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Mírame, Bésame, Tócame por Jaswhit

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Notas del fanfic:

Disclaimer: La misma mierda de siempre, no es mío, sino tendría muchos videos yaois de Matt y Mello. Es de Obha y Obata (los mataría con la Death Note de Perlock, pero se la quitó su mamá), que celos.

Notas del capitulo:

Bueno, este un fic de 3 caps, así que espero les guste. Tardé una semana en escribirlo y re-escribirlo. Le quiero agradecer a Perlock, me ayudó mucho y me dio ánimos.

Ya saben:

"pensamientos"

— diálogos

 

Era un día nublado en Inglaterra, específicamente en Wammy's House, un orfanato para superdotados.

Por todo el lugar se podían escuchar claramente los pasos de todos los chicos dirigirse a sus aulas para las clases, pero en especial se oían las pisadas fuertes y rápidas de un muchacho en particular.

Era un rubio alto y delgado de ojos azules, que vestía una camisa negra adherida a su no muy marcado pecho y unos pantalones negros de cuero ajustados. Calzaba unas botas negras de combate y en su mano izquierda llevaba su chaqueta de cuero, su mochila y demás libros.

Mihael Keehl, uno de los chicos más guapos y temibles del orfanato. Caminaba a prisa hacía su primera clase del día: Química.

Con su mano libre tomó un chocolate de su bolsillo mientras caminaba y le quitó la envoltura con los dientes para luego morderle un gran trozo. Antes de llegar a su clase, ya se había devorado 3 barras.

Llegó a la puerta del aula correspondiente y la abrió de un tirón. De inmediato el murmullo de sus compañeros cesó y todas las miradas se posaron a él, quien se dirigía, ignorándolos olímpicamente, a su pupitre al final del salón y junto a la ventana.

— Señor Keehl, no debería llegar tarde y mucho menos entrar de tal forma interrumpiendo la clase. — le reprochó un hombre gordo y canoso, quien impartía dicha materia.

— Sí señor, lo lamento —respondió éste a su vez con desprecio y una sonrisa nada inocente — pero dígame Mello señor, ya le había dicho. — El hombre sólo frunció el ceño y lo pasó por alto.

Mello. Ese era su apodo, así le llamaban algunos de sus conocidos y otros sólo Keehl. Por respeto o miedo, daba igual. Ya que Mello, aparte de ser guapo y rudo, era el 2do en suceder a L, un gran detective.

Por eso el respeto. Y miedo, tal vez porque el último que intentó coquetearle con un guiño, seguía en coma. Con eso, todos aprendieron que Mello era malo, y que era hombre. Aunque la confusión era algo justificada, pues Mello tenía unas facciones finas y delicadas que lo hacían parecer chica, y más aún con su corte al hombro.

Cuando el profesor estaba a punto de retomar la clase, la puerta fue abierta nuevamente, pero esta vez por Roger, el director de la escuela, quien entró seguido de un chico pelirrojo con googles naranjas, jeans ajustados de color azul, una camisa de rayas negras y blancas y unos guantes negros. En ambas manos, cargaba su mochila y un abrigo de piel de borrego beige.

"El nuevo" pensó Mello con desdén.

— Lamento molestar Prof. Jealous pero traigo un chico nuevo. Mail Jeevas. Por favor pasa al frente y dinos algo de ti para conocerte. — pidió amablemente Roger, haciéndole una indicación con la mano para que el chico avanzara.

El joven, algo incómodo, carraspeó y se acomodó frente a sus nuevos compañeros.

— Me llamo Mail Jeevas, pero prefiero me digan Matt. Tengo 17 años y me gustan los videojuegos. — al terminar se sonrojó un poco y después Roger se despidió y salió.

— Bien señor Jeevas…

— Matt — corrigió éste en un susurro.

— Bien Matt, por favor toma asiento al fondo, junto al joven Mello. Será tu nuevo compañero de laboratorio. — comentó el profesor con una sonrisa socarrona y la vista hacia Mello.

Éste sólo rodó los ojos y no le quitó la vista de encima a Matt en todo el trayecto hasta que llegó y tomó asiento a su lado. Le mandó una mirada asesina y luego se giró mirando al frente y haciendo revolotear sus rubios cabellos.

"Ésta, será una larga clase" pensó Matt.

Durante lo que restó de clase, Mello miraba de soslayo a su compañero para estudiarlo, aprovechando que estuviera cerca. Observó cuidadosamente su mandíbula y nariz recta, su nívea piel sin imperfecciones y su cabello algo despeinado de color rojo fuego.

Pero no pudo observar claramente sus ojos, pues estaban cubiertos por esos molestos googles anaranjados. Sin darse cuenta lo había estado mirando con la boca abierta durante mucho rato, y el pelirrojo notándolo su mirada posada en él, se giró y se levantó los googles, dejándolos en lo alto de su cabeza. Ambos se perdieron en la mirada del otro; Matt en los ojos azules y claros del rubio, y Mello en los ahora visibles ojos esmeraldas del pelirrojo.

Al sonar el timbre, ambos despertaron de su letargo y Matt de inmediato se sonrojó. En cambio, Mello frunció el ceño y se levantó rápidamente de su banco tomando sus cosas y saliendo con velocidad del salón de clases.

Caminaba con grandes zancadas a su próxima materia sin poder dejar de pensar en el pelirrojo y sus orbes tan hipnotizantes.

Todas las clases transcurrieron igual, pues todas las compartía con el nuevo, causando su poca concentración en el tema.

El rubio, ya fastidiado por el camino que siempre tomaban sus pensamientos, casi alabó que sonara el timbre para el receso, alejándose nuevamente y caminando con velocidad en dirección al patio para respirar aire fresco.

Ya ahí, pudo visualizar una figura recargada en un gran roble y fumando, a quien identificó como Matt. Parecía que la suerte no estaba de su lado, pero ignorando la incomodidad, aprovechó para acercársele e intimidarlo o molestarlo. Lo que se diera con facilidad. Tal vez ambas.

— Hey — llamó Mello, pero al encontrarse nuevamente con esos ojos, olvidó hasta de cómo respirar, y no pudiendo decir nada inteligente.

— ¿Qué? — preguntó el pelirrojo.

—…

— ¿No dirás nada?

— Fumar te matarás — "bravo Mello, algo más estúpido no se te ocurrió"

— Ah, lo sé, pero se hizo costumbre — respondió el chico para después aventar al piso el cigarrillo ya casi consumido y luego pisarlo con su bota.

— Que bueno.

Ambos se quedaron sólo mirándose, sin decir nada, pues no sabían que decir, perdidos en la mirada del otro hasta que Matt decidió romper el silencio.

— ¿Qué edad tienes?

— 15 — respondió Mello desconfiado.

— Hum…

— ¿Algún problema, cerillo?

— Ja, como si no lo hubiera oído antes. Y no, no tengo ningún problema. Sólo me preguntaba como siendo tú tan joven, estabas en mi clase.

— Porque esto, grandísimo imbécil, es una escuela para superdotados. Y yo soy el 2do sucesor de L. — contestó orgullo y con una sonrisa socarrona.

— Ah, bien por ti, creo.

— ¿Cómo cojones entraste aquí, si eres un estúpido?

— Pues, respondiendo un examen, como todos ¿no? — preguntó dudoso.

— ¿Y en qué lugar quedaste? ¿-100? — se burló.

— No— dio mientras encendía su PSP y se alejaba hacia el edificio. — Soy el 3ero.

Mello simplemente se quedó estático en su lugar. No podía ser posible. Pero bueno, unos simplemente tenían mucha suerte. Sin darle mucha importancia se encogió de hombros y se encaminó al comedor siguiendo los pasos de su compañero sacando a su vez una barra de chocolate y luego otra, y otra, y otra más.

Se sentía nervioso. No sabía por qué. Si era porque tenía miedo de que el pelirrojo raro lo superara o por la impresión de que alguien con pinta de estúpido fuera tan genio. Que más sorpresas guardaría si no. Ese chico, le intrigaba en demasía. Por su paciencia y su supuesta inteligencia. Además de esa extraña sensación de comodidad que sentía al tenerlo cerca.

Pero tal chico, de nombre Matt, ni lo miraba. Siempre perdido en sus pensamientos o su videojuego. Pero eso no lo dejaría pasar, pues sentía la extraña necesidad de llamar su atención de cualquier manera posible y eso haría, la cuestión era como. Por las buenas, o las malas.

Con esa gran telaraña en su cabeza, se encaminó al comedor y apenas prestando atención tomó su comida, para luego sentarse en su mesa habitual y seguir perdido en sus pensamientos, sin siquiera percatarse de que cierto chico pelirrojo, lo miraba desde el otro lado de la cafetería.

Luego del almuerzo, todos los alumnos regresaron nuevamente a clases y después a sus habitaciones para descansar.

En las diferentes clases a las que asistió Mello estaba el pelirrojo y otras caras nuevas a las que definitivamente no prestó atención. Sin más que pensar y dejándole de dar vueltas al asunto, se dirigió a su cuarto.

Al llegar abrió la puerta y se percató de que una de las camas (antes vacía) se encontraba ocupada por una gran maleta. "Claro, es normal tener un compañero, han entrado varios chicos" pensó. Luego se dirigió al baño y se duchó. Al finalizar se secó el cabello cuidadosamente y después el cuerpo, poniéndose al final, unos bóxers negros y limpios.

Saliendo del baño, casi se desmaya al encontrarse con el pelirrojo en su habitación, ordenando las cosas de la maleta en el armario. De la sorpresa no pudo ni moverse y para cuando reaccionó Matt ya se había girado y lo había visto semidesnudo. Ambos chicos se sonrojaron violentamente; de inmediato Mello tomó la camisa de su pijama, negra y de tirantes gruesos y se la puso. Matt por su parte se volteó para darle privacidad y continuó guardando sus cosas.

— Hey tú, ¿ahora esta será tu habitación? — preguntó Mello molesto y aún algo avergonzado.

— Eso parece ¿no?

— Oye, no me trates de idiota, imbécil. Que me pones de mal humor con tu estúpida actitud de niñato que tienes. — Mello ahora sí se estaba enojando, porque nuevamente, Matt ni lo miraba al hablar.

— Pues así soy. Discúlpame. ¿Qué acaso puedo hacerte feliz de alguna forma? — preguntó sarcástico.

— Sí

—…

— Mírame — demandó el rubio.

— ¿Qué?

— Mírame —repitió. Matt algo dudoso, comenzó a girar lentamente hasta quedar mirando a Mello y luego alzó una ceja en pregunta.

— ¿Feliz?

— Sí — dijo Mello sonriendo — Quiero que me mires cuando hablemos, porque seremos, al parecer, compañeros y te exijo respeto.

— Bueno, merezco el mismo trato de tu parte ¿no?

— Ya veremos si te lo ganas — respondió cínicamente y dirigiéndose a su cama listo para dormir.

Notas finales:

Bueno, ese fue el primer capítulo. Espero les haya gustado. :3 Dejen review si quieren la continuación. Ya tengo el borrador en una libreta, pero bueno, si no les gustó este cap. para que subir otro ¿no?

Siguiente capítulo: Bésame.

By Jaswhit. BYE!


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