera sido el primer beso que daba en su vida, quizás eso también le hacía sentir todo el cuerpo entumido, un sentimiento tan cálido en su pecho, deseando querer estar completamente junto a su ex tutor, de alguna manera aunque sus sentimientos fueran primerizos sabía que realmente ese beso estaba lleno de ternura y afecto.

—Misaki…—Dijo atónito el peliplata ante como correspondió el beso, pero de inmediato pensó lo peor “Sólo porque no desea lastimarme”.

Sus mejillas estaban completamente rojas, oficialmente estaba más que nervioso, sin saber que hacer se aventó a los brazos del mayor, escondiendo el rostro en el pecho de éste.

—Yo… también te quiero…— Susurró apretando la camisa del ojivioleta eso era muy dificil.

—Mi querer es de otra forma, sé qu..

—¡Cállate!— Grito enojado desde su rincón— Siempre, siempre tú… tú no sabes.

Se soltó del agarre, para mirarlo luego bajo la vista.

—Yo.. te quiero…— antes que fuera a decir algo el otro— ¡De la misma forma!— Grito rojo hasta las orejas.

El otro se quedo con ojos como platos ¿Esto realmente está pasando? Pensó incrédulo.

—Me gustas… P..pero yo no planeaba decirlo… N..No pensé que tú… Tú dijiste… Tú dijiste que.. no te gustaba nadie…

El mayor soltó un gran suspiro de alivio y dejo caer su cabeza en el hombro del menor para luego abrazarlo.

—Supongo que fui un tonto...—Dijo con una sonrisa en los labios abrazando con fuerza al castaño en sus brazos.

—Te amo Misaki— Escucho como los latidos del pequeño aumentaron y como sus brazos lo rodearon, llenándolo de dicha, si eso era un sueño quería quedarse dormido para siempre.

—Y..Yo también…— Se dedico a oler el embriagante aroma del peliplata.

Sintió como aflojaba el agarre el mayor y le dio un beso en la frente provocándole un suspiro.

—Te amo, te amo, te amo… Te amo tanto—Susurró entre sus cabellos.

El castaño trago saliva notoriamente, sentía que se paralizaría de los nervios.

Sintió pequeños besitos por su rostro hasta volver a los labios. Tomó fuertemente la camisa del mayor y cerró los ojos con fuerza, no podía acostumbrarse a ese latir de su corazón.

—Soy tan feliz —Sonrió el ojivioleta para abrazarlo fuertemente— Muy muy feliz….

—N..No digas… esas cosas…

—¿Por qué no?

—Es vergonzoso.

Sólo rió en respuesta para abrazarlo más fuerte. Permanecieron así unos minutos, tan sólo aspirando el aroma del otro y disfrutando su calor.

A pesar de disfrutarlo el castaño no se encontraba del todo cómodo en esa posición en la que se encontraban, no pasando desapercibido por el mayor, lo tomó con fuerza para abrazarlo a su cuerpo y así acostarse en la cama.

Posó sus labios los cabellos castaños y suspiró profundamente, el brazo que tenía debajo del menor lo uso para acariciarle tiernamente sus hebras.

Por su parte el ojiverde tenía los ojos cerrados con fuerza, su corazón parecía como si literalmente se fuera a salir de su pecho.

¿Esto es real? Se preguntó mientras abría lentamente los ojos para toparse con el pecho de Akihiko.

—Usagi-san— Suspiró, sin moverse de su posición— Tú… ¿te… sentiste mal.. por lo que dije…?

—¿Eh?—Dijo dando un pequeño beso en la frente, recordando que efectivamente hacía pocas se sentía el ser más miserable del mundo, ya ni podía pensar en eso, de hecho en nada, todo estaba cubierto de una capa enorme de felicidad.

—No te preocupes— Dijo con una sonrisa en su rostro Si no lo hubieras dicho imagino que todo hubiera seguido igual.

—¡No!—Se incorporó a la cama, viéndolo con el seño fruncido y rojo completamente de las mejillas— ¡Y..yo no quise! P..Perdón, e…eso, no era para ti..— Bajo la mirada comenzando a temblar— Perdona.

 Embelesado por la lindura del menor, se incorporó al igual que al castaño para lentamente buscar sus labios.

El tacto fue exquisito, casi el paraíso. Una descarga eléctrica continúa, busco una de las manos de Misaki para tomarla.

—No importa, estoy feliz ahora— Le sonríe empujándolos para quedar de nuevo acostados.

—Usagi-san…—Cerró los ojos sintiendo unas ligeras lágrimas salir de sus ojos.

—¿Misaki? ¿Qué pasa?— Se voltea para quedar de frente a él, pero el ojiverde se acuesta boca abajo cubriendo su rostro con la almohada.

—N..Nada…

Se acercó más y lo envolvió en sus brazos.

—¿Qué sucede?

—M..Me parece difícil de creer…—Mencionó entre sus sollozos.

—A mí también me cuesta creerlo.

Misaki baja su mirada y reposa la cabeza en el hombro de Akihiko y se relaja ante las caricias. Lo último que recuerda es un ligero beso en la mejilla antes de caer dormido en sus brazos.

— — — — — — — — — — — — — — — — — — — o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o — — — — — — — — — — — — — — —

 

Se despierta con un sobresalto al no saber cuándo se durmió, miró una de sus ventanas para mirar que efectivamente el cielo ya estaba muy oscuro. Miró a su ahora pequeño novio dormir en sus brazos.

Aún no podía digerir lo que estaba pasando, se le había declarado y éste ¡había aceptado! como sí fuera un sueño hecho realidad.

Sin duda le debía mucho a su amigo Hiroki tendría que comprarle muchos libro en agradecimiento.

Se acerco cautelosamente al menor y poso sus labios en una de sus mejillas para soplar un poco de aire y susurrarle— Despierta…

Podía mirar entre las sombras eso ojos verdes abrirse lentamente al mismo tiempo que el rubor en las mejillas volvía a aparecer.

—¿Q..Qué horas son?— Preguntó al percatarse de la falta de luz.

—No sé imagino que las diez.

—Ahm… creo que ya me tengo que ir— dice incorporándose a lo que el mayor le sigue abrazándolo por la espalda.

—No, quédate…— Le susurra devotamente logrando que un escalofrío pasará por la espalda del castaño.

—T..tengo tarea, mis cosas están en mi departamento.

—Está bien, pero te llevaré.

—Eso sería mucha molestia— pone un ligero puchero volviendo hacía él.

—No es molestia— Se acerca para poner un beso casto en aquellos dulces labios.

El chico trago saliva sonoramente volviendo sentir sus mejillas arder— E…Está bien.

El transcurso fue muy cómodo, conversaron ligeramente como sabían hacer, el castaño se alegro que su relación no hubiera cambiado tanto.

Se estacionó y a diferencia de esperar a que entre al edificio y mirar la luz de su departamento como usualmente hacía lo acompañó hasta su puerta. A decir verdad considerando siempre el nivel económico del mayor a Misaki le avergonzaba que supiera que tan normal vivía.

—B..Bueno gracias… Por acompañarme….—Dijo el menor cabizbajo ante el mayor, dándole la espalda a su puerta.

—No hay problema, mañana… ¿Nos veremos a la misma hora?— Le acarició la mejilla sonrojándolo.

—Si, mañana…—El peliplata subió su rostro para besarlo antes de que terminara la frase.

Escuchó un pequeño suspiro mientras lo recargaba a la puerta abrazándolo firmemente, las delicadas manos del castaño se aferraron a su camisa sosteniéndolo.

—Buenas noches, Misaki.

—B..Buenas noches— Cerró los ojos de nuevo al sentir el calor del otro en sus labios para volverse a besar.

Estuvieron de beso de despedida a beso de despedida que el ojiverde tuvo la suficiente fuerza de voluntad para terminar, al menos por el momento, con el contacto.

Al cerrar la puerta de su departamento se dejó caer en su futón, todo había pasado tan rápido, todo había sido tan irreal. Acercó sus dedos a sus labios para recordar aquellos besos que sólo hacía unos segundos se habían dado. Un inmenso sonrojo apareció para esconder su rostro en la almohada.

¡¡Todo fue tan vergonzoso!! Gritaba en su interior el castaño.

Por su parte Akihiko tenía una sonrisa de par en par, no podía esperar a verlo el día siguiente. Sin duda al menos para él la vida era completamente luz y felicidad.

Incluso cuando llegó a su casa, tener a Haruhiko regañándolo no era para nada una molestia. Lo único que le incomodaba era que ya había sentido la sensación de perder la consciencia junto con su pequeño, como abrazarlo, con su calor tan cercano a su cuerpo, respirando ese aroma tan embriagante, y lo mejor de todo despertar aún teniéndolo a su lado. Eso significaba que el dormir solo en una gran cama ya no le parecía cómodo.

Sin mucho pensarlo, tomó su celular para mandar un mensaje.

 

El castaño ignorando sus ataques de vergüenza ante los recuerdos se concentró en la tarea de sociología, no era demasiado sólo faltaba terminar unos reportes, pero sin duda le tomaría más de una hora acabarlos.

Su celular sonó y sin mirarlo lo tomó para desviar un poco su atención de la libreta para mirar la pantalla a lo que soltó las hojas que tenía en su mano y de nuevo su corazón se aceleró ante el mensaje de Usagi.

“Quiero dormir contigo todas las noches para que me puedan gustar las mañanas.
Cuando me salga de mi casa quiero que te mudes conmigo ¿Te gustaría a ti también?

Ya quiero que sea mañana para poder volverte a besar, extraño tus labios.

Te amo mucho, descansa.”

Tomó el celular con fuerza y al borde de la hiperventilación pensó en una respuesta indicada.

 

En la residencia Usami el mayor se encontraba enrollado en sus sabanas cuando vibro su celular, lo tomó por reflejo porque se imaginaba de quien venía.

“Sí no es una molestia para ti, me gustaría vivir contigo así me aseguraría que comieras bien, Usagi—baka ¡No digas esas cosas! Hace menos de la hora que nos vimos.

Yo… también te amo… Nos vemos mañana.”

—Eres tan lindo— Le sonrió a la pantalla del celular antes de volverse a dormir.

— — — — — — — — — — — — — — — — — — — o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o – o — — — — — — — — — — — — — — —

En un pequeño departamento se iba levantando un ojiesmeralda, se había acostado tarde pero eso no le impedía poder despertarse a la hora indicada, las 5:30 para poder cocinar y cambiarse.

Sólo que en esa ocasión se había despertado mucho antes de su hora.

Empezó a cocinar por reflejo un almuerzo para él y para Usagi. Ante esa reflexión detuvo sus movimientos.

¡Era cierto! Ahora Usagi-san.. es mi…. Se quedó paralizado de la impresión y la vergüenza llego un milisegundo después, ahora técnicamente ese típico almuerzo se había convertido en un almuerzo amoroso o romántico.

Siguió cocinando, no era precisamente un “almuerzo amoroso” pero de una cierta forma le hacía más feliz cocinarlo de lo usual.

El trayecto a la escuela era tedioso y largo, después de 40 minutos por fin llego en la entrada, como siempre estaba muy temprano como para que hubiese los cientos de estudiantes.

Su corazón se sobresalto ante la posible presencia del oji—violeta, pero inmediatamente se calmo al saber que éste siempre llegaba tarde.

Por los pasillos calmados fue a su aula y tomo su asiento. Miró su reloj al ver que ni siquiera los que llegaban temprano habían llegado.

“6:15”

Había llegado demasiado temprano. Dejo caer su cabeza en la mesa, resignado, no tenía sueño más bien todo lo contrario ¡Tenía demasiada ansiedad! No podía dejar de pensar en todo lo sucedido, cuestionándose si fue lo correcto haber hecho lo que hizo.

Bien podrían pasar más de mil cosas, que tal si no funcionaba, o si el mayor cambiaba de opinión o si su amistad o el trato que se tenían se perdía por completo, quizás su trato no iba a mejorar o posiblemente como no era experto en relaciones amorosas su falta de experiencia saldría a la luz y éste lo dejaba.

Y así esas cuestiones pasaban por su cabeza cada minuto del día. Él quería demasiado, más bien amaba al peliplata; le tomo sólo 5 meses sentirlo y más de 2 años saberlo, pero aún aunque nunca hubiera amado antes estaba muy seguro de que lo que sentía era lo que llamaban amor.

Sacó sus libretas soltando un suspiro, su aula estaba tan vacía y pensar que generalmente se llenaba.

—¿Misaki?— El susodicho que estremeció ante esa voz y rápidamente miró al causante de ello.

—Usagi-san—Soltó un suspiro— ¿Qu..Qué haces t..tan temprano?— Se levantó nerviosamente de su asiento para mirar para abajo nervioso, al momento en que lo vio su estomago se empezó a revolver y su corazón a palpitar con fuerza.

—Llegue temprano—Entro al aula para dirigirse con su castaño— Venía a esperarte, no esperaba que ya hubieras llegado.

Ya cercano del castaño lo envolvió en sus brazos a lo que este se estremeció un poco pero no lo rechazo en ningún sentido, pasó nerviosamente sus manos por la espalda de Akihiko.

—T..Tú.. N..nunca llegas te..temprano— Dijo nerviosamente, su boca se empezaba a secar, si catalogaba su nerviosismo de 1 a 10, diría que estaba en un 12.

—Quería verte— Respiró fuertemente el aroma del pequeño en sus brazos.

—Yo.. Bueno… N…Nos íbamos a ver a las 11— Le miró tímidamente sintiendo un gran sonrojo en sus mejillas.

—Ocupo ánimos para llegar a las 11— Se acerco sigilosamente hasta quedar a pocos centímetros de los labios del chico— Te lo dije ayer… Extrañe tus labios—  Le miró profundamente a tan poca distancia de sus ojos esmeraldas.

Al instante en que se acercó para unirlos el castaño retrocedió ligeramente— ¡Usagi—baka, a..alguien p..p..puede entrar…!—Susurró avergonzadamente.

—Es temprano— Dijo sin más para tomar como suyos los delicados labios del menor.

Fue un beso muy dulce, sus labios se mantenían unidos y sus lenguas se movían calmadamente al ritmo del peliplata, sin pensarlo Misaki pasó los brazos alrededor del cuello del mayor y suspiró ligeramente. Sentía que se iba a desvanecer por unos segundos. Sentía tan caliente su rostro y tan frió el estomago, los brazos de Usami le envolvían tan perfectamente que podría decir que había encontrado cual es su sitio preferido.

Siguieron así por unos minutos hasta que poco a poco se fueron separando, el castaño estaba temblando por el anterior beso, es decir su cuerpo no estaba acostumbrado.

Aún seguía en los brazos del ojivioleta, el cual se acerco cautelosamente a su mejilla para rozarla con su nariz para respirar mejor el aroma de su querido novio.

—Te amo Misaki— El susodicho suspiró fuertemente ante esas palabras.

—Y..yo tam..también…— Ante un acto de vergüenza se lanzó al pecho del mayor para ocultar su rostro, su corazón explotaría si seguía así.

Tenía los ojos fuertemente cerrados y las manos las aferro a la camisa de su extutor, éste sólo soltó una risita para empezar a acariciar sus mechones cafés..

—Misaki ¿Quieres tener una cita?

—¿U..Una cita?

—Si, somos novios ahora, quiero tener una cita contigo.

Novios… Pensó temeroso el pequeño.

—Hum— Asintió con su cabeza en el pecho del mayor— Si… ¿C..Cuando?

—¿Saliendo de la escuela te parece bien?

Antes de soltar ese cálido abrazo deposito un casto beso en los labios del pequeño. Éste miró embelesado al mayor para luego salir del trance y mirar la hora.

“6:35”

P..Pronto empezaran a llegar Pensó nerviosamente.

—No te preocupes, ellos ya están acostumbrados a vernos juntos— Le dio un besito en la frente para calmarlo.

—P..Pero no tan cercanos…

El peliplata suspiro a lo que el castaño se asusto. ¿Se enojo? Pensó temeroso.

—Sólo quiero estar contigo— Sonrió e hizo un ademan para que se sentará, posteriormente se sentó a su lado y tomo una de las manos del menor que tenía en su escritorio— ¿Mejor?

Muy avergonzado bajo la cabeza y asintió rápidamente.

—¿Terminaste tu tarea?— Cambio el tema, era obvio que su reciente novio no estaba tan cómodo con el tema del noviazgo, sin embargo, nunca hasta que llego alguien le soltó su delicada mano.

 

Notas finales:

o.ò ¿Reviews?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).