Cap. 1.-Reencuentro
Era un amanecer soleado, principio de las vacaciones para ser exactos, Hinamori Kaito, un pelinegro de buen cuerpo y bastante atractivo de ojos verdes, que rondaba por los 21 años de edad, vestía pantalones oscuros muy formales, zapatos de gala, una camisa de manga larga blanca arremangada hasta sus codos y un chaleco negro de tres botones, estaba arreglando el caballete para pintar algo en óleo en una de los salones de su escuela de arte y música, un lugar grande y de prestigio por sus increíbles maestros de cultura y artes en general, parecía muy concentrado en lo que hacía, pero su mente estaba pensado en una sola persona, en un chico que invadía su mente desde ya hace cuatro años.
Mientras que a unas cuadras lejos de ahí, había un castaño de ojos miel caminando por las calles, tenía un cuerpo esbelto, era muy atractivo pero el aura de inocencia que emanaba lo hacía verse más adorable que sexy, gustaba de vestirse bien pero de forma casual, hoy no trabajaba así que estaba bastante aburrido en casa, tanto que había preparado pastel y ahora se dirigía a hacerle una visita sorpresa a una personita que conocía
-espero que no estés demasiado ocupado, tiene mucho que no nos vemos-pensaba apresurando los pasos, ya quería llegar a la escuela de arte, tenía tantas ganas de ver a su mejor amigo de la universidad que no podía contenerse, no tardó mucho en estar frente a la enorme y refinada construcción
Para ese instante kaito estaba haciéndole una prueba a un chico que quería entrar ahí, al que le quedaban 10 minutos para terminar su dibujo y demostrar su talento, paso por detrás del joven, dando un vistazo al lienzo por un segundo y termino por quedar frente la ventana, encontrándose con una linda imagen, el chico que le invadía los pensamientos estaba ahí en el patio, con una caja en sus manos
-con que me trajo pastel-pensó formulando una ligera sonrisa
Kaito fue hasta su escritorio, tomó su teléfono, marcó el número de yun y antes de que siquiera le dijera algo el hablo primero.
-piensas quedarte ahí todo el día? estoy en mi oficina con un nuevo ingreso, y ya vi esa caja-dijo sonriendo a sí mismo, en lo que veía que la pintura estaba a punto de ser finalizada, le quedaban solo unos cinco minutos-te espero donde te dije que estaba-
-haaaaii- respondió como niño regañado, colgando el teléfono-ese kaito, por lo menos pudo decirme hola primero-dijo en un suspiro, dirigiendo sus pasos por las escaleras para llegar a la oficina de su amigo, cuando estuvo frente a la puerta toco un par de veces y sin esperar respuesta entro-hola Kaito! Ups perdón, no sabía que seguías ocupado-se disculpó torpemente
-no te preocupes, el chico ya terminó-preguntó, mientras veía al joven terminar el dibujo, dejando los utensilios de pintura en un lugar determinado
-he terminado Sensei-dijo dándose la vuelta para ver a su sensei
-ven mañana a las diez, el profesor de perspectiva del realismo te dará clases- le explico tan serio como se portaba siendo maestro, ya había visto el dibujo y era muy bueno
-a-arigatou gozaimasu -dijo sonriente, tomo su mochila y salió de ahí dejando a los dos adultos solos
El pelinegro se tomó la libertad de despeinar al recién llegado Cataño de ojos miel, le alegraba tenerlo ahí de visita, ya le hacía falta tenerlo cerca.
-qué me trajiste?- dijo sonriente, guardando los utensilios de pintura y dejando a la vista dicha obra de arte del chico
-te traje pastel-una sonrisa nerviosa se formuló en su rostro que cambio por una expresión de sorpresa-wou!! Es sorprendente, ese chico dibuja muy bien, te conseguiste un buen alumno-dijo con una linda sonrisa
- así es, tiene mucho talento, es muy bueno, solo que le hace falta inspirarse con cualquier cosa - declaró, abriendo la caja donde venía el pastel
Y ahora que yun podía darle su entera atención a kaito, se podía notar que se había arreglado para su visita, ya que llevaban bastante sin verse, no sin dejar de lado que gustaba de él desde que iban en la universidad, pero eso era algo que al castaño no le pasaba por la mente.
-oye kaito, te gustaría salir conmigo?-pregunto tranquilamente, observando disimuladamente como vestía y se veía, ese podía ser un rayo de esperanza para el pelinegro, lástima que no fuera en el sentido que el esperaba-llevamos tiempo sin vernos debido al trabajo y extraño poder platicar con mi mejor amigo-dijo sonriente, eso si que había sido un golpe directo hacia kaito
-si, somos mejores amigos no? hehehe...por qué no? seria, bueno, a mi me agrada la idea- dijo, sentándose en la silla de escritorio, encogiéndose de hombros en lo que revisaba papeles para su siguiente junta de maestros que tendría el sábado -a dónde te gustaría ir? ya sabes que yo pago- dijo aun un poco cortante, le había caído duro el golpe, más porque su "mejor amigo" era directo y tranquilo a la vez, cosa que con frialdad golpeó con dureza el corazón de kaito
-mmmmm, no lo sé, no lo había pensado-dijo intentando dar con un lugar bueno, pero como que después cambio de opinión-kaito.... no es obligatorio que vayas conmigo, te vez muy ocupado y no me gustaría interponerme en tu trabajo, podemos dejarlo para después-dijo comprensiblemente, su ojiverde amigo siempre tenía mucho trabajo al igual que el, por eso es que desde que salieron de la universidad no se veían tan frecuentemente.
-no es una obligación, y sabes que siempre tendré tiempo para ti, te lo he dicho siempre, deberías dejar de pensar que interrumpes en mi vida aburrida y cotidiana, ya sabes que mamá se llevó a sack de nuevo a la capital, samantha ya trabaja, tengo el tiempo suficiente para ti- dijo kaito, dejando que unos papeles se deslizaran por su mano para guardarlos en una carpeta y dejar casi impecable su escritorio-mi trabajo es duro, y el tuyo también, pero eso no significa que no nos seguiremos viendo-
-lo siento, tienes toda la razón, debería dejar de preocuparme tanto, gracias kaito-una muy tierna sonrisa fue la que sus labios expresaron-con respecto al lugar, hay una nuevo lugar cerca de la estación, creo que se llama...luz de luna, según lo que he oído es muy interesante, te gustaría ir?-pregunto curioso, se le notaba que él quería ver como seria aquel lugar de nombre tan peculiar
-entonces hay que ir hoy-dijo mientras guardaba todo y tomaba su maletín, él siempre tan bien vestido y muy formal-quiero conocer ese lugar contigo- le dijo sonriente -pero sabes qué? me cambiaré la camisa, no me gusta mucho esta camisa-
Fue hacia un armario que había ahí, qué curioso tenerlo, pero muy práctico para él, ya que cuando trabajaba mucho se quedaba a dormir ahí, e incluso tenía una habitación ahí. Abrió el armario y sacó una camisa de tres cuartos color verde esmeralda, se quitó la camisa enfrente de el!, dejando ver su morena piel y bien formado cuerpo, provocando que yun tragara saliva y por un minuto se perdió entre esa buena vista del cuerpo de su amigo, recorriendo cada milímetro de esa piel al descubierto con su mirada, era algo inconsciente, que cuando el mismo se dio cuenta que lo hacía, un tenue sonrojo le tiño la cara obligándose a mirar hacia otro lado
-m-me parece bien, no sé cómo puedes estar cómodo usando ropa tan formal-necesitaba hablar de algo para distraer su mente, lo que fuera y eso fue lo primero que le llego
-es cosa del trabajo, y como lo notas, vivo en mi trabajo literalmente- dijo sonriente, observando a su amigo, quien veía hacia otro lado, muy sonrojado-me gustaría que te fijaras en mí, no como un amigo-pensó mientras abotonaba su camisa y se acercaba a donde estaba yun
Tomó el saco y lo llevó a colgar, dejaría el chaleco que traía puesto desabrochado, estaba muy bien vestido, pero de cierta forma era un poco informal
-nos vamos? de solo pensar en el lugar ya me dio hambre-le dijo mientras tomaba de la mano a yun, sabía que a el castaño no le molestaba que lo hiciera ya que lo tomaba como algo de amigos, lo cual era un punto a su favor ,salieron de ahí camino a su deportivo azul
-solo subiré si me prometes que manejaras como la gente decente, y si no, entonces avísame para que yo maneje-declaro estando frente al lujoso deportivo del cual amaba su color, pero subirse era demasiada adrenalina para el con el pelinegro de conductor
-lo prometo- dijo sonriente, abriendo la puerta del copiloto, cuando su acompañante entro cerró la puerta y luego entro el, arrancando tranquilamente, y con decencia -dónde dijiste que quedaba el lugar?- preguntó manejando, se le sentía que estaba muy tranquilo y sereno-me gustaría pensar que algún día tendré una oportunidad-pensó para si
-etto...me dijeron que quedaba por la estación del tren-dijo observando atreves de la ventana, le preocupaba un poco que le hubieran mentido sobre el lugar y nada más hubiera sacado a kaito a perder el poco tiempo que podían estar juntos de vez en cuando-ah! es ahí-menciono mientras señalaba
Decía luz de luna en letras blancas con azul que estaban apagadas por ser de día, solo había una puerta que al parecer era la entrada y una personada cuidando dicha puerta, era impredecible saber que habría adentro y aunque cualquiera dudaría de entrar, el castaño con su vislumbrante inocencia se moría porque su amigo se estacionara y entrar, se estacionaron cerca y salieron del auto, cerró con llave y se acercaron hacia el lugar, dejaron que entraran y entonces se dejó a la vista un acogedor lugar, un lugar que a ambos les gustaba
-buenos días, qué asiento les gustaría tomar? el especial del día de hoy es sopa de miso con filete de salmón-dijo amablemente la hostes del lugar
-ese es un platillo muy caro, salmón en verano? el salmón es de primavera-dijo suavemente mientras analizaba aquello
-vamos kaito, no te preocupes por el dinero, un lujo al año no nos matara, nos dividimos la cuenta y listo-dijo divertido ante las palabras de su amigo, siempre cuestionaba demasiado los lugares a donde iban-tomaremos…la tercera mesa del lado derecho por favor-la persona asintió y los dejo pasar a dicho lugar–te he dicho que te relajes cuando estés conmigo- le dijo sentándose mientras le sonreía, solo quería pasar un buen rato en compañía de kaito, no pedía más que eso
-está bien- dijo tranquilo, mientras se sentaba y veía la cartilla del menú-sabes? yo pago, te dije que yo pagaría- dijo sonriente, le gustaba ver a su amigo sonreír, le gustaba que yun estuviera alegre
En ese instante una mesera del lugar apareció, ambos pidieron su orden y vieron a la chico retirarse haciendo una ligera reverencia antes, ahora solo faltaba esperar la comida, pero cuando la mesera trajo su orden, habían cosas que ellos no habían pedido
-este, creo que esto está de más-dijo el castaño mientras señalaba un parfait de crema con fresas y moras, una rebanada de pastel de vainilla y una rebanada de tarta
-estos postres corren por cuenta de él joven de la mesa 5, la chica de la mesa 3 y el caballero de la 10, dirigidos a un castaño de ojos miel, y usted es el único aquí-respondió ella sonriendo amablemente
-ah...gracias-dijo apenado dejando a la mesera retirarse, no era la primera vez que le pasaba eso, su forma alegre e inocente de ser siempre llamaban mucho la atención
-morirán todos ustedes-pensó el pelinegro, mientras tomaba los cubiertos y comenzaban a comer sin decir al menos un itadakimasu-quisiera que saliéramos al menos una vez y que esos regalos fueran de mi parte- pensó mientras probaba la langosta y bebía un poco de jugo de arándanos
-se les ofrece algo más?-preguntó una mesera que quien sabe de dónde había salido, fue algo extraño ya que no tenía mucho de que la otra se había ido, pero no fue difícil dar con que estaba viendo de forma rara a kaito
-mmm, no gracias-dijo el sin darle mucha importancia
-por qué rayos lo mira de esa forma?-pensó yun observando a la chica que no le quitaba la mirada de encima al pelinegro
-está seguro que no desea nada mas-repitió ella, sin nada de vergüenza acercándose de manera insinuante a el
No supo qué, pero como que algo no le gusto de eso, por un momento sintió ganas de gritarle algo en su cara a esa mesera, fue un sentimiento nada agradable que lo puso molesto, dejo de lado la comida, ciertamente solo la medio probo, tomo la copa del parfait y se concentró en ella, necesitaba una dosis de azúcar
-maldita zorra...-pensó dejando de sonreír, metiendo una cucharada de fruta a su boca
-de hecho si-esto provocó que yun dejara la cuchara y observara a kaito y a la mesera-me gustaría...que usted se retirara de aquí y se llevara el plato de mi acompañante, ah y una cosa más- dijo mientras le mostraba el plato de yun haciendo que lo tomara-me gustaría que dejara de ser tan vulgar con la gente por favor- finalizó por verle a la cara y observar su expresión molesta-gracias por su comprensión-dijo sonriente, volviendo a comer de su plato, sintiéndose más tranquilo, estaba al tanto de cada acción de yun, y ahora sabía que de cierta forma, no era tan ignorado como él pensaba.
Continuara…