- Cap. 1 : Princesita.
Ya era la decimocuarta vez que su jefe lo reprendía; Jonghyun en cambio ya estaba más que acostumbrado a los intensos gritos del hombrecillo así como de su saliva volando por todas partes con cada grito que se aventaba. Jonghyun solo se mantenía en silencio esperando el momento exacto para defenderse.
La última misión había sido un completo fracaso, pues su compañero era un total idiota que no escuchaba y en cuanto al mismo Jonghyun no se quedaba muy atrás por que siempre le llevaba la contra a todo. Que si le decían es blanco el respondía que era negro, por eso muchas personas evitaban tratar con él.
—¿me has escuchado Jonghyun? —Decía el hombre poniendo una mano en el escritorio.
—Si, señor —comentó con desgana, lo cierto era que no le puso atención sus palabras por lo tanto no tenía idea de lo que hablaba.
—Tu caso ya fue asignado a alguien más, alguien más responsable que tú. — dijo poniéndose derecho intentado parecer más alto.
—¿Qué? ¿Por qué? —Protestó Jonghyun
—ambos sabemos que tu no estas preparado para esto… así que te encomendare otra misión menos peligrosa y espero que no lo arruines por que de otra manera considera tu eliminación del equipo. — amenazó el hombre de ojos pequeños y cabello corto.
—Quiero seguir con la anterior, ese tipo realmente me dio problemas y no descansare hasta destruirlo, ¿y por que me baja de categoría? —preguntó molesto.
—Por que soy tu jefe y no tienes por que cuestionarme —él hombre realmente estaba molesto, pero prefirió dejar todo por la paz aun que ese muchacho lo sacara de sus casillas
Dejo un folder en el escritorio delante de Jong y espero a que este lo abriera, pero como no sucedió se dispuso a hablar.
—Su nombre es Kim Kibum, nombre artístico Key es el hijo del dueño de una renombrada empresa de cosméticos, es la imagen principal de dicha empresa, y últimamente ha tenido problemas con un hombre que a amenazado con secuestrarlo, tú te encargaras de que eso no suceda; y prácticamente vivirás con él. El joven Kibum ya fue informado de que se enviara a aun policía encubierto que lo acompañara para todas partes, al principio se opuso pero al final decidió que era lo mejor. — Jonghyun por fin abrió el folder color mostaza.
En la primera hoja estaban lo datos personales del chico y una fotografía, apenas lo miró y creyó que se trataba de un mujer, ojos perfectamente delineados, cabello corto y rubio, sus labios brillaban de un color rosado y su piel perfecta lo hacían ver casi como una chica. Leyó y releyó el género, y siempre encontró ese “masculino” que vio la primera vez. La edad decía que el chico andaba en sus veinte años de edad.
—A partir de mañana serás transportado al lugar donde compartirás casa con ese muchacho y hasta el momento todo es un secreto, por lo tanto tienes que comportarte. —dijo al final antes de marcharse.
Jonghyun se quedo leyendo la información que se le había proporcionado, de pronto ya no odiaba tanto ese cambio drástico, pues el chico realmente llamaba su atención.
Por la tarde ordeno las cosas que ocuparía para la mañana siguiente, en un maletín puso su placa la cual llevaba consigo siempre y su tan querida pistola, en una maleta mucho más grande puso un montón de ropa que ni siquiera se tomo la molestia de ordenar y la aventó aunque después tuvo que pelearse con ella por que no quería cerrar. Su departamento no era muy grande, pero estaba dentro de los estándares, se lo había heredado su padre junto con una cuenta bancaria que no dudaba en saquear si la ocasión lo ameritaba.
Se encontraba en su octavo sueño cuando el insistente sonido del timbre comenzó a sonar, realmente odiaba a ese aparato, mucho más que al despertador el cual era su peor enemigo. Miró hacia la ventana y aun no amanecía luego fijo su mirar en el reloj digital que se encontraba en la mesita y este anunciaba las cinco de la mañana con quince minutos. A regañadientes y maldiciones se levantó y fue a abrir con el rostro peor que el de un zombie.
Apenas abrió la puerta se encontró con una cara que jamás en la vida había visto, era un hombre vestido en un traje negro y con corbata, a la cinco de la mañana lo despertaba un tipejo que parecía salido del universo “Matrix” y eso no lo tenía nada contento.
—¿Teniente Kim Jonghyun? —pregunto el hombre con una voz carente de emociones.
—Si, dígame —respondió.
—He venido de parte del cuartel para llevarlo a encontrarse con su misión. —finalizó. Jonghyun miró de nuevo la hora y fue su turno de preguntar.
—¿a las cinco de la mañana? —cuestionó irónico.
—Esas fueron mis ordenes, puede traer sus cosas —Jonghyun cerro los ojos, seguro fue idea del comandante quien según Jong solo quería joderle la vida.
Con un sonoro bostezo se encaminó hasta donde descansaba su maleta y se la colgó al hombro, después acompaño al hombre de traje hasta el elevador y de ahí hasta la camioneta negra. Las calles lucía desiertas a esa hora, seguro ellos eran lo únicos despiertos, Jong estuvo cabeceando pesadamente en el asiento del copiloto, duraron cerca de cuarenta minutos de viaje hasta que llegaron a un viejo edificio, pero a pesar de ser viejo lucía en perfectas condiciones.
El elevador marcaba solo diez pisos, el de ellos era el piso numero seis, se bajaron del ascensor y luego fue conducido hasta la habitación numero 226, al entrar se dio cuenta que las habitaciones eran mucho más amplias de lo que aparentaban, había una pequeña cocineta, el baño y dos cuartos era perfecto para dos personas, y mucho más amplio que su propio departamento el cual solo estaba condicionado para una sola persona.
Dejo caer la maleta sobre el sofá y se dedico a curiosear. La puerta se abrió dejando pasar a un hombre con la misma facha que el que había recogido a Jonghyun, y justo después de él entro un chico con un pantalón de licra negro y una polera holgada, llevaba una bolsa pequeña colgada al hombro mientras que un muchacho que había visto en la recepción traía dos maletas grandes consigo, y luego bajo otras dos más de elevador.
Los dos hombres que sobraban en la habitación el chico que se encargo de hacer pasara a las maletas que Key traía se marcharon una vez cumplida su labor.
Jong lo miraba sorprendido, pues a las seis de la mañana y él modelo parecía en perfectas condiciones, con los ojos delineados y labios brillosos, si siquiera parecía recién levantado, no como él que aun seguía con el sueño queriendo apoderarse de su cuerpo.
—ME llamo Kim Jonghyun, seré quien… —le chico de cabello claro pasó por un lado, haciendo como que no estaba ahí y fue a checar los cuartos. Escogió el que se miraba con más espació, enseguida desvistió la cama y puso las sabanas en el piso, se dirigió hasta una mochila de ruedas y la trasporto hasta el cuarto, saco algo que parecía ser aromatizante y lo vertió por toda la habitación, luego sacó un par de sabanas rosas y volvió a vestir la cama. Se tiró encima de ella y durmió las horas que le habían robado.
Jonghyun esperaba ansioso por ese chico con comportamiento extraño, estaba sentado en el sofá y entonces miró todas esa maletas se condujo hacía ellas y abrió la primera, lo único que había dentro era ropa, en la segunda había más ropa, la tercera solo guardaba pinturas de la marca que modelaba y la cuarta era la que se encontraba en la habitación, volvió a dejar todo como se encontraba y de nuevo al sofá, encendió el televisor y había un grupo de chicas moviendo las caderas y cantando una pegajosa canción.
Ya eran cerca de las once del día y apenas el muchacho delgado y rubio salió de su nueva habitación, con ropa y una toalla rosa al hombro.
—Como solo hay un baño tendremos que compartirlo —anunció en seco. —y deja de verle el trasero a esas niñas que jamás vas a vérselos en vivo.
Aun no se presentaban y Key ya estaba dándole órdenes cosa que realmente molestó a Jonghyun.
—Puedo verles cuanto yo quiera, después de todo la vista es muy natural —Key solo hizo cara de asco y se metió al baño.
Para cuando salió traía el cabello húmedo, había perdido todo el maquillaje que traía en el rostro, lo cual lo hacía verse más varonil unos ceñidos pantalones plateados y una polera negra sin mangas. El chico realmente era delgado sus brazos lo evidenciaban y además tenía un piel de porcelana.
Se encaminó hasta una de las maletas que estaban acomodadas en una esquina y saco una secadora de cabello, la conecto y dejo sordo a Jonghyun con el ruido. Una vez que su pelo lucía totalmente seco fue por la metilla de los cosméticos, tomo el polvo y con una brochita lo esparció por su rostro, se ponía muy poco pues casi todo el maquillaje tenía mala fama, se delineo los ojos e incluso Jong se quedo impresionado de lo bien que se arreglaba el chico, ni siquiera su novia mas coqueta lo hacía tan bien.
—Jonghyun ¿podrías bajar el volumen? —preguntó con voz monótona; Jong en seguida silencio la televisión.
—Kibum, nadie te va a ver más que yo así no tienes por que arreglarte tanto —Jong realmente le molestaba que tratara de embellecerse tanto, pues para el sin maquillaje o con maquillaje era un completo desconocido y su misión.
—Que tu seas un gorila no quiere decir yo tenga que imitarte. —Jong solo volteo los ojos y volvió a subir el volumen de la televisión. —¿Se supone que tu eres un policía encubierto? —pregunto curioso acercándose a Jong.
Se dejo caer pesadamente sobre el sofá y lo miraba detenidamente, Jong solo retrajo la cabeza y se le quedo mirando de la misma manera que Key.
—Tienes los ojos de un perrito —anuncio Key —y los labios extraños
—Y tu pareces una princesita recién salida de su castillo —atacó Jonghyun, pero solo le respondió con una de sus sonrisas hipnotizan tés.
Key se levantó del sillón y se metió en la cocina, abrió el refrigerador y encontró un sinfín de comida, tomo algo que se veía antojable y sirvió en dos platos luego dos vasos con refresco y fue para darle a Jong.
Jong al mirar como Key se comportaba realmente amable se impresionó pues esperaba otro tipo de persona, alguien arrogante, engreído y por sobretodo un completo imbécil.
—Toma, puedes comer. —Le dijo pasándole el plato.
—Pues eres una princesita muy amable —le dijo Jong tratando de burlarse de él.
—Y tu un puppy muy pervertido que se la pasa mirándoles el trasero esas señoritas —comentó señalando el televisor.
Tomó el mando del televisor y comenzó a cambiar de canal, hasta detenerse en uno donde pasaban dramas para chicas, se acomodo lo mejor que pudo en el sofá, a Jonghyun le pareció impresionante que Key con esos pantalones muy apretados pudiera subir las piernas y cruzarlas hasta quedar en una posición de meditación.
Media hora después Key ya se encontraba muy emocionado diciéndole de maldiciones y lo estúpidos que eran los protagonistas, no le importaba lo que pensara el policía, después de todo ya todo mundo lo tenía fichado, sí que le importaba muy poco.
—Oye, luego hablaremos sobre tu problema, una vez que termines de mirar eso.
—Ssshhh!! Es la parte más importante — dijo sin hacerle caso, eso si que molestó a Jong, un impulso de quitarle el mando y apagar el televisor se instalo en su cuerpo, pero no lo hizo.
—Aun sí hablaremos de tu problema —le hizo saber por ultimo antes de callarse y ver la parte importante según Kibum.